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miércoles, 30 de enero de 2019

El juicio Cap - 2 "Investigando"


--Les dejo aquí el segundo capitulo de esta historia, espero que les agrade, sus comentarios me motivan a seguir escribiendo!—

La idea de cambiar con una mujer me había obsesionado completamente, desde ese momento solo había podido pensar en ello, y dedicaba todo mi tiempo libre para poder buscar a la candidata correcta. No podía negar, cuando había tenido la idea me había asustado n poco, pero, ¿Por qué no?, al fin y al cabo, quería dejar la horrible prisión de cuerpo que tenía y como mujer podría saciar mis más bajos deseos.

Por supuesto, no permití que la emoción nublara la sensatez de mi objetivo, tarde casi tres días en encontrar a mi presa, o como ahora quería pensarlo: mi verdadero cuerpo. Había estado evaluando muchas cosas, si bien mis candidatas siempre fueron jóvenes hermosas, quería una buena vida, estabilidad económica y tendencias en sus redes que me pudieran servir.



Mi verdadero cuerpo se llamaba Karina, tenia 24 Años y se había graduado hacia unos meses titulándose como ingeniera en Programación.

No podía ser más perfecta, al haber encontrado su perfil y sus características no había podido evitar imaginarme como era, tan solo imaginarme el tocarla hizo que mi miembro reaccionara, y cuando trate de pensar cómo sería tener su cuerpo sentí como la eyaculación fue casi instantánea. Eso me molesto, la maldita precocidad de este cuerpo no me había dejado ir más allá con mi fantasía, pero no importaba, era hora de trabajar.

Dado que vivía solo y no tenía más gastos, había podido juntar algo de dinero que invertí en un portátil que será lo más importante en esto. Con mis habilidades de programación y conocimiento técnico había comprado algo de equipo que me permitiría indagar más a fondo sobre Karina, no sería fácil, pero mi obsesión con mi meta se había vuelto total, lo único que me detenía de ello, era cuando tenía que dormir, el portátil podía llevarlo a la tienda donde trabajaba y además, comer mientras lo usaba.

Lo primero que tenía que averiguar era todo lo básico, me sorprendí de mi suerte al poder enterarme que vivía en el otro extremo de la ciudad, pero era mi ciudad, era una muestra del destino, ese cuerpo debía ser mío.

Pasaba horas completas leyendo y releyendo todo lo que había en sus redes, reacciones, convivencias, y amistades. También empecé a tomar una seria nota de su forma de vestir y sus gestos y expresiones. Tomaba nota de las horas en que tenía alguna interacción y también empezaba a comprender sus hábitos.

Jamás había dedicado tanto a algo pero era más obsesivo cada vez. El dinero que normalmente gastaba en video juegos lo gaste en varios libros de psicología y Psico análisis, necesitaba aprender a entrar en la mente de Karina, o dicho de otro modo, entender la mente que estaba usando mi verdadero cuerpo.

Ella parecía una chica muy normal, las selfies en un tiempo me decían que ella tenía razón de su atractivo, salía de vez en cuando, pero después de su graduación las salidas habían disminuido, de hecho, después de hacerlo había tomado un puesto de secretaria, cosa que no entendía. Era hora de dar un paso más.

Todo debía tener un orden, primero debía ver desde afuera y luego desde adentro. Llevaba casi un mes de investigación y cada noche fantaseaba más y más con los resultados. Ahora mismo sabia el nombre de mis futuros padres, amistades, done había estudiado, entendía muy bien la rutina de Karina y empezaba a poder predecir lo que iba a subir, compartir y hacer en sus redes. Esa noche después del trabajo, nervioso encendí el portátil para hacer lo que había querido hacer desde hace mucho: Hackear sus cuentas. Para mi, era pan comido, no pude evitar sentir una reacción dentro de mi cuando pude acceder a sus perfiles y redes sociales. Cerré los ojos imaginándome ocupando ese cuerpo y entrando, era mi primer acercamiento o lo más cercano que estaba a ser Karina.

Lo fantástico es que ella nunca sabría que estaba ahí, ella podía usarlas mientras yo observaba exactamente que es lo que hacía. De hecho trabaje toda la noche para programar mi entrada a su vida. En cuanto ella se conectase a través de su computadora o celular, me dejaría enlazar mi portátil a ella para tener todos sus archivos y conversaciones a mi disposición.

Casi reboto en mi silla cuando no tardaron más de diez minutos en que ella pusiera un “Buenas noches” en su Facebook. ¡Era mía!. El programa empezó a trabajar, ahora ella no podría hacer nada sin que yo no lo supiera, cada texto, cada mensaje desde su celular o computadora estaría a mi alcance.

