¡Felicidades Rubén!
Rubén
estaba muy nervioso, sus padres pronto lo verían como un estorbo o si bien
estarían dispuestos a hacer cualquier cosa para que el chico saliera por fin de
la casa y dejar de mantenerlo, Rubén pasaba cada noche con el temor de iniciar
una nueva vida, de comenzar a ser una persona adulta con todo y sus
responsabilidades, ya cumpliría 18 años y, dado a que ya tenía que entrar a la
universidad, sus padres también esperaban que se convirtiera en un hombre
independiente.
Luego
de cumplir por fin sus 18, Rubén estaba nervioso, también era el momento de iniciar
su carrera, pues afortunadamente lo habían aceptado en una universidad, sus padres
esperaban que aparte se consiguiera por fin un trabajo, cuando menos para
aportar al gasto de la casa.
Mientras
Rubén caminaba por el centro, se encontró un anuncio estelar con una bonita modelo
y justo abajo se encontraba el auto lavado del que estaban hablando.
“¡Ey
tú…, sí tú!, así que estás buscando trabajo, tus padres ya no quieren
mantenerte, pues esta es la oportunidad, ven a trabajar con nosotros, lo único
que necesitas, en un buen cuerpo y las ganas de salir adelante”
El
anuncio era bastante raro, sin olvidar que algo machista, pues solo estaba
representado por una hermosa mujer en bikini lavando un majestuoso auto de
lujo, Rubén siguió su camino algo decepcionado, mientras pasaba de lado por el auto
lavado mientras que, en efecto, miraba a las hermosas chicas enjabonadas,
perdió la dirección del camino mientras permanecía embobado con las chicas
cuando tropezó con un hombre que se encontraba parado en dirección contraria a la
que caminaba.
- ¡Oye,
ten más cuidado niño! –elhombre lo regañaba, lucia bastante elegante y modesto,
pero luego de analizarlo le sonrió, - ¡Ey, Ey, Ey, así que te gustan mis chicas
eh…! -
- ¡Discúlpeme
buen hombre, no fue mi intención!, en efecto estaba mirándolas, perdón si le
molesta, veo que es el dueño –
- ¡Sí
claro!, pues es mi negocio, también tengo otros dos auto lavados así de
exclusivos por toda la ciudad y otros 7 en el resto del país -
- ¡Wow,
sí que es un gran magnate! –
-
¡Por supuesto, soy un hombre de negocios!, y por lo que veo, tu eres un chico
en busca de un buen dinerito y que inicia por fin su vida de responsabilidades
–
-Noto
que analiza todo perfectamente, en efecto, estoy buscando trabajo como loco,
pero en estos tiempos es muy difícil, mis padres ya quieren correrme de la
casa, me ven como un vago-
-Tranquilo,
puedes trabajar conmigo –
- ¡Enserio!,
pero señor, no es mi intención causarle lastima ni molestia –
- ¡Para
nada chico!, sabes…, aunque me veas así de buen porte yo antes era como tú, así
que considera tu nuevo puesto en mi pequeña empresa –
- ¡Pero
señor!, yo…, no soy una chica bonita que pueda lavar sus autos como perra
bailarina enjabonando esos lujosos autos jeje –
- ¡JAJAJA!,
ni te imaginas, ven conmigo… -
El
hombre actuaba misteriosamente maquiavélico a la vez que benévolo, Rubén no sabía
aún qué intensiones tenia, pero parecía bastante decidido, además ciertamente
no le quedaban más alternativas, siguió al tipo algo nervioso, de repente lo
guío hasta un lugar subterráneo y oscuro como una especie de sótano, por lo que
ya le estaba dando bastante miedo, el lugar también era una especie de taller
mecánico y, por si fuera poco, una gasolinera.
Rubén
miraba todo en la oscuridad mientras bajaba las escaleras poco iluminadas, de
repente, el hombre activo una especie de
timbre y las luces del lugar se activaron mostrando una pequeña puerta metálica,
otro hombre por detrás abrió la enorme puerta súper sellada y cuando Rubén se
dio cuenta, miro a muchas más chicas lindas en bikinis lavando no precisamente
carros de lujo, Rubén comenzó a sentir una fuerte presión en el pecho que le
decía “¡Huye!”, pero sus piernas
parecían haberse paralizado, el hombre lo miro y con calma lepidio que
entrara junto con él, Rubén siguió su camino tratando de hacerse el tonto con
lo que veía, aunque era imposible no mirar a las hermosas chicas en bikinis,
las cuales parecían algo extrañas, como si
en realidad no fueran ellas
mismas, Rubén ahora creía que las drogaban o algo parecido, Rubén en verdad no
quería pertenecer a la mafia, se sentía bastante nervioso, casi hasta cagarse
en los pantalones.
