Staissy
comenzaba a sentirse mareada, ella pensaba que el trabajo la estaba acabando
desde temprano pues apenas llegaba de su casa instalándose en su oficina,
cuando luego de tomar un sorbo de su café el cual le había preparado uno de sus
asistentes la había puesto mal, su corazón latía fuerte y sentía que su pecho
estaba siendo oprimido por una gran presión, su mente también estaba siendo
afectada dándole giros y dolores muy fuertes, todo so hacia que la chica
sintiera como su cuerpo comenzaba a paralizarse poco a poco perdiendo la
movilidad de su cuerpo, Staissy cayó en su silla de escritorio, sus piernas se
abrieron al compás mostrando el interior de su falda el cual dejaba correr la
brisa del aire dentro de ella lo que hacía
que su piel se erizara hasta su vagina, pronto, la chica parecía que estaba
siendo convertida en una espectadora de su propio cuerpo justo cuando noto como
sus manos actuaron por cuenta propia
dirigiéndose hacia sus grandes tetas las cuales amaso salvajemente
exprimiendo la sensibilidad de ambos senos con lesividad, su boca exhalo un
sutil gemido el cual la convirtió rápidamente en presa de su propia perversión,
sus ojos estaban dirigidos hacia todos lados explorando el ambiente en la
habitación hasta regresar al centro de sus tetas sujetadas por sus manos y
apretando con más calma y suavidad cada teta en su escote, pronto todo su
cuerpo comenzó a moverse por su cuenta dejando a Staissy como una simple
huésped dentro de su propio cuerpo la cual estaba siendo controlada por algo
desconocido que la ponía tensa en su subconsciente, la chica quería gritar y
golpear con todas sus fuerzas para pedir ayuda lo cual estaba resultando
verdaderamente inútil, -Oh, pequeña zorra estúpida, jamás podrás recuperar el control
de tu cuerpo, ahora no eres más que una espectadora de ti misma, mientras que
observas como convierto tu imagen creída
de empresaria en la mujer más
puta que se haya conocido –la voz de la chica se escuchaba tan malévola y
perversa que la asustaba a ella misma
sin saber qué es lo que sucedía, un demonio habría tomado su cuerpo o algo
parecido y la estaba controlando con malas intenciones.
Staissy
se sentía muy temerosa, algo se había metido en su cuerpo a la fuerza y estaba
destruyendo su vida, Carlos un hombre de 45 años, estaba fastidiado luego de
tener tantos años trabajando para la empresa de Economía donde labora, luego de
que Staissy llegará a la empresa y con su gran trabajo llegara a un alto puesto
siendo tan joven y desalineada para un gusto
profesional, pensaba que simplemente
gracias a sus grandes tetas y su culo de infarto se había acostado con el jefe
para que le diera el puesto que ella quería con tal de pisotear a quien quisiera,
muchos hombres en el departamento de contabilidad estaban a su cargo siendo sus
trabajadores en el área administrativa, algo que a Carlos como a algunos de sus
compañeros tenían con mucho orgullo y envidia sobre de sus propios traseros,
habían investigado la forma de hacer que la chica se viera perjudicada de
alguna manera en la que todo su prestigio cayera vertiginosamente hasta que ya
nadie la viera como la supuesta mujer
decente y trabajadora que era, Carlos
había encontrado en internet un hechizo para
atraeré el mal, un hechizo el cual era capaz de atraer a un Súcubo, un
demonio siendo un ser capaz de dominar a su víctima en la sumisión y en la
perversión mediante un recipiente el cual es el cuerpo de Staissy, quien
dominaría para que su imagen quedara afectada con la maldición de la dominación sexual controlando
su cuerpo.
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Staissy
era controlada por el súcubo en su oficina, el ser sediento de perversión
estaba enfocado en sus senos, los apretaba constantemente sacando todo el
provecho posible de sus grandes masas sensibles y lujuriosas, la chica
se estremecía en el interior
sometida ante los deseos vanos del
demonio, estaba chillando entre orgasmos que se incrementaban gracias al poder
del demonio quien intensificaba la fuerza con la que Staissy experimentaba sus
orgasmos, era como un títere para el
súcubo quien controlaba su cuerpo mientras que los empleados escuchaban
todo fuera de su oficina, Carlos estaba
escuchando todo, sonreía sínicamente sabiendo que el hechizo tenebroso había
resultado, la puta de Staissy había caído en la trampa luego de tomar el café embrujado que había dejado en
su escritorio en la mañana, el súcubo había poseído su cuerpo y ahora la estaba
controlando dejando su imagen como una puta
sedienta de sexo señalada por la mirada y la opinión de todos en la
oficina, los orgasmos de la mujer se hacían cada vez más grandes mientras que Carlos se metió en la oficina cuando
Staissy estaba en su transe sexual con el súcubo, Carlos se acercó grabando a
la mujer teniendo relaciones sexuales consigo misma, inclusive su aura parecía
otra, un poco más maligna con un calor desenfrenado que despedía por todo su
cuerpo, un calor sexual con un olor vaginal muy grande de feromonas que
comenzaban a atraerle, pronto Carlos dejo la cámara a un lado y se acercó a la
exuberante mujer poseída, al tomarla, el súcubo sujetó las manos de Carlos
acercándolas a sus grandes tetas, el miembro de Carlos se puso erecto inclusive
creciendo un poco más de lo normal, pero él no lo notaba, el súcubo estaba
absorbiendo parte de su alma pues del sexo se alimentaba, Carlos comenzaba a
sentir fuertes espasmos en todo su
cuerpo, el calor era tanto que hasta sus ropas fueron destruidas sin notarlo,
ambos estaban cogiendo desnudos sobre el escritorio cada uno perdido ante la
posesión del demonio sobre ellos, Carlos estaba en una fascinación total
cogiéndose a la tipa que le había rito sus aspiraciones en la empresa,
tomaba sus grandes chichotas con fuerza
desmedida mientras que el súcubo gritaba aún más de placer haciendo que Staissy
gimiera sin control, pronto el caliente semen de Carlos penetro el interior de
la matriz de Staissy sintiendo como su cuerpo era embargado por una gran
cantidad de placer nunca antes experimentado, la chica no podía parar de gemir
y el súcubo no abandonaba para menos su cuerpo, solo descansaba de tanto
alimentarse de lo rico que era el sexo entre una hembra y su macho, Carlos se
levantó intentando tomar calma, notaba su cuerpo desnudo mientras que miraba a
un lado a Staissy quien intentaba golpearlo notando que estaba recuperando la movilidad
de su cuerpo.
