¡Soy tu nueva hermana!

Bueno ya se que ya no les importo pero aquí me quedaré

Caminaba dentro de mi nueva casa sintiendo el rebote de las jóvenes y suaves tetas de esa chica cuando su tonto hermano menor me encontró sujetándolas gustosamente en el sofá, el chico se me quedo mirando unos cuantos minutos y luego salió a jugar con sus amigos, fue entonces que aproveche y me puse a explorar el cuarto y el cuerpo de esta chica, Paola era una de mis vecinas, la chica había aceptado ayudarme con mis experimentos justo cuando había logrado crear una máquina para intercambiar mentes, la invite a sentarse en una de las maquinas sin que supiera lo que estaba planeando y mientras la maquina nos intercambiaba de cuerpo la droga que me había tomado para mandar a mi cuerpo al forense resultaba efecto, cuando mire mi mente convirtiéndose en un fuerte remolino sentí que mi mente viajaba a miles de velocidades por segundo hasta que logre volver a concentrar mi vista hacia el frente aun con un poco de espasmos y encontrándome con otra posición lo primero que dije fue, -¡Funciono!, escuchando mi suave y femenina voz, la voz de Pao, mire hacia el lado donde estaban mi cuerpo encontrando a Paola mirándome nerviosa y asustada, -¿Pero que nos ha hecho doctor?, sujetó sus manos fuertemente contra su pecho sintiendo un fuerte dolor, sonreí mirándola maliciosamente, -¡Oh, lo siento princesa!, pero tu cuerpo ahora será mío, estas muriéndote y ya no tienes opciones, no podrás regresar a tu cuerpo, ahora yo disfrutare del tuyo -le decía mientras sujetaba mis nuevas tetas frente a ella gustoso de la situación, -Se sienten tan suaves y deliciosas –presumía ante sus ojos llenos de furia mientras se apagaban como luces hasta que  ya no parecía tener vida, su piel estaba roja como un tomate significando que su muerte había sido dolorosa y sin vuelta atrás, deje todo como estaba y me salí informando a la policía de que el doctor había fallecido y lo había encontrado en una de sus máquinas, la escena era suficiente para ser creíble, regrese a casa aprovechando que sus padres aun no llegaba del trabajo pero mientras experimentaba cada parte de mi cuerpo su fastidioso hermano entro arruinando mis placeres, -¡Tú no eres mi hermana, sé que eres ese hombre, seguro te robaste su cuerpo y ella se murió en el tuyo! –aseguraba el mocoso sacándome la lengua, me levante de la cama desnuda y me incline a distancia de su aun pequeño cuerpo, tome sus pequeñas manos y las leve a mis tetas dejando que jugara un poco con ellas, el pequeño de inmediato comenzó a jugar con ellas asombrado, me acerque más a su oído y le susurre, -¡Vaya!, para ser un niño de tan solo 12 años se nota que eres tan lascivo como una dulce niña de 17 años, si te portas bien con tu nueva hermana seguro te dejare jugar más tiempo a solas conmigo y si todo sale bien puede que te preste este cuerpo un par de veces –roce un dedo contra mi vagina frotando las esencias y los jugos que brotaban de ella y le pegue el dedo en su boca frotando los fluidos para que los robara y los oliera, -Seguro que tendrás más de esto, así que más te vale que calles y seas un buen hermano –el pequeño jugo un poco más con mis tetas dejándolo montarse sobre de mi un buen rato para que observara como me movía en la cama y luego de notar su pequeña erección dentro de sus pantaloncillos me reí y este se fue corriendo avergonzado, -¡Seguro que vendrás por más!