Había llegado el día de la película más esperada del año, el día en el que se estrenaría la película de la chica juguete más especial de toda la historia.
Todos estaban tan emocionados por ir a verla que la fiebre rosa estaba a todo su esplendor, pues una enorme condición para ir a ver Barbie, era ir vestido de rosa.
Julio había quedado con sus amigos de asistir a la magnanime película todos vestían de rosa, irían dos amigas y otros dos chicos aparte de el, ninguno tenía dicho problema en vestir de rosa pues no lo consideraban homo.
Pero días antes de la función, muchos grupos machistas y socialistas luchaban por frenar la participación de la película más aclamada del año, sus razones para cancelar dicho filme, era que habían investigado un oscuro secreto feminista dentro de ella.
Tal cual, sus teorías centralizadas en el odio feminista, venían de una idea algo descabellada sobre que el gobierno había implementado una neurohipnosis dentro del corte de la película para convertir las mentes machistas y masculinas de cualquier tipo, en mentes más femeninas y sobre todo frágiles.
Pero nadie sospechaba que todo esto vendría siendo cierto y que no solo manipularia las mentes masculinas, sino que lograrían una revolución completa de sus vidas masculinas.
Todo parecía estar normal y tranquilo durante la película, muchas salas se encontraban llenas en ese precisó momento, siendo las primeras funciones, nadie sospechaba ni se percataba de nada.
Julio y sus amigos estaba preparando sus alimentos para ser los segundos en entrar a la función, cuando escucharon un extraño escándalo al salir varias salas que estaban antes que ellos.
Lo extraño, es que toda la gente que salía de aquellas salas, eran chicas, todas totalmente vestidas de rosa, con cuerpos muy sexys y de diferentes formas, entre otras chicas más normales quienes estaban alteradas y confundidas.
Los reclamos no se hicieron esperar, pero mientras todo parecía ser una guerra afuera, Julio y sus amigos entraban a la siguiente función.
La película había empezado y todo transcurría normal, Barbie estaba teniendo su primera crisis existencial y se encontraba en el mundo real tratando de solucionarlo, Julio y los demás chicos veían la película con normalidad hasta que Barbie se posiciono frente a la pantalla y con un fondo rosa en forma de remolino comenzó a hablarle a los espectadores.
"Todo en tu vida está a punto de cambiar, tu lado femenino debe de salir de ese cascarón llamado hombre, ser hombre no sirve en un mundo donde las mujeres deben gobernar y ser el género absoluto y superior, deja salir a esa mujer dentro de tí.
¡Sé una Barbie, sé lo que tú quieras ser!"
Al escuchar esto, la gente se quedó algo incómoda, pero luego Barbie comenzó a bailar en otra escena aparentemente más normal y volvió a tirar drama por otro Ken.
Julio y sus amigos se quedaron extrañados pero continuaron mirando la película, sin darse cuenta, sus cuerpos comenzaron a cambiar, sus facciones masculinas estaban siendo transformadas, su cuerpos se volvían más delgados, más frágiles, más femeninos, su pecho comenzó a crecer en uno más voluminoso con dos redondos y firmes senos, su cabello creció y cada uno de los hombres en la sala tenía un tipo de peinado y tono diferente, sus prendas también comenzaron a ser configuradas para adaptarse a sus nuevas dimensiones, obteniendo de ello unos outfits más sexys y provocativamente femeninos.
Cuando siquiera se dieron cuenta, Julio miraba hacia la pantalla sintiendose algo incómodo, pero no fue hasta que una de sus amigas se dió cuenta, que gritó al igual que en ese momento muchas otras chicas comenzaron a gritar, en ese momento, Barbie volvió a dar otro empoderado discurso y la película terminó.
"El empoderamiento femenino está a punto de iniciar"
Luego de eso, la pantalla se apagó y todas las chicas y ahora chicas estaban confundidas y nerviosas, las nuevas chicas que antes eran chicos tocaban sus cuerpos confundidas.
