domingo, 25 de diciembre de 2022

𝑳𝒂 𝑬𝒍𝒇𝒂 𝒅𝒆 đ‘ș𝒂𝒏𝒕𝒂



Durante las fiestas, todas las personas se encontraban celebrando, viviendo sus vidas felices, pensando que estaban cĂłmodos y que nadie mĂĄs en el mundo sufrĂ­a ni estaba pasando por un mal momento.


Quizås para muchos era la gloriosa cena de navidad y ni siquiera pensaban en el sufrimiento de los demås, todo era alegría y felicidad, regalos y promesas cumplidas para la inocencia de los niños.


Que sabĂ­a la demĂĄs estĂșpida gente de los problemas ajenos cuando lo tenĂ­an todo, una rica cena de varios integrantes de familia, regalos para todos los inocentes niños y por supuesto no faltaban aquellos que se emborrachaban con champagne celebrando.


Pero ahĂ­ estaba yo, mirando con coraje como todos en sus casas celebraban, claro, como nadie tenĂ­a preocupaciones, pensaba agobiado al observar aquellas casas repletas de fotos de colores.


HabĂ­a perdido mi trabajo, para variar, mi novia me habĂ­a abandonado por ser todo un mediocre sin futuro, para mis padres no era mĂĄs que un mala hombre sin madurar, sin crecer ni ser un orgullo para ellos al ser su Ășnico hijo, me decĂ­an que era un a vergĂŒenza para ello, ¡Trabajar de intendente en un prostĂ­bulo!, Que vergĂŒenza de vida y de trabajo para un hombre de 27 años.


Para colmo, el jefe de aquel sitio me despidiĂł luego de acusarme injustamente de haber manoseado a una de sus chicas, la cual aquella perra me tenĂ­a mucho coraje, no era mi culpa que tuviera que verlas tan provocativas, con sustancias inducidas y para colmo desnudas, que hombre se resistirĂ­a a ver esas escenas tan Ă­ntimas y pervertidas, fue un error haberme quedado mirando a esa estĂșpida y tan solo por el coraje que le diĂł que yo la viera me denunciĂł con el jefe despidiĂ©ndome por acosar a una de sus chicas.


Y ahĂ­ me encontraba, en mi pobre y hediondo departamento de 3 metros cuadrados, el cual apenas me daba los gastos para solventar aquella renta de porquerĂ­a en un lugar de porquerĂ­a, me sentĂ­a ahogado como todo un fracasado.


Pero la gente emocionada pensando en sus ridĂ­culos deseos de Navidad, agarre la botella adulterada de tequila que a duras penas me habĂ­a alcanzado comprar en esa tienda de mala muerte, todo para alcoholizarme lo suficiente para si tenĂ­a suerte, amanecer tirado muerto en este lugar asqueroso que llamaba hogar.


-¡Oh Santa, oh Santa, cumple mi deseo de Navidad y dame trabajo como uno de tus elfos! -


Gritaba totalmente perdido, borracho de angustia, incrédulo de que toda la dichosa magia que decían que tenía lugar en estas fechas existiera, caí totalmente endrogado hasta que mi conciencia se perdió totalmente en el olvido.


-¡Jojojo, feliz navidad! -escuche a alguien gritando con gran emociĂłn -


Parecía que se encontraba cerca y comencé a sentirme muy extraño, algo había de diferente aquella mañana en qué desperté, de repente, noté como frente a mi se encontraba un gran årbol, era extraño ya que yo ni siquiera había puesto un årbol de Navidad y por supuesto que no podría estar así de bonito como el que veía.


Entonces, algo en mi pensaba extrañamente, cuando intenté moverme ese peso extraño que sentía me hizo una enorme sorpresa que al verla me había quedado totalmente impresionado.


-¡Senos son senos de mujer! -


Gritaba escuchando mi suave y femenina voz sensual, entonces, note los guantes en mis manos, observando que ahora tenía el disfraz de Navidad de un elfo, pero no cualquier elfo, sino mås bien una elfa navideña de dos muy grandes tetas.



Intenté levantarme pero el peso me cohibia, jalandome aquellas dos grandes masas hacia adelante, caí con las manos por delante, sintiendo como aquellos senos colgaban frente a mi, entonces, un largo y fino cabello rubio caía sobre mis hombros, sentía mi cuerpo muy extraño, estaba embargado de miedo al no entender lo que pasaba.

"Eh colocado un salto de linea, oprime leer mas o directamente en el titulo de la historia para continuar leyendo uwu si estas en modo web"


-Si tengo senos, serĂĄ que...-miraba hacia el ras de mi vestido navideño, cuando un golpe helado de sentimientos corrompĂ­an mi mente, levantĂ© aquella costura observando con terror lo que mis ojos encontraban -¡Un vagina, tengo una pta vagina! -



Gritaba observando aquella hendidura hueca en medio de mis por cierto gruesas piernas, parecĂ­a que estaba completamente desnuda de aquella zona Ă­ntima, mi mente se encontraba en shock tratando de analizar aquella perturbadora escena, temblaba de solo pensar que esto era real.


Apenas podía ver hacia abajo sin que ambas chichotas me estorbaran, pero por lo poco que podía observar, era obvio que me había convertido en una muy sexy mujer, dirigí uno de mis dedos cubiertos por esa suave y fina tela aterciopelada de los guantes de mi traje navideño, a aquella zona íntima con miedo, frotando lentamente de ella sacåndome un sutil y perturbador gemido al experimentar un placentero e impresionante cosquilleo.


-¡Ahhhhh, es real, tengo una vagina entre las piernas! -


Mis piernas temblaron sacudiendo todo mi cuerpo, mi mente enloquecĂ­a.


-¡Pero que carajos me bebi anoche! -


Estaba conmocionado cuando de repente volvĂ­ a escuchar ese grito tan peculiar y conocido.


-¡Jojojo! -


Entonces, mis dos nuevas orejas de punta de elfo de sacudieron vibrando ante aquel feliz y sereno ahullido.


-¡Mis orejas, tengo orejas de duende! -


Gritaba perturbado al sentir aquellas dos orejas puntiagudas en los costados de mi cabeza, se sentĂ­an realmente como dos orejas de duende, estaba impresionado al sentir como mis orejas se habĂ­an extendido adquiriendo aquella forma.


-¡Jojojo, feliz navidad muchacho, es hora de trabajar! -


Un sugeto muy grande y viejo aparecĂ­a, tenĂ­a una gran barba blanca, tenĂ­a una gran barriga y por su vestimenta obviamente no podĂ­a tratarse de alguien mĂĄs que de...


