𝐋𝐚 𝐞𝐱 𝐚𝐥𝐮𝐦𝐧𝐚

Pedro llevaba algunos días atrapado en el cuerpo del chófer del taxi maldito, según la leyenda, estaba por concluir el lapso de tiempo necesario para buscar otro cuerpo antes de que la maldición se volviera permanente.

Antes de ser atrapado, Pedro era un maestro de preparatoria de al menos 57 años, que luego de salir de clases tomo un taxi sin conocer su trágico destino, perdiendo su vida y su familia.

Mientras Pedro hacia su ronda buscando a algún pasajero para poder librarse de la maldición, el hombre pasaba por una disco, pensándolo mucho al mirar a los jóvenes salir a divertirse, pues ya hace muchos años que ya no se divertía ni vivía tranquilo como cuando era joven y sin preocupaciones.

Luego de un rato, Pedro estaba parado pensativo y sin hacer nada, cuando de repente una chica abrió la puerta de su taxi y se metió como si nada.

-¡Me..., Lleva a mi casita don por favor jajaja! -

La chica estaba en estado de ebriedad y apenas podía mantenerse en pie a causa de su condición.

De repente, Pedro volteando a ver a la muchacha se quedó impactado y bastante ansioso por haberle caído un increíble golpe de suerte en el último momento.

Pues la chica que se había metido a su taxi no era una chica cualquiera, era Andrea, una chica de 19 años quien había sido alumna de Pedro, una chica problemática y fastidiosa, que nunca quiso enderezar su camino, no era responsable y para variar se la pasaba de fiesta en fiesta sin cumplir con los trabajos ni sus obligaciones, aprovechada por ser de buena familia y sin preocupaciones, una chica a quien Pedro detestaba por siempre intentar humillarlo y provocarle muchos problemas.

Pedro estaba sorprendido, nunca pensó que se volvería a encontrar con Andrea luego de la graduación hace pocos años y mucho menos que ella sería tan estúpida como para terminar en un horrendo taxi que sería el castigo perfecto para la hija de papi.

Pedro condujo lento, aprovechando que la chica estaba ebria y cuando por sin llegó a su casa, la chica tomo el billete más grande para pagarle, Pedro estaba  ansioso, busco rápidamente el cambio para entregarlo a la chica en su mano, que al ponerlo en su delicada mano, pudo experimentar como sus vistas cambiaban.

-¡Oh, lo..., Logré jeje, soy... Ella, soy... Andrea! -

Pedro reaccionaba en su nuevo cuerpo, aunque el estado de ebriedad en el que estaba le hacía difícil concentrarse.

Andrea miró de frente sin entender que sucedía, notando como su cuerpo se hallaba fuera del taxi y por alguna orden mágica, conducía sin mirar atrás todo lo que había perdido por irresponsable.

Pedro intento caminar sin poder mantener el equilibrio, llevaba tacones afilados en sus pies y sus nuevos atributos no le facilitaban el movimiento.

Al llegar finalmente a su nueva habitación, Pedro se acercó al espejo admirando su nuevo cuerpo, estaba impactado la mirarse dentro del cuerpo de la estúpida de Andrea quien se fue sin saber que el se había adueñado de su cuerpo.

Pedro comenzó a quitarse la ropa y esas fastidiosa zapatillas, mirando su cuerpecito con mejor vista, sintiendo sus ricos pechos, el nunca hubiera imaginado que esa noche terminarla en el cuerpo de una chica y mucho menos que el cuerpo de una ex alumna y de las que mejor cuerpo tenían.

Pedro había despertado al día siguiente, encontrándose con su nuevo cuerpo, sorprendido de ahora ser una mujercita, Pedro estaba fascinado con su cuerpo, nunca hubiera imaginado que algún día podría tocar con sus propias manos el delicioso cuerpo de Andrea, luego de explorar bastante excitando su nuevo cuerpo.

Pedro pensó que sería un buen momento para pedirle a su nuevo papi un viaje al extranjero, dónde podría alejarse para siempre de Andrea y formar una nueva vida lejos de todo, disfrutando de su nueva cuerpo y de su nueva juventud.

Quería explorar el mundo, ser joven y toda una mujercita, experimentando placeres que nunca en su vida había vivido.

Pedro miró toda una nueva y excitante vida en el espejo, tendría que hace muchos cambios en su nueva vida, pero ahora podría decir que tocar esos suaves y delicioso senos de Andrea, era la mejor experiencia que había tenido en su vida.