DESTINO DE UNOS CUANTOS
Tenía 57 años de edad,
los cuales ya pesaban, me llamo José y trabajo de conserje en unas oficinas de
administración, mi trabajo nunca me gusto, pero por no contar con estudios no
podía lograr a aspirar a un futuro mejor, tenía un patrón muy estricto, llegaba
a un punto que debía aguantarme las ganas de gritarle por el temor de perder mi
trabajo, realmente familia nunca tuve siempre fui soltero, la chica alguna vez
ame me rechazo por ser pobre al final ella se casó con mi mejor amigo, siempre
han dicho “para que quiero amigos si tengo enemigos”, el fin eso fue mi
pasado y hoy mi presente, desde el día
que entre a trabajar a la oficina me topé con varias chicas muy bonitas,
siempre intente hablarle o invitarlas a salir pero siempre tuve como respuesta
un “no”, cada día que pasaba nació un odio en mi corazón, nunca tuve la fortuna
que tuvieron los demás, lograr obtener lo que deseas, el tiempo pasaba y mi
estilo de vida era repetitivo, solo amanecía salía de mi casa al trabajo y del
trabajo a mi casa, en mi trabajo solo me hablaban para decirme “José por favor
limpia esto, limpia el otro, necesito que llegues puntual, necesito que vuelvas
limpiar porque no me gusto”, si lograba llegar 15 minutos tarde me sancionaban
en mi sueldo sin importar que mi edad ya fuera algo avanzado. Siempre tuve el
deseo de saber cómo era vivir como un rico, tener todo lo que hubiera deseado,
me encontraba caminando para ir a mi casa, pero en el camino me encontré una
viejita pidiendo una moneda para comer, al verla le regale una moneda de $10,
me dio las gracias y me regalo una pulsera, pero me dijo cosas raras “como
regalo te doy esta pulsera que cumplirá tu deseo” solo paso por mi mente que la
pobre estaba un poco mal de la mente, seguí por mi camino hasta llegar a mi
casa, me refresque pero al revisar mi bolsillo vi que traía la pulsera de la
viejita que me había dado decidí colocarlo en mi muñeca.
Era sábado me encontraba limpiando la
oficina, estaba a punto de acabar solo me encontraba trapeando, pero de repente
llego la hija de mi jefe, solo me señalo y me pidió que fuera a buscar unas
copias en recepción no logre escuchar un por favor, cuando uno tiene dinero se
sienten dueños del mundo y no tienen educación a inferiores a ellos, baje y
regrese ya tría lo que ella me había encargado, se lo entre en sus manos el
revisarlo, me los arrojo en el rostro diciendo alegando que esto no fue lo que
pidió, me dio un coraje que cada vez que
venía la hija de mi jefe a la oficina era una fresita era joven creo que estaba
estudiando administración se creía por ello y se sentía el derecho de ofender a
cualquier empleado.
JOSE: Disculpe señorita no era mi
intención equivocarme, le pido perdón.
ANA: No te preocupes, porque no
habrá una segunda vez, como es posible que no acabes con tiempo en limpiar mi
oficina, aparte que no haces tu mejor esfuerzo, yo la representante de la
empresa te pido que recojas tus cosas, tus servicios ya no son requeridos y por
favor sal de mi oficina ok.
JOSE: Señorita por favor, acepte
mis disculpas, no ve que es mi única fuente de ingreso.
ANA: Lo hubiera pensado mejor
antes de cometer su error. No comprendo por qué mi padre le ofreció el trabajo.
JOSE: Señorita no me iré a ningún
lado.
ANA: No se preocupe, hablare a
seguridad.
(José tomo con sus manos a Ana,
comenzaron a forcejear ella gritaba pidiendo ayuda, pero el había perdido el
control porque ya se había cansado de los malos tratos que le daban)
JOSE: No lo voy a
permitir.
ANA: ¡Suéltame!
JOSE: ¡Cállate, cállate! ¡Perra!
Me gustaría que estuviera en tus zapatos para mandar y tener la autoridad que
tienes. Por qué es lo mejor que sabes hacer.
ANA: ¡Auxilio!
(El suelo se encontraba mojado,
José y Ana se encontraba luchando por soltarse, pero ella resbalo jalando a
José en el suelo, al caer el cuerpo de José comenzó a derretirse como una
veladora, el no comprendía que le estaba pasando entro en pánico porque perdía
el sentido de su cuerpo, Ana quedo en shock al ver que el cuerpo de José se
transformaba y entraba dentro su cuerpo por su boca hasta que perdió el
conocimiento)
GUARDIAS: ¿Señorita se encuentra
bien?
ANA: ¿Que paso? (ella había
perdido la memoria de lo que había sucedido)
GUARDIAS: La encontramos en el
suelo, señorita usted pidió ayuda.
ANA: SI quería que detuvieran al
conserje que me estaba atacando.
GUARDIAS: Señorita ahorita que
llegamos no logramos ver a nadie que solo a usted en el suelo.
Gran historia continuala pprfavor
ResponderBorrarHola quisiera saber si la historia de dulce ya no vas a subirla me gustaba mucho
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