Desde muy pequeño siempre había sido un gran fanático de Dragón Ball, me gustaba mucho ver las aventuras de Goku con mis amigos, pero luego del paso de los años, todas esas costumbres se fueron perdiendo, siendo yo el único que quedaba del grupo, quien si bien fantaseaba con la idea de las esferas y sus deseos, jamás perdí la esperanza de encontrar algún día la forma de que una de estas me llevará al universo de fantasía en el que más deseaba estar.
Todo fue cuando encontré una esfera del dragón bastante bonita y de buen tamaño, la encontré mientras buscaba artículos mágicos en un sitio web de magia oscura, la cual, en cuanto vi la esfera, sabía que debía de estar conmigo.
Luego de meses de espera, por fin tenía la increíble espera del dragón en mis manos, no le veía nada de mágico, hasta que la toque por primera vez con mis manos, el sentir una conexión única recorriendo todo mi cuerpo me hizo sentir que una especie de fuerza mágica habitaba dentro de ella.
¿Porque pensar que necesitas de todas las esferas para pedir un deseo?
Miraba aquella hermosa esfera estrellada en mi mano, su brillante color me dislumbraba, sentía una fuerza muy poderosa emanando de ella y, como si está me lo hubiera pedido, no dude en pedir mi más anhelado deseo.
Fue entonces qué, mire hacia la esfera mágica de 4 estrellas y con toda la fuerza de mi fe desee ser parte del Universo de Dragón Ball.
Cerré los ojos experimentado un cosquilleo por todo mi cuerpo, algo me decía que pronto algo increíble sucedería, pensaba en lo increíble que sería por fin ser un Súper Saiayin, cuando entonces la esfera comenzó a brillar ilumiando todo mi cuerpo por completo.
Minutos después de que todo mi cuerpo fuera embargado por aquella magia extraña y asombrosa, todo comenzaba a verse despejado, la fuerte luz se calmaba y esperando a por fin ver todo mi mundo de fantasía hecho realidad, miré con tristeza que nada a mi alrededor había cambiado..., ¿O eso creía?
Pero fue cuando sentí la presencia extraña de unas partes extrañas en mi cuerpo, que fue que por fin entendí lo que pasaba, mirando como un torpe y pervertido aquellas dos bonitas y suavecitas tetas en mi pecho, guardadas y bien sugetas dentro del sexy traje de conejita que llevaba puesto, acompañado de un par de medias azuladas al igual que el cabellito verdoso que colgaba desde la palma de mi cabeza, en dónde se encontraban las orejitas que acompañaban vergonzamente el disfraz de coneja sexy que solamente una hermosa y voluptuosa chica de Dragón Ball llevaría en una situación como está.
-¡Maldita esfera del dragón, me convertiste en una mujercita, me llevaste al mundo que quería pero con el cuerpo de Bulma! -
Jadeaba mientras caminaba tintineando torpemente mis pasos debido a las bonitas zapatillas rojas que llevaba en mis pies, asombrado de lo sexy y buenota que me miraba usando esas ricas medias azules que solo le daban una buena presentación a mis sexys curvas de mujercita, sentía mi culito bien apretadito y rico al rebotar con cada paso que daba, mis senos también se sacudían con la agitada caminata que mis pasa daban hasta que finalmente llegué hasta la que era mi nueva familia,
Siendo toda una enorme sorpresa para mí saber que ahora existían mis personajes favoritos de toda la vida, no podía creerlo, ahí estaban Goku y Vegeta esperándome con la esfera del dragón que faltaba para revivir de nueva cuenta a Krillin.
-¡No esperen, necesito la esfera para volver a la normalidad! -
Les decía intentando no llorar al ver que querían arrebatarme la única manera de recuperar mi cuerpo, cuando en eso, el pervertido maestro Roshi comenzó a acercarse a mis nalgas, sintiendo sus manos acariciando mis glúteos y mis piernas, un sentimiento de pena y calentura recorrían todo mi cuerpo.
-¡Alejes viejo pervertido! -
Le gritaba mientras le soltaba un fuerte golpe antes de que esté metiera sus manos pervertidas en mis bragas de chica, fue entonces que sentí el terror de saber que ahora también tenía una vaginita, pero entonces mi Vegeta llegó con velocidad para golpear al pervertido que me manoseaba.
No entendía porque me sentía tan protegida y enamorada al ver lo que Vegeta había hecho por mi, fue entonces que recordé que ahora que era Bulma yo era la mujer del principe Saiayin y mis sentimientos debían de corresponderle al amor de mi vida.
-¡No! -
Gritaba llorando porque no quería amar ni ser la mujer de mi personaje favorito, al cual idólatraba y deseaba parecerme, ahora era la mujer, una humana súper inteligente y millonaria que ni siquiera podría transformarse en Súper Saiayin.
-¡Qué estás esperando mujer, dale la esfera a Kakaroto! -
Mi principe Vegeta me decía sin saber ya que hacer, pues si le daba la esfera a Goku recibiríamos a Krillin pero perdería la oportunidad de volverme un hombre de nuevo, me senté por un instante pensando mientras hacia berrinche como una chica caprichosa, pero..., ¿Porque perder está grandiosa oportunidad de manosear el cuerpo de Bulma?, Y si ahora sería Bulma, por fin estaría a lado de mi Príncipe Saiayin.
Atte: Kary La Brujita Escarlata
Interesante
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