-¡Santa, Santa Claus existe! -gritaba jadeando de la impresiĂłn que sentĂ­a que incluso me orinaba encima -


-¡Jojojo, asĂ­ es hijo mĂ­o, o querrĂ© decir, elfa mĂ­a! -


-¿QuĂ© cĂłmo quĂ© elfa, tuya, que fue lo que me hiciste Santa? -


-¡Jojojo, pues tĂș querĂ­as un trabajo y te lo eh dado! -


-¡Un trabajo!, QuerĂ­a un trabajo, no sĂ©, de mesero, de barrendero..., ¡O de astronauta, no de una sexy duende! -


-¡Jojojo, ten cuidado con lo que deseas! -


-¡Y que se supone que haga ahora, no puedo ser una mujer! -


-¡Jojojo, lo siento!, pero ya no puedo revertirlo, ahora eres mi elfa y harĂĄs lo que yo diga, ¡Jojojo!, empezaremos que ya es tarde y aĂșn faltan muchos lugares para cumplir los deseos de mis niños mĂĄs grandes... -el imbĂ©cil del supuesto Santa me decĂ­a -


-¿QuĂ©, cĂłmo de que niños mĂĄs grandes, pues quĂ© tengo que hacer o quĂ©? -preguntaba no queriendo saber la respuesta -


-¡Jojojo, ya lo sabrĂĄs mi linda elfa...! -


-¡Espera, no me dejes aquĂ­!, ¿QuĂ© es este lugar? -


El gordo panzón de rojo se había ido en su trineo cabalgado por los renos, en verdad que no sabía de cuål me había bebido, no entendía si esto era un sueño o si realmente estaba sucediendo.


Miraba el lugar, parecía el hogar de un hombre de dinero, aunque extrañamente no veía regalos ninftos de que este sugeto tuviera familia alguna.



-¡Hola...!, ¿QuiĂ©n estĂĄ ahĂ­? -la voy de un hombre se asomaba preguntando por la clara presencia de un extraño osea yo -


-¡Eh..., Hola, hola, Jojojo, FelĂ­z Navidad! -le decĂ­a nervioso aĂșn sintiĂ©ndome extraño al tener un cuerpo de mujer, ¿O serĂĄ cuerpo de elfa? -


-¡Oh..., Hola..., Pero que linda sorpresa..., AsĂ­ que despuĂ©s de todo Santa si me trajo ni regalo jejeje...! -


-¿QuĂ©, de quĂ© hablas..., cuĂĄl regalo...? -le decĂ­a nervioso -


-¡Pues cuĂĄl otro preciosa..., TĂș...! -


-¿CĂłmo dices...?, ¡Espera, yo no soy un regalo, no soy un juguete jejeje...! -le respondĂ­a pensando si quizĂĄs si me habĂ­a convertido en un juguete y no lo sabĂ­a -


-¡Pero que graciosa eres preciosa, ven, porque no nos ponemos cĂłmodos! -


El hombre se acercaba a mi, me miraba de pies a cabeza examinando los belleza, aĂșn no sabĂ­a que tan bonita era, serĂĄ que tengo mi mismo rostro, o el de la mujer en el cuerpo en el que estoy, sentĂ­a una especie de presiĂłn en el pecho, como una especie de calor que emanaba desde el fondo de mi ser, anunciandome que algo estaba apunto de pesar.


El sugeto miraba mis grandes senos, sus ojos llenos de lujuria lo decían todo, presentí como sus manos se dirigían a ellos o querré decir, a ellas sugerentemente.


-¡Que buenas tetas tienes amor!, ¿Porque no te quedas para jugar un rato? -


-¡Eh...!, Lo siento, pero ya me tengo que ir, tengo que ayudarle a Santa a repartir unos regalos para sus niños mĂĄs grandes... -


-¡Bueno!, Entonces creo que yo soy el primero! -


-¡QuĂ©, espera, no soy un juguete! -


-¡No, por supuesto que no, eres una sexy duendecilla! -


-¡No, no soy una duende ni una mujer, soy..., Soy! -


No podía decir mi verdadero nombre, la garganta se me cerraba y mi cuerpo se estremecía, parecía que una especie de magia me controlaba, de repente, un fuerte calor invadió todo mi cuerpo y comencé a sentirme muy cachonda.


-¡Soy tu puta duendecilla bebĂ©, y estoy aquĂ­ para cumplir tus deseos de niño grande! -


(-¡Espera, porque dije eso! -)


-¡Umm, si bebe, quiero hacerte mi perra, estĂĄs bien rica mi amor! -


-¡Ahhh, tocame amor, hazme tu elfa! -


No entendía nada de lo que pasaba, parecía que una especie de magia me controlaba, una especie de magia navideña que mantenía mi cuerpo hechizado obligandome a comportarme como una reverenda puta y complacer los deseos de los niños grandes de los que hablaba Santa.


-¡Ummm, te gusta como manoseo tus chichotas! -


-¡Ahhh, si bebe, me encanta! -


-¡Dime amo perra! -


-¡Ahhh, si amo, me encanta, que rico se sienten mis tetas apretadas por tus fuertes manos ahhh! -


Me sentĂ­a en pĂĄnico, este cuerpo me estaba controlando, no podĂ­a detenerme, querĂ­a resistirme pero la magia era muy poderosa y no podĂ­a detenerme, querĂ­a que me besara y me hiciera suya.


El tipo comenzĂł a besarme por el cuello, parecĂ­a querer ahorcarme poniendo su fuerte mano en mi cuello, de un jalĂłn me arranco mi vestido de elfa, provocando que mis grandes tetas cayeran colgadas por la gravedad, lo cual me hizo estremecer al sentir como rebotaban de lo jugosas que estaban.


-¡Umm, que ricas chichotas!, ¿Y estĂĄ papayota?, Supongo que aĂșn no la estrenas verdad perra -


No me habĂ­a percatado de lo que me habĂ­a dicho, era cierto, si apenas me habĂ­a convertido en una mujer elfa, eso quiere decir que ahora tenĂ­a una vagina y aĂșn era virgen.


-¡Ahhh, si amo, aĂșn soy virgen! -le dije deseando saber lo que me harĂ­a sin pensarlo -


Entonces, deslizó su mano para frotar mi clitoris, mientras que con su boca me chupaba succionado una de mis tetas, apretando mi pezón haciéndome soltar un fuerte gemido, mientras que con su otra mano me ahorcaba como una vil perra y esclava de sus perversos deseos.

-¿Te gusta perra? -


-¡Ahhh, si amo, me encanta que me trates como puta! -


-¡Que rico amor!, me encanta verte complacida, tienes unas muy ricas tetas, veamos que tan apretadita de ahĂ­ abajo estĂĄs preciosa -


-¡Noo, espera, aĂșn no, no estoy lista amo! -


-¡Ni madres, te quiero coger ahora mismo! -


-¡Amo, espere por favor! -chillaba como una elfa inocente y pervertida -


El hombre me abrió de piernas, tumbandome sobre la alfombra de terciopelo en el suelo, se sentía tan suave como una cama, el peluche de la fina tela frotaba mi dulce piel haciéndome sentir muy cómoda.


De repente, note como el tipo saco su pene, no parecĂ­a ser tan grande hasta que comenzĂł a creer mirando con gran asombro lo gruesa que era y que estaba dispuesto a penetrarme con ella.


-¡Amo, por favor, sea gentil, aĂșn soy virgen amo! -g


Gemia como toda una niña, sintiendome muy caliente y deseada de sus besos y con ganas de que se apurara a introducir dentro de mi su rico trozo de carne.


