𝑫𝒆 𝒗𝒊𝒆𝒋𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒔𝒕𝒊𝒕𝒖𝒕𝒂 𝒂 𝒓𝒊𝒄𝒂 𝑴𝒊𝒍𝒇

-¿Que haces aquí?, este ya no es tu cuerpo, ¡Vete de aquí o llamaré a la policía maldita puta! -Pamela le gritaba a una frágil Ashley intentando recuperar su cuerpo -

-¡Por favor, mi hijo es lo único que tengo! -Ashley le suplicaba arrodillándose -

-Si por mi fuera corría a tu hijo de esta casa, es insoportable, no me deja disfrutar de todos estos lujos que ahora puedo darme -

-Entonces déjame llevármelo yo lo cuidaré, es mi hijo -

-¡Por su puesto que no!, El es mi hijo ahora y tú eres una puta incapaz de mantenerlo, llamaré a la policía para que te lleven por secuestro si intentas hacer algo para quitármelo, ahora lárgate de mi casa -

Pamela era una mujer mal viviente, siempre fue una chica rebelde y jamás quiso escuchar a sus padres, no termino la escuela esperando a que un hombre la quisiera y la mantuviera por su buen cuerpo, pero las cosas no salieron tan bien como ella creía.

Cuando conoció a un hombre que la ilusiono con mantenerla, solamente la engaño, se la llevó muy lejos de sus padres con engaños solo para meterla como una prostituta en un bar de mala muerte, Pamela estaba devastada, pero no podía escapar ni intentar nada porque si no la matarían, ella sabía que había hecho mal en tomar esta vida desde un principio, paso años deseando poder tener una segunda oportunidad, poder ser libre y disfrutar de una mejor vida, pero jamás llegó, se volvió una vieja conocida del lugar y su cuerpo ya estaba arrugado y desgastado, ya no era necesaria en el lugar y simplemente se había convertido en una prostituta veterana que daba privados casualmente a los hombres más degenerados que esperaban acostarse con una puta avejentada.

Pero un buen día mientras paseaba por la calle esperando a que un cliente le cayera, Pamela pasaba por la plaza, miraba a la gente feliz y sin aparentes problemas, pensaba en todo lo que había perdido y deseaba, fue entonces que Pamela noto a lo lejos a una despampanante mujer, era como una diosa, una muy sexy y adinerada mujer que parecía tenerlo todo, a su lado se encontraba un niño de unos 8 años y se miraban bastante felices, ella los observó por un buen rato, Pamela noto como la mujer consecuentaba a su niño con todo lo que le pedía muy felizmente, ella también se compraba ropa muy linda y cara, al final los noto irse perdiéndoles el rastro y Pamela tuvo que regresar para darle la cuota a su padrote.

Los días pasaron y Pamela no dejaba de pensar en la gloriosa mujer que había encontrado, pensaba con una idea retorcida en su mente que ese cuerpo tenía que ser suyo, Pamela busco a una bruja, le platico la situación y como era casual para la mujer escuchar este tipo de lamentos y peticiones extrañas, le entrego una moneda sin más.

-Tienes que tener a tu objetivo de frente, deberás entregarle está moneda en su mano y un vez que lo hagas obtendrás su cuerpo, el hechizo es permanente, así que no habrá ninguna manera posible de que la mujer intente un plan para recuperar lo que era suyo -la anciana bruja le decía a la desesperada Pamela -

Pamela pago con algo de sus ahorros de toda la vida, sería un pago justo para obtener la vida que deseaba, sin más, se apresuró hacia la plaza donde había visto a la mujer, paso horas sin encontrarla, así fue hasta que pasaron días y semanas, hasta que una noche, Pamela encontró a la mujer paseándose sola buscado algo de ropa y totalmente distraída sin saber lo que le esperaba.

Pamela se acercó, y como vil puta que parecía entro a la ostentosa tienda de ropa, analizó bien a la hermosa mujer y aprovechando un momento de descuido, Pamela se acercó acorralándola en una esquina.

