martes, 31 de octubre de 2023
sábado, 28 de octubre de 2023
Oh My Ghost
Oh My Ghost actualmente disponible en Netflix
miércoles, 25 de octubre de 2023
martes, 24 de octubre de 2023
lunes, 23 de octubre de 2023
Me habían invitado a una albercada en la casa de una persona importante, muchos también estaban invitados pero eran curiosos los casos de invitaciones así, realmente yo no conocía al sujeto que me había invitado pero por alguna razón este me eligió para asistir a su fiesta.
Llegando al lugar, pude ver cómo se trataba de una albercada una fiesta secreta con personas Random de entre muchas razas, edades y clases sociales.
Pero entonces, ¿Porque elegirme a mí?, un hombre de 45 años que no había logrado tener nada en la vida más que un trabajo vulgar de guardia de seguridad.
Al llegar sentí pena al ver tantas chicas atractivas y muchos hombres jóvenes con cuerpos sexys, no como el mío que no era nada más que un hombre obeso y con bellos canosos en todo el cuerpo.
Muchas personas me veían con disgusto y otras que al igual que yo simplemente no sentíamos encajar en ese lugar se arrinconaban en algún lugar que se pudiera, muchos otros incluyéndome tratábamos de disfrutar de la fiesta y sobre todo de la generosa vista de atributos que tenías en casi cualquier parte.
Luego de un rato, el que parecía ser el anfitrión de la fiesta apareció, este tenía una túnica extraña y alegre comenzó a compartir su felicidad por haber logrado que muchas personas de diferentes personalidades y características lograran coincidir en este grandioso lugar.
El hombre jadeó de repente y levantó sus brazos recitando unas palabras en un idioma extrañó, el agua comenzó a brillar de manera misteriosa y de la nada todos fuimos cubiertos con una luz cegadora, el flash iluminador había terminado y de repente todos nos encontramos en otros cuerpos tan rápido como nos dimos cuenta.
Sentí cómo había viajado de un lugar a otro en la alberca, notaba unas sensaciones extrañas en mi cuerpo aunque la gravedad del agua no me había permitido experimentar mi verdadero equilibrio más haya de sentir como mi pecho me obligaba a flotar un poco más impulsándose hacia arriba.
Entonces miré hacia abajo y me encontré con dls hermosas tetas grandotas y gordas en mi pecho, cubiertas por un pequeño bikini rojo, lleve mis manos hacía mis nuevos globos carnosos y sentí como una corriente excitante me lleno de placer en todo el cuerpo.
-¡Espera, me convertí en una mujer!
Deslice mi mano hacía mi entrepierna sintiendo un hueco extraño, tragué algo de saliva al experimentar con algo de miedo la falta de mi órgano masculino en aquella zona.
Miré a mi alrededor encontrándome cómo muchas personas estaban tan alteradas y confundidas como yo, todos tocaban sus cuerpos y sus partes íntimas de manera salvaje lloriqueando por los intercambios y otros gozando tanto como pudieran.
-¡Soy una mujer me siento más joven! - Jadeé sintiendo lo rico que era apretar estos melones en mi pecho.
De repente, mucha gente que no estaba dentro del agua aún iluminada como si no tuviera límite comenzó a lanzarse al agua con tal de experimentar la adrenalina de lo que estaba pasando terminando cambiando sus cuerpos con otras personas que aún no lo habían hecho.
Era una verdadera fiesta, el anfitrión sonrió y dándose la vuelta desapareció entre risas disfrutando de lo que había logrado.
Luego de estar disfrutando un rato de mi hermoso nuevo cuerpo, mi propio cuerpo apareció de entre la multitud que celebraba su intercambio como si se tratase de una vil orgia sexual.
Al parecer se trataba de la dueña del cuerpo en el que yo ahora estaba y claramente no se le veía muy feliz con lo que había pasado, yo no sabía si esto sería para siempre o temporal así que sólo sonreí pícaramente y estruje sus ricas tetas.