-¡Tranquila amor!, te va a gustar, estĂĄs bien caliente y mojadita, tu panochita ya estĂĄ lista para meter mi rica salchicha dentro de tĂ­ -


-¡Penetreme amo, penetreme amo! -


El hombre sugeto su miembro empezando a introducirlo dentro de mi, sentĂ­ como un fuerte dolor apretaba mi entrepierna, subiendo hacia mi abdomen provocĂĄndome un gran dolor que estremecĂ­a todo mi cuerpo, pero comenzaba a gustarme, no pude evitar mirar hacia abajo y ver con horror que el dolor que sentĂ­a estaba provocando que me saliera sangre.


-¡Amo, sangre amo! -


-¡Jajaja, si que eres tonta muñeca!, te acabo de desvirgar, es normal que tĂș coñito sangre, ¡Ya te hice mĂ­a, mi perra! -


-¡Ahhhhh, que rico amo, me gusta mucho, se siente tan rico y tan caliente! -


Sentía como su grueso miembro hacia presión en mi vagina, la cual se estaba apretando un poco mås, el dolor estaba disminuyendo haciéndome sentir un mayor placer, el cosquilleo estaba indundadome de placer, mientras que su verga entraba y salía deslizåndose de mi coño arrebatåndome la poca hombría que me quedaba.


-¡Ahhh, ahhh, ahhh, ahhh! -gemia fuertemente como una vil perra, me encantaba el placer que me provocaba este cuerpo de puta que tenĂ­a -


-¡Que rico gimes pinche putita! -


El agarro mis tetas con sus manos, apretandome muy fuerte haciendo que me estremeciera, sentĂ­a como todo mi cuerpo se sacudĂ­a, mis hormonas de elfa estaban como locas, de repente, sentĂ­ como un fuerte chorro entro en mi, se sentĂ­a muy caliente y bastante viscoso, era un placer muy grande e indescriptible, provocando que al poco tiempo me viniera a chorros sobre la cama luego de tan placentera sensaciĂłn.


-¡Ahhh, ahhh, ahhh, ahhhh! -


-¡Eso perra, gime pta gime! -


SentĂ­a un gran calor en todo mi ser, mis nervios estaban a flor de piel estremeciendo todo mi cuerpo, el tipo deslizĂł su verga fuera de mi coño, notando como todos los fluidos salĂ­an de aquella zona, entonces una ida cruzo mi mente, ¡No uso condĂłn!, ¿PodrĂ­a quedar embarazada?, ¿SerĂ­a una madre elfo?


Estaba totalmente exhausta, sentĂ­a mis tetas desparramadas agitĂĄndose con placer en mi pecho, mi coño estaba lleno de la leche de este tipo y aĂșn sentĂ­a ganas de que me siguiera penetrando.


-¿Te gustĂł amor? -el me decĂ­a mirandome con deseo -


-¡Si amo, me encantĂł, quiero que me vuelva a coger como su perra que soy! -


Miraba como el tipo acercaba su miembro a mi boca, parecĂ­a que tenĂ­a ganas de mĂĄs cuando un conocido ahullido emergiĂł de la nada.


-¡Jojojo! -


Mi amo de repente pareció comenzar a sentir sueño y, antes de poder meter su miembro en mi boquita este cayó al suelo completamente dormido.


-¡Jojojo FelĂ­z Navidad! -


-¡Santa, volviste! -


-¡Claro que sĂ­ mi duendecilla, tenemos que visitar a mĂĄs niños grandes! -


-¡Pero Santa, ya es muy tarde!, ¿CuĂĄntos niños grandes mĂĄs tendrĂ© que cogerme esta noche? -


-¡Jojojo, muchos, muchos niños y algunas niñas grandes!, pero no te preocupes, tu tiempo de elfa es infinito y cada visita equivale a 0.003 micro segundos en la realidad, asĂ­ que no te preocupes, tienes mucho tiempo para complacer los deseos de todos los niños grandes del mundo, ¡Jojojo! -


-¡Pero Santa!, ¿AdĂłnde debo de ir ahora? -


-¡Jojojo, ya lo verĂĄs! -


Entonces, Santa me cubriĂł con una especie de magia, teletransportadome hasta otra habitaciĂłn, cuando me di cuenta, ya tenĂ­a otra vez mi trajecito de elfa puesto, revise que todo estuviera en orden y note que aĂșn tenĂ­a mi vagina, aunque se sentĂ­a diferente a como se habĂ­a quedado luego del primer cogidon de mi vida como elfa.


-¡Jojojo FelĂ­z Navidad! -


Santa gritaba dĂĄndose una vez mĂĄs a la fuga, supongo que a entregar mĂĄs regalos a otros niños mĂĄs pequeños e inocentes que perversos, pero me preguntaba, ¿Ahora a quĂ© niño grande debĂ­a de complacer?


Miraba a mi alrededor, notando que era la habitaciĂłn de un chico adolescente, parecĂ­a gustarle el animĂ© y las cosas asĂ­ de randome, entonces, lo encontrĂ© durmiendo sobre su cama, aĂșn sin darse cuenta de que y lo ya estaba en el lugar, vĂ­ que en sus manos tenĂ­a un sobre con una carta y la curiosidad me llegĂł a abrirla, casi me caĂ­a encima de su rostro por culpa de estĂĄs grandes tetas que aĂșn no lograba controlar en equilibrio, entonces, abrĂ­ el sobre leyendo su quizĂĄs muy inocente carta, ¿Pero que harĂ­a aquĂ­, en el cuarto de un adolescente?



"¡Querido Santa!, se que ya estoy grande como para pedir un regalo navideño y que estoy aĂșn muy pequeño para pedirte esto, pero en verdad creo que me eh comportado bien este año y, aunque ya soy algo grande para ti, aĂșn tengo fe en tu misiĂłn de alegrĂ­a en el mundo, mi Ășnico deseo es poder perder mi virginidad con una buena chica, ya que ninguna de mi escuela me quiere por ser gordo y algo feo, sĂ© que solo tengo 14 años, pero estarĂ­a genial poder tener un regalo asĂ­ con una chica sexy este año"


Me impresionaba lo mucho que la juventud había cambiado, ahora los chicos jóvenes tienen deseos muy caliente desde muy temprano, entonces recordé que ahora me encontraba aquí, con este cuerpo, leyendo la carta de los deseos pervertidos de un adolescente, al cual claramente, debía de cumplir mi misión de que el cumpliera su deseo de cogerme al ser la chica sexy que había pedido en esta carta.


Miraba al chico, la verdad si estaba feo, pero aĂșn a pesar de su horrible fĂ­sico, debĂ­a de cumplir con mi misiĂłn, trate de pasar desapercibido, pero tropecĂ© por culpa de mis tacones de duendecilla, cediendo por el pesado rebote de mis senos.


-¡QuĂ©!, ¿Quien anda ahĂ­? -


El chico habĂ­a despertado, mirando a todos lados, de repente, el chico me mirĂł con gran emociĂłn, noto que su carta estaba abierta y sonriĂł tal cual adolescente cĂ­nico y pervertido al ver a una sexy chica elfo en su habitaciĂłn.


