𝑺𝒖𝒔𝒕𝒊𝒕𝒖𝒚𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝒔𝒖 𝒎𝒂𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂

Caminaba con mis tacones clicleando al compás, sintiéndome algo nervioso por llegar a la escuela, mi llegada no fue muy sorpresiva, nadie podría imaginar que la mujer a la que miraban caminar sensualmente por los pasillos hasta llegar a su salón de clase era en realidad un hombre disfrazado de la querida maestra Angela, ya que yo tenía que cumplir una misión.

- ¡Por favor, tienes que ayudarme, me siento algo enferma y no quiero faltar! –eran las palabras de mi mejor amiga, Angela era una maestra de secundaria, ella era una mujer muy dedicada y odiaba tener que faltar a clases por una simple enfermedad, miraba el medallón en sus manos, ella me entregó una de sus prendas, una pantimedia para ser más específicos y junto con el medallón, comencé a sentir un cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo hasta convertirme en una copia exacta de Angela.

-¡Dios, tengo tu cuerpo!, ¿En dónde conseguiste esto? –le preguntaba asombrado mientras que tocaba sus bellos y suaves atributos, noté su mirada de molestia pero no podía hacer nada sabiendo que al ser un hombre debía de tener curiosidad, -¡Por favor, prometiste suplirme cuando lo necesitara!, -¡Sí, pero no esperaba que tuviera que suplirte con tu propio cuerpo! –le decía algo agitado al sentirme muy extraño con su cuerpo, desde el fondo quería desnudarme y explorar su todo su cuerpo, pero no quería ofenderla ni que pensara que era depravado, -¡Mi hermana está de viaje, no tenía otra opción más que llamarte! –ella me rogaba con angustia esperando a que aceptara la misión.

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Con calma, ella comenzó a enseñarme a cómo actuar como ella, lo que no fue tan difícil siendo que al tener su cuerpo debía de poseer memorias de ella misma, me ordeno desnudarme con los ojos cerrados, asentí mostrándole una cara boba, ella suspiro y olvido el tema, sin pensarlo, mire su cuerpo desnudo, sentir sus delicados senos fue toda una odisea, yo, un hombre teniendo el cuerpo de una mujer bastante bien dotada, no estaba por demás decir que ahora era una mujer bella y elegante, tenía sus medidas de infarto, ella se cuidaba mucho, sentía un hueco vacío entre mis piernas, noté como ella guardaba el medallón mientras que me mostraba que ropa ponerme para ir a las clases de mañana, me entregó además una pijama para cubrir mi cuerpo, ya que dormiría en el cuarto de visitas para no perder el tiempo, me sentía bastante incomodo saber que me había convertido en Angela, yo tendría la exclusiva misión de ser una maestra el día de mañana, a escondidas no pude resistirme, comencé a frotar sus senos, y poco después su vagina, me aseguré de que estuviera dormida y trate de no hacerla despertar con mis gemidos.

A la mañana siguiente tuve que bañarme, ella enjabono todo su cuerpo y luego me indicó como vestirme, ayudándome a ponerme el sujetador y a maquillarme, yo había hecho el resto y sin duda me sentía tan torpe al verme como una muy bella mujer en el espejo.

-¡Esto solo será por unos días!, no quiero que me pongan inasistencias, estoy luchando por un aumento con el jefe de planta –ella me indicaba, mientras que yo estaba aún embobado al mirarme en el espejo, jamás hubiera imaginado que un día me convertiría en la bella muñequita de mi mejor amiga, ahora siendo una maestra, tendría que ir como una muy linda maestra a dar clases a un par de chicos pervertidos que estarían mirándome con lujuria todo el día, sentía mi faldita cubriendo mis piernas, mientras que apenas podía caminar con los tacones, sentía la blusita apretadita con mis medianos senos oprimiéndose dentro de ella, pero aun sentía como se balanceaban por dentro al vibrar con el clicleo de los tacones, sentía las miradas de todos los chicos y algunas chidas que claro que envidiaban la belleza de su maestra.

Luego de unas horas tan estrafalarias de clase, un par de chicos se acercaron para hacerme unas preguntas que claro que no tenían que ver con el tema, pero fingí ponerles atención ya que me empezaba a gustar su reacción al verme como una maestra bastante linda y coqueta, me sonroje al sentir su atención a mi belleza y como lo haría la verdadera Angela me despedí ignorando por completo sus indirectas, regresé a casa de Angela como habíamos acordado y luego de platicarle como había sido el día me indicó algunas cosas para hacer al día siguiente, día que esperaba con ansias para volver a ser la maestra suplente.

 

𝑷𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒔𝒖 𝒂𝒍𝒖𝒎𝒏𝒐

 

Raquel era una mujer madura, a sus 57 años daba clases en una escuela particular, lo cual no le daba muchos ingresos, pero luego de su divorcio con su esposo, ella había quedado algo sola y reprimida, de vez en cuando recibía la visita de su única hija a su casa y casi siempre era solo para ir unas dos horas y volver a su departamento de soltera, lejos de su madre en su gran vida como chica fitness y modelo amateur.

Mientras tanto, Raquel tenía que lidiar con los chicos molestos de la preparatoria donde daba clases, muchas veces el ser una maestra vieja era todo un dolor de cabeza, a veces deseaba volver a tener sus gloriosos 23 y verse tan bien como su hija, todos los días se sentada en su escritorio y daba clases a chicos puertos que lo único que hacían era burlarse de su clase y no poner atención a sus clases, ella sentía coraje, coraje de que los jóvenes de ahora ya ni siquiera pusieran atención en su materia, ni fueran responsables, pero lo único que la calmaba, era ver a ese chico joven y apuesto de 17 años, Kevin, quien además, era el portero de la selección de la escuela, un chico apuesto y atlético del cual por alguna razón se había enamorado, quizás la vejez o el deseo de ese amor prohibido que le hacía tanta falta en la cama.

