--Les dejo aquí el segundo capitulo de
esta historia, espero que les agrade, sus comentarios me motivan a
seguir escribiendo!—
La idea de cambiar con una mujer me
había obsesionado completamente, desde ese momento solo había
podido pensar en ello, y dedicaba todo mi tiempo libre para poder
buscar a la candidata correcta. No podía negar, cuando había tenido
la idea me había asustado n poco, pero, ¿Por qué no?, al fin y al
cabo, quería dejar la horrible prisión de cuerpo que tenía y como
mujer podría saciar mis más bajos deseos.
Por supuesto, no permití que la
emoción nublara la sensatez de mi objetivo, tarde casi tres días en
encontrar a mi presa, o como ahora quería pensarlo: mi verdadero
cuerpo. Había estado evaluando muchas cosas, si bien mis candidatas
siempre fueron jóvenes hermosas, quería una buena vida, estabilidad
económica y tendencias en sus redes que me pudieran servir.
Mi verdadero cuerpo se llamaba Karina,
tenia 24 Años y se había graduado hacia unos meses titulándose
como ingeniera en Programación.
No podía ser más perfecta, al haber
encontrado su perfil y sus características no había podido evitar
imaginarme como era, tan solo imaginarme el tocarla hizo que mi
miembro reaccionara, y cuando trate de pensar cómo sería tener su
cuerpo sentí como la eyaculación fue casi instantánea. Eso me
molesto, la maldita precocidad de este cuerpo no me había dejado ir
más allá con mi fantasía, pero no importaba, era hora de trabajar.
Dado que vivía solo y no tenía más
gastos, había podido juntar algo de dinero que invertí en un
portátil que será lo más importante en esto. Con mis habilidades
de programación y conocimiento técnico había comprado algo de
equipo que me permitiría indagar más a fondo sobre Karina, no sería
fácil, pero mi obsesión con mi meta se había vuelto total, lo
único que me detenía de ello, era cuando tenía que dormir, el
portátil podía llevarlo a la tienda donde trabajaba y además,
comer mientras lo usaba.
Lo primero que tenía que averiguar era
todo lo básico, me sorprendí de mi suerte al poder enterarme que
vivía en el otro extremo de la ciudad, pero era mi ciudad, era una
muestra del destino, ese cuerpo debía ser mío.
Pasaba horas completas leyendo y
releyendo todo lo que había en sus redes, reacciones, convivencias,
y amistades. También empecé a tomar una seria nota de su forma de
vestir y sus gestos y expresiones. Tomaba nota de las horas en que
tenía alguna interacción y también empezaba a comprender sus
hábitos.
Jamás había dedicado tanto a algo
pero era más obsesivo cada vez. El dinero que normalmente gastaba en
video juegos lo gaste en varios libros de psicología y Psico
análisis, necesitaba aprender a entrar en la mente de Karina, o
dicho de otro modo, entender la mente que estaba usando mi verdadero
cuerpo.
Ella parecía una chica muy normal, las
selfies en un tiempo me decían que ella tenía razón de su
atractivo, salía de vez en cuando, pero después de su graduación
las salidas habían disminuido, de hecho, después de hacerlo había
tomado un puesto de secretaria, cosa que no entendía. Era hora de
dar un paso más.
Todo debía tener un orden, primero
debía ver desde afuera y luego desde adentro. Llevaba casi un mes de
investigación y cada noche fantaseaba más y más con los
resultados. Ahora mismo sabia el nombre de mis futuros padres,
amistades, done había estudiado, entendía muy bien la rutina de
Karina y empezaba a poder predecir lo que iba a subir, compartir y
hacer en sus redes. Esa noche después del trabajo, nervioso encendí
el portátil para hacer lo que había querido hacer desde hace mucho:
Hackear sus cuentas. Para mi, era pan comido, no pude evitar sentir
una reacción dentro de mi cuando pude acceder a sus perfiles y redes
sociales. Cerré los ojos imaginándome ocupando ese cuerpo y
entrando, era mi primer acercamiento o lo más cercano que estaba a
ser Karina.
Lo fantástico es que ella nunca sabría
que estaba ahí, ella podía usarlas mientras yo observaba
exactamente que es lo que hacía. De hecho trabaje toda la noche para
programar mi entrada a su vida. En cuanto ella se conectase a través
de su computadora o celular, me dejaría enlazar mi portátil a ella
para tener todos sus archivos y conversaciones a mi disposición.
Casi reboto en mi silla cuando no
tardaron más de diez minutos en que ella pusiera un “Buenas
noches” en su Facebook. ¡Era mía!. El programa empezó a
trabajar, ahora ella no podría hacer nada sin que yo no lo supiera,
cada texto, cada mensaje desde su celular o computadora estaría a mi
alcance.
