𝑹𝒆𝒆𝒏𝒄𝒂𝒓𝒏𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒑𝒍𝒂𝒚𝒂

-¿Qué me ah pasado, no se qué hago aquí?, Lo último que recuerdo es como esa enorme ola me revolcó y ya no volví a saber nada de mi, ¿Qué es ésto?, ¡Son tetas, son tetas de mujer!, ¡No puede ser! -

Carlos estaba practicando surf, el valiente e intolerable chico de 27 años había estado practicando sus rutinas en su tabla a pesar de que la guardia marina le había dicho que no lo hiciera por mal tiempo, fue entonces que, ante su rebeldía, Carlos siguió practicando hasta que una enorme ola se pasó de lanza con Carlos revolcándolo hasta el fondo del mar donde ya nunca más se volvió a saber nada de él.

Carlos sin embargo, había chocado con una gran colonia de corales mágicos de una especie extraña y no encontrada aún, que llevo su alma hasta ama superficie en busca de un nuevo cuerpo.

Cuando Carlos despertó, sentía su cuerpo muy extraño, de repente se sentía de nuevo en la playa despertando gracias la golpe de los rayos solares en su cuerpo causándole calor, Carlos comenzó a mirar a todos lados hasta que encontró frente a el un majestuoso par de tetas muy grandes, sin pensarlo las estrujó golosamente mientras que todos lo veían al rededor estar de pervertido con el cuerpo de la chica.

-¡Oye preciosa, si tienes ganas te invito unos tragos y la pasaremos bien!-

-¡Lárgate idiota!-

Carlos estaba confundido, el macho renegado al que la vida le valía madres ahora se encontraba en un cuerpo desconocido, se sentía bastante extasiado y enojado al mismo tiempo pues no quería ser una mujer.

Carlos intentó saber que había pasado con su cuerpo siendo unas horas después casi al anochecer, cuando la guardia costera había dado con su paradero, su cuerpo estaba destrozado por el choque contra las rocas en el brusco movimiento de las olas, Carlos estaba devastado, lo peor, es que no entendía porque había reencarnado por así decirlo en el cuerpo de esa hermosa chica, ahora se sentía desprotegido y confundido, ¿Quién era ella y que debía de hacer ahora?

-Kary-