Raquel hacia todo lo imposible por estar cerca de Kevin, incluso, reprobarlo para darle clases extra y estar siempre cerca de el a solas luego de las clases, pero Raquel sabía que un chico de su edad y del estatus que tenía, jamás le haría caso a una vieja amargada como ella, sin embargo, la gota que derramo el vaso, fue cuando Raquel se encontraba a solas con Kevin en el salón de clases, él estaba enfurecido por que la maestra nuevamente lo reprobara y casi obligara a estar con él en una clase extra, en un momento de distracción, Kevin abrió su celular y comenzó a ver el Instagram de una chica que llevaba tiempo gustándole, ella era una chica fitness de su ciudad y la veía a cada rato de lo mucho que le gustaba y esperaba poder llevarse la a la cama.

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Cuando Raquel paso a revisar su trabajo, noto que en su celular estaba mirando nada más y nada menos que una foto de su sexy hija, Raquel se sintió adolorida y muy frustrada, su hija le estaba robando el show de su querido Kevin, su hija era todo lo que ella ya no era y más deseaba ser para tener el hombre de sus sueños, ella estallo de coraje y, una vez que corrió a Kevin del salón, busco una manera de obtener el cuerpo de su propia hija.

Luego de encontrar una daga corta cuerpos en internet, Raquel cito a su hija fingiendo sentirse demasiado mal, la chica primero ignoro a su madre moribunda, esperando horas para que llegara, Raquel esperaba impaciente con la daga en la espalda sujetada por sus asesinas manos arrugadas, una vez que su querida y odiada hija llego, la sorprendió por la espalda, clavándole la daga en su piel dejándola caer como un globo desinflado.

Al día siguiente, para toda la escuela fue una completa impresión que la sustituta de la maestra Raquel fuera nada más y nada menos que esa sexy chica fitness quien sorprendentemente era su hija, Kevin no pudo quitarle los ojos de encima a su gran amor, mientras que la chica parecía gozar de las miradas de los chicos calientes sobre ella, la ahora joven mujer, no dudo en reprobar a Kevin una vez más, tal y como lo hacía su madre, el chico pensaba que el reprobarlo estaba en la sangre de su familia, mientras que esta vez, aquella mujer sexy le había hecho la propuesta de su vida, al invitarlo nada más y nada menos que a su ahora departamento de soltera, a enseñarle de una mejor manera sus clases reprobadas, una vez que Kevin llego al lugar citado, no pudo contener las ganas de sentir una erección en sus pantalones, luego de tan sorpresivo recibimiento de su parte.

𝑼𝒕𝒊𝒍𝒊𝒛𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒑𝒐𝒅𝒆𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒔𝒆𝒄𝒕𝒂

 

Una vez que logre entrar a esa secta que robaba cuerpos, no pude resistirme a que el dichoso culto me enseñara las técnicas milenarias para poder tomar el cuerpo de la chica de mis sueños.

Su nombre era Stefany, era una chica más del montón de chicas buenotes que hay en cualquier parte en internet, pero desde que la vi, siempre supe que ese debía de ser mi verdadero cuerpo, mi verdadero yo, por eso, una vez que los maestros me mostraron su sabiduría, puse en marcha mi plan para poder poseerla y quedarme con su cuerpo para siempre.

Quien le diría a esta pobre chica sexy que su cuerpo sería robado por un chico totalmente desconocido para ella, de un lugar muy lejos de su círculo de amigos, un pervertido como los tantos a los que le gustaba excitar con sus fotos calientes para pervertidos, seria quien le robaría lo que más amaba, su cuerpo.

Pfff, por fin, me miraba en el espejo, jadeando luego de desnudar su cuerpo por completo, luego de haber logrado hacer el hechizo final de posesión, lamento haber traicionado a mis maestros, pero hice todo porque el hechizo fuera permanente e inrastreable para todos los que quisieran encontrarme, no pensaba arrepentirme y si lo hacía, pues ya que, solo bastaba con verme estas chichotas y masturbarme tan rico como pudiera para aprovechar todo esto al máximo, me encanta como me veo ahora mismo en este rico cuerpo, como se me ven estas tremendas tetas, ¡Oh nena!, sí que estas ardiente y yo soy quien luce tu puto cuerpo ahora.

¡𝑳𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒎𝒂𝒎𝒊!

 

- ¡Lo siento mami, pero no dejare que te divorcies de mi papi! -Carlitos exclamaba luego de romper la extraña piedra que los había intercambiado de cuerpos horas antes, -¡Carlitos, no puedo encontrar la maldita piedra, tu padre no tarda en llegar, por favor, tenemos que decirle lo que paso para que nos ayude!, -¿Cuál piedra, de qué hablas?, yo no soy Carlitos, yo soy tu madre, creo que te sientes mal y no puedes recordar nada luego de ese fuerte golpe que te diste en la cabeza, -¿De qué estás hablando hijo?, ¡Yo soy tu mama!, -¡Jajajaja, por supuesto que no Carlos, yo soy tu madre, ya deja de inventar cosas!, creo que será mejor que te envié a un internado y me dejes resolver las cosas con tu padre, -¡Pero que estás diciendo Carlos, le voy a decir a tu padre la verdad! –

Carlitos regresaba de la escuela, estaba cansado de tener que lidiar con los pleitos de sus padres, el solo quería que volvieran a estar juntos y se quisieran otra vez como antes, de repente, Carlitos se tropezó con una piedra en el camino, lucia de un color muy bonito y decidió llevársela, al llegar a la casa, noto como su madre se encontraba trabajando en unos documentos de la empresa donde trabajaba, él sabía que a su padre le enojaba que ella trabajara y por eso pasaban tantos problemas entre ellos, Carlitos sin pensarlo, comenzó a pelear con su madre y, al ver la piedra en su mano, decidió quitársela provocando un cambio entre ambos.