Como era obvio, mi trabajo a partir de
esa noche fue más intensivo. Pasaba mis horas y días, leyendo todas
sus conversaciones desde el principio, de cabo a rabo, desde la
creación del chat hasta su final, y constataba las fechas con mis
apuntes de lo que había pasado detalladamente. Necesitaba recordar y
memorizar todo, esa sería mi vida y en la demanda seria crucial cada
pequeño detalle que pudiera estar a mi favor. Dos semanas después
de que había empezado a estar al tanto de sus textos, cosa que
apuntaba cada vez que veía que ella usaba su celular o enviaba un
texto, encontré que ella poseía una cuenta más en Facebook.
Era desconcertante, y me había
asustado, porque so podía cambiar toda mi investigación. Cuando
ingrese a dicho perfil, este tenía un pseudónimo, estaba como
“Kandybunny”. La foto de perfil era una caricatura de un conejo
que me parecía ridícula, y solo tenía agregado a una persona. Mi
interés fue inmediato, su última entrada había sido hacía varios
meses, y en su muro no ponía mucho, salvo algunas imágenes y
estados en donde ella hacia alegorías al amor, el romance, etc.
Al abrir la conversación tarde
bastante en encontrar el inicio, algo ardió en mi mientras leía,
hacía dos años, ella había abierto esa cuenta y había empezado a
conversar con alguien que también tenía un pseudónimo “Nonano”,
sin embargo conforme leía, me enteraba que en realidad era un chico
llamado James, que vivía en Canadá. La conversación se volvía
melosa con el pasar de los días, y también había insinuaciones por
parte de Karina, el odio ardía en mi cuando llegue a la parte donde
intercambiaban fotos y selfies, nada sugerente, pero sentía que ese
idiota se metía con MI CUERPO. Casi llore como si me arrebataran
algo cuando leí que se querían poner de acuerdo para que Karina
viajara con el a Canadá, porqué querían una relación, sin
embargo, tan solo dos meses después de ese mensaje, Nonano (James),
le había dicho que tenía que decirle la verdad, que estaba con una
chica y que era mejor que Karina no viajase allá, que no quería
lastimarla y cosas similares. Mi corazón latía d felicidad, al leer
la obvia tristeza de Karina en sus mensajes y que el pedía perdón
pero que ella no quería saber nada.
Rápidamente tome mis apuntes y compare
las fechas con todas mis observaciones, había llenado ya más de
seis libretas ordenadas en orden cronológico y de importancia.
Jadeaba solo por la excitación al ver que desde esa fecha, es decir,
unas semanas después de graduarse Karina había cambiado, si bien en
mis apuntes lo había tribuido a terminar su vida escolar y que ya no
vería tanto a sus amigas, esta era la razón, ella había empezado
a vestirse un poco más recatada, en sus conversaciones ella decía
que debía ser así porque era una profesional y aunque ella lo
atribuía al trabajo de secretaria, había dejado de salir mucho con
sus amigas y disminuido sus idas al gimnasio.
Yo sabía todo de ella, tenía sus
redes y su celular en mis manos, así que nadie, nadie sabía de ese
tal James ¡solo yo! Mis manos temblaban suavemente. Hice una copia
de toda la conversación antes de eliminar el Facebook, después de 3
meses de no haber entrado, dudaba que volviera a hacerlo. Mi mente ya
trabajaba a toda máquina, estaba encantado con James, sin saberlo,
el era quien me dejaría tener mi verdadero cuerpo.
En los subsecuentes días, me la pase
planeando muy bien todo. Había creado una cuenta de Facebook en la
que ingrese toda la información con veracidad de Karina. Use su
nombre e incluso tome una de sus fotos para el perfil. Era momento de
empezar con lo más importante de todo: rumorología, una mentira
dicha miles de veces puede volverse una verdad.
No tarde en mandar solicitud a todas
las amigas de Karina, o mejor icho mis amigas. Durante las semanas de
estudio entendí que debía entrar en mi papel, debía mentalizarme,
yo era Karina, yo, la verdadera, atrapada en esta porquería de
cuerpo y necesitaba ayuda para recuperar mi cuerpo, mi hermoso, joven
y trabajado cuerpo. Agite un poco a cabeza para evitar entrar en mis
fantasías. En cuanto aceptaban mi solicitud, enviaba el mismo
mensaje.
“!Amiga!, Por fin me aceptaste, por
favor, necesito que me ayudes, por favor, te necesito, soy yo Karina,
la otra es una impostora, ¡Me robo mi cuerpo hace meses!, ese ladrón
no soy yo tienes que ayudarme!”
Sembrar el rumor y la discordia era
elemental, por supuesto, mande una solicitud a su perfil original y
envié un mensaje aunque no aceptase la solicitud.
“Maldito ladrón, desgraciado, no te
vas a salir con la tuya, al fin puedo probar que me robaste mi
cuerpo, maldito”
En las siguientes horas y días recibí
mucho s mensajes, algunos se reían de mí, otras me tachaban de
loca. Sin embargo, era por eso que había estado meses estudiando y
preparándome.