-¡Estás nenas son mías ahora! - exclamé mirando su cara de insatisfacción.
viernes, 20 de octubre de 2023
Las consecuencias del FOSE
Tener privacidad es algo que te no tengo en mi casa, hace algunos años que ya me había convertido en un adolescente, los cambios hormonales estaban presentes y yo, como cualquier otro chico, comenzaba a frecuentar sitios para adultos con la necesidad de saciar ciertos placeres.
Fue esta ya una nueva etapa, donde mi mamá sería la responsable de lo que nos estaba a punto de pasar.
Mi madre siempre llegaba a mi cuarto abriendo la puerta sin tocar, al principio no pensaba en nada malo respecto a eso, ya que no hacía ningún tipo de actividad en ese entonces cuando sólo era un niño, pero desde que soy adolescente esas situaciones comenzaron a molestarme.
Ya no tenía privacidad o si es que nunca la tuve, sin darme cuenta, permití aquella acción por parte de mi madre durante muchos años y ahora lo pagaría muy caro.
Me encontraba mirando algunos videos, estaba solo en casa y decidí aprovechar, tomé mi miembro y como vil chico calenturiento comencé a masturbarme.
Estaba ya en el gran clímax cuando sin darme cuenta, mi mamá había regresado de las compras con mi padre y me había ido a ver velozmente, cómo tenía mis audífonos no logré escuchar.
Mi madre golpeó la puerta y al escuchar su grito de sorpresa, volteé justo cuando llegué al orgasmo y, salpicando todo frente a ella, los dos experimentamos un giro feroz en nuestras cabezas.
Caímos desmayados por unos segundos y cuando logramos reaccionar por alguna extraña razón estábamos en el cuerpo del otro.
-¡No puede ser, estoy en el cuerpo de mi madre! - griten jadeando al ver dos montículos de carne sobre saliendo de mi pecho.
Mi madre se impresionó al ver cómo tenía mi órgano efecto y bañado en semen, observando que ahora tenía mi cuerpo y yo frente a ella tocando el suyo.
-¡Miguel ven rápido Miguel!
Mi madre le gritaba a mi padre mientras que ella se acomodaba mi ex órgano en su ahora short con mucho asco al quedar embarrada de mi semen.
Mi padre subió de inmediato al escuchar el extraño escándalo, miré rápidamente completamente nervioso a mi padre quien me veía confundido sin aún saber que en el cuerpo de su esposa estaba su hijo.
-¿Qué pasa hijo qué pasa? - preguntaba nervioso morándonos a ambos.
-¡Tu hijo se estaba masturbando!
Mi padre me miró o bueno miró a mi madre en mi cuerpo confundido de escuchar lo que le estaba diciendo.
-No entiendo qué pasa, ¿Porque me hablas así hijo?
-¡Yo no soy tu hijo soy Ana tu esposa!
Mi padre nos miró aún más confundido de pensar qué tipo de broma le estábamos haciendo.
-¡Tu endemoniado hijo se estaba masturbando y por alguna razón cambiamos nuestros cuerpos!
Miré a mi padre nervioso, tragué algo de saliva al tener miedo de lo que pudiera pasarme, pero, ¿Qué castigo me pondría siendo ahora su esposa?, pensaba aun más nervioso al pensar que estaba en el cuerpo de mi madre y ahora era la esposa de mi padre.
-¿Cómo es eso posible?, que clase de maldición es esa? - mi padre gritaba aún más confundido.
Cabe recalcar que mis padres son bastante religiosos, siempre vamos cada domingo a misa y siguen como fanáticos la religión, aunque a veces no lo expresan mucho.
-¡Papá!, no sé qué fue lo qué pasó, estaba…, estaba haciendo algo malo lo sé pero no tuve la culpa de cambiar mi cuerpo con mi mamá - jadeaba nervioso escuchando como mi voz sonaba a la de mi madre y viceversa.
-¿Entonces porque más va a ser pendejo chamaco?, todo esto es castigo divino de Dios por andar haciendo tus cochinadas - gritaba mi madre enfurecida.
-¡A ver cálmense todos!, tendremos que ir a un doctor a qué los revise y nos diga porque pasó esto.
Mi padre nos trataba de ayudar, el no estaba más feliz que nosotros por lo que estaba pasando, pero quería tratar de ayudarnos.