- ¿Qué,
tienes miedo?, ¡No pasa nada oiga!, solo son viejas arreglando billetitos… -
Lo
que el hombre le decía no lo tranquilizaba, de repente, Rubén nota una extraño almacén
algo frio hasta el fondo que le había llamado bastante la atención, Rubén siguió al hombre quien abrió
la compuerta entre dos hombres gigantes y robustos que
tapaban la entrada, el aire frio sopeso con estremecimiento a Rubén,
pero entonces, noto una larga fila de pieles colgantes con bikinis en el grandísimo
espacio del refrigerador; “¿Serán pieles de vacas con bikini?”, Rubén se
preguntaba mientras que la niebla del frio daban una respuesta nada mejorable
al aspecto de esas extrañísimas pieles.
- ¡Eh…,
señor le agradezco, pero creo que ya aceptaron mi solicitud en la empresa de
refrescos! –Rubén le decía con la voz entre cortada –
- ¡Lo
siento niño, pero una vez que empiezas, ya no hay vuelta atrás! –le respondía
el extraño sujeto-
-
¡No, no por favor, no, ayuda! –Rubén gritaba perdiendo la calma clamando por su
vida-
El
hombre lo detuvo dándole un zape y el chico trataba de calmarse, luego el
hombre saco una botella de vino fresco y caro entregándole una copa al chico
para qué se relajará, Rubén acepto solamente para tratar de tranquilizar sus
nervios, no veía que el hombre sacara un arma para matarlo por lo que había
visto, al menos no de momento hasta que mostro sigilosamente un arma colgada de
su cinturón, Rubén entro en sí y trato de escuchar al buen hombre.
-Como
tú, muchos chicos vienen a mí, no eres el único ni el primero, también hombres,
hasta los más ancianos, de los que vienen aquí solo pocos saben y son
recomendados de buena ley, pero tú has venido sin saberlo, así que te doy la
libertad de escoger, claramente ya lo sabes, en efecto, mi negocio es un
poquito sacado de una narco serie, esto es de riesgo, de vida o muerte, puede
ser, eso depende de tu honor y tu lealtad, aquí solamente lavamos el dinero de
un solo narco, y lo uso para mis negocios legales, si se puede decir, pero hay
algo más que ni si quiera tu mente cagada como estar ahora mismo podría entender –el hombre le contaba
la trama de su vida cuando entonces, tomaba una de las extrañas pieles
humanoides colgadas, se desnudó un poco frente a el tapándose la vista para no
mirar demás al hombre y cuando se dio cuenta, una hermosa chica de no más de
20 años estaba semidesnuda frente a él,
-¡Cómo vez!, ahora soy una linda chica, ¿No es así? –el hombre continuaba
mientras se quitaba el traje, volviendo a su forma masculina fuera de el –
Rubén
estaba anonadado, el hombre volvió a colgar el traje de piel de nuevo en su
lugar y entonces le indico que escogiera uno de ellos, Rubén sea cerco
intrigado mirando la larga fila de trajes con algo de morbo y deseo, aun así,
su mente aun no captaba lo que estaba pasando, Rubén caminaba tratando de
elegir entre todas las opciones, aunque
ciertamente no podía distinguir la forma correcta de los cuerpos pues los
trajes estaban colgados y malformados no como un cuerpo real, la única
diferencia y sin discriminar a nadie, era el color de piel y el cabello de los
trajes.
Entonces,
Rubén eligió uno, lo tomo libremente dado a la aceptación del hombre y cuando Rubén
lo tuvo en sus manos por primera vez, sentía como si en verdad tuviera a una
persona de carne y hueso en sus manos, solo que realmente esta estaba desollada
y sin vida, también la sentía algo húmeda y viscosa, pero era por el tratamiento
de conservación en que los mantenían por seguridad.