No les mentiré, si yo hubiera tenido estå oportunidad cuando tenía 14 años sin duda alguna no la desaprovecharía.


-¡Hola..., Jeje!, ¿QuĂ© tal? -le decĂ­a nerviosa -


-¡Hola...!, ¿QuiĂ©n eres tĂș...? -


-¿Yo?, ¡Eh, jeje, se que esto es extraño pero..., Soy una chica elfo jeje...! -


-¡En verdad, wow, que sexy eres!, ¿Entonces eres una duende de Santa?, ¿Viniste a cumplirme mi deseo de Navidad? -


-¡Eh..., Si, supongo que sĂ­ jejeje...! -no querĂ­a aceptar que debĂ­a de coger con este chico, pero la magia de mi ser me impedĂ­a negarme a cualquier cosa que mis aparentes amos me pidieran -


-¡Wow jeje, asĂ­ que santa te envĂ­o para cogerte jejejeje!, Supongo que debes de ser una linda puta duendecilla ¡Jejeje! -


El mocoso se acercaba muy perverso a mi, quería escapar pero no podía, la puerta estaba bien cerrada, intentaba tocar para tratar de escapar, la verdad no quería coger con ese niño godo, no quería que se aprovecharå de mi situación.


De repente, el chico se me acercĂł por la espalda, deslizando sus asquerosas manos manos por mi culo.


-¡Ahhhhh! -jadee sutilmente al sentir un apretĂłn en mi culito -


Entonces, el chico comenzĂł a manosearme con mĂĄs poder sobre mi, me diĂł unas nalgadas y me apretĂł las tetas por detrĂĄs.


-¡Eso linda putita, viniste a complacerme y eso harĂĄs! -


-¡Espera niño!, ¿No quieres tener algo mĂĄs lindo que solo coger como si fuera tu esclava? -


-¡No, quiero coger con una puta ahora! -


-¡Espera, ahhh! -


El maldito mocoso pervertido comenzĂł a estrujar mis tetas, jalando mi vestido de elfa para liberarlas, note como sus ojos se llenaron de calor al verlas colgando de mi pecho.


-¡Ummm, que ricas tetas tienes pinche put! -


-¡Ey niño espera por favor! -


-¡CĂĄllate perra! -


El mocoso me tirĂł un golpe lanzandome a la cama, me habĂ­a dolido mucho, pero por alguna razĂłn lo disfrutaba, disfrutaba ser tratada como una perra esclava de sus perversos deseos.


-¡Umm, eso es pendeja, me gusta que lo disfrutes, di que eres mi put! -


-¡De ningu...!, ¡Si amo, soy tu puta! -


(-¡Maldita sea, otras vez el poder de la magia me estaba dominando! -)


-¡Ummm, que obediente pta, te voy a abrir la boquita y te meterte mi verga hasta el fondo de tu rica garganta! -


-¡Espera..., Guaaaaa! -


El niño me tomo del cabello, jalandome con fuerza mientras con su otra mano metía su miembro en mi boquita, me fue imposible no tragar su pequeña salchicha dentro de mi boca, pero a medida que la introducían mås crecía, luego de unos segundos, su miembro sé deslizaba por mi boquita.


-¡Ummm, ummm, ahhhh, ummm! -


Gemia con su cosa dentro de mi boca, sentía mucho placer, sobre todo por la manera tan grotesca con la que me trataba, como si fuera una esclava a la que podía someter y agredir, de la nada, su miembro sé vino con su leche dentro de mi boca, sin quedarme de otra mås que tragarme una gran bola de su semen.


HabĂ­a sentido algo de asco al tratarse de la leche de otro hombre, pero el sabor aunque me habĂ­a disgustado un poco, parecĂ­a que mi boca de elfa lo gozaba.


-¡Ummm que rico estĂĄ amo! -


-¡Que buena pta, ahora te voy a viol@r! -


-¿QuĂ©, espera, que harĂĄs? -


-¡CĂĄllate perra! -


El mocoso me lanzó un fuerte golpe, ya me estaba hartando de este imbécil, entonces, tomo mis tetas con sus manos y me apretó muy fuerte los pezones haciéndome gritar de dolor.


-¡Haaaaaa, ya basta me lastima amo por favor mĂĄs fuerte! -


La maldita magia me provocaba decir todo lo contrario, parecĂ­a que en lugar de odiarlo me encantaba y gozaba que me maltratara.


-¡Te la voy a meter toda como la pta que eres, espero que seas virgen ptta! -


Estå vez pensaba que el mocoso estaría equivocado, ya me habían cogido hace un rato y al menos ese tipo había Sido mås gentil que este niño imbécil.


De repente, impulsó su miembro dentro de mi coño con mucha fuerza y un gran dolor me hizo gritar horriblemente.


-¡HHHAAAAAAAAA, NO MAMES AAAAAAHHHHH! -


El mocoso no habĂ­a tenido cuidado y al parecer me habĂ­a vuelto a desvirgar, parecĂ­a que mi vagina habĂ­a vuelto a estar virgen como la primera vez, supongo que era parte de magia estar siempre tierna y virgen.


El dolor era insoportable, ahora sí sentía como mi mente se nublaba del coraje por tan horrible maltrato, entonces, el mocoso tarado notó como me estaba desangrando y saco su cochino gusano de mi coño.


-¡Haaaa es sangre, te matĂ©, te matĂ©, perdĂłn, perdĂłn, perdĂłname por favor, me va a castigar Santa, me va a castigar Santa por romper a una de sus pts! -


El mocoso idiota estaba asustado, pero eso le enseñaría a no ser tan agresivo, por mi parte también lo estaba, tenía miedo de pensar que encerio esta vez si me había hecho mucho daño, la sangre pareció cesar y abrí mis piernas un poco mås cómoda esta vez, el dolor estaba disminuyendo y son sensualidad jadee diciendole al chico que volviera a penetrarme pero con mås calma y suavidad.


-¡Ey niño!, ya pasĂł, estĂĄ bien, ya no me duele tanto, es normal, era virgen y me rompiste el coño, pero ya pasĂł -le decĂ­a tratando de ser mĂĄs flexible con el chico para que no se sintiera del todo mal -


-¿En verdad?, ¡PerdĂłname, soy un tonto!, no debĂ­ de hacerlo, perdĂłn por ser tan malo, esque nadie me quiere, soy solo un tonto pervertido para todos -


-¡Oye niño calma!, es normal, la vida no siempre es muy justa, pero esta noche vine a complacerte en todos tus deseos, ¡Pequeño pervertido! -


-¿Enserio?, ¡Gracias! -


El chico se acercó a mi colo desnudo y poco a poco fui indicåndole como tratarme con cuidado, me sentía bien extraño explicåndole a un chico como tratarme como mujer siendo que yo ni siquiera era una mujer hasta ahora.


-¡Esto es increĂ­ble, estoy cogiendome a una pta! -


-¡Ahhh, si amo, soy tu pta por esta noche bebĂ©! -


-¡Siiiii, ahhh, que chichotas tienes perra! -


El chico deslizĂł sus manos a mis tetas estrujandolas con fuerza, al menos esta vez era mĂĄs suave y no tan agresivo, sentĂ­a como todo mi cuerpo vibraba, sin duda alguna estĂĄbamos haciendo un mejor trabajo.