“Por favor créeme Carolina,
¿recuerdas cuando….”
“Gina, soy yo, recuerdas nuestro
secreto…?”
“Raquel, no me dejes así, por favor,
recuerda que yo te ayuda cuando…”
Consecutivamente podía dar datos y
hechos tan personales y privados que el rumor se haría más fuerte.
Por supuesto no tardó mucho en llegar la respuesta de Karina, me
tachaba de loco y mentiroso. Sin embargo yo no iba a ceder.
“No te saldrás con la tuya
desgraciado ¡Devuélveme mi vida!. Voy a demostrárselo a todos!.
Si algo había aprendido de Karina, es
que su belleza superaba su inteligencia, era propensa a ser emocional
y dejarse llevar, y discutir con ella cuando estaba enojada y
desesperada me daba la ventaja. Aseguraba que todas “mis” amigas
estarían de mi lado, porque ella era una impostora y ladrona que me
había robado mi vida.
Karina vivía sola, de modo que un fin
de semana, había tomado el autobús para llegar a una casa, pero no
a la de ella, si no a la de sus padres, o mejor dicho, mis padres.
Respire hondo repasando todo mentalmente, con la ruptura o el
abandono de James ella se había vuelto también más distante de sus
padres, tenía que usar todo a mi favor.
Cuando toque la puerta me abrió una
mujer de avanzada edad que me miro con confusión.
-¿Qué desea?
-Mama… - dije en un tono bajo
obligándome a tener lagrimas en los ojos y cubriendo mi boca con mis
gordas manos. El lenguaje corporal lo era todo y la forma en que
abordara a esta mujer.
-¿Disculpe? – dijo la señora
claramente sin entender.
-Mama.. soy yo Karina.. por favor, no
te asustes, necesito que me escuches – dije entre sollozos haciendo
mi máximo esfuerzo para que las lágrimas salieran – po-por favor,
solo escúchame dos minutos – pedí cuando vi que iba a cerrar la
puerta – re-recuerdas cuando era niña y tenía seis años, y santa
me trajo el triciclo que había pedido, si… si, y ese mismo día me
lastime ese día por jugar con el.. y- y tu te enojaste con papa,
porque decías que “Santa” no debía haberme traído algo
peligroso…
El efecto fue un shock para la mujer,
era algo personal y privado que había encontrado en las redes,
tantos recuerdos que ponía accesibles para todos, ahora eran mios y
estarían en su contra.
-Por favor… - rogué juntando mis
manos….
“Mi madre”, llamo a su marido, un
hombre que estaba perdiendo el cabello y con gafas de montura de
carey. Mi drama y actuación fue la misma hacia mi padre.
Mencionándole cuando a los catorce años había salido sin pedir
permiso con mis amigas y él se había preocupado tanto que había
salido a buscarme por la ciudad en el auto.
Cuando me permitieron entrar sabía que
el juego estaba a mi favor. Tenia que seguir actuando, tenía que
convencerlos. Pasamos a la sala en donde empecé la historia que
había ensayado mil veces en los últimos días
“Hacia unos meses, después de
haberme graduado, tras dos semanas, había decidido salir con mis
amigas a celebrarlo en un viaje a la playa. Cuando habíamos ido al
antro, me sentí mareada después de que tome una bebida, seguramente
me habían puesto algo en el trago, fui al baño y de ahí no
recordaba más, si no estar en una bodega en una parte de la ciudad
en este asqueroso cuerpo”
“Mis padres”, hablaban en voz baja,
ese viaje había sido justo cuando Karina había recibido el mensaje
de despedida de James, así que seguramente se había ido de donde
estaba con sus amigas para estar sola. Era mi coartada perfecta.
Ellos murmuraban que después de eso ella había querido vivir sola y
rentado un apartamento, además había empezado a cambiar de actitud.
Parecían asustado, sabía que todo estaba armado y hecho a mi favor,
había sido cuidadoso en armar mi historia. Y tuve que evitar sonreír
cínicamente cuando escuche del señor decir
-“Vamos a abrir una demanda en la
corte para que se siga el caso”
Era el inicio… El cuerpo de Karina
iba a ser mío.. o mejor dicho, iba a recuperar mi verdadero cuerpo.
--Perdon si ha quedado un poco largo
pero quiero darle mucho trasfondo. Por favor, comenten y den sus
ideas o lo que les ha gustado y lo que no. Me ayuda mucho!--
Interesante...
ResponderBorrarMe gusta como desarrollas la historia promete mucho sigue así
ResponderBorrarExcelente, :)
ResponderBorrarEstá genial
ResponderBorrarInteresante historia
ResponderBorrarBuena continuación
ResponderBorrarMuy buena historia espero con ansias el siguiente cap y espero que dure mas me gusta que cada cap sea mas largo
ResponderBorrarEsta historia me tiene enganchada. Con muchas ganas de que ver el siguiente cap =)
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