Luego de que me había llegado esa
gelatina que me convertiría en un ser Slim, conocido como una masa viviente que
podía adentrarse en otro cuerpo y tomar el control del mismo, no dude ni un
segundo en frotar mi cuerpo con ella y convertirme en ese ser para poder
meterme dentro del cuerpo de mi vecina.
Carolina, era mi vecina de 25 años, una
chica que había estudiado leyes, tenía de una buena familia y ahora estaba de
vacaciones disfrutando de su casa y su belleza, yo estaba obsesionado con su
cuerpo y su dinero, la odiaba por ser una niña malcriada y creída, realmente no
le importaba el trabajo que le habían dado en un bufete de prestigio, así que
fácilmente, convertido en un Slim, me escabullí por su casa arrastrándome como
un vil gusano hasta que finalmente sorprendí a Carolina mientras se bañaba,
ella pego un grito del terror que sentía al verme, claro, sin saber que era yo aquella
masa verdosa y sin forma alguna, introduciéndome lentamente dentro de su vagina
hasta que pude llegar hasta su cerebro y hacerme fácilmente del control de todo
su cuerpo, leyendo su mente, aprendiendo de sus recuerdos y logrando tomar el
control absoluto de su todo su ser, ahora por fin era Carolina, lo tenía todo,
su belleza, su grandioso cuerpo de Diosa, su dinero y su espectacular vida,
¿Ahora quien me detendría?
Me Gusto
ResponderBorrar