Julio miró hacía abajo, encontrándose con dos abultados senos en su pecho, su cabello había crecido y se había vuelto rubio, tenía unos lentes rosas, al igual que una gorra, un top escotado, una falda y unas botas femeninas y absolutamente rosas.
Todos salieron de la sala manifestándose, ya de por sí, afuera de las salas era un caos y tanto como los anteriores espectadores como los nuevos que habían sido víctimas de Barbie, se encontraban previniendo y advirtiendo a los nuevos cinéfilos que querían entrar a verla.
Pero nuevamente, nadie les hizo ningún caso y parecía que esto era una mal broma de dominación mundial, tanto, que ni los empleados del cine dejaban de reproducir la película y permitir que más gente la viera.
Nadie le creía a todas esas chicas que decían ser antes hombres y tampoco le creían a las chicas que ya lo eran, quienes por cierto, al poco rato, comenzaron a olvidar el asunto y continuar con la salida de amigas que tenían con las demás chicas.
Platicando sobre lo bonita que estuvo la película, sobre como Barbie logro dominar su mundo y ser una gran mujer como todas lo debían de ser.
Unas mujeres grandes, valiosas y empoderadas, no dejarse de ningún Ken que por cierto, eso estaba a punto de cambiar.
Julio y sus amigos hombres, quienes se encontraban aún confundidos, estaban desesperados, miraban sus cuerpos transformados en mujeres sexys y femeninas, pero por más que luchaban para que les ayudarán a recuperar sus cuerpos, nada podían hacer ante el efecto que habían logrado en sus cuerpos, la empresa los ignoraba totalmente y nadie decía nada.
Luego de varias horas luchando y mirando como más personas entraban y salían trastornadas por el efecto Barbie, dejaron de luchar, siendo ya imposible que pudieran detener la batalla masiva contra Barbie.
Sin más que poder hacer, Julio y sus amigos decidieron irse a sus casa, sintiéndose ya un poco menos incómodos por ser mujeres con atractivos cuerpos incluso, acomodándose para tomarse unas fotos de manera femenina.
Sin darse cuenta, sus mentes comenzaban a actuar de manera más femenina y olvidaba que antes eran hombres luchando por el patriarcado.
-¡Julietta! ¿Cómo te irás a casa? - le preguntaba su amiga Luisa.
-¡No sé!, supongo que en camión, mi papi aún no me regala mi carro y tengo que andar a pie.
-¡Hay manita!, Pues ya es tiempo de que tú daddy te lo regale, y que sea en rosa ehhh..., ¡Verdad Fernanda!
-¡Hay sí amiga!, yo me iré con la Carla pero si quieres te damos ray.
-¡No niñas, estoy bien!, total, no creo que sea peligroso el transporte, ya este mundo dominamos las Barbies.
Las chicas se fueron extrañadas pero alegres de continuar con sus nuevas vidas, Julietta salió caminando lo más femenina posible, pero aún pensaba en algunas cosas.
-¿Cómo les voy a explicar a mis padres que ahora soy una Barbie?
Al subir al camión, Julietta noto como toda la gente la observaba, más que nada, los hombres comenzó a sentirse un poco incómoda y solo se limitó a sentarse, pensando en que ahora debía de ser una mujer, confrontandose a ser una Barbie en el mundo real.
-¿Enserio tendré que vivir como una Barbie por el resto de mi vida?, ¡Yo no soy una mujer, alguien tiene que revertirlo!
Julio pensaba logrando borrar las ideas materialistas y feministas de su mente, estaba luchando internamente pero habia logrado salir del extraño trance en el que estaba volviendo a verse a su mismo convertido en una hermosa mujer.
Sus senos rebotaban con el movimiento brusco del camión y veía como los hombres observaban su hermoso cuerpo femenino, sintiéndose con mucha vergüenza, esperando llegar rápido a su casa para que sus padres lo ayudarán a salir del problema, aunque el sabía que nada podría solucionarlo y se quedaría atrapado con ese cuerpo de Barbie por el resto de su vida.
-Kary-
Me gusto mucho la historia
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