-¡Ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh! -


Gemia dulcemente para que el chico se sintiera mejor en el momento, sentĂ­a como deslizaba su miembrecillo dentro de mi vagina con un poco mĂĄs de suavidad y me encantaba.


"Flash"




Si darme cuenta, el mocoso me habĂ­a comenzado a tomar fotos, quise detenerlo pero no pude, me encantaba ser su pta y modelo al tomarme fotos desnuda de mis tetas, aĂșn que me daba coraje rompiera nuestro trato de privacidad, me daba gusto quisiera guardar un recuerdo de nuestro breve amor.

-¡Oye que haces! -


-¡Andale dĂ©jame tomarte algunas fotos! -


-¡Noooo, bueno ya estĂĄ bien! -


-¡Siiiiii! -


El mocoso me empezaba a tomar muchas fotos z mientras que yo actuaba y modelaba con poses sexys para sus pervertidas fotos.


Luego de un ratito, su cochino miembrecillo se vino dentro de mi, la sensación no fue tan grande nintsn magnífica como la de aquella vez, pero mi coño se corrió de igual manera cumpliendo su cometido entre ambos organismos.


-¡Ahhhhh, Ahhh que rico estuvo amo mĂ­o!


-¡Si, que rico, me gustĂł mucho, gracias por dejarme cogerte! -


-¡Nah, es mi trabajo supongo...! -


-¡Jojojo FelĂ­z Navidad! -


Una vez mĂĄs, Santa gritaba desde el cielo, antes de poder decir nada, el mocoso cayĂł con todo su peso sobre mis tetas, apretĂĄndome sin poder quitarmelo de encima.


-¡Jojojo! -


Santa ahullaba mientras que mi cuerpo una vez mĂĄs desaparecĂ­a, apareciendo en otro lugar completamente nuevo.


Noté que otra vez tenía mi cuerpo estable, mi vagina se sentía normal de nuevo y volví a tener mi trajecito de elfa, supongo que así sería toda la noche hasta cumplir los deseos de todos los niños grandes hasta terminar.


-¡Jojojo FelĂ­z Navidad! -Sants ahullaba nuevamente mientras se alejaba -


Miraba a mi alrededor, notando como estaba en la casa de alguna familia, lo cual me llevo a pensar en que harĂ­a en casa de una familia, habĂ­a fotos de los padres y de sus tres niños, entonces, notĂ© como aun lado estaban fotos como recordatorio de la mujer madre de familia de esta casa, parecĂ­a que fuera muy especiales aquellas fotos y aĂșn no entendĂ­a porque.


Me encontré con el årbol de Navidad de la casa, estaba muy bonito y decorado, entonces, me encontré una carta muy pequeña doblada en el suelo, la levanté notando que era la carta de uno de los niños, específicamente de una niña.


"¡Querido Santa!, Espero que no se te haga rato que una niña como yo te pida esto, pero quisiera que ayudarĂĄs a mi papi a recobrar su vida y encontrar un nuevo amor que lo llene de alegrĂ­a, la perdida de mi mami no ah sido facil para el y mis hermanos y yo ya no queremos verlo triste, sin mĂĄs espero que puedas ayudarme gracias Santa"



Las palabras de la pequeña me habían llegado hasta el alma, la pobre nena había perdido a su mamå y quería que su querido padre volviera a ser felíz, entonces, entendí cuål era mi labor en esta casa.


-¿Hola, quiĂ©n estĂĄ ahĂ­? -preguntaba el hombre de la casa -


-¡Eh..., Hola, perdĂłn por interrumpir, no es mi intenciĂłn hostigarlo! -


-¡Oh, Hola!, ¿QuiĂ©n eres tĂș? -


Notaba como el hombre aunque tierno y penoso me miraba con morbo.


-¡Eh...!, Pues no sĂ© cĂłmo explicarlo, pero digamos que, soy una ayudante de Santa, soy una linda nena elfo que vino a cumplir algunos deseos de niños grandes estĂĄ navidad -


-¿Y cuĂĄles son esos deseos? -


No sabĂ­a cĂłmo tocar el tema, estĂĄ vez era diferente, no parecĂ­a que este sugeto tuviera muchas intenciones de tocarme, asĂ­ que decidĂ­ mostrarle la carta de su hija.


-¡Oh, que dulce es mi niña!, Pero yo no puedo estar con otra mujer lo siento mucho, si quieres puedo pagarte por hacerte perder tu tiempo -


-¡Eh, no!, no estoy aquĂ­ por una paga, o almenos no me han pagado, Santa aĂșn no me dice cuĂĄnto me va a pagar por todo lo que llevo haciendo estĂĄ noche -


-¿QuĂ© Santa, es tu jefe?, dile que lo siento, pero que mi hija ni debiĂł llamar a un extraño por servicios sexuales, es una menor -


-¡Eh, no amigo!, creo que no me estĂĄs entendiendo, yo soy un chico..., Bueno, era un chico que por un tonto deseo terminĂ© convertido por Santa en una linda chica elfo y tengo que ir de casa en casa a cumplir los deseos de niños grandes -


-¡Jaja!, si que son unos expertos en actuar para conquistar gente, pero te pido que te vayas de mi casa, mis hijos estĂĄn dormidos y no pueden encontrar a su papĂĄ con una prostituta...-


-¡Yo no soy una prostituta...!, Bueno, solo cumplo las Ăłrdenes de Santa, ya te dije que soy una chica elfo...-


-¡Ya basta de tonterĂ­as, sal de mi casa ahora mismo! -


El hombre se puso algo agresivo y me tomo por el brazo jalandome con fuerza hasta la entrada, pero una extraña fuerza impidió que la puerta se abriera.


-¿Pero quĂ© pasar porque no puedo abrir la puerta? -


El hombre presionaba la perilla sin poder abrir la puerta, pareciera que estuviera hechizada o algo para que no pudiera abrirse.


-¿QuĂ© fue lo que hiciste niña? -


-¡Yo no hice nada! es la tonta magia de Santa, ¿TĂș crees que quiero coger con hombres toda la noche? -


-¡Ya dĂ©jate de tonterĂ­as muchacha dime la verdad! -.


El hombre me tomo de los hombros sarandeandome, pero fue justo cuando mi cabello se sacudiĂł que pudo ver mis orejas de elfa.


-¡Espera!, ¿QuĂ© son esas cosas? -ne decĂ­a presionando mis orejas -


-¡Ay, me duele, no hagas eso! -


-¡Son...., Son de verdad! -


-¡Pues si tonto, son de verdad!, Son mis orejas de elfa -


-¡No, no, no!, debe de ser algĂșn truco, de seguro naciste con alguna malformaciĂłn o te operaste las orejas para verte como un duende -


-¡Nada de eso señor, le juro que santa existe y que me convirtiĂł en una chica elfo! -


Intentaba explicarle al sugeto lo que pasaba, tenía miedo de que no me creyera eh intentarå hacerme algo malo, entonces sentí un leve cosquilleo en mis ojos y me acerqué instintivamente hacia su rostro para vernos mås de cerca mutuamente.