Comenzamos a movernos, mi madre y yo estábamos más alterados que nunca, miraba cómo le era más fácil caminar que a mí pero se trababa con su nuevo punto de gravedad a veces yendo incluso más rápido.
Yo en cambio, no estaba acostumbrado a tener un cuerpo tan voluptuoso, los senos de mi madre…, bueno ahora mis senos, me cuesta decir esto, rebotaban de manera abrupta, era horrible pasar por esto, me estresaba, mi madre para mi desgracia tenía unos senos muy grandes, siempre me dio curiosidad por morbo querer tocarlas, pero jamás pensé que las tendría justo en mi cuerpo, ni por aquí se me pasó la idea de tener el cuerpo de mi propia madre.
Me sentía mal por lo que estaba pasando, yo no quería salir luciendo este aspecto, pensaba que quizás sólo era temporal y pasaría rápido.
Al salir de casa, mirábamos por las calles como todo el mundo estaba en shock, algunas personas agredian a otras y muchas mujeres tocaban sus cuerpos sin control.
-¡Hay Dios mío pero qué está pasando! - gritaba mi madre con mucho miedo de ver tanta perversion en las calles.
El camino en el auto no me era más cómodo, para variar, mis ahora senos rebotaban más fuerte aún gracias al movimiento del carro, estaba sentado detrás, siendo muy raro ver cómo mi cuerpo estaba en el copiloto de lado de mi padre siendo mi madre quien debía de estar de lado de él por ser su esposa.
Logramos llegar a la clínica pero todo era un desastre, algunas enfermeras y doctoras tocaban sus cuerpos sin parar, sin dejar de mencionar a algunas personas que por igual lo hacían, mientras que los que parecían aún normales trataban de controlar la situación y detener toda esa perversion.
-¡Señorita necesitamos ver al doctor de inmediato!, nuestro hijo y yo cambiamos de cuerpo -decía mi madre desesperada.
La recepcionista estaba estresada y haciendo un sin fin de llamadas cuando de repente llego un doctor a apoyarla.
-Disculpen señores pero estamos en estado crítico, nosotros tampoco sabemos qué fue lo qué pasó, pero las personas que ven aquí actuando extraño también afirman lo que ustedes pasaron.
-¡Pero doctor mi hijo se estaba masturbando y cuando lo encontré cambiamos nuestros cuerpo! -reafirmó mi madre quien se veía ridícula hablando de esa forma desde mi cuerpo adolescente.
-¡Te repito niño…, digo, señora!, nosotros estamos haciendo hasta lo imposible por saberlo, por lo que ustedes mencionan justo así sucedió con muchos de los casos que estuvimos recibiendo por llamada o aquí mismo, algunos cambiaron por sexo otros por masturbacion, me imagino que algo tuvo que ver eso, lo mejor es que regresen a sus casas para mantenerse a salvo.
Mis padres estaban nerviosos, muchos hombres agredian a otros mientras que mujeres se encontraban desnudas por las calles con personas tratando de detenerlas.
Mi padre decidió que lo mejor era volver a casa para estar seguros, nos sentamos juntos en la sala para ver las noticias haber si decían algo, hasta que más tarde, el gobierno trató de dar la mejor respuesta en sí de lo que sucedía.
Pues resultaba ser que la NASA había afirmado que un extraño fenómeno había pasado sobre la tierra y que gracias a la energía que emanamos de los órgasmos provocamos cambiar de cuerpo con las persona que miramos, pensamos o con quien estábamos en pleno acto sexual.
Mis padres se sintieron desairados ya que no mencionaron alguna cura para esto, prácticamente el efecto duraría para siempre y nadie podría regresar a sus cuerpos ya que eso era quizás aún científicamente imposible.
De repente me dieron ganas de ir al baño, me sentí nervioso ya que recordé que ya no tenía nada entre mis piernas, miré hacia abajo apretando el vestido contra mi entrepierna y entonces mis piernas temblaron y suspiré ahogadamente.
-¡Deja de tocarte ahí, respeta mi cuerpo cabron!
-¡Perdón ma!, es que sentí muchas ganas de ir al baño y recordé que ya no tenía nada aquí.
-¡No me digas que ya te mojaste!