- ¡Adelante,
pruébatelo! –el hombre le decía sin ningún conflicto –
Rubén
se quitó la ropa y abrió el agujero que se encontraba oculto por detrás del
traje, temeroso, comenzó a deslizar sus manos y sus piernas por dentro hasta
que sintió como todo su cuerpo se estremecía como si todos sus huesos se
rompieran y su cuerpo se deformara pero sin sentir mucho dolor más que un leve
cosquilleo en todo su cuerpo, de repente, Rubén notaba su cuerpo algo incómodo aun
mientras que la cabeza de cuero aun colgaba en la parte de su cuello, el hombre
se acercó y trato de ayudarlo colocando correctamente su cabeza, mientras que Rubén
continuó experimentando los cambios en su cuerpo.
Luego
de todo lo ya visto, Rubén se sentía bastante extraño, su cuerpo se sentía
bastante incómodo y cuando se dio cuenta, miraba el hermoso cuerpo de una chica
frente a un espejo actuando como el mismo igual de sorprendido, Rubén comenzó a
tocar su cuerpo, experimentando las diversas sensaciones estrafalarias que su cuerpo
le otorgaba.
-
¡No puedo creerlo!, de verdad…, ¡Tengo tetas, soy una chica!, mi cabello creció
mi piel se siente suave, espera…, ¡Mi pene se ha ido, tengo una vagina!, ¡Wey…,
esto es real! –Rubén reaccionaba bastante sorprendió mientras aún se acomodaba
en ese nuevo cuerpo –
- ¡Sí,
lo eres!, y ahora eres mi nueva chica lava autos, ¡Felicidades, estas
contratada! –
Rubén
aún seguía embobado con su nuevo cuerpo, sentía la ficción de la fricción en
cada parte de su cuerpo, experimentando lo irreal como un suceso bastante
tenebroso, luego de haberse puesto ese traje de piel, su cuerpo de verdad había
adoptado la forma femenina de esa chica sin entender la misteriosa magia negra
de lo sucedido.
El
hombre le entrego una forma para su contrato, Rubén la leyó brevemente aun con
muchos nervios recorriendo todos sus sentidos, incluso, casi se desmaya.
“Usted
ahora tiene el cuerpo de una chica, su nuevo nombre e identidad es
Laura Uzcategui, tiene 23 años y es originaria de Cancún, al firmar este
contrato, usted está de acuerdo con las normas y políticas de la empresa, que
de entre las cuales son: preservar el traje del cuerpo que se le ha otorgado,
silencio total del negocio y de la empresa, solo actuar en cuanto se le
indique, su jornada laboral será de 10 horas diarias con un goce de sueldo de
30mil pesos mexicanos, mismos que se le darán cada mes más un bono de seguridad
del 10%, primas vacacionales, dado a la ilegalidad de algunos procesos usted no
cuenta con seguro médico, pues al momento de firmar usted acepta ser Laura
Uzcategui y por lo tanto no tiene derecho a un seguro como identidad: RubXXXX, por
lo que la persona a lo que usted ahora dará vida encuentra finada legalmente
dado su desaparición en el año XXXX, también es primordial que desde este
momento consiga un lugar donde vivir solo, no nos hacemos cargo de sus responsabilidades
reales como persona fuera del negocio, si usted incumple alguna de nuestras normas
y condiciones, no hace falta que le digamos lo que puede pasar, entre otras
cosas de una larga lista que Rubén ya no
sintió el caso de seguir leyendo”
Las cosas
estaban bastante claras, incluso ahora no podría rechazar la oferta pues ya se había
metido en la boca del lobo, Rubén firmo con gusto, ahora le habían entregado
una lista del cuidado de su cuerpo y de cómo preservar su nueva identidad, por
lo que el contrato también le pedía crear una nueva identidad, no como Rubén y
menos como Laura U., por seguridad del mismo, Rubén estaba bastante ansioso, ya
había pasado un largo rato y ya había oscurecido, el hombre a quien llamaremos
como “Z”, ahora era su nuevo jefe, Rubén salió del misterios y macabro lugar
dándose prisa, se había quitado el traje por claras razones metiéndole una
bolsa especial para el raje guardándolo en su mochila, Rubén llego con el
corazón acelerado hasta su casa donde sus padres lo esperaban un poco angustiados
pero decididos a echarlo ya de la casa, (que culeros uwu :P).