Cuando Carlitos despertó en el cuerpo de su madre, supo que debía de aprovechar esa oportunidad para hacer que su madre volviera con su padre, pero sí de eso dependía tener que quedarse con el cuerpo de su madre, entonces enviaría a su madre en su cuerpo a un internado muy lejos para que él y su padre pudieran volver a estar juntos como antes, cuando el hombre lego del trabajo, se sorprendió mucho al encontrarse con una esposa sumisa y amorosa, totalmente cambiada y muy sensual, dispuesta a todo por recuperar su matrimonio, luego de aquella noche de pasión, Carlitos convención a su padre de enviar a su malcriado hijo a un internado, logrando así, volver a conquistar a su padre y tener a su madre lejos para que no arruinara su nueva relación con su padre.

𝑨𝒏𝒖𝒏𝒄𝒊𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆

 

ANUNCIO: 

Ya este Domingo 2 de Octubre serán publicados los ganadores del concurso, amen de que no todos los jueces que pretendía participaron aunque se les dio demasiado tiempo.

SEGUNDO: 

Este es un anuncio de Karina Pelirroja.

Lamentablemente, nunca pensé que esto pasara, mas por ser el especio que es, pero.

Ya van 3 veces que no se que hijo de puta o hija de puta me denuncia una publicación, afortunadamente las dos primeras ocasiones no me cancelaron nada, pero esta 3 ocasión si me eliminaron el contenido, el cual ya envié a revisión.

Lo cual es absolutamente pendejo, ya que sus mismas normas me permiten publicar contenido para adultos, pero siempre y cuando coloque el anuncio que todos ven antes de entrar al blog el cual es el de "CONTENIDO PARA ADULTOS"

Es lamentable que haya esta toxicidad en la Comunidad, ya que dudo que una persona se dedique explícitamente a estarme fregando, no se con que motivo lo hacen, es una pendejada.

NO QUIERO QUE SE LE ATAQUE A SIESTA POR NINGUN MOTIVO, ya que ella no tiene nada que ver en todo esto, pues, ella misma ah salido afectada en muchas ocasiones por los mimos seguritos imbéciles.

En verdad, este es min único espacio mas seguro para publicar este tipo de contenido, en otro ni siquiera me siento cómoda de escribir ni publicar, mas, porque es un espacio privado para todos en la comunidad.

Solo puedo decir que de seguir así esto, muy probablemente estemos llegando al final de este blog y quizás de los demás, pues no es posible sucedan estas cosas.

Y si alguien quiere joderme, que venga y me lo diga personal,mente, que no ande de putito o putita denunciándome. 

PD:

¡Ah, y como pueden ver jajaja!, después de 4 años por fin les hice caso del fondo tan fastidioso que se movía y no los dejaba leer bien xD, perdóneme, es que amaba ese fondo, pero la neta creo que si les estorbaba, bueno chao y nos vemos el próximo sábado con el inicio de un nuevo proyecto luego de salir de las vacaciones uwu

𝑼𝒏 𝒅í𝒂 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍

Ese día era especial, ese día mi vida cambiaría, había estado esperando este momento durante mucho tiempo, el día en que había contactado al Swittcher, el sujeto con un poder especial que me daría todo lo que buscaba en este mundo.

Pase años buscando contactarlo, las personas con las que llegaba me decían que el no cobraba mucho, pero le gustaban las donaciones generosas, no tenía idea de que tenía que hacer para lograr tener tratos con el, simplemente esperar a que el tiempo me diera la respuesta, algunos decían que era solo un cambia formas, otros que era un Body Hopper, la curiosidad me mataba cada día que pasaba, hasta que el momento llegó.

Un día me levanté con un sentimiento extraño, sentía que el pecho me oprimía y mi cuerpo se sentía como una especie de tormento, por alguna razón me arregle y tome el dinero que guardaba para el Swittcher, caminé hasta el parque que estaba cerca de mi casa, sentía la necesidad de buscar y encontrar algo que aún no sabía lo que sería, me sentía agobiado por la tensión y la curiosidad, de repente, vi a una hermosa mujer sentada completamente sola en una banca, en un lugar en donde no había nadie, el corazón comenzaba a palpitarme rápidamente, de momento no sabía lo que pasaba y comenzaba a asustarme.

Yo era un tipo de complexión obesa, nunca hice nada por cuidarme y simplemente me deje engordar hasta perder muchas de mis capacidades motrices, aún era joven pero estaba tan cansado de luchar por mejorar mi vida que no había encontrado mejor otra opción para darle un cambio total a o vida.

La cabeza me dolía y mis ojos y mis sentidos no podían apartar la mirada de esa hermosa chica, ella no me miró en un principio, pensé que sentiría mi acoso al momento de embargarla, me acerque lentamente hasta que me senté a un lado de ella, mi corazón se apretaba y sentía como si pronto moriría, aquí estaba yo en mis últimos suspiros casi cuando sentía que mi alma era arrancada de un soplido de mi cuerpo.