Como era obvio, mi trabajo a partir de esa noche fue más intensivo. Pasaba mis horas y días, leyendo todas sus conversaciones desde el principio, de cabo a rabo, desde la creación del chat hasta su final, y constataba las fechas con mis apuntes de lo que había pasado detalladamente. Necesitaba recordar y memorizar todo, esa sería mi vida y en la demanda seria crucial cada pequeño detalle que pudiera estar a mi favor. Dos semanas después de que había empezado a estar al tanto de sus textos, cosa que apuntaba cada vez que veía que ella usaba su celular o enviaba un texto, encontré que ella poseía una cuenta más en Facebook.

Era desconcertante, y me había asustado, porque so podía cambiar toda mi investigación. Cuando ingrese a dicho perfil, este tenía un pseudónimo, estaba como “Kandybunny”. La foto de perfil era una caricatura de un conejo que me parecía ridícula, y solo tenía agregado a una persona. Mi interés fue inmediato, su última entrada había sido hacía varios meses, y en su muro no ponía mucho, salvo algunas imágenes y estados en donde ella hacia alegorías al amor, el romance, etc.

Al abrir la conversación tarde bastante en encontrar el inicio, algo ardió en mi mientras leía, hacía dos años, ella había abierto esa cuenta y había empezado a conversar con alguien que también tenía un pseudónimo “Nonano”, sin embargo conforme leía, me enteraba que en realidad era un chico llamado James, que vivía en Canadá. La conversación se volvía melosa con el pasar de los días, y también había insinuaciones por parte de Karina, el odio ardía en mi cuando llegue a la parte donde intercambiaban fotos y selfies, nada sugerente, pero sentía que ese idiota se metía con MI CUERPO. Casi llore como si me arrebataran algo cuando leí que se querían poner de acuerdo para que Karina viajara con el a Canadá, porqué querían una relación, sin embargo, tan solo dos meses después de ese mensaje, Nonano (James), le había dicho que tenía que decirle la verdad, que estaba con una chica y que era mejor que Karina no viajase allá, que no quería lastimarla y cosas similares. Mi corazón latía d felicidad, al leer la obvia tristeza de Karina en sus mensajes y que el pedía perdón pero que ella no quería saber nada.

Rápidamente tome mis apuntes y compare las fechas con todas mis observaciones, había llenado ya más de seis libretas ordenadas en orden cronológico y de importancia. Jadeaba solo por la excitación al ver que desde esa fecha, es decir, unas semanas después de graduarse Karina había cambiado, si bien en mis apuntes lo había tribuido a terminar su vida escolar y que ya no vería tanto a sus amigas, esta era la razón, ella había empezado a vestirse un poco más recatada, en sus conversaciones ella decía que debía ser así porque era una profesional y aunque ella lo atribuía al trabajo de secretaria, había dejado de salir mucho con sus amigas y disminuido sus idas al gimnasio. 







Yo sabía todo de ella, tenía sus redes y su celular en mis manos, así que nadie, nadie sabía de ese tal James ¡solo yo! Mis manos temblaban suavemente. Hice una copia de toda la conversación antes de eliminar el Facebook, después de 3 meses de no haber entrado, dudaba que volviera a hacerlo. Mi mente ya trabajaba a toda máquina, estaba encantado con James, sin saberlo, el era quien me dejaría tener mi verdadero cuerpo.

En los subsecuentes días, me la pase planeando muy bien todo. Había creado una cuenta de Facebook en la que ingrese toda la información con veracidad de Karina. Use su nombre e incluso tome una de sus fotos para el perfil. Era momento de empezar con lo más importante de todo: rumorología, una mentira dicha miles de veces puede volverse una verdad.

No tarde en mandar solicitud a todas las amigas de Karina, o mejor icho mis amigas. Durante las semanas de estudio entendí que debía entrar en mi papel, debía mentalizarme, yo era Karina, yo, la verdadera, atrapada en esta porquería de cuerpo y necesitaba ayuda para recuperar mi cuerpo, mi hermoso, joven y trabajado cuerpo. Agite un poco a cabeza para evitar entrar en mis fantasías. En cuanto aceptaban mi solicitud, enviaba el mismo mensaje.

“!Amiga!, Por fin me aceptaste, por favor, necesito que me ayudes, por favor, te necesito, soy yo Karina, la otra es una impostora, ¡Me robo mi cuerpo hace meses!, ese ladrón no soy yo tienes que ayudarme!”

Sembrar el rumor y la discordia era elemental, por supuesto, mande una solicitud a su perfil original y envié un mensaje aunque no aceptase la solicitud.

