- ¿Qué pasa, te comió la lengua el ratón? –Fernanda
le decía a su hermana en su cuerpo, - ¡Pero, pero, esto o es posible! –Vicky
lloraba en pequeño cuerpo de su hermana, - ¡Lo sé!, ni yo sé cómo paso, pero
esto es tan emocionante y excitante, ahora puedo ser yo la perra que se cueste
con tu novio, o mejor dicho mi nuevo novio, siempre lo trataste tan mal y ahora
yo lo consentiré como se debe, basta ya de la perra de Vicky, - ¡Pero tú no
puedes hacerme esto!, yo no quiero ser una niña otra vez, devuélveme mi cuerpo,
- ¡Híjole, yo creo que eso no se va a poder! –Fernanda se burlaba mientras contoneaba
las curvas de su odiosa hermana, - ¡Por favor, hare lo que sea! –Vicky se ponía
de rodillas, -Ni aunque me ruegues te devolvería este delicioso cuerpo, no desaprovecharé
la oportunidad –Fernanda se alejaba a su nueva habitación contoneando sus
caderas mientas sentía como su nuevo y sexy cuerpo se acomodaba de lado a lado,
pero Vicky ahora solo podía golpear su espantosa barriga y llorar mirando su
horrible cara llena de barros, no sabía cómo le había hecho su hermana para
intercambiar sus cuerpos pero estaba segura de que había sido una mala idea
molestarla toda su patética vida.
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