Una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo y cuando pude darme cuenta me sentía muy distinto, mire a todos lados sin encontrar a la chica, pensé que se había ido, quizás se había asustado con mi repentino dolor de pecho, estaba algo desilusionando hasta que agache la cabeza mirando un cuerpo femenino y completamente distinto a mi cuerpo masculino y obeso.

No lo podía creer, me había convertido en una chica, eso fue lo primero que pensaba al momento de mirarme, con mis nuevas manos comencé a acariciar todo lo cuerpo, mis piernas bien torneadas, delgadas y suaves, mi entrepierna se sentía bastante intensa al no sentir ya ese órgano que tuve toda mi vida entre mis piernas, estaba algo temeroso por ello, sintiendo ese hueco extraño que ahora se encontraba entre mis piernas, tenía un vestido bastante bonito que resaltaba mi cuerpo y mis lindos atributos, deslice mis manos acariciando mi firme y esbelto abdomen notando que tenía una figura bastante definida, seguí subiendo hasta llegar con mucho morbo hasta mis nuevos senos, acariciarla fue una sensación exquisita y abrumadora tanto como haber acariciado mi nuevo órgano sexual momentos antes, las sensaciones eran bastante agradables si no decir que muy satisfactorias, los pezones de mis pechos se mantuvieron erguidos como nunca antes hubiera sentido, tenía un par de generosos senos bastante bonitos y cómodamente grandes para mí gusto, busque entre las cosas de la chica encontrándome un espejo, me mire en el apurado en apreciar mi bella vista, era una mujer bastante hermosa, sin duda el cuerpo perfecto que tanto tiempo estuve anhelando.

La brisa del viento acariciaba mi cuerpo, sentía un placer cálido y discreto que encendía todo mi cuerpo, por fin pude reaccionar de ese trance bárbaro que me mantenía preso entre los deseos pasionales de este sensual cuerpo, recordé mi llegada misteriosa junto a esta hermosa chica a la que sentía que ahora le había robado su cuerpo, vire a todos lados esperando aún encontrarme con mi viejo cuerpo extrañando un poco la normalidad, pero ya no la deseaba, por mucho me sentía bastante bien conmigo misma ahora que era una belleza de mujer, logré alcanzar con mirada un viejo conocido, un hombre gordito que caminaba muy lejos escapando de mi ser, parecía no muy contento pero con un gran alivio podía decirle adiós a ese ser que tanto lo despreciaba, el Swittcher por fin me había escuchado y este cuerpo me había dado, llevándose una buena paga por este cuerpo y todos mis deseos convertidos realidad.

-Kary-

𝑯𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝑪𝒂𝒔𝒕𝒊𝒈𝒐

 

- ¡No, no puedo dejar que ese niño tonto se quede con mi cuerpo! –, - ¡Wow, esto se siente increíble, mi cuerpo es totalmente diferente ahora! –, - ¡Abogado, dígale a ese tonto niño que deje de tocar así mi cuerpo! –, - ¡Señor abogado, creo que hay un intruso en mi nueva casa, deberíamos de sacarlo de aquí! –, - ¡De qué demonios estás hablando niño!, no puedes correrme, esta es mi casa y ese es mi cuerpo, dile al abogado que aceptas devolvérmelo carajo –, - ¿Y porque haría eso?, ¡mírame!, estoy bastante buena ahora y tengo mucho dinero –

Don Chema, era un hombre millonario, quien había dado todo por su familia y construir su gran imperio de riqueza, desafortunadamente, como en cada familia adinerada, los integrantes de esta se peleaban y deshacían por el dinero sin hacer ni esforzarse nada por obtenerlo, siendo esta la gran razón, por la que Don Chema, no dejaría ni un solo peso a la familia, originalmente, todo estaba cedido a su querida nieta, Renata, una chica de 25 años, quien aparentemente era la única que hacía todo por el abuelo, y aparente, por decir que, aunque lo cuidaba y quería siendo muy cercana a este, Don Chema sabia sus verdaderas intenciones, haciéndole creer que ella sería la única heredera de toda su fortuna, pues, aun con su cariño, muchas veces, Renata hacía que su querido abuelo le pagara algunas cirugías y tratamientos de belleza, además, de pagarle ropa y cosas caras que ella pedía sin pensar.

Estos caprichos los tenía muy en claro Don Chema, quien ya había buscado un verdadero heredero y reemplazo de su sangre, pues, en secreto, Don Chema había conocido a Gustavo, un niño de la calle de 14 años quien se encontraba en el albergue de su fundación, triste por no tener una familia y mucho menos dinero para salir adelante, demostrándole que podría ser un gran heredero y aprovechar plenamente de su fortuna, pero, Don Chema había decidido que todo se daría con una venganza a su querida nieta, pues, como cláusula de su testamento, Renata además de ser despojada de su herencia, debía de cederle legalmente y sin restricciones, su querido y bello cuerpo a Gustavo, quien, además de tener la fortuna de su abuelo, también tendría su cuerpo.

Gustavo no comprendía aun porque había decidido Don Chema semejante cosa, pero una vez que el testamento fue leído y resuelto, la única opción que le había dejado al joven, era devolverle el cuerpo a su nieta si es que el así lo deseaba, pero sin darle un solo peso de su herencia, al principio, Gustavo no se sentía muy cómodo con tener el cuerpo de una chica sexy, pero, con forme fue experimentando todo ese enorme cambio en su nuevo cuerpo, el dinero ya no era solo la mejor parte del trato.

