Estaba mirando hacia el cielo en una noche oscura y estrellada, me encontraba desconsolado por las ganas que sentía de un amor prohibido, acababa de ver una de mis películas favoritas, en ella salía esa chica que tanto me excitaba y deseaba, su nombre era Margot, como todos la conocen, esa hermosa chica de ojos cristalinos y rubia por naturaleza.
Miraba hacía las estrellas ilusionado pensado en algún día poder encontrarme con ella y hacer mis deseos y fantasías realidad, fue entonces que mientras miraba hacía el cielo, me encontré una estrella viajando en el horizonte, me parecía muy brillante y veloz, pensé en lo que me contaban mis ancestros, era sobre las estrellas fugaces y me decían que las estrellas que veíamos en realidad algunas o muchas de ellas ya estaba muertas y que cuando mirábamos una estrella fugaz pasar en realidad ningún deseo se cumpliría ya por lo viejas que estaban.
De repente sentí un impulso de ilusión, cerré los ojos con mucha Fe y entonces lo desee.
"¡Deseo a Margot, deseo a Margot!"
Cuando abrí los ojos estaba temblando, miraba a mi alrededor decepcionado de que no había pasado nada y al regresar mi vista hacia la estrella fugaz, está ya había desaparecido, grande había sido mi tristeza, al sentirme tan incrédulo, regrese a mi cama y me dormí.
Ya era un nuevo día, las sábanas y la cama se sentían bastante cómodas, frescas y suaves, no me quería levantar, me sentía bastante bien aunque algo extraño me decía que algo andaba mal, abrí los ojos tratando de no lastimarme con la luz cuando observé que mi entorno había cambiado, en lugar de mi cuarto viejo y desordenado parecía una gran habitación limpia y muy bonita, me deslice en otra posición aunado a mi placentera comodidad en la cama teniendo mi vista en posición hacia el techo, algo sentía estremecer dentro de mi cuando un picudo dolor en mi vientre me hacía sentir muchas ganas de ir al baño, trate de levantarme negativamente tratándo de no despegarme de la cama cuando entonces un hermoso cabello dorado me estorbó la vista, también note mucho como mi cuerpo lucía diferente, al menos no a la complexión y la vestidura de siempre, pensaba que todo era un extraño sueño, cuando entonces deslice mis manos hacia mis piernas notando lo suaves y lisas que eran, lo sentía tan extraño e irreal, hasta que llegue al punto en mi entrepierna, un nudo me hizo estremecer cuando en lugar de sentir mi sexo como todas las mañanas sentía un extraño vacío en mi entrepierna, algo no estaba nada bien, toque un poco experimentando un miedo desagradable.
Abrí las piernas al compás notado la flexibilidad en ellas, colocándose en una posición instintivamente como si me preparara para algo que dejaré a la imaginación, levanté mi corto short solo para admirar con terror como mi órgano masculino se había ido y en su lugar tenía una tierna y carnosita vagina, me caí hacia atrás del susto, sentí un cosquilleo inusual en mi pecho y, aunque ya había notado los pequeños bultos en el cuando los toque con mis manos sentí un placer de fantasía, tenía un par de tiernos y suaves senos en mi pecho, no tan grandes como hubiera deseado tenerlos en caso de que hubiera deseado ser mujer alguna vez.
Me levanté de la cama contrariado en mis emociones, estrujando mis nuevos senos y a la vez experimentando un cosquilleo muy gracioso en mi entrepierna, caminé hacia el baño muy nervioso, tenía miedo de encontrarme con algo más extraño de lo que ya era todo esto.
Fue entonces que al verme en el espejo me sentí alucinado, tenía ese bello rostro, esos hermosos ojos y esa fina y dorada cabellera, mi rostro decía una cosa y mi mirada decía otra, estaba intrigado, feliz y excitado, pero no excitado sexualmente si no una excitación por un deseo extraño al mirarme pensando que estaba viviendo algo irreal en algún absurdo sueño, trate de pellizcarme tratando de despertar, pero el dolor había sido real, estaba impactado, con mis manos acaricié mi bello rostro, era tan irreal e imposible de entender, ¿Porqué había sucedido?, ¿Porqué yo era ella?, ¿Porqué era Margot?.
Mi cuerpo me hizo recordar el punzante dolor que me había causado levantarme, pero también mi ropa me recordó que había causado un accidente momentos atrás cuando estaba experimentando con mi cuerpo, aún sentía ese cosquilleo y con mucho morbo y vergüenza deslice mi short y mi panti por mis piernas, trate tontamente de orinar de pie como estaba acostumbrado, pero entonces mi cuerpo también actuó con naturalidad y sentándome en las cavidades de la taza abrir mis piernas al compas admirando la fragilidad de mi nuevo ser, miraba una vagina en lugar de mi órgano de siempre provocándome un sentido de locura al repentino cambio, con mis dedos intente abrir un poco los labios de mi vagina y de ella salió el orín y aún con ello en práctica parecía que los fluidos salían por todas partes sin dirección ni sentido alguno, fue una experiencia bastante increíble de admirar, nunca creí jamás orinar con una vagina entre mis piernas, estaba temblando, me sentía bastante extasiado y tome un pedazo de papel tratando de secar mi parte íntima.
Luego de arreglar todo el desorden en mi cuerpo y en mi mente, trate de explorar el entorno, estaba en una casa muy bonita, pero luego de mirar bien estaba en el departamento de Margot, me sentía tan iluso y tonto, seguramente era un sueño, uno bastante real, aún no lo creía, cuando entonces, recordé la estrella de anoche, recordé como me había ido a la cama y justo antes le había deseado a la estrella a Margot, mi corazón bombeo de la impresión, era algo imposible lo pensaba, las estrellas fugaces no existen lo dictaba, pero no había ninguna duda, quizás el destinó, la suerte o la vida misma me habían ofrecido este camino.
Me quedé atónito arrullado en la cama por algunas horas, pensando y pensando con miedo lo que había hecho, lo que ante mis ojos ahora era real, pero lo más importante era el impacto que sentía por el hecho de que ahora era una mujer, de que realmente tenía el cuerpo de una chica tan sexy y tan hermosa como Margot, sentía miedo, terror y confusión, ni en mis tontas fantasías hubiera pensado ser mujer, esto no era para mí, no era lo que deseaba, yo desee a Margot, tenerla cerca, que fuera mi novia o al menos una amiga, jamás pensé que ese deseo se malinterpretara de está forma, de repente comencé a llorar, mi cuerpo parecía sentirse deprimido, mis emociones cambiaban constantemente y me sentía atrapado en el cuerpo de Margot, ¿Qué posibilidades habían de que algo así sucedieran?, de que el deseo se cumpliera pero más haya de eso, me pusiera en el cuerpo de ella misma.
Pase algunas horas en la cama, llorando y después quedándome dormido luego de llorar y pensar tanto.
Cuando volví a despertar, miraba como seguía ahí, con el cuerpo de Margot y con su vida robada por mi inmundano deseo, mi cuerpo se estremecía mirando fascinado como seguía siendo una mujer, la idea me confrontaba, retorne de nuevo al baño, necesitaba admirar lo que sabía era real, mi hermoso rostro me lo decía todo, yo era Margot como sea que fuera aún asustado ante la idea de tener su propio cuerpo.
"¡Soy tan hermosa!"
Me decía admirándome al espejo.
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