“Maldito ladrón, desgraciado, no te vas a salir con la tuya, al fin puedo probar que me robaste mi cuerpo, maldito”

En las siguientes horas y días recibí mucho s mensajes, algunos se reían de mí, otras me tachaban de loca. Sin embargo, era por eso que había estado meses estudiando y preparándome.

“Por favor créeme Carolina, ¿recuerdas cuando….”
“Gina, soy yo, recuerdas nuestro secreto…?”
“Raquel, no me dejes así, por favor, recuerda que yo te ayuda cuando…”

Consecutivamente podía dar datos y hechos tan personales y privados que el rumor se haría más fuerte. Por supuesto no tardó mucho en llegar la respuesta de Karina, me tachaba de loco y mentiroso. Sin embargo yo no iba a ceder.

“No te saldrás con la tuya desgraciado ¡Devuélveme mi vida!. Voy a demostrárselo a todos!.

Si algo había aprendido de Karina, es que su belleza superaba su inteligencia, era propensa a ser emocional y dejarse llevar, y discutir con ella cuando estaba enojada y desesperada me daba la ventaja. Aseguraba que todas “mis” amigas estarían de mi lado, porque ella era una impostora y ladrona que me había robado mi vida.

Karina vivía sola, de modo que un fin de semana, había tomado el autobús para llegar a una casa, pero no a la de ella, si no a la de sus padres, o mejor dicho, mis padres. Respire hondo repasando todo mentalmente, con la ruptura o el abandono de James ella se había vuelto también más distante de sus padres, tenía que usar todo a mi favor.

Cuando toque la puerta me abrió una mujer de avanzada edad que me miro con confusión.

-¿Qué desea?

-Mama… - dije en un tono bajo obligándome a tener lagrimas en los ojos y cubriendo mi boca con mis gordas manos. El lenguaje corporal lo era todo y la forma en que abordara a esta mujer.

-¿Disculpe? – dijo la señora claramente sin entender.


-Mama.. soy yo Karina.. por favor, no te asustes, necesito que me escuches – dije entre sollozos haciendo mi máximo esfuerzo para que las lágrimas salieran – po-por favor, solo escúchame dos minutos – pedí cuando vi que iba a cerrar la puerta – re-recuerdas cuando era niña y tenía seis años, y santa me trajo el triciclo que había pedido, si… si, y ese mismo día me lastime ese día por jugar con el.. y- y tu te enojaste con papa, porque decías que “Santa” no debía haberme traído algo peligroso…

El efecto fue un shock para la mujer, era algo personal y privado que había encontrado en las redes, tantos recuerdos que ponía accesibles para todos, ahora eran mios y estarían en su contra.

-Por favor… - rogué juntando mis manos….

“Mi madre”, llamo a su marido, un hombre que estaba perdiendo el cabello y con gafas de montura de carey. Mi drama y actuación fue la misma hacia mi padre. Mencionándole cuando a los catorce años había salido sin pedir permiso con mis amigas y él se había preocupado tanto que había salido a buscarme por la ciudad en el auto.

Cuando me permitieron entrar sabía que el juego estaba a mi favor. Tenia que seguir actuando, tenía que convencerlos. Pasamos a la sala en donde empecé la historia que había ensayado mil veces en los últimos días

“Hacia unos meses, después de haberme graduado, tras dos semanas, había decidido salir con mis amigas a celebrarlo en un viaje a la playa. Cuando habíamos ido al antro, me sentí mareada después de que tome una bebida, seguramente me habían puesto algo en el trago, fui al baño y de ahí no recordaba más, si no estar en una bodega en una parte de la ciudad en este asqueroso cuerpo”

“Mis padres”, hablaban en voz baja, ese viaje había sido justo cuando Karina había recibido el mensaje de despedida de James, así que seguramente se había ido de donde estaba con sus amigas para estar sola. Era mi coartada perfecta. Ellos murmuraban que después de eso ella había querido vivir sola y rentado un apartamento, además había empezado a cambiar de actitud. Parecían asustado, sabía que todo estaba armado y hecho a mi favor, había sido cuidadoso en armar mi historia. Y tuve que evitar sonreír cínicamente cuando escuche del señor decir

-“Vamos a abrir una demanda en la corte para que se siga el caso”

Era el inicio… El cuerpo de Karina iba a ser mío.. o mejor dicho, iba a recuperar mi verdadero cuerpo.





--Perdon si ha quedado un poco largo pero quiero darle mucho trasfondo. Por favor, comenten y den sus ideas o lo que les ha gustado y lo que no. Me ayuda mucho!--

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