𝑳𝒂 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒂 𝒕𝒊𝒎𝒊𝒅𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒔𝒂𝒍𝒐𝒏

 

Si hay algo que los maestros no habían previsto en aceptar un salón de clases de intercambio, era que muchos de los alumnos hombres que terminarían en los cuerpos de sus compañeras podrían no soportar las consecuencias de un gran cambio como ese.

Heriberto había terminado en el cuerpo de Kasandra, una de las chicas más tímidas de la escuela, algunas veces considerada como una ingenua y poco amigable, sus compañeras la criticaban de fuera de moda, sin estilo ni buen gusto, una chica desarreglada y nada agradable, pues a Kasandra le gustaba esconder su intimidad bajo la ropa que tapara mejor sus atributos, pero no solo eso se escondía dentro de esas ropas grandes que parecían de chico.

Cuando Heriberto, un chico tímido y penoso habría terminado en su cuerpo, pudo sentir una fuerte onda de cosquillas entrando por alguna parte nueva de su cuerpo, rápidamente comenzó a sentirse acalorado y muy sudado, en especial, algo húmedo entre sus piernas se encontraba incomodando aún más su estadía en ese nuevo cuerpo.

Para sorpresa de todos, la ahora chica comenzó a jadear, parecía querer detenerse pero simplemente no podía parar, termino por soltar un fuerte gemido y caer con las piernas dobladas mientras se retorcía en el suelo gimiendo, todos comenzaron a reírse, parecía obvio que algo tenía entre las piernas y, luego de arrancarse los pantalones, todos, incluso los maestros quedaron sorprendidos, pues Kasandra había escondido desde hace mucho tiempo, un consolador dentro de sus bragas, vibrando oculto debajo de toda esa ropa, todos se preguntaban cómo le hacia la verdadera Kasandra para no gemir como una puta durante todo el días de clases, pero por algo era tan reservada y nada sociable, la realidad, Kasandra era una chica ninfómana a la que le gustaba sentir placer todo tiempo en aquella parte de su cuerpo, el cual desafortunadamente terminaría en manos de Heriberto, quien luego de tremendo desmadre que lo habría puesto tan nervioso y apenado, regreso a su nueva casa esperando poder disfrutar más de su nueva condición.

𝑼𝒔𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒊𝒏𝒗𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒆𝒄𝒊𝒏𝒐

 

Miraba sorprendido hacia mis nuevas tetas, mientras me sacudía con forme frotaba la vagina que ahora tenía entre las piernas, no podía terminar de probar el rico calor que sentía ahora que me estaba masturbando en el cuerpo de mi vecina, - ¡Ahhh! -, un gemido salió de la dulce y pervertida boca de perra de mi vecina, cuando entonces, un chorro a presión salió de su vagina dejándome totalmente sacudido.

El señor Felipe o mejor dicho, el doctor Felipe me había prestado el casco de transmisor mental una vez que terminamos de ajustar las condiciones sobre poseer el cuerpo de mi madre, entonces, el me coloco su casco encima, hizo algunos ajustes y al encenderlo, mi mente parecido viajar en alguna dirección, pero lejos de miedo, tenía curiosidad de que  cuerpo seria en el que terminaría entrando, fue cuando mire que estaba caminando en alguna dirección dentro de la casa de mi vecina, que pude sentir como todo mi cuerpo se encontraba diferente, un cosquilleo envolvió la zona de mi pecho y al notar que era lo que se había sacudido en él, pude ver que ahora tenia los asombrosos senos de mi vecina Jessie.

- ¡Ahhh! –, jadee luego de frotar uno de sus pezones con el dedo, me quite el cabello rubio de encima y comencé a estrujar sus jugosas tetas, entonces, un calor muy hueco y extraño invadió mi nueva zona intima, sin perder tiempo, decidí comenzar a experimentar, no sabía por cuanto tiempo el doctor Felipe me dejaría permanecer en este cuerpo, pues aún seguía con ganas de seguir tocando el cuerpo de mi madre como se lo había prometido antes de entrar en el cuerpo de Jessie.

¿𝑨𝒔𝒊 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂 𝒔𝒆𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒔𝒆ñ𝒐𝒓𝒊𝒕𝒂?

 

Venia saliendo de la clínica de intercambio, me sentía tan bien con mi nuevo cuerpo, era la primera vez que venía a uno de estos sitios para experimentar la sensación de ser otra persona y de por supuesto probar lo que era ser una mujer, había elegido bien mi nuevo cuerpo, Alexandra, una chica bonita quien había aceptado intercambiar cuerpos conmigo, aunque sinceramente parecía que era más bien otra persona, la cual había vivido en su cuerpo durante este tiempo antes que yo.

Caminaba muy nervioso mientras notaba como la mayoría de las personas me observaba, ¿Quién podría imaginarse que dentro de este cuerpo se encontraba un hombre?, continue contoneando mis caderas con el compás de mis tacones, decidí pasar a hacer algunas compras, ya que mi mayor deseo era probarme ropa linda y experimentar con ella para verme bonita, era mi primera vez siendo mujer comprando ropita de mujer, veía lencería y muchas cosas calientes que esperaba ansioso poder probarme en mi nueva casa, seguí haciendo mis compras hasta que había llegado la noche, ya era algo tarde así que decidí que era momento de regresar a mi casa, algunos chicos lindos se me acercaron y note claramente que me coquetearon.

Al caminar sentí como alguien me seguía, no pude describir esa horrible sensación que ahora sentía, supongo que era como un instinto femenino que me decía que huyera, intenté correr, pero los tacones que llevaba en mis pies no me permitían correr con tanta agilidad, por lo que termine cayendo en el suelo y quedándome inconsciente dado el duro golpe de mi rostro con este.