-¡Tus, tus ojos, estĂĄn brillando!, ¿Porque? -


No entendĂ­a lo que pasaba, quizĂĄs era por una especie de poder agregado a mi cuerpo mĂĄgico de elfa, mis ojos dislumbraban a los suyos mostrĂĄndole la verdad de mi magia, entonces, el sugeto pareciĂł tranquilizarse.


-¡Oh Dios mĂ­o, es verdad, ere una duendecilla! -


-¡Jojojo FelĂ­z Navidad! -Santa parecĂ­a cruzar los cielos ahullando de paso -


-¡Caray, es cierto, es Santa! -


El hombre miraba por la ventana a Santa corriendo en su trineo, luego se quedĂł algunos segundos en silencio.


-¡Eh....!, ¿Amigo esas bien? -le decĂ­a sin recibir respuesta -


De repente, el hombre agachado encorvado hacia en frente comenzĂł a llorar despavorido.


-¡Oye!, ¿QuĂ© tienes, es por tu esposa verdad? -


El sugeto regresĂł a verme y de la nada se lanzĂł dĂĄndome un fuerte abrazo.


-¡SĂ­, la extraño mucho, era el amor de mi vida! -


El hombre lloraba desahogandose mientras que sentĂ­a como apretaba mis tetas, tenĂ­a sus manos en mi espalda acariciĂĄndome con suavidad por el triste momento de fragilidad que atravesaba.


-¡Oye, oye, tranquilo, estĂĄ bien!, puedes desahogarte conmigo, digamos que serĂ© tu elfa amiga por estĂĄ noche o por los prĂłximos 0.003 micro segundos ¡Jaja! -

El sugeto pareció entrar en confianza, poco a poco comenzamos a platicar de nuestras vidas, de como habíamos llegado hasta este punto, el como había conocido a su querida esposa y también como la había perdido por una desafortunada enfermedad.


-¡EstĂĄ bien amigo!, tienes que dejarlo pasar, estĂĄ bien que pienses en tus hijos, pero no creo que a tu esposa le hubiera gustado verte solo, incluso tus hijos saben que no puedes vivir toda la vida triste y solo, necesitas a alguien que te acompañe y que te haga feliz -


-¡Es que no entiendes!, ni siquiera puedo acercarme a una mujer sin recordarla, no puedo pensar en nadie mĂĄs que no sea ella -


-¿Y que no tienes a una enfrente? -


-¡Pero tĂș eres solo un chico convertido en una elfo! -


-¡Si, pero este cuerpo es el de una muy sexy mujer!, ¿Enserio no te provoca nada estar frente a una mujer tan sexy como yo? -


-¡Este, bueno..., No puedo aceptarlo, pero supongo que sĂ­...! -


-¡Tienes estĂĄ oportunidad, estoy aquĂ­ para liberar tus emociones! -


-¡Pero es que yo no....! -


-¡Anda, anĂ­mate!, no pasar nada si te atreves a jugar un rato conmigo -


-¡Pero, es que mis hijos...!, ¿Y si nos encuentran? -


-Estoy segura de que todas las puertas estå cerradas menos la de tu cuarto, no creo que una noche de pasión te haga daño -


-¡Pero es que yo...! -


-¡Anda, vamos! -


-¡Pero dices que eres un chico!, ¿No es extraño para ti coger con cualquier hombre que te encuentras estĂĄ noche? -


-¡Tu ya no eres cualquier hombre, somos amigos...!, ¿No? -


-¡Emm..., Bueno, es que yo! -


-¡Vamos, ya deja de poner excusas y hagamoslo! -


-¡Pero, es que yo...! -


Tome al hombre de la mano llevåndolo hasta su habitación, me aseguré de sonreírle pícaramente, jugando con mi cuerpo para seducirlo, parecía toda una nena traviesa lista para ser dominada por su hombre.


Miraba como el tipo estaba completamente nervioso, necesitaba que se destapara.


Me deslicé el vestido dejåndome ver desnuda para el, sus ojos se estrellaron de asombro al ver mis grandes tetas cae, le sonreí tomando sus manos, miråndolo a los ojos tiernamente mientras acercaba sus manos a mis tetas para que las apretara.


Podía sentir como su corazón se aceleraba, mi cuerpo comenzaba a calentarse, me pedía a gritos seducirlo y liberarlo, lo miré tranquilamente y ambos acercamos nuestros labios para darnos el primero de muchos besos de la noche.


Él había intentado ser gentil, sus dulces labios acariciaron los míos imprimiendo un cálido beso, lo ayude a desvestirse lentamente, quitándole su bata y su pijama de dormir hasta dejarlo completamente desnudo.


Poco a poco comenzó a acariciar mi piel, sus manos eran finas y muy decentes al tacto con mi cuerpo, mis sentidos se agudizaron experimentado una fina sencibilidad por todo mi cuerpo, mi corazón se estremecía de amor por su cålido cariño.


Con calma, ambos comenzamos a compenetrarnos, estå vez, este hombre había sido mås gentil y suave conmigo, no había violencia, perversión ni maltrato, todo era un bonito gesto de amor y cariño entre dos seres que se amaban bajo las estrellas de una noche mågica.



Con cariño, me cargo con sus fuertes brazos hasta la cama, deslizåndonos sobre las finas såbanas de seda, lentamente, acarició mi cielo con sus labios, dåndome pequeñas chupaditas en mis orejas puntiagudas.


-¡Ahhhhh! -gemia suavemente haciĂ©ndole saber que me habĂ­an encantado sus tiernos besos en mi piel -


Deslizó sus manos fervientemente por mis senos, jugando un poco con mis pezones, dåndome pequeñas mordidas en ambos haciendo que mi cuerpo se sacudiera de emoción.


Luego, me mirĂł fijamente, indicĂĄndome que mi vagina estaba lista para ser felizmente penetrada, yo le sonreĂ­ coquetamente aceptando que una vez mĂĄs me desvirgar.


Él tomó la iniciativa, abriendo mis dos exquisitas piernas, usando sus dedos para introducirlos en mi clitoris y penetrarme con un poco más de ejercicio en aquella parte.


-¿Porque me frotas con tus dedos de esa forma? -preguntaba jadeando suavemente -


-¡AsĂ­ me enseñó mi querida Diana! -era el nombre de su esposa -ella me enseñó la manera correcta de tratar su vagina y asĂ­ poder tener nuestra primera vez juntos en una cama -


De manera que, por lo que el contaba, era la primera vez de ambos en el sexo aquella ocasiĂłn y el colo ella lo habĂ­a instruido para que su primera vez fuera especial.


Sentí como mi vagina broto con un pequeño chorro, mis piernas se sacudieron y entonces me sentí con un poco mås de confianza.


Él tomo su miembro, era un poco más normal que los de las otras dos ocasiones, me miró tiernamente, indicándome que yo ya estaba lista para entrar en mi.