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Staissy
y Carlos habían sido llamados a la oficina de su jefe, estaba tan molesto por
los reportes que habían llegado, mientras
que ambos lucían agotaos y vestidos con ropa emergente que habían
conseguido de alguna forma por sus ayudantes, Staissy no dejaban aun de sentirse
caliente, parecía que tenía ganas de más, el súcubo era una total devastación
para sus sentidos, elevaba sus gustos y hormonas sexuales al máximo lo que hacía que se sintiera sensible y excitada todo el tiempo,
Staissy estaba caliente sintiendo como su vagina se mojaba constantemente
mientras hablaban con su jefe, el hombre también se sentí intimidado ante
la presencia de la mujer quien no paraba
de sudar y emanar un aura extraña que lo hacía estremecerse y sentís agobiado
sexualmente por ella, sin embargo rápidamente decidió despedirlos a ambos,
Carlos estallo e cólera reclamando por el suceso siendo la mujer quien estuvo
se ofrecida habiendo varios testigos que justificaban el hecho de que la chica
era quien se encontraba masturbándose exageradamente e en su oficina haciendo
mal uso de sus facultades, pero el haberse metido en el camino del súcubo mismo
que no dijo para no ser expuesto a un peor castigo, terminó por sucumbir ante
los deseos y poderes sexuales del súcubo quien lo domino totalmente como a
Staissy haciendo que ambos mantuvieran relaciones sexuales, Staissy estaba muy
apenada pidiéndole otra oportunidad a su jefe, la chica estaba mostrando sus
grandes senos sin saberlo, tomo sus manos en automático abriendo su escote
mostrándole sus chichotas a su jefe quien rápidamente se sintió intimidado,
Staissy sonrió perversamente, hasta que
de repente noto el cambio repentino en ella, ella no actuaba de esa
manera ante sus superiores, respetaba
mucho su trabajo y ahora ella misma estaba siendo desprestigiada sin poder contenerse, la chica volvo en sí y tomo sus cosas rápidamente antes de que pudiera empeorar más su caso, todos en
la oficina abuchearon a ambos sujetos quienes ahora tenía la maña fama de
exhibicionistas sexuales, Staissy estaba
muy apenada, no tenía la menor idea de
lo que pasaba, pero constantemente sentía una intensa excitación hacia ella
misma y sobre todo tenía ganas de
meterse algo en su vagina, durante la noche, estaba sola en su departamento,
pensaba con angustia como podría pagar todos sus gastos siendo que la acababan de
correr del mejor de sus trabajos,
mientras pensaba, Staissy comenzó a tocar sus tetas suavemente a pasos
tranquilos, luego sin notarlo, perdió el conocimiento y antes de que
pudiera hacer algo, su mente parecía perdida, ni ella misma estaba consciente
de lo que hacía cuando su propio cuerpo comenzó a tomar la iniciativa, se
vistió de la manera más provocativa y
salió a las calles en la madrugada, la chica caminaba con una minifalda que le
llegaba hasta las medias nalgas, sus piernas se veían libres y se notaba el
cuidado tan firme que tenían, su blusa
corta dejaba ver con un gran escote sus grandes tetas las cuales rebotaban
haciendo que se notara toda su
sensualidad en ellas, el súcubo no perdía el tiempo poseyendo y controlando la
mente y el cuerpo de Staissy, sabía que su nuevo cuerpo era toda una joya para liberar y sacias su hambre todo lo que
pudiera hasta consumir el alma de la chica completamente a su merced, el súcubo
no perdía el tiempo y aprovechando que era media noche aprovechó que sus
poderes estaban aún más elevados y que en la oscuridad con la luz de la luna
sería más fácil conseguir hombres hambrientos de sexo que quisiera cogerse a la
más puta que se encontraran primero, claro, ayudaría a Staissy a mantener su
preciado cuerpo y su vida ahora que lo tenía todo gracias a su nuevo recipiente
que lo alimentaria de sexo todas las noches
usando su propio cuerpo para mantenerse como la puta en que se había
convertido, Staissy ahora era controlada mentalmente por el súcubo quien
ya no parecía estar molesta por dejar
que el demonio usara su cuerpo para alimentarse de un buen sexo nocturno.
Liberar a un su cubo siempre trae co secuencias porque son tan indaciables que terminan desgastando a su recipiente... Aunque hasta que eso suceda Staissy hará feli es a muchos hombres.
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