Al despertar, me sentí algo incomodo, mis manos estaban atadas por detrás, mi boca estaba tapada con una venda al igual que mis ojos y mis piernas también estaban sujetas por otra venda, sentía los pasos de la presencia de alguien, de repente, este se acercó arrancándome la venda de los ojos y de la boca.

- ¡Hola preciosa, o quiere decir precioso!, ¿Así que eres de esos raritos a los que les gusta jugar a ser niñas?, ¡Yo te enseñare a divertirte como una puta como tu debe de hacerlo! –

El sujeto me provocaba un miedo tan profundo, su aspecto no era para nada agradable y se notaba claramente lo mucho que disfrutaba de ver mi miedo emanando de mi rostro, no entendía bien a lo que se refería con enseñarme a divertirme, pensaba con toda seguridad que este hombre iba a violarme, pero después de sacar de un bolso un par de objetos extraños y muy sugerentes, entendí que la diversión vendría de otra manera.

𝑽𝒐𝒍𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝑯𝒐𝒓𝒓𝒊𝒑𝒊𝒍𝒂𝒏𝒅𝒊𝒂

NOTA: Al parecer Blogger ah mostrado un error en su sistema y en mi lista de blogs resultan dañados, por lo que varios blogs no se pueden ver, de hecho mi blog tarda mucho en cargarse, igual si esto es pasa, quizás no puedan ver algunos blogs, espero que se solucione pronto. 

Luego de volver de Horripilandia, Víctor llegaba a la que era ahora su nuevo departamento, disfrutaba la sensación que experimentaba al sentir el jugoso rebote de sus nuevas tetas, sentir el aroma de mujer que brotaba de su cuerpo y la dulce idea de poder volver a probar los sabrosos labios vaginales que ahora se hallaban entre sus piernas.

La ahora mujer, entro tan rápido como pudo a su nuevo departamento y comenzó a desvestirse muy apurada quedándose solo con el juego de lencería que se había puesto antes de salir de la isla escapándose con el cuerpo que ahora tenía.

- ¡Hola amigos, espero que disfruten de la nueva Sara! –Víctor publicaba una foto de su nuevo cuerpo con un tono bastante caliente y sugerente, luego, comenzó a desnudarse dejando que sus tetas cayeran sujetándolas con sus manos, de repente, sintió como el frío de sus dedos frotaba el calor de sus pezones endurecidos y gimió entre risas pensando en todo lo que podría hacer ahora que poseía un cuerpo como el que el Daemonritus le había dado.

Cuando Víctor fue liberado abruptamente del caldero, él sabía que esta era su oportunidad para escapar con otro cuerpo eh identidad, su primer plan fue robar el cuerpo de algún chico millonario, pero al pensar en las posibilidades, a quien no le gustaría tener el cuerpo de una mujer para gozar todos los días, sin perder el tiempo, Víctor noto como salían demonios extraños de los cuerpos de las personas, pero sin miedo, encontró el cuerpo de Sara, quien se encontraba a solas tomando el sol en la alberca antes de que todo se volviera un caos, sin pensarlo mucho, el cuerpo de Sara fue su mejor y más acertada opción, introduciéndose como una bola de protoplasma dentro de su boca, para que luego el demonio dentro de ella saliera y explotara por la luz solar dejándolo libre con su nuevo cuerpo, quien para la pobre de Sara jamás volvería a ver y Víctor logro fingir ser ella para salir de la isla y probar de su nueva vida cuanto antes.

𝑴𝒚 𝑫𝒓𝒆𝒔𝒔-𝑼𝒑 𝑫𝒂𝒓𝒍𝒊𝒏𝒈

 

Holita, les traigo esta traducción de la obra original de realizada por EfraA87

"¡𝑸𝒖𝒆 𝑪𝒉𝒊𝒏𝒈𝒖𝒆 𝒔𝒖 𝑴𝒂𝒅𝒓𝒆 𝒆𝒍 𝑨𝒎𝒆𝒓𝒊𝒄𝒂!"

Luis y Julio eran dos buenos amigos que siempre la pasaban bien, a ambos les gustan los videos, ver mujeres sexys, beber sus chelas y por supuesto ver el futbol y hacer apuestas cuando sus equipos favoritos se enfrentaban.

Para mala suerte o buen suerte, Luis le iba al América y Julio a las Chivas, por lo que justo antes del partido, ambos chicos apostaron como cada vez que estos se enfrentaban.

-¿Qué wey?, Ya viene el clásico, te vas a rajar como la vez pasada -Luis le decía a Julio -

-¡Nel wey!, la vez pasada me pedías un chingo de baro, de haber sabido la cogidota que te íbamos a meter si le entraba -

-¡Tons que wey!, me entras ahora o no -

-¿Cuánto quieres? -

-¿Y si ahora lo hacemos diferente? -

-¿A qué te refieres wey? -

-Sí, pues es que, mira, le compré a mi vieja un conjunto bien sexy del América, pero la culera se rajo, entonces, se me ocurrió la idea de que si pierdes te tocará ponerte el trajecito y pasear por toda la ciudad, así como luego nos dicen putitas, ahora te tocará verte como una si pierdes, ¡Jejeje! -

-¡Nel wey, no mames, esas son mamadas! -

-¡Rajas! -

-¡Tu culo! -

-¡Mira!, si pierdo, yo también me pongo algo que me haga ver bien puta y me paseo por la ciudad, ¿Tamos? -

-¡Ta gueno pues! -

Más tarde, 90 minutos después.........