Rubén
les había explicado que ya había conseguido trabajo y que mañana se iría de la casa
en busca de un departamento, Rubén paso la noche tratando de resistirse a la
tentación, quería ponerse el traje para seguir experimentando, pero no podía
descuidarse y que lo descubrieran sus padres, así que solamente tomo su lascivo
pene y se dispuso a liberar la enorme carga de tensión que estaba sintiendo en
ese momento tan desesperante de excitación por lo que estaba viviendo.
Al día
siguiente, Rubén se dio un baño rápido y tomo su mochila con unas cuantas cosas
con maleta preparada y todo corriendo a su nuevo trabajo, se despidió de sus
padres y felices lo despidieron esperando que ya no regresara más que de visita
ocasional, Rubén llegaba a el auto lavado esperando ansioso por su primer día como
una chica lava autos.
Al
llegar, miro a sus nuevas compañeras, las miraba imaginando con cierto morbo y perturbación
que en todo este tiempo realmente había observado a hombres vestidos con
cuerpos de mujeres, lo cual era aún más estremecedor pensándolo desde esa
perspectiva, Rubén saludo a algunas personas y luego de entrar al baño del
personal, saco el saco donde tenía cubierto el valioso artículo especial de su
trabajo, se desnudó completamente hasta introducir su cuerpo en ese traje
mágico tan espeluznante y realista que ni he sus fantasías más perversas hubiera
imaginado que existiera.
Rubén
ahora Paulina, como se hacía llamar ahora en esa nueva identidad, comenzaba a
tomar su nuevo cuerpo, no estaba nada mal, estaba muy bien conservada, se sentía
bastante atractiva con ese cuerpo, a pesar de ser una mujer, se sentía más
segura de sí misma, aunque, apenas era su segundo día probando esa cosa y no sabía
cómo sería ser una mujer real en el mundo exterior, más si su trabajo era ser
una sexy limpiadora de auto mientras todo el mundo sobre todo hombres la
mirarían durante toda su jornada.
Paulina
salió del baño luego de estrujar un poco sus nuevos y golosos senos, estaba tan
entusiasmada consigo misma que había olvidado a lo que venía, inmediatamente un
par de hombres que se encontraban en la talacha la observaron, le aventaron un
par de piropos, aunque claro ya sabían quién era realmente, pero eso les hacía
sentir más ganas de arremedarle más comentarios machistas y sexistas sobre su
apariencia, Paulina camino aun algo nerviosa y avergonzada consigo misma, se mostraba al mundo por
primera vez como una chica, los tacones comenzaban a ser un martirio y apenas
llevaba unos cuantos minutos con ellos, también se sentía desnuda usando
solamente un bikini rojo como uniforme, sus demás compañeras la observaron, sin
duda no era fea pero tampoco era la más bonita de todas, sobre todo Alexia, la más
perra de todas, que si se lo preguntan,
esa chica rubia hermosa de buen cuerpo y chichona que ven, no es más que un
chico llamado Alexis quien había adoptado esa nueva identidad como Alexia,
Paulina no se dejó intimidar, pero cuando menos lo pensó un nuevo cliente había
llegado, aunque para Paulina era nuevo, las otras chicas ya lo conocía.
Alfred,
un hombre adinerado de 57 años, quien siempre llevaba sin mentir, su Camaro
2017 a lavar personalmente tan solo para ver a las exquisitas chicas mover sus
tremendos y calientes cuerpos sobre su magnífico auto.
- ¡Ey
tú!, Paulina ¿no?, eres la novata te toca, es tu primer cliente, pero nosotras ya
lo conocemos, trátalo bien eh perra… -Alexia le decía salvajemente pues casi
todos eran su territorio, pero como en las reglas estaba respetara a sus compañeras
sobre todo nuevas y apoyarlas en su primer día, Alexia tenía que mantener el
orden y dar el ejemplo-
- ¡Eh…,
si ya voy! –Paulina respondía nerviosamente mientras se acercaba caminando
torpemente con sus tacones de 17 cm hacia el hombre y a su auto-
Paulina
notaba como el hombre sonreía y, aunque tenía puestos unos lentes de sol muy
oscuros, podía sentir la poderosa presión de su mirada analizando su nueva anatomía, pronto, Paulina se sentía algo
acosada, la torpe chica comenzó a rociar el auto con agua, dando vueltas casi
como 3 veces hasta dejar bien empapado el carro, las chicas quienes la
observaban solamente se burlaban al notar
su falta de experiencia para lavar el carro, no solo porque había gastado mucha
agua ya en su primer auto, sino también porque le faltaba moverse y
desenvolverse más, aunque como experiencia, sabían que era su primer día y solamente tenía que adquirir
experiencia y confianza.
