Cuando
Fernanda mi vecina me pregunto si quería probar su medallón mágico no dude ni
un segundo, tan solo el imaginarme estar en su cuerpo de embarazada y poder
tocar sus lecheras tetas todo el tiempo, era algo que un chico pervertido como
yo no podría negarse, ambos acordamos intercambiar por una semana, al principio
fue muy extraño primero por tener el cuerpo de una mujer adulta, siendo yo apenas
un joven de 14 años, segundo, porque estaba en un cuerpo alterado y lleno de
hormonas de madre, las cuales afectaron todo mi entorno y mi mente en poco
tiempo.
Aunque
lo primero que hice fue sujetar mis lecheras tetas y sentir lo suavecitas y sensibles
que eran, dejando salir un poco de lechita caliente de mujer de los pezones de
las tetas de Fernanda, al poco tiempo eso comenzó a parecerme molesto eh
inquietante, me sentía tan solo y tan nuevo en un mundo completamente distinto
que no conocía, era una mujer, tenía a un bebe creciendo dentro de mi vientre,
me sentí tan vulnerable, no quería que nada malo me pasara a mí ni al niño que
tenía por dentro, fue entonces que pensé que todo terminaría mal, pero,
Fernanda la estaba pasando de maravilla con mi cuerpo adolescente, veía como salía
a jugar con los que antes eran mis amigos, comencé a extrañar eso, sentirme
libre y poder jugar y correr sin sentir miedo y la responsabilidad de tener
dentro de mí a un nuevo ser, jugar con mis lecheras tetas ya no era tan divertido,
me pesaban, se movían latosamente y casi todo el tiempo mojaban mis prendas de leche,
sin olvidar las sensaciones de embarazada, mi mente era un caos, ya quería
salir de esto, luego de una semana, Fernanda había dejado de venir a ver cómo
iba mi progreso con su cuerpo, fue entonces que comencé a preocuparme, también note
que el medallón ya no estaba en su recamara donde me había dicho que lo había
dejado, estaba perdido, su esposo por fin había regresado de un largo viaje de
negocios y era mi turno de ser su esposa, él se acercó a saludarme robándome un
beso y sentí como el toco mi vientre tan solo para sentir a el que sería
nuestro bebe, me sentí tan conmocionado, pero Fernanda jamás regreso a casa por
su hijo ni su esposo, él bebe esta casi por nacer y yo aún tengo miedo de ser
madre.
Me encanta este tipo de historias con embarazadas, de verdad son mis favoritas 👀
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