𝑹𝒆𝒏𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒖𝒏 𝒄𝒖𝒆𝒓𝒑𝒐

 

Carla había visto a su hija entrar apresuradamente y encerrarse en su cuarto sin decir una sola palabra parecía estar ansiosa por alguna extraña razón, ella no pudo entrar a su cuarto ni saber que estaba haciendo ahí dentro, mientras que Pedro, el hombre que realmente tenía su cuerpo, comenzó a desnudar su nuevo cuerpo fascinado con lo que había rentado, jugo lascivamente con sus nuevas tetas y froto su húmedo coño con el cuerpo empapado luego de una larga ducha bajo la regadera, tomo su celular de niña y se tomó una foto frente al espejo para luego enviárselo a su viejo yo, donde ahora estaba la chica dueña del cuerpo en