Luego,
Paulina tomo la bandeja de agua con jabón
bastante espumoso y con una franela comenzó a frotar el jabón por todo el
carro, Paulina actuaba de manera normal como si lo hiciera con su propio carro,
recordaba cuando ayudaba a su padre a lavarlo y simplemente meneaba la franela
en forma circular por todos lados y en diferentes formas hasta dejar el auto
bien enjabonado, Paulina notaba que también siendo un cuerpo distinto, era más difícil
moverse dado a las tremendas zapatillas que llevaba puestas, las cuales ya le
estaban matando las plantas de los pies y punzando terriblemente las piernas, sus
senos tampoco le ayudaban, pues si bien no eran una grandes bolas de masa, su
físico era bastante considerable como para moverse por todas partes sintiendo
el molesto rebote de sus tetas todo el tiempo, lo único favorable que la misma
Paulina no sentía era que inconscientemente movía su cuerpo sensualmente a cada
paso que daba, cada vez teniendo más confianza que total, a final de cuentas, había
hecho bastante bien las cosas a pesar de ser su primera vez.
El hombre
estaba fascinado con la nueva chica, de hecho, le había atraído bastante, tanto
que estaba por pedir el servicio privado si el hombre no hubiera tenido una
llamada para una junta urgente en la oficina, el cual Paulina aun no tenía idea
de que tuviera que aportar con un servicio extra del lavado del auto de los
clientes, eso sí tan solo hubiera terminado de leer su contrato.
El
hombre se acercó sigilosamente a Paulina, luego de que esta terminará de secar
y encerar firmemente su auto, poniendo el dinero entre la frontera de sus
lindas y redondas tetas provocándole algo de cosquilleó para luego darle un
beso coqueto en la mejilla, pero justo antes de irse, se dio la vuelta y coloco
un billete de 500 pesos como su propina enganchándolo en la liga de la tanga de
su bikini, para luego acariciar con su mano la nalguita de Paulina diciéndole ente
susurros en su orejita “¡Vuelvo pronto princesa!”, dejándola sorprendida y
bastante caliente luego de la pervertida acción del hombre, luego de irse,
Paulina saco el dinero de sus partes y sus nuevas compañeras se acercaron a
felicitarla, pero Alexia, tomó todo el dinero y lo guardo en la caja de
servicio dejando también los 500 pesos de propina que Paulina se había ganado en
la caja de propinas, luego de eso, un nuevo cliente llego, este lucia menos
picaron y las chicas se pusieron a trabajar.
Luego
de terminar la jornada tan agotada del día, Paulina se sentó bastante cansada,
sus piernas le dolían tremendamente y ya no podía más con el dolor de su espalda
aguantando todo el peso de sus atributos, además, había pasado por bastantes acosos
durante todo el día, sin olvidarla maldita cara de expresión cínica sonriéndole
a todos los hombres a pesar de mirarlos observando sus lindos atributos.
- ¡Bueno
lindura!, ¿ya te disté cuenta de cómo funciona este negocio no? –Alexia le decía
mientras trataba de retarla, ella aun parada firmemente como una buena esclava
dominante con sus gigantescos tacones de aguja, sin duda esa perra llevaba más
tiempo que ninguna en el negocio, incuso ya la ascenderían a gerente del lugar,
al menos de la parte de las chicas lava autos –
- ¡Eh,
si jeje!, lo siento, pero de verdad estoy tan agotada –Paulina respondían, pero
Alexia la tomaba de las manos y la obligaba a levantarse de la silla –¡Oye! –
- ¡Mira
pendeja!, sé que es tu primer día aquí, pero yo eh estado aquí tres años y no
me vas a venir a decir que la señorita está cansada, así que para tú culo y me
vas a limpiar el carro a ese último cliente que acaba de llegar –
- ¡Pero
es una súper camioneta, es una 4x4, no mames, no puedo hacerlo yo sola!