-¡GOOOOOOOOOOLLLL! -Luis gritaba eufórico con el tercer gol del América -

-¡No mames, puta madre, pinche equipo culero de mierda! -

-¡Jajajaja, ya vez Julito, por apostarle a un equipo mediocre! -

-¡Chinga tu madre wey! -

-¡Ta gueno, te toca! -

-¡Nel wey, ni madre yo no me voy a poner esa mamada! -

-¡No te preocupes!, (¡Jejeje! Ya verás Julito) -

Luis le entrega una chela más a Julio quien ya estaba bastante ebrio y de repente, se quedó dormido, ambos estaban en casa de Julio por cierto, ya que la mujer de Luis estaba con sus amigas.

-¡Jejeje!, ahora sí Julito, ¡ya verás! -

Luis aprovecha la fragilidad de Julio y lo desnudó mientras estaba dormido, poniéndole le ropita sexy del América que había comprado y no era para nada, pues además, este trajecito tenía algo más para saborearlo.

-¡Despiértate princesa! -

-¿Qué, qué pasó?, ¡Ahhh! -suspirando con un sentido de cansancio -Me siento tan cansado, anoche estuvo bien dura la peda, ¡Ahhh!, pero que me pasó, porque soy una mujer?, ¡Ahhhhh! -gritaba oprimiendo sus tetas al menearse en su pecho.

Julio despertaba del largo sueño mirando su cuerpo lleno de cambios, encontrándose con unas tetas bien marcadas en su pecho, cubiertos por un sexy top del América, mientras que miraba sus piernas bien largas y torneadas, descubiertas por una faldita y en sus pies se encontraban unas zapatillas amarillas de aguja bien altas, su cabello estaba largo y cenizo, pronto, Julito comenzó a sentirse consternado, intentando cubrirse ante la mirada malévola y pervertida de su amigo.

-¡Pendejo pero que me hiciste!, Hasta la voz la tengo de vieja -

-¡Jajaja!, ummm tranquila amor, que rica te vez, esto es para que aprendas a perder tus apuestas, Juliettita, ¡Jejeje! -

-¿Pero porque verga soy una mujer Luis? -

-¡Jejeje!, ¿Tu crees que la gorda de mi vieja iba a entrar en esa cosa?, obviamente compre algo que la haría ver bien rocolina, pero como no lo quiso, decidí que quizás sería interesante verte con el puesto y ver qué haría en ti, y por lo que veo saliste ganador, eres toda una linda señorita, ¡Jejeje! -

-¡No mames Luis, regrésame a la normalidad! -

-El efecto solamente dura una semana, pero si tienes relaciones sexuales con un hombre el efecto se hace permanente, ¿No creo que alguien tan macho como tú pueda tener relaciones con un hombre o sí?, ¡Jejeje!, A menos que ese cuerpecito sea tan caliente que no puedas resistirte a ser una linda señorita por el resto de tu vida -

Luis se sentaba a su lado mientras le acariciaba sus lisas y calientes piernas, sintiendo como Julio parecía tener curiosidad y sentirse diferente gracias a las hormonas mágicas que tenía por dentro.

-¡No mames, no, claro que no cómo crees! -

-¡Bueno!, yo solo digo, solo digo, ¡Jejeje! -

-¡Y ya suéltame las piernas pervertido! -

-¡Ashinga!, vez, ya hasta como vieja te comportas, ¡Jajaja! -

Julio se levantó sintiéndose ruborizado con los cambios, sentía como sus nuevas tetas rebotaban dentro de ese ridículo top y como sus piernas se movían tan sexys, contoneándose de lado a lado sin parecer perder el equilibrio, el efecto de la magia que tenía lo que le hizo, parecía otorgarle además ciertas habilidades, se acercó a un espejo y noto como todo su cuerpo estaba transformando en el de una belleza de mujer, tus pechos bien proporcionaditos, su abdomen plano y marcado con unas caderas anchas y bien ricas, que resaltaban la sexy figura de sus largas piernas, aunque se veía algo ridículo usando todo un conjunto amarillo del América y más aparte esas zapatillas altas de tacón de aguja amarillas.

-¡Bueno Juliettita!, ya es momento de que me pagues la apuesta, ¡Jejeje! -

-¡Pero si ya me obligaste a pagarla!, que más quieres, ¿Acostarte conmigo? -

-¡Pues fíjate qué no esa tampoco es mala idea eh!, ¡Jejeje! -

-¡Noooo, ni madres pendejo! -

-¡Jejeje!, bueno yo solo decía, si tú quieres claro -

-¡Ya vámonos de aquí!, eres un pendejo -

Luis aprovecha todo momento para burlarse de su amigo, sin duda lo estaba disfrutando demasiado, aunque no sabía que Julio también lo estaba gozando y necesitaba estar un rato a solas con su nuevo cuerpo sin que Luis estuviera mirando.

Mientras caminaban por las calles, muchos hombres miraban y me silbaban a Juliettita, se veía bien sexy con su trajecito y escuchaba todo tipo de cosas pervertidas y groserías vulgares sobre su aspecto.

-¡Ay, la putita del América! -

-¡Chingas a tu madre preciosa! -

-¡Bendito el América que te engendró princesa! -

También muchas veces algunos se acercaban a pedirle fotos y la mayoría la manoseaban en partes indebidas, por lo que Julieta se sentía bastante enojada y nerviosa de seguir en esa situación, al menos Luis estaba con ella en todo momento para que no le hicieran nada, tampoco era un maldito, el quería a su amigo.

