La
tía Claudia siempre había sido muy amable conmigo, desde niño me había cuidado
después de que mis padres se divorciaran ella aprecia tan feliz con su esposo
que ambos tíos me adoptaron como un hijo más de su familia, ya que mis padres
me dejaron luego de su distanciamiento.
Años
después, mientras regresaba de la preparatoria, encontré a mi tía muy triste,
eran los primeros episodios de pleitos entre ella y su esposo, por lo que cada
vez más, esos problemas me recordaban con tristeza a los de mis padres.
Yo
le dije que la apoyaba en lo que quisiera, hasta que un día, ella ya no pudo más,
me mostro un par de anillos, con los que según ella podíamos cambiar de cuerpo,
ella me dijo que le prestara mi cuerpo por un tiempo hasta que los problemas
del divorcio terminarán, ella no tenía las fuerzas para hacerlo.
Yo
acepté con gusto, aunque sentía extraño tener que cambiar de cuerpo con mi tía,
ya que ella es una mujer adulta, sin embargo, el morbo de la idea que me
sugirió me lleno de intriga y perversión, así que acepté y sin más ya teníamos
el cuerpo del otro.
Yo
estaba molesto y obvio en plan de apoyar a mi tía contra mi tío, pero ahora yo debía
de lidiar con los problemas de su matrimonio, por lo que yo aun era esposa de
mi tío.
Al
poco tiempo, tuve que acostumbrarme a el cuerpo de mujer de mi tía, sentía
extraño tener sus tetas y su culo grandote meneándose cada paso que daba,
vestirme y tener que actuar como ella delante de mis primos para que o se
dieran cuenta.
Un
día, se me ocurrió vestirme algo provocativas, ya que recordaba a mi tía lucir
su cuerpo bastante hermoso, incluso alguna vez sentí curiosidad de verla
desnuda, ahora ya la eh visto tantas veces que ya me acostumbré a ser ella.
Me
encantaba mi manera de vestirme siendo mi tía, sentía que aprovechaba mejor su
cuerpo que ella misma, incluso la veía feliz siendo un adolescente, cuando
entonces, mi trio regreso tarde del trabajo, yo aun estaba arreglado como mi tía
de una forma sexi, mi tío aún vivía con mi tía ya que todavía no se separaban
del todo.
Fue
cuando me miró con mucha codicia, que de repente comenzamos a besarnos, yo no
quería ya que estaba enojado, no podía permitir que mi tío se aprovechara de mi
tía, ya que ella sufría por su culpa, no podía dejar que tocara a mi tía y se
aprovechara de ella, o bueno, de mí, pero las cosas se salieron de control,
entonces, comencé a tener recuerdos de cuando mi tía era feliz con mi tío.
Una
extraña chispa se despertó en ambos y fue de un momento a otro terminamos en la
cama teniendo el mejor sexo que jamás me hubiera imaginado en mi vida, menos
siendo yo la mujer madura en esta situación.
Mi
tío parecía estar feliz y yo por otro lado estaba incrédulo, pero tan feliz
como mi tío de la satisfacción tan grande que ambos sentimos con nuestros
cuerpos calientes.
Luego
de unos días, la relación entre mis tíos estaba mejor que nunca, mi tío parecía
estar muy feliz y yo me sentía feliz con él, era extraño, era una mujer que se
sentía nuevamente plena y feliz con su esposo, no quería decirle a mi tía lo
que paso, me sentía como si la hubiera traicionado pero la verdad no podía
dejar de pensar en mi nuevo marido y esperaba cada día con ansias a que llegara
y tuviéramos ese momento en la cama.
Un
día, mi tía llegó de sorpresa cuando mi tío y yo estábamos teniendo intimidad,
ella se sorprendió al vernos, pero no dijo nada, incluso, creo que estaba feliz
de ver que había solucionado el problema entre ambos.
Un
día ella llego de visita cuando no había nadie, platicamos sobre lo sucedido y
como me sentía al respecto de haber tenido sexo con un hombre, lo cual para mí
fue maravilloso.
Le
dije también que las cosas estaban mejor entre ambos así que ella con alegría
quería regresar a su cuerpo y retomar su vida con el hombre del que ella estaba
enamorada.
Me
quedé en un silencio incomodo y le dije que yo quería continuar siendo ella,
que yo era quien hacía feliz a mi tío y que él era feliz con ella solo porque
yo era quien tenia su cuerpo, ella tomo las cosas a mal, tenía coraje y me
reclamó, me hecho en cara todo lo que había hecho por mí y yo le dije que no me
importaba que yo ahora era su tía y debía de respetarme.
Yo
deseaba estar con mi tío y tener una familia que no ese destruyera, que entendía
perfectamente como era ver que tus padres se separaran y que yo no iba a
permitir que mis primos sufrieran por eso, mi esposo y yo éramos felices y no dejaríamos
que eso terminara nunca.
Ahora,
mi tía siempre nos visita en las reuniones familiares ella me ve siempre con
coraje y con tristeza porque nunca pudo recuperar su cuerpo, además de los
enormes celos y la envidia que sienten al ver lo bien que luzco en su cuerpo y
lo mucho que aprovechó a mi esposo, pero está bien amenazada, ya que, si ella
dice algo, solo la tomaran como un loco psicópata que denunciaré de acoso si
intenta hacerme algo.
Me gusto!
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