-¡Hola perra! -Pamela la sorprendía tomando su mano y colocando la moneda en su palma -¡Tu cuerpo será mío y solo mío de ahora en adelante! -

Pamela predicaba las palabras del hechizo desde las entrañas deseando con todas sus fuerzas arrebatarle la vida a la asustada mujer quien se había quedado petrificada del miedo, segundos después, ambas mujeres experimentaron una especie de mareo y una corriente extraña atravesar sus cuerpos, parecía que sus almas salían por sus bocas y entraban en el cuerpo de la otra.

-¿Pero qué pasó? -la mujer miraba su propio cuerpo frente a ella, una sensación de malestar comenzó a desestabilizarla -

-¡Lo logré! -Pamela escuchaba su dulce y firme voz, miro hacia abajo para confirmarlo notando las grandes y firmes tetas en su pecho, su piel morena y su cara vestimenta -

-¿Qué fue lo que me hiciste? -le decía una Ashley confundida producto de el efecto de las drogas que consumía Pamela a diario, su cuerpo en mal estado y viejo por el paso del tiempo -

Pamela se sintió mucho mejor como nunca antes recordaba, tomo todas sus cosas y salió huyendo del lugar dejando a una Ashley desconcertada.

Pamela descubrió su nuevo auto y corrió sin saber manejar del todo hasta su nueva casa en un lugar privado y totalmente lujoso, entro feliz a su nueva casa, luego de haber corrido kilómetros con una tremenda adrenalina, esperaba que un sujeto musculoso y totalmente millonario la saludara pero solo apareció una criada con su niño.

-¡Mami, ya llegaste! -la abrazaba en infante -

-¡Buenas noches señora!, que bueno que llegó, ya dejé todo en orden, es hora de retirarme hasta mañana -la criada le decía -

-¡Mami me trajiste el juego que te pedí! -el niño le gritaba aturdiéndola -

-¿Qué juego?, Emm, si supongo que está en una de estas bolsas -la nueva mujer las arrojaba al suelo y el niño sin problemas se aventaba feliz de encontrarlo -

-¡Gracias mami! -tomo el juego y se apresuró a su habitación -

-¡Ey niño espera! -

-¿Si mami? -

-¿En dónde está tu padre? -

-¡Mami tu siempre me has dicho que jamás hablé de eso! -el infante retomo su camino y se encerró en su cuarto -

-¿Así que estoy divorciada?, O qué será lo que pasa en esta casa -

Una llamada aturdió su teléfono...

-¡Buenas noches señorita, esperamos que mañana la junta salga bien, de eso depende nuestro negocio con la agencia, confiamos en usted hasta mañana! -

La mujer se quedaba sorprendida, de inmediato se apresuró a explorar la casa y todas sus nuevas pertenencias, encontró una pequeña oficina en uno de los cuartos y se sorprendió al ver que era la presidenta de un bufete lujoso de abogados.

Luego de ver de qué se trataba su nueva vida, la nueva Ashley subió a su habitación a descansar un poco y a explorar su nuevo cuerpo.

Se dio un baño como nunca lo había tenido, disfruto del jabón y de la espuma en todo su cuerpo enjabonado en una tina de porcelana, miraba todo a su alrededor, era bastante hermoso, sentía que por fin tenía todo lo que siempre le perteneció en la vida, su cuerpo era aún mejor que el que alguna vez tuvo incluso en su mejor momento, era maduro, bastante carnoso y firme, sus tetas ahora una maravilla, grandes y sensibles, su culo torneado con unas curvas prominentes y los lujos que ella deseaba, no le importaba tener que trabajar, al parecer ahora era una madre soltera con un gran puesto por el que la antigua dueña de su nuevo cuerpo había luchado durante años, lo único que le molestaba era tener a ese niño, ella deseaba una nueva vida sin esfuerzo ni mocosos malcriados fastidiando todo el tiempo, pero simplemente le pediría a la criada que lo cuidara por ella y todo estaría bien desde ahora en su vida.

Ashley estaba deshecha, cuando logro poder mantenerse en pie, analizó la situación, su cuerpo estaba desgastado, esa extraña mujer se había robado su cuerpo, un par de hombres entraron a buscarla llevándosela hasta un lugar muy feo y mal viviente, luego de unos días, Ashley logro estabilizar su mente y su nuevo cuerpo, se encontraba en la vida de una horrible y avejentada prostituta de la calle y necesitaba recuperar su vida.

-Kary-