Con suavidad, comenzó a deslizar su miembro dentro de mi coño, sintiendo una sencibilidad muy reconfortante, allå principio me había dado un pequeño cosquilleo de dolor, pero poco a poco el dolor ni siquiera se sentía, mi vagina parecía aceptar con amor a aquel órgano que entraba de una manera educada y cortés, pronto, nuestros órganos íntimos estaban entrelazados con una especial calidez.


Su miembro sé deslizaba paulatinamente, frotando con su carne mis paredes vaginales, ambos jadeabamos mirandonos el uno al otro con ternura.


Paso sus manos por mi cintura, frotando con suavidad mis piernas para luego alcanzar mis dos senos y oprimirlos con ternura.


Apreté mis dientes y encerré su miembro en mi vagina, sin saber como, aquella presión se sentía sumamente increíble.


-¡Ahhh, ahhh, ahhhh! -


Gemi tan fuerte como el gozó que sentía me lo permitía, mis orejitas de niña elfo se sacudían, siendo esto algo completamente nuevo para mí.


Ambos jadeando juntos y para cuando sentimos que pronto nos vendrĂ­amos juntos, nos miramos el uno al otro dĂĄndonos un cĂĄlido y especial beso para cerrar finalmente con nuestros orgasmos.


El se vino en mi y yo me vine con bastante calor por dentro, estaba gozandolo, era realmente especial lo que estĂĄbamos viviendo.


Luego de terminar, el se incorporĂł a mi lado, dĂĄndome un beso en la frente y un abrazo de costado, cubriendo mi cuerpo desnudo con la sĂĄbana en gesto de caballerosidad.


AĂșn seguimos exhaustos y agitados por tan magnĂ­fico acto de amor, nos miramos con ternura por un rato hasta que de repente el grito del gordo apareciĂł.


-¡Jojojo FelĂ­z Navidad! -


-¡Espera, no quiero perderte! -


-¡Lo sĂ©, pero el me llama!, No puedo hacer nada, me desaparece y me aparecerĂ© en otro lugar, para coger con algĂșn otro sugeto -


-¿Y no podemos hacer nadamĂĄs? -


-¡Lo siento, pero no!, solo espero que me recuerdes con amor y que intentes continĂșar con tu vida, que busques a una buena mujer que te acompañe y te cuide, que te quiera a ti al igual que a tus hijos...-


-¡Jojojo FelĂ­z Navidad! -


SentĂ­a como mi cuerpo comenzaba a desvanecerse, estaba a la espera de ver en quĂ© nuevo lugar aparecerĂ­a, a que nuevo hombre complacerĂ­a, ¿O quizĂĄs serĂ­a mujer?


-¡Jojojo FelĂ­z Navidad! -


Las campanas sonaban, miraba a mi querido amigo o amor de mi vida despedirme entre lĂĄgrimas.


-¡AdiĂłs! -


-¡AdiĂłs! -


-¡Jojojo FelĂ­z Navidad! -


De repente, aparecĂ­ en mi antiguo departamento, no entendĂ­a porque santa me habĂ­a regresado a este lugar, miraba mi cuerpo, habĂ­a vuelto a ser yo mismo.


-¡Jojojo!, veo que la has pasado bien gracias por ayudarme en esta noche mĂĄgica, en breve tendrĂĄs tu pago, ¡Jojojo! -


-¡Espera!, ¿No que serĂ­a toda la noche?, ¿No que cada visita duraba 0.003 micro segundos? -

-¡Jojojo, te mentĂ­, solo necesitaba que me ayudarĂĄs con tres visitas! -


-¡Pero, pero...!, ¿QuĂ© pasarĂĄ con el y con sus hijos para tener nuevamente a una mujer en su vida? -

-¡Jojojo, eso no lo sĂ©, serĂĄ decisiĂłn de Ă©l, muchacho! -


-¡Espera!, ¿Entonces ya todo termino, cuĂĄl fue la lecciĂłn, cuĂĄnto me vas a pagar por solo haber cogido con tres hombres? -


-¡Jojojo, querido hijo!, EstĂĄ noche me encargue de tĂ­, de tu tristezaz de tu decepciĂłn por mĂ­, por la Navidad y por la vida, sĂ© que pasaba por un mal momento y solo quise ayudarte, si te diste cuenta, cada uno de esos hombres representaban algo tuyo -


-¿A quĂ© te refieres? -


-¡Jojojo!, El primero, era un hombre millonario, lo tenĂ­a todo, pero estaba solo, a Ă©l solo le importa ser el centro de todo, ganar dinero y coger con cualquier mujer sin amor ni cariño alguno, el segundo, era tan solo un chico marginal, que no tenĂ­a amor propio, que era malo de corazĂłn y perverso hasta los huesos, eso quiere decir, que tĂș no debes de dejarte influir por malas decisiones, por el egoĂ­smo, la avaricia, el odio, el tercero, era un hombre que lo tenĂ­a todo menos al amor de su vida, eso quiere decir que si te enfocas en todo menos en lo mĂĄs importante, cuando te des cuenta de que no tienes nada con quiĂ©n valga la pena disfrutarlo, entonces no importa lo mucho que te esfuerces por lograr todo lo que te propongas -


-¡Caray, bueno, entiendo todo, pero, aĂșn siento que me falta algo mĂĄs, creo que esto me hizo sentir muchas cosas, ¿SerĂ© gay acaso?, ¿Porque siento esto tan extraño por aquel sugeto? -


-¡QuizĂĄs te encontraste con una gran verdad querido hijo! -


-¿CuĂĄl es, cuĂĄl es, necesito saberlo? -


-¿Seguro que quieres encontrar la verdadera felicidad? -


-¡SĂ­..., Creo que sĂ­, creo que encontrĂ© una buena razĂłn para vivir y ser felĂ­z, mi verdadero propĂłsito de Navidad! -


-¡Jojojo, entonces que asĂ­ sea, Feliz Navidad! -


Mi cuerpo comenzaba a brillar, parecía que todo me envolvía en un fulminante torbellino, caí inconsciente entre sueños y ya no sabía en que terminara toda esta aventura.


Desperté conmocionado, miraba a mi alrededor, parecía el cuarto de una chica, sentí mi pecho muy pesado, trate de levantarme cuando un cabello muy largo y rubio me estorbó la vista y mis grandes tetas me jalaron hacia el frente, cayendo totalmente desconectado.


-¡Eh vuelto a ser mujer, otra vez soy una chica elfo! -


Deslicé mis manos hacia mis orejas, notando que estå vez mis orejas estaban normales, caminé lentamente hasta el.baño para encontrarme con mi nuevo cuerpo.


-¡Soy.., soy una mujer! -


¡Dios mĂ­o!, habĂ­a vuelto a ser una mujer, esta vez serĂ­a para siempre, habĂ­a aceptado mi destino, sentĂ­ mis tetas muy suaves al presionarlas con mis manos, aunque eran grandes, sentĂ­a que habĂ­a vuelto a recuperar ese poder femenino que tenĂ­a.


