¡𝑴𝒊 𝒐𝒕𝒓𝒐 𝒚𝒐!

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Me sentía tan mal de verme siempre en el espejo, de mirarme y desear soñando despierto en verme convertido en una nena, era mi sueño y mi fantasía más grande, deseaba tener todo lo que las niñas tiene y yo no, tener senos y una vagina entre las piernas, poder usar falditas, vestidos, zapatillas, maquillarme y traer el cabello largo, pasaba todas las noches deseando poder mirarme en el espejo y ya nunca más mirar mi cuerpo de hombre vestido de mujer, si no verme como una mujer real encarnada en el espejo.

Pero todo cambio aquel día en el que me estaba mirando en el espejo, era una noche de madrugada, mientras me arreglaba cuando nadie me miraba, había una tormenta muy fuerte dónde los rayos tocaban a ráfagas, me había terminado de arreglar, me miraba tan excitada frente del espejo alucinada ante mi imagen femenina, suspirando y deseando poder ver lo que no tenía realmente, solté un leve gemido cuando un rayo alcanzó mi ventana recorriendo todo con su fuerza, pero fue en ese momento que yo tocaba el espejo que sentí como una fuerza extraña me introdujo en el y me llevo a un lugar distinto.

Luego de un par de segundos de sentir una fuerte conmoción, entre en si admirando mi imagen frente al espejo, me parecía que seguía siendo yo pero algo en esa forme imagen me decía que era alguien más, suspiré anonadado mientras reconocía mi reflejo en el espejo, realmente me miraba mucho más linda y femenina, pero entonces, un movimiento turgente me estremeció, mire hacia mi pecho encontrándome con ese par tan agradable y sensible que ahora eran mis senos.

Con impresión los sostuve con mis manos aún conmocionado por la impresión, se sentían tan suaves , tema sensibles y tan firmes a la vez, era una montaña rusa de sensaciones desbordándose dentro y fuera de mi, regrese la mirada hacia el espejo admirando la belleza de mi cuerpo, realmente me había convertido en una chica, pero de alguna manera sentía que conocía a esa chica, no era diferente a mi, pero era realmente femenina, era una mujer en su totalidad.

Revise entre mis piernas para asegurarlo, encontrándome con un golpe hueco en el estómago la sorpresiva realidad, ya no tenía mi órgano, tenía una vagina entre las piernas cubierta por una delgada y suave panti, podía sentir lo viscosa y sensible que era, podía frotarla sutilmente provocando que mi cuerpo se estremeciera a tope.

Luego de un rato de autoexploración, me mire confrontado en el espejo que había iniciado todo, realmente era una mujer o era un ilusión de mi conciencia, estaba dormido, drogado, o en una dimensión perdida en el espacio luego de mi muerte, toque el espejo intentando encontrar las respuestas que necesitaba, pero simplemente me veía a mi mismo o a mi misma como tanto había deseado, parecía que la tormenta había cesado y me fui a la cama a dormir esperando despertar o nunca despertar de este hermoso sueño.

Para mí fortuna o desfortunio, desperté siguiendo siendo está hermosa chica que más bien parecía ser mi versión femenina de otra dimensión, de una dimensión paralela pero era yo y mi otro yo, me acerque al espejo una vez más para confirmarlo asombrado con la bella imagen de mi cuerpo, me sentía tan feliz ahora que había conseguido lo que tanto yo deseaba, ser una mujer, ser una linda chica sin que nada ni nadie pudiera detenerme, podría vestirme como deseaba, mirando mi closet con toda mi linda ropita de chica, maquillarme como tanto deseaba y poder verme como toda una señorita, usar faldas, vestidos tacones y blusas escotadas, aprovecharía está oportunidad de la vida al máximo sin preocupaciones.

-Kary-