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¡No, no puedo dejar que ese niño tonto se quede con mi cuerpo! –, - ¡Wow, esto
se siente increĂble, mi cuerpo es totalmente diferente ahora! –, - ¡Abogado,
dĂgale a ese tonto niño que deje de tocar asĂ mi cuerpo! –, - ¡Señor abogado,
creo que hay un intruso en mi nueva casa, deberĂamos de sacarlo de aquĂ! –, - ¡De
qué demonios estås hablando niño!, no puedes correrme, esta es mi casa y ese es
mi cuerpo, dile al abogado que aceptas devolvĂ©rmelo carajo –, - ¿Y porque harĂa
eso?, ¡mĂrame!, estoy bastante buena ahora y tengo mucho dinero –
Don
Chema, era un hombre millonario, quien habĂa dado todo por su familia y
construir su gran imperio de riqueza, desafortunadamente, como en cada familia
adinerada, los integrantes de esta se peleaban y deshacĂan por el dinero sin
hacer ni esforzarse nada por obtenerlo, siendo esta la gran razĂłn, por la que
Don Chema, no dejarĂa ni un solo peso a la familia, originalmente, todo estaba
cedido a su querida nieta, Renata, una chica de 25 años, quien aparentemente
era la Ășnica que hacĂa todo por el abuelo, y aparente, por decir que, aunque lo
cuidaba y querĂa siendo muy cercana a este, Don Chema sabia sus verdaderas
intenciones, haciĂ©ndole creer que ella serĂa la Ășnica heredera de toda su
fortuna, pues, aun con su cariño, muchas veces, Renata hacĂa que su querido
abuelo le pagara algunas cirugĂas y tratamientos de belleza, ademĂĄs, de pagarle
ropa y cosas caras que ella pedĂa sin pensar.
Estos
caprichos los tenĂa muy en claro Don Chema, quien ya habĂa buscado un verdadero
heredero y reemplazo de su sangre, pues, en secreto, Don Chema habĂa conocido a
Gustavo, un niño de la calle de 14 años quien se encontraba en el albergue de
su fundaciĂłn, triste por no tener una familia y mucho menos dinero para salir
adelante, demostrĂĄndole que podrĂa ser un gran heredero y aprovechar plenamente
de su fortuna, pero, Don Chema habĂa decidido que todo se darĂa con una
venganza a su querida nieta, pues, como clĂĄusula de su testamento, Renata
ademĂĄs de ser despojada de su herencia, debĂa de cederle legalmente y sin restricciones,
su querido y bello cuerpo a Gustavo, quien, ademĂĄs de tener la fortuna de su
abuelo, tambiĂ©n tendrĂa su cuerpo.
Gustavo
no comprendĂa aun porque habĂa decidido Don Chema semejante cosa, pero una vez
que el testamento fue leĂdo y resuelto, la Ășnica opciĂłn que le habĂa dejado al
joven, era devolverle el cuerpo a su nieta si es que el asĂ lo deseaba, pero
sin darle un solo peso de su herencia, al principio, Gustavo no se sentĂa muy
cĂłmodo con tener el cuerpo de una chica sexy, pero, con forme fue
experimentando todo ese enorme cambio en su nuevo cuerpo, el dinero ya no era
solo la mejor parte del trato.
Y el concurso???
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