𝑳𝒂 𝒎𝒂𝒒𝒖𝒊𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒐𝒅𝒂𝒔 𝒎𝒂𝒈𝒊𝒄𝒂𝒔

-¡Mira José, aquí está la máquina que te decía! -Kevin le decía a su amigo -

-¡Es verdad, si existe! -José respondía emocionado -

-Vamos a probar, dicen que si te tomas una de esas sodas te conviertes en mujer -

-No creo que sea verdad, seguro es otra de esa bebidas espantosas -

Kevin y José estaban recorriendo la ciudad desde hace mucho tiempo en busca de una máquina mágica de sodas mágicas que supuestamente tenía el efecto de convertir en hermosas chicas a quien bebiera de ellas, pero la única condición era ser del género opuesto, y, al igual que existen sodas Femeninas para hombres, existen sodas Masculinas para mujeres.

Ambos chicos se encontraba caminando como cualquier otro día, cuando por fin se encontraron con la misteriosa y tan famosa máquina.

Kevin invirtió sus monedas en dos sodas magias para el y su amigo, y con algo de fe y curiosidad bebieron de ellas.

La bebida tenía un aspecto viscoso, aunque bastante dulce y sabroso, tanto que no podían dejar de beber de ella, parecía tener un sabor a cereza aunque a la vez algo ácido, estilo gaseoso.

Mientras los chicos bebían sin parar, sus cuerpos comenzaron a cambiar sin darse cuenta, sumergidos en la mágica y atrapante escencia de la soda, no solo su físico estaba cambiando, si no también su ropa.

Cuándo ambos chicos dejaron de beber hasta la última gota, comenzaron a sentirse extraños, fue entonces que sin pensarlo, se miraron uno al otro asombrados de ver frente a frente a una hermosa y sexy chica.

Poco a poco los chicos de antes 14 años miraban y acariciaban con morbo y miedo sus cuerpos, estaban totalmente asustados y a la vez excitados por descubrir que en verdad se habían convertido en un par de hermosas chicas.

-¡Mira Kevin, somos chicas! -José tocaba sus nuevas grandes tetas asustado -

-¡Si José, no puedo creerlo, de verdad funcionó! -Kevin respondía igual de asustado -

Los chicos estaban totalmente maravillados con sus cuerpos, de repente uno al otro comenzaron a tocarse sintiendo un extraño calor en su interior, un calor que no lograban comprender, como si sus nuevos cuerpos reaccionarán por su cuenta atrayéndose el uno al otro...

Luego de un par de sentimientos encontrados, los chicos se encontraban temerosos, no querían ser esas ardientes chicas toda la vida, miraron hacia la máquina notando que está estaba desvaneciéndose, con horror, Kevin intento golpearla pero era inútil.

Corrieron a sus casas sintiéndose atrapados y sin saber que hacer, notando como los hombres los miraban, pero antes de llegar a sus casas, Kevin y José tendrían que buscar ahora la máquina de sodas Masculinas para regresar a ser chicos antes de volver a sus casas, o planear muy bien lo que tendrían que decirle a sus padres.

-Kary-