𝑬𝒏𝒈𝒂ñ𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒎𝒂𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐

-¡No puede ser, lo hice, en verdad funcionó, tengo el cuerpo de mi tía!, Ah no puede ser que esto sea real, es tan extraño tener un cuerpo de mujer -

Había usado un hechizo de posesión que me había encontrado en la escuela para tomar el cuerpo de mi tía, no se si era cosa del destino que venía a salvarme, sabía que a él profe de matemáticas le gustaba y luego de que estaba apunto de reprobarme no pensaba perder la oportunidad de usar su sexy cuerpo para hacer que eso cambiará.

-¡Hola profe Sergio...! -le decía con una voz sensual -

-¡Hola hermosa, al fin llegaste! -

-¡Si amor!, No quise dejarte esperando me siento algo caliente por ti -

-¿Y dime, porque aceptaste venir conmigo si tú siempre me rechazaste? -

-¡Pues aveces se puede cambiar de opinión! -

-¡Bueno, si tu dices hermosa! -

-¿Que dices si empezamos de una vez?, hoy siendo peculiarmente unas ganas tremendas de cogerte -

-¡Ummmmmm, está bien bebé! -

Comencé a desnudarme frente a el, no saben lo humillante que era para mi, yo ni siquiera era una mujer y sin embargó sentía como esto provocaba en mi una rara sensación de asco y desdicha, quizás era el subconsciente de mi tía que a pesar de todo estaba mirando todo lo que hacía con su cuerpo y ahora me odia por lo que estaba apunto de hacerle.

El hombre comenzó a tocarme, provocando que el cuerpo de mi tía reaccionara mediante los estímulos, frotando mis tetas y luego la vagina, haciéndome venir una y otra vez, siendo esto demasiado humillante, me sentía fatal, estar usando el cuerpo de mi tía para prostituirla por unas simples notas.

El sujeto me tomo y me monto como a su presa, dejándome en claro que el mandaba ahora, sintiendo su miembro dentro de mi, mientras sacudía todo mi cuerpo, sintiendo como las tetas de mi tía rebotaban sin parar y todo su cuerpo se estremecía, haciéndome sentir cosas increíbles y horribles a la vez.

Finalmente se vino dentro de mi y me besó tiernamente, algo que no me agrado en absoluto, sentía como ese fluido cálido penetraba dentro de mi ser, suspiré unos minutos y luego trate de reponerme.

-¿Te gustó amor? -

-¡Claro que sí amor, estuviste magnífico!, desearía que esto siguiera un poco más, pero lamentablemente ya me tengo que ir, pero si ayudarás a mi tonto sobrino a subir sus calificaciones quizás eso podría cambiar...-

-¡Jejeje, claro que sí amor!, solo déjame tocar tu lindo trasero un poquito más -

-¡Está bien! -

Me acerqué poniendo mi culo inclinado frente a el, sentí como me acariciaba con su mano y de repente, me penetró fuertemente como si fuera una perrita, de la nada me tenía en sus manos, no podía moverme de lo impresionado que estaba, el muy infeliz me estaba volviendo a coger y ahora de perrita, esto ya era suficiente, demasiado humillante para mí, el tipo termino una vez más dentro de mi y terminé complementarte adolorido y agotado.

Caminé despacio hacia el baño, mi culo me dolía mucho y apenas podía caminar, me limpie todo el asqueroso semen del profe y luego de vestirme me despedí definitivamente.

-¿Qué paso amor adónde vas? -

-¡Lo siento, ya me tengo que ir! -

-¡Pero si apenas comenzamos amor! ¿O no quieres tu diez? -

-¡Si quiero amor pero..., ¿Qué dijiste? -

-¡Jajajaja jajajaja jajajaja, eres un pendejo, chamaco!, Yo fui quien te dejo a la mano ese hechizo, se muy bien que eres tú en el cuerpo de tu tía, esa puta jamás me habría hecho caso, pude haberla poseído yo y mira que ahora que veo que en verdad funciona tengo mucha ganas de hacerlo, pero quise ver qué tanto estabas dispuesto por un diez y mira que putita me saliste, además, arruinar a tu inocente tía solo por un diez, ¡Jajaja jajajaja jajajaja! -

-¡Maldito infeliz, me las pagarás! -

Intente acercarme rápidamente para golpearlo, pero obviamente su fuerza era aún mayor, mire como me sujetaba y el miedo se apoderó nuevamente de mí, no sabía lo que intentaría hacerme ahora que me tenía en sus manos, completamente indefenso y vulnerable, además, el había causado todo esto y si se llegase a enterar mi familia y mis amigos mi vida se destruiría por completo.

-¡Jajaja!, Es mejor que no te resistas putita, si no quieres que le diga a todos lo que hiciste por tu diez, lo mejor será que vengas cada fin de semana en ese cuerpo y dejes que te haga mi perrita -

-¡Claro que no haré eso infeliz! -

-¡Bueno, entonces supongo que le diré a todos lo que hiciste! -

-¡No te atrevas imbécil! -

-¡Ya sabes lo que tienes que hacer! -

Me tenía entre las cuerdas, no había de otra salida, finalmente me dejó al ver que me puse a pensarlo y luego de ver su asquerosa sonrisa perversa decidí irme, seguramente mi tía me odiaría de por vida pero necesitan su cuerpo para seguir con esta horrible mentira.

-Kary-