Todos
los chicos y chicas estaban sorprendidos al verme, nadie entendía como yo, un
hombre, que llego a tener un de los mejores cuerpos del gimnasio, un cuerpo bastante
trabajado y tonificado de músculos y venas, había decidido ser ahora una mujer
madura, habían pasado ya dos meses desde que había cambiado de cuerpo con
aquella mujer a la cual deseaba en cuerpo y alma.
Siempre
me gusto ser el mejor, el más guapo, el más dotado, pero había algo que en mi
mente siempre me llamaba, quería ser una mujer, pero no cualquier niña escuálida,
o una mujer gorda, si no una de buen cuerpo, el cual pudiera moldear hasta
sentirme completamente bien para mi gusto.
¿Habían
escuchado antes la frase, “Se lo que tú quieras ser”?, bueno, yo decidí ser
esta sexy mujer, decidí tener estas dos buenas tetas y claro que con unas
buenas piernas acompañadas de un delicioso culo, no me importaba que dijeran de
mí, a mí me encantaba trabajar este cuerpo con un gran deseo, había pasado un
rato de duro esfuerzo, manteniendo este cuerpo en forma, sintiéndome bastante
satisfecho con los resultados, ahora todas las chicas me envidiaban por lo sexy
que me veía, deseaban tener mis atributos y claro, los chicos que me deseaban y
me miraban con lujuria, queriéndose llevar a la cama a esta sexy milf que yo
ahora era, porque así me gustaba ser y así seguiría siendo siempre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imágenes o vídeos en comentarios, con los siguientes códigos:
[img]URL de la imagen[/img]
[video]URL del video[/video]