jueves, 11 de diciembre de 2025

Una navidad 🎄 familiar capítulo 1

Felices fiestas amigos 

 


En un mundo que respiraba lo mismo que el nuestro mismo aire, mismo sol, mismos dilemas


Existe Mamá Noel  una mujer de eterna juventud, con cabello de color nieve que brillaba como diamantes bajo las estrellas y ojos azules como el mar polar. Vivía en un castillo de hielo en el Polo Norte, rodeada de renos alados y duendes que trabajaban en silencio, pero su poder no residía en los regalos 


residía en la magia navideña, un fluido cálido y luminoso que hacía realidad un solo deseo

Cada año Mamá Noel le concede un deseo al niño más bueno él número 1 de su lista 

 

Este año, el elegido era Miguel, un chico de doce años que vivía en una casa modesta de Guadalajara, en el barrio de Guadalajara Miguel no era bueno por cumplir con una regla ayudaba a su vecino inválido a llevar el correo, cuidaba a los perros callejeros de la plaza, y siempre compartía su merienda con el compañero que no tenía nada.

 

Un jueves de diciembre, Miguel se sentó en su mesita con un papel blanco y una pluma rojo en la mano. Había soñado con ese camión de bomberos


                   Carta dé navidad 🎄 

Mamá Noel: Soy Miguel, tengo doce años. Cumple con mis deberes en el colegio, ayudo a mis padres y nunca miento. Este año, te pido un camión de bomberos  Por favor, te lo ruego. Te quiero mucho

 

Estaba a punto de cerrar la carta cuando escuchó voces altas desde la sala. Sus padres estaban discutiendo de nuevo ya era la cuarta vez esa semana. Miguel se levantó con sigilo, se acercó a la puerta y escuchó, presionando su oreja contra el madera.

 

Carlos : ¿Cuánto tiempo más vamos a aguantar esto Rosa? Yo paso las noches en ese trabajo de velador Es aburrido de muerte, y me hace sentir como si ya no tuviera razón de ser

 

Rosa : yo paso los días en esa empresa de marketing, creando campañas que no me importan ni un poco lo hago porque tú apenas traes dinero. Tengo ideas en la cabeza  cuadros, esculturas, colores que quiero pintar pero permanezco encerrada en la oficina 

 

Carlos : Era un atleta —corría, jugaba al fútbol, levantaba pesas todos los días. Ahora mirame gordo, con dolores en la espalda y las piernas, incapaz de dar un paso sin cansarme. No puedo ni jugar al fútbol con Miguel

 

Miguel sintió cómo una lágrima rodaba por su mejilla, mojando su camiseta. Había visto a sus padres discutir muchas veces, pero nunca había escuchado a su padre hablar de sí mismo con tanta derrota


Él niño arrugó la carta en un mano y cogió un papel nuevo. Esta vez, sus palabras eran más serias, más maduras de lo que correspondía a su edad:

                       Carta navideña 🎄

 Mamá Noel Lo siento, cambié mi deseo. No quiero el camión de bomberos. Quiero que mis padres sean felices que dejen de pelear que sean felices como antes 


Ésa misma noche Miguel dejó su carta en él árbol 🌲  Luego, se acostó en la cama y cerró los ojos, esperando que la magia existiera aunque sus padres ya no  creyeran desde hace años.

Con todos en la casa dormimos Mamá Noel entró en la casa sin hacer él menor ruido con pasos mas ligeros que los de una hormiga leyó la carta 


Mamá Noel Este deseo lo haré realidad,” murmuró ella, levantando la carta al cielo. La magia navideña salió de sus manos, brillando como un cometa, y se dirigió hacia la casa de Miguel, envolviéndola en una luz cálida que nadie podía ver pero todos podía sentir.

 Carlos sé encontraba dormido en el sillón con una foto dé su boda cuando aún se amaban mientras Rosa sé encontraba en su habitación cuando una luz invisible para ellos los rodeó a ambos 


Mientras la lus los envolvía a su mente vinieron recuerdos dé un pasado lejano cuando tenían veinte años recién casados cuando aún eran felices juntos 

A la mañana siguiente él ruido de las personas saliendo de sus casas de los niños jugando despertó a Carlos 

Carlos despertó a las seis de la mañana con un zumbido suave en la cabeza que desapareció en segundos. Se levantó de la cama y sintió algo extraño no tenía dolores en la espalda, ni en las piernas, ni en los brazos. Se miró con el reflejo del su celular se quedó boquiabierto sin poder hablar.

Carlos sé levantó la camiseta viendo un abdomen plano y bien formado 


No era el hombre de cuarenta años que conocía. Era un joven de veinte años, con el cuerpo musculoso que tenía antes del accidente, el pelo corto y negro era su apariencia de sus veinte 

 

Carlos : Rosa  ven aquí. Ahora mirá ésto 

 

Rosa se levantó de la cama, ruborizada por el sueño, y se acercó al espejo. También se quedó muda, con los ojos abiertos de par en par. No era la mujer cansada de cuarenta años con cabello corto y arrugas en la frente. Era una joven de veinte años, con cabello largo y negro, rostro suave y ojos azules brillantes que reflejaban la luz del sol.