Terminaron el día bastante cansados, sobre todo Julieta, quien tenía que caminar largas distancias con esos súper tacones, aunque parecía que tenía la habilidad para caminar con ellos por horas, sus piernas ya le mataban, las sentía muy adoloridas, regresaron a casa de Julieta y sin pensarlo, Luis comenzó a masajear sus piernas, sin que ninguno se diera cuenta de que eso era de cierta manera, algo pervertido.

-¡Ay Luis!, estás zapatillas me matan, siento las piernas bien culeras -

-¡Perdón wey, pero estuvo bien chingón, ¿A poco no? -

-¡Verga!, a ver ponte tu cómo vieja todo el día usando esas chingaderas y siendo maneoseado por todo el puto hombre que se te pare en frente, a ver si muy chingón cabron -

-¡Wey!, ¿Y si aprovechamos esto para ganar dinero? -

-¡Tas pendejo! -

-¡Ándale, vendemos tus fotos por ahí! -

-¡Qué no verga entiende! -

-¡Ash que amargada! -

-¡Oye verga!, porque me tocas así las piernas cabron -

-¡Ah, Jejeje!, yo solo quería darte un masaje bebé -

-¡No me digas bebe!, yo no soy tu bebé, ni tampoco tu princesa ni tú amor -

-¡Ay ya bueno linda no te pongas así! -

-¡Ya déjame en paz, lárgate de aquí! -

-¿No quieres que me quede aquí cuidándote por cualquier cosa? -

-¡NOOOOOOOOO! -

-¡Jejeje!, ta bueno pues, ya me voy, seguro mi vieja está furiosa de que no eh llegado a la casa, (¡Lastima yo quería probar ese culito!) -

Luego de que Luis se fuera, Julieta volvió a ponerse las zapatillas y comenzó a caminar bien sexy por toda la casa, sentía ese poder que solo tenían las mujeres, se sentía como una Diosa, se arregló un poco el maquillaje y salió de nuevo a pasear sintiéndose como toda una diva.

Julieta no lo sabía, pero el efecto que tenía en ella la están afectando y volviéndola cada vez más una mujercita, bastante femenina y sumisa, paso toda la noche en un bar siendo asediada por muchos hombres que me invitaban tragos y le lanzaban piropos, algunos la tocaban sin su consentimiento, pero eso no parecía importarle mucho, finalmente, se beso con algunos hombres ya estando muy ebria y uno de ellos se la llevó consigo hasta su casa.

Sin saberlo, Julieta tuvo sexo con aquel hombre, la hizo gozar como una verdadera mujer, tocando cada parte de su cuerpo hasta vaciar la última gota de su ser.

-¡Ahhh, que hago aquí! -Julieta despertaba luego de una noche tan pesada -

-¡Umm, buenos días amor! -un hombre semidesnudo me contestaba a su lado -

-¡No puede ser, nooo, nooo, nooo! -

-¡Que pasa corazón, porque te pones así! -

-¡Puta madre, dime que usaste condones por favor! -

-¡Eh, si, si claro amor!, mira nada más que rica noche pasamos tu y yo, cuando te vi anoche en el bar, no pude resistirme, además muchos viejos asquerosos te estaban manoseando, tú ya estabas perdida, deberías agradecerle mejor a tu salvador -

Julieta miraba a aquel hombre, realmente no estaba nada feo, incluso, era joven y bastante sexy, parecía que tenía dinero, era elegante y todo un caballero, además, efectivamente, había condones por toda la habitación.

-¡Que bien!, bueno, gracias, estuvo bastante delicioso todo, pero ya me tengo que ir -

Julieta esperaba que eso no tuviera complicaciones, esperando a que la haber usado condones no pasará nada con su cuerpo, no quería quedarse así por el resto de su vida, pero tampoco quería contarle a Luis para que no se burlara de ella.

Pasaron los días y el efecto ya debería de hacerse terminado, Julieta estaba muy preocupada, no parecía regresar a la normalidad y ya había faltado mucho a su trabajo, incluso pensaba que ya lo habían despedido, pero despertaba al siguiente día y no veía regresar a la normalidad, Julieta estaba desesperada, pensando que esa noche lo había regado todo.

-¡Wey, ese wey!, ¿Porque no me has contestado?, ¡Julieta, Julio, wey! -Luis tocaba a la puerta -

-¡Qué quieres pendejo, no me siento bien! -

-¡Uy, ya se encabrono la princesa!, ¿Qué, estás en tus días?, ¡Jejeje! -

-¡Cállate pendejo!, ¿Porque no eh vuelto a la normalidad? -

Julieta estaba nerviosa, pensaba que había sentenciado su destino, aunque todos estos días había pensado en aquel hombre, se le hacía bastante interesante y había comenzado a sentir algo por el, por una parte, quería regresar a ser el de antes, pero por otro, quería seguir siendo una Diosa.

-¡Verga wey, perdón!, te mentí, yo, la verdad es que el efecto es permanente, no hay vuelta a atrás, cuando te puse el conjunto no había leído que la nota decía que era de efecto permanente, cuando lo encargué lo pedí para mí mujer, por lo que seguramente la persona pensó que querría que mi vieja fuera sexy para siempre y seguramente así lo hizo -

Luis estaba avergonzado de haberle hecho eso a su amigo, mientras que Julieta exprimía unas lágrimas de sus ojos, por fuera estaba enojado, tendría que vivir así por el resto de su vida, pero por dentro, estaba feliz, pues ahora podría buscar al hombre de su vida.

-Kary-