–Paulina lloraba acariciando sus piernas del dolor –
- ¡Ya
Alexia!, déjala no mames, yo le ayudo, no seas tan cruel, se nota que su cuerpo
es aún más débil que el de las demás –la defendía Daniela mientras que Alexia
jalaba a Paulina de las greñas –
- ¡Ay,
ayuda, esta perra está loca! –
Alexia
llevo a Paulina a la fuerza hacia la camioneta y casi aventándola al suelo
asqueroso de todo el día de limpieza de aguas sucias le hizo tomar las bandejas
de agua y la manguera, el nuevo cliente era un gordo padre de familia, diputado
y con bastante dinero que siempre visitaba el lavadero por la noche que era cuando
se ponía más bueno el asunto.
- ¡Hola
amor!, ¿Cómo te llamas?, ¿Eres nueva verdad? –el hombre acariciaba su lindo
rostro –
- ¡Sí,
jeje, gracias, pero permítame lavarle su auto! –Paulina trataba de alejarse del
tipo, pero simplemente ese berrinche lo atrajo aún más –
- ¡Ven
aquí perra! –la sujetaba el tipo a la fuerza –
- ¡Ay!
–Paulina chillaba mientras era sujetada por el tipo brusco y trataba de besarla
–
- ¡Alto
ahí! –“Z” legaba a defenderá su chica –
Alexia
miraba la heroica escena y eso solamente causo que la hiciera sentir aún más
celosa al ver que el jefe defendía con recelo a la chica nueva, el tipo dejo a
Paulina en paz y ordeno que el turno de la noche iniciara dejando ir a descansar
a las chicas del turno anterior mientras consolaba a Paulina quien estaba
bastante cansada y débil.
- ¡Ven
conmigo niña! –“Z” la sujetaba mientras que Danielita le daba su parte de las propinas
del día –
- ¡Gracias
por ayudarme jefe, pero no tenías que hacerlo!, a final de cuentas veo que
tarde o temprano también tendría que dar ese tipo de servicios –Paulina sollozaba-
“Z”
la consolaba mientras que Alexia miraba todo furiosa escondida en algún lado,
luego de mirarlos acaloradamente, se fue emperrada a su casa, Daniela también
la ayudaba a tranquilizarse.
- ¡Ve
a casa, ya es muy tarde! –“Z” le decía”-
- ¡No
puedo, les dije a mis padres que ya hoy me largaba y traje casi todas mis
cosas, ya no creo que me reciban –Paulina chillaba –
- ¡No
te preocupes amiga!, en mi departamento cabemos las dos, te puedo dar asilo un
rato mientras encuentras tu propio espacio –Daniela le decía abrazándola-
Luego
de eso, Paulina regresa al baño y se quita el traje regresando a ser Rubén,
“¡Caray, vaya día!”, Rubén sentía como recuperaba su cuerpo y con ello sus
fuerzas y energías, era como si no hubiera hecho realmente nada en todo el día.
- ¡Sabes…!,
no deberías de quitártelo, al menos no ahorita, o mejor descansa un rato, pero
llegando a mi depa te lo vuelves a poner, tu traje necesita recargarse y
descansar, quizás tu cuerpo de hombre no lo note, pero el traje si, has
escuchado el dicho, ”El poder está en el traje”, si no cuidas de tú traje, no podrás
hacer nada sin el –Daniela le decía mientras se vestía y caminaban juntos hacia
su auto que por cierto convenientemente
tenía y tomaron rumbo a su departamento.
Amiguitos,
esta historia primero era tan solo una cap especial de cumpleaños para Rubén XD,
pero conforme la fui escribiendo creo que me está quedando algo bastante bonita,
si quieren que la continúe, por favor comenten para darme muchos ánimos n.n.
Wooooowww no puedo creeerlo en primera porque me encantó la historia y en segunda porque se ve que le pusiste mucho cariñooooo me encantoooo gracias gracias gracias
ResponderBorrarY SIII POR FAVOR SIGUE CON LA HISTORIA QUE ME ENCANTÓ
De verdad que lindo, muchas gracias
X2
BorrarMuy buena historia, dale continuidad por favor
ResponderBorrar😍😍😍
ResponderBorrarGran historia, dale continuidad plox
ResponderBorrarTiene muchas referencias
ResponderBorrarIncreible historia, continuala por favor ❤
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