Rosa abrió su camisa y vio un abdomen plano sin marcar y sus pechos estaban firmes y no caídos 

Rosa : ¿Que está pasando?” 

Ella, tocando su cara con las manos, como si fuera un sueño del que pudiera despertar en cualquier momento.

Ambos salieron corriendo encontrado en el pasillo llevándose una sorpresa mutuamente 

Carlos : Yo no sé, pero me siento bien muy bien


Carlos : Es como si hubiéramos vuelto al pasado. Sin dolores mirame estoy delgado 

 

En ese momento, Miguel salió de la habitación, frotándose los ojos. Se detuvo en la puerta, con la boca abierta de sorpresa, y retrocedió un paso.

 

Miguel : ¿Quiénes son ustedes? ¿Dónde están mis padres?”

 

Carlos y Rosa se miraron con sorpresa Carlos se acercó a Miguel y le tocó la cabeza con cariño su mano era fuerte, como la de un atleta.

 

Rosa. : somos nosotros tu mami y tu papá ¿Recuerdas las fotos que té enseñé? Mirá nuestras caras 

Rosa aún sin saber que era lo que había pasado trataba dé calmar a su hijo para que no sé asustara 


Carlos : No sabemos cómo pasó, pero hemos vuelto a tener veinte años somos nosotros tús papás 

 

Miguel miró a su padre, luego a su madre, y vio en sus ojos la misma ternura que siempre le habían dado. Se echó a llorar de alegría y abrazó a ambos, apretando con fuerza.


Miguel : pero ¿Que les pasó? Sé ven tan jóvenes 

 

Ante Tal pregunta ninguno supo que responder dél por qué había vuelto a ser jóvenes pero por él bien de su hijo ambos mantuvieron la calma 

 Carlos para aprovechar su juventud recuperada sé llevó a su hijo al parque para jugar fútbol y distraerlo un poco 


Mientras tanto Rosa sé quedó en casa tratando dé averiguar que pasó o ése era él plan hasta que sé volvió ha ver en el espejo 


Rosa tras haberse quedado sola sé miró con más manos jóvenes y tersas, sin rastro de las arrugas que había visto por última vez.  Allí estaba, el rostro que recordaba de sus veinte años, radiante y lleno de vida.

 

Lo primero que hizo fue admirar su reflejo. Pasó los dedos por su piel suave, maravillándose de la elasticidad y el brillo juvenil. Sus ojos, antes cansados, ahora brillaban con una chispa traviesa. Se probó ropa que había guardado de su juventud, sintiendo la tela acariciar sus nuevas curvas.


Salió a la calle con una sonrisa, sintiendo la mirada de los jóvenes. Se sentía renacida dé alguna manera su juventud renovada la hacían tener un sin fin dé ideas de nuevas pinturas. El mundo era un lienzo en blanco, y ella, una artista con una paleta llena de colores vibrantes.


martes, 2 de diciembre de 2025

Jefa machista capitulo 2

Carol se encontraba en su oficina con la mente completamente en el trabajo dejando de lado todos esos pensamientos inapropiados


Carol se reclinó en su silla de cuero negro, su mirada fija en la puerta de su lujoso despacho. La luz del atardecer se filtraba a través de las cortinas de seda, bañando la habitación en un tono dorado que contrastaba con la frialdad del mármol y el acero


La puerta se abrió lentamente, y su secretaria, una mujer de cabello castaño y ojos verdes, entró con pasos vacilantes. Llevaba un vestido ajustado que acentuaba sus curvas, y su expresión era una mezcla de nerviosismo y curiosidad. Irma con paso lento entró con la taza de café en mano 


En cuanto Carol la vio entrar la observó con una sonrisa lasciva, disfrutando del poder que tenía sobre ella. La secretaria se detuvo en el umbral, notando el cambio en la actitud de su jefa. Algo en el aire era diferente, cargado de una tensión que no había sentido antes.

Irma : A qui tiene su café señora ¿Sele ofrece algo más?


Carol : Cierra la puerta y acércate


 Carol  sin apartar la mirada de la mujer.  La desistió con la mirada. Su tono era firme, pero había un dejo de algo más, algo que hacía que la secretaria se sintiera tanto atraída como intimidada. Irma no sabía que era está sensación 


La secretaria obedeció, cerrando la puerta con un suave clic antes de acercarse al escritorio. Sus tacones resonaban en el suelo de mármol, cada paso un recordatorio de su presencia. Carol la observó con detenimiento, su mirada recorriendo el cuerpo de su secretaria como si fuera un objeto a su disposición.