-¡Carajo, estoy buenĂ­sima, soy tan bella! -



Me decĂ­a a mi mismo o a mi misma al verme en el espejo, me sentĂ­a tan impactado por la belleza que ahora tenĂ­a al ser una mujer, pero entonces empecĂ© a pensar en, ¿CĂłmo se supone que vivirĂ­a ahora que era una mujer?, ¿CuĂĄl era mi nueva identidad?


Me quite la ropa de la pijama que tenĂ­a puesta, liberando asĂ­ mi cuerpo dejĂĄndolo al desnudo, ni habĂ­a tenido tiempo de explorar este cuerpo cuando estaba ocupado con las aventuras de Santa.


Me sentĂ­a tan pesado fĂ­sicamente, no era como si estuviera gordo, pero mis tetas pesaban un poco, sentĂ­a el culo gordo y apretado al igual que mis piernas eran gruesas y muy firmes, me sentĂ­a como un a modelo, de esas que tienen un cuerpazo, prĂĄcticamente, podrĂ­a ser una modelo, quizĂĄs a eso me dedicaria ahora con esta nueva vida.


ComencĂ© a posar frente al espejo, admirando con lucidez la perfecciĂłn de mi cuerpo, me sentĂ­a tan sexy, pero mi mente aĂșn ocupaba un lugar masculino de mi ser, esa parte masculina que estaba adaptĂĄndose a esta realidad que habĂ­a decidido empezar como mujer, mire mi entrepierna, sintiendo ese gran vacĂ­o entre las piernas, ahora ya no tenĂ­a mi miembro masculino, por lo que debĂ­a de comportarme como una señorita, debĂ­a de orinar sentada, debĂ­a de tener el periodo, esperar a no quedar embarazada o algo parecido.


Trate de concentrarme y buscar algo con lo que vestirme, no quería ser pervertido con mi cuerpo al empezar este nuevo camino, apreté un poco mis gemelas solo para juguetear con ellas como un bobo.


Tuve que empezar a aprender a ponerme lencerĂ­a, para sugetar mis pesadas tetas, luego acomodar mi tanga entre mis piernas, ponerme alguna blusa o un vestido era una buena opciĂłn, el resultado me tenĂ­a desconcertada, pues ahora lucĂ­a como toda una señorita, era una mujer en toda la extensiĂłn de la palabra, me sentĂ­a femenina y muy diva, Santa e habĂ­a pagado con intereses, pensaba, mientras admiraba el bello lugar en que ahora vivĂ­a, ¿SerĂĄ que mis padres tambiĂ©n habĂ­a cambiado o seguirĂ­a todo igual?


Practicaba caminando con mis tacones, si quería iniciar estå nueva vida tenía que aprender a comportarme como toda una mujer, tenía algunos tropiezos pero logré mantener el equilibrio, mis senos rebotan demasiado y por eso no es muy fåcil mantenerme en pie en todo momento, mi culo me ayuda un poco cuando se aprieta y me sostiene al caminar, aunque se me levanta un poco con los tacones, poco a poco logré maquillarme, con algunos tutoriales etc.


Me puse a investigar algo sobre mi nueva vida, llevĂĄndome todo el dĂ­a iniciar con este proceso de mi nueva identidad.


AĂșn quedaba un poco del 25, querĂ­a intentar salir como mujer por primera vez a la calle y distraerme, mientras caminaba, sentĂ­a las miradas de todos al verme, algunas de mujeres con envidia, otras de hombres morboseandome, pero ninguno era la mirada de amor que esperaba sentir.


Mientras paseaba fui pensando en como llevar a cabo las riendas de mi nueva vida, yo, una mujer de 27 años, licenciada en psicología, con maestría en pedagogía, soltera y sin compromisos, con un buen trabajo en el seguro publicó y algunos pacientes por el privado, no sabía quehacer ahora que se supone que era una psicóloga, supongo que escuchar y apoyar a mis pacientes.


No entendĂ­a realmente que era lo que tanto me nacĂ­a buscar entre tanta gente por las calles, sentĂ­a que algo me llamaba y necesitaba que el destino nos cruzarĂĄ en el camino.


El camino comenzaba a agotarme, llevar el peso de estås cosas no era nada fåcil, la espalda comenzaba a agobiarme, mis piernas me dolían de tanto caminar con los tacones, estaba decidida a qué estå sería mi nueva vida, soportado todos estos percances de mujer, supongo que ahora debía de ir al gimnasio para mantener este bello cuerpo.


Ya no podĂ­a mĂĄs, seguĂ­ hasta alcanzar un asiento en una cafeterĂ­a cercana que vĂ­ a unos metros de distancia, mis pies estaba comenzando a ser torpes, el buenos soplaba y mis nervios estremecĂ­an mi cuerpo.


Estaba apunto de llegar a la pequeña silla fuera de la cafeterĂ­a, mis pies empezaban a punzarme, mi corazĂłn comenzĂł a acelerarse, presentĂ­a que algo muy fuerte se acercaba, algo vital y especial que llenaba mi vida y mis sentidos de alegrĂ­a pero aĂșn no entendĂ­a que era lo que me atraĂ­a hasta aquel sitio.


De repente, mi pie tropezĂł por el tacĂłn con un agujero en el suelo de la calle, mis senos ayudaron a que perdiera aĂșn mĂĄs el equilibrio y caĂ­ por accidente chocando con un hombre enfrente, el cual venĂ­a acompañado de unos tres niños menores de 10 años quizĂĄs.


-¡Hay, perdĂłn, me tropecĂ© sin querer, fue un accidente!, Estos tacones apenas me aguanta el peso de mis tet..., PerdĂłn, apenas puedo controlar esto, es algo difĂ­cil, ¡Muchas gracias por ayudarme! -


Me sentĂ­a muy nerviosa, mis sentidos estaban a flor de piel, de repente, extraños sentimientos se mezclaron con mis nervios al mirar a aquel sugeto, sentĂ­a como si lo conociera de algĂșn lado.


-¡EstĂĄ bien señorita!, no se preocupe, no quise entorpecerme con sus senos..., Digo, entorpecer... Hay perdĂłn, no es mi intenciĂłn, no crea que soy un pervertido...-el hombre inocente me decĂ­s nervioso -


-¡Papi, no seas tonto, ayuda a la señorita, se ve que es bonita...! -la pequeña niña le decĂ­a sonriendo, sintiendo que algo bueno pasarĂ­a -


-¡Si, bueno, yo solo tropecĂ© sin querer, espero que no se moleste por pegarle con mis senos jeje! -me sentĂ­a tan torpe con lo que decĂ­a -


-¡Ay no jeje!, no se preocupe señorita, este..., que tal si le invito un helado o un cafĂ© para romper con esta mala racha de torpezas...-


-¡Me encantarĂ­a! -



Ambos nos sonreĂ­mos y reĂ­mos por unos segundos, nuestros ojos se miraron fijamente haciendo una especie de conexiĂłn muy especial, ambos sentimos que necesitĂĄbamos conocernos y entonces ese serĂ­a el inicio de una larga historia de amor.


Fin


-Kary-


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imĂĄgenes o vĂ­deos en comentarios, con los siguientes cĂłdigos:

[img]URL de la imagen[/img]

[video]URL del video[/video]