-¿Qué?, ¡No, no para nada!, ¿cómo es eso de mojarse o qué?
Mis padres se dieron cuenta de que esto sería muy difícil, un niño no podía estar en el cuerpo adulto de una mujer madura, mi madre me tomó y me llevó al baño.
Me baje el calzón que ella traía y me subí un poco su vestido, estaba apunto de quitármelo todo pero ella me detuvo.
Me explicó cómo debía de respirar tranquilo para poder dejar salir en orín, me sentía frustrado de ya no ver nada entre mis piernas, sentía un pene fantasma ahí en medio que me provocaba adrenalina, miraba también mis gigantescos pechos estorbando mi visión.
Luego, ella me pasó un pedazo de papel y me indicó que lo frotará de atrás hacía adelante para secar mi zona íntima, aunque había regado un poco de orín por mis piernas ya que no sabía controlar la salida del fluido de mis nuevos genitales.
Ella se molestó pero me seque rápido y me levanté regresando el calzón en su lugar y acomodándome el vestido, me lavé las manos y fue ahí cuando por fin pude ver mi propio reflejo en el espejo.
Me sentí tan asustado así como incómodo de ver mi nuevo aspecto, sabiendo que era el de mi madre, preguntándome a mi mismo si se lo había robado y si era justo yo estuviera pasando por todo esto, miraba mis grandes senos con incomodidad.
-¿Qué te pasa?, pareces asustado, solo te vez como yo, soy tu madre -ella me decía al ver cómo me quedaba paralizado al verme.
-¡No es eso ma!, pero no me siento cómodo, ver y sentir tus senos, son muy pesados y rebotan mucho, ya me duele la espalda, no creo poder aguantar esto.
-¡Pues eso hubieras pensado pendejo chamaco antes de hacer tus porquerías!
Ella me respondía de la peor manera, yo no tenía la culpa de nada, ella se había metido a mi cuarto sin avisar, por culpa de ella estábamos así.
Más tarde, mi mamá se apuró a hacer la cena, era extraño ver a mi propio cuerpo haciendo la comida que es para nosotros, cuando antes era ella en su propio cuerpo.
La comida estuvo algo incomoda, casi sin decirnos una palabra, terminamos y mi mamá me ordenó lavar los trastes, me sentí algo incómodo ya que sus senos se movían de lado a lado, cuando de repente, sentí como mi padre entro a la cocina a tomar una cerveza del refrigerador y de la nada me soltó una nalgada en mi culo.
Voltee la mirada para verlo y me sonroje con mucha pena tratando de no parecer incómodo aunque lo estaba, entonces él me miró y recordó que yo no era su esposa sino su hijo sonriendo apenado también para luego marcharse.
Mi mamá me llamo para bañarnos juntos ya que debía de enseñarme a limpiar su cuerpo si estaríamos así por un tiempo.
Me desnudé mirando el cuerpo de mi madre con incomodidad sintiendo algo de morbo por verla de esa forma, mi mamá también se desnudó para bañarse comenzando a enjuagar nuestros cuerpos con el agua tibia.
Sentía el cuerpo extraño, ya que en agua recorría fervientemente mi cuerpo, rozaba mis pezones y mi vagina, mi mamá empezó a pasar la esponja para enjabonar todo mi cuerpo, mostrándome como debía de tallar cada parte de ella sin lastimarme ya que mi piel ahora era más sensible.
Conforme frotaba sus senos me empecé a sentir muy caliente y sin querer solté un gemido.
-¡No puede ser que estes gimiendo maldito chamaco pervertido!, no cabe duda que engendre a un niño perverso.
Mi mamá se enojo pero no era mi intención que su cuerpo me provocara actuar de esa manera y menos debido a como me tocaba ya que lo hacía más enojada que otra cosa.
De repente, mi mamá comenzó a sentirse extraña y cuando nos dimos cuenta mi antiguo miembro se había puesto efecto, ella bajo la mirada sintiéndose incómoda por verlo, notando que se había puesto más molesta que antes.
Preferí no decir nada terminando de enjuagar mi cuerpo, el paso de la toalla tratando de secar mi cuerpo no fue más cómodo que el baño.
Mi mamá salió entregándome una pijamada algo reveladora ya que no tenía otro tipo de prendas, estaba casi en baby doll y me sentía más que incómodo pues esa prenda dejaba mucho que mostrar en mi nuevo cuerpo.
Entonces vino la incertidumbre, mi papá y mi mamá comenzaron a ver cómo dormiríamos ya que no sería correcto que yo me durmiera con mi padre, aunque tampoco sería correcto que un chico se duerma con un hombre, pero ella era su esposa y debía de dormir él.
-Pero él es mi hijo no creo que sea malo que un hombre se duerma con su hijo, y tú eres mi esposa.
-No sé cómo vamos a hacerle para acostumbrarnos a esto, mañana tendremos que ir a hablar con el padre Ramón para que nos dé su consejo, por mucho que yo sea tu esposa estoy en el cuerpo de tu hijo y no creo que Dios vea correcto que durmamos juntos.
Mi madre se ponía de exigente, ya que con justa razón seguía molesta conmigo, pero afortunadamente esa noche me permitieron dormir en mi cuarto a pesar de la situación en la que estábamos.
Entré a mi cuarto y cerré de inmediato, tenía que buscar la manera de borrar todo el historial de mi computadora, no quería que mis padres descubrieran toda la porno que tenía guardada, aunque me doliera, empecé a borrar todo el material que tenía y lo que pude lo guardé en un lugar seguro por si acaso.
Entonces, sin querer me encontré un video de dos mujeres tetonas que alguna vez me había llamado la atención, lo reproducí y comencé a excitarme al ver a ambas mujeres presionando sus grandes tetas, miré hacía abajo queriendo tomar mi pene pero recordé que ya no estaba y en cambio miré mis nuevas adquisiciones en mi pecho.
-¡Es verdad, que ironía ahora yo tengo un par de esos jajaja!
Me dije tomando con lujuria mis ahora senos, es verdad que estaba incómodo pero trataba de veras ventajas que tenía el tener un cuerpo como el de mi madre que vaya que estaba buena para su edad, por cierto me sentí decaído rápido al recordar que ahora era mi madre y tenía 43 años.
Apreté mis senos como lo hacían las chicas del video y vaya que fue un mundo nuevo de sensaciones, con el tiempo, le estaba dando un mejor uso a mis gemelas, sentí un calor muy extraño en mi entrepierna y fue ahí cuando noté que me había mojado, entonces a eso se refería mi madre con miedo cuando me mencioné aquella vez que estaba mojado.
Pero no era una humedad cualquiera sino una humedad placentera de mis genitales, producto del placer que estaba ocasionándole a mi cuerpo.
Baje la mano a mi vagina frotando aquella zona con suavidad, todo mi cuerpo comenzó a vibrar en ese momento y sin querer solté más de un gemido, mis piernas temblaron y cuando me di cuenta estaba totalmente mojado de las piernas hasta la silla y el piso.
Me tape la boca mi más rápido que pude con miedo a que mis padres hubieran escuchado mis gemidos, pero afortunadamente parecía que ya se habían dormido luego de un día tan ajetreado.
Corrí al baño para limpiar el desastre que había causado y regrese rápido a encerrarme a mi cuarto esperando que ya nada más pasara.
Terminé mi trabajo con el historial y me tiré a la cama a dormir luego de no saber nada de mis amigos, ¿qué dirían si supieran que ahora tengo el cuerpo de mi madre?, ¿en qué cuerpo habrán terminado ellos de estar haciendo lo que yo hice?, pensaba en que era de cierta manera afortunado de haber terminado en en cuerpo de mi madre y no en el de alguna actriz por no o una extraña, así como de lo afortunado que hubiera sido terminar en el cuerpo de alguna mujer joven y más sexy o hermosa, quizás hasta con dinero.
Mi mamá estaba molesta eh incómoda aunque al menos ya no tenía que lidiar con sus enormes senos lastimándole la espalda, mi padre en cambio también estaba incómodo pues sentía ganas de hacer el delicioso con mi mamá, pero al estar en esta situación, lo único que pudo hacer es suspirar y junto con su esposa dormir luego de un día tan pesado.
Pronto segunda parte.
-Kary-