Carol : Tráeme ese café y siéntate en mis piernas, puta.

Irma : Disculpe 🤨 creo que escuché mal 

La secretaria se congeló por un momento, sorprendida por el tono machista y la orden tan directa. Nunca antes Carol había hablado de esa manera, y la repentina cambio la descolocó. Pero algo en su interior, algo que no podía explicar, la hizo obedecer. Se acercó al escritorio, sintiendo el calor de las piernas de Carol a través de su falda ajustada


 cuando se sentó sobre ellas. El contacto era eléctrico, y el aroma del perfume de Carol la envolvió intensificando la sensación de estar atrapada en una situación que no podía controlar.


Carol : Que linda eres tienes un rostro hermoso y un trasero fabulosos dame un beso 


Carol sonrió, satisfecha por la obediencia de su secretaria. Sus manos se movieron con lentitud, acariciando los muslos de la mujer a través de la tela de su vestido

 Irma contuvo la respiración, sintiendo cómo el calor se extendía por su cuerpo. Carol subió lentamente sus manos, rozando la entrepierna de la mujer con una intencionalidad que no dejaba lugar a dudas sobre sus intenciones.


Carol : Sabes que te he estado imaginando en lencería, ¿verdad? 


Carol susurró al oído de Irma su aliento caliente en su piel con la lengua lamiendo su oreja Irma no sabía porque obediencia sus órdenes 


 Carol : Quiero ver cómo te corres en mi oficina, zorra.


La secretaria cerró los ojos, tratando de procesar las palabras de Carol. Su cuerpo respondía a pesar de sí misma, su corazón latía con fuerza y su piel se erizaba. Nunca había imaginado que su jefa pudiera ser así, pero ahora que lo experimentaba, no podía negar el deseo que crecía en su interior.

Carol apretó su mano en el cuello de la mujer, tomandola con fuerza obligándola a mirarla cortando su respiración 


Carol : No te resistas me deseas.  Eres mía ahora, y vas a hacer todo lo que te ordene.

Irma : yo no puedo decir que no 

Sus labios se posaron en el cuello de la mujer, besando y lamiendo con una lentitud tortuosa. La secretaria gimió suavemente, su cuerpo temblando bajo el contacto. Carol sonrió contra su piel, disfrutando de la reacción de la mujer. Con una mano, desabrochó los primeros botones de su blusa, exponiendo el escote de Irma a su vista.


Carol : Eres tan puta.  Me encanta cómo te excitas con mi poder.


Irma : si 

La secretaria no pudo responder, su mente en blanco mientras Carol continuaba besando y mordisqueando su cuello. Las manos de Carol se movieron con habilidad, desabrochando el sostén de la mujer y liberando sus pechos. La secretaria sintió un escalofrío al aire fresco en su piel expuesta, y un gemido escapó de sus labios cuando Carol tomó uno de sus pezones entre sus dedos, jugueteando con él con una mezcla de firmeza y ternura.


Carol : Vas a chuparme él coño hasta que me corra en tu boca, putita 


Con un movimiento rápido, desabrochó su falda tirando la a un lado mientras que Irma sé pone bajo la mesa obedeciendo sus órdenes incapaz de desobedecer sus órdenes 

La secretaria abrió los ojos, su mirada llena de una mezcla de deseo y miedo. Nunca había estado en una situación así, pero algo en la dominación de Carol la excitaba de una manera que no podía ignorar. Se arrodilló frente a su jefa, sus manos temblorosas mientras se ajustaba el vestido. Carol la observó con una sonrisa satisfecha.


Carol  : No me hagas repetir las cosas, zorra. Abre la boca y haz lo que te ordeno.

Irma : si 

Carol : No hables 

La secretaria obedeció, abriendo la boca y extendiendo la lengua para lamer su coño. Carol gimió, cerrando los ojos mientras disfrutaba de la sensación. Con una mano en la cabeza de Irma la guió hacia adelante, obligándola a tomar más de su coño metiendo su lengua hasta él fondo 


 Irma chupó y lamió con entusiasmo, sintiendo cómo su propio cuerpo respondía al toque de Carol 


Carol : Así me gusta, putita Chupa, chupa hasta que me corra en tu boca y te ahogues en mis jugos zorra.


La secretaria intensificó sus movimientos, su lengua recorriendo su coño mientras sus manos se aferraban a los muslos de su jefa. Carol la guio con fuerza, su respiración acelerándose mientras se acercaba al clímax.


Tras alcatraz él clímax Carol recobró el control de si misma de inmediato ella sé levantó mirando a Irma en él piso en 4 con la boca abierta y babeaba 


Carol  : Hay por dios hay por dios pero que hicimos lárgate ahora 


Irma salió debajo de la mesa limpiándose la boca mientras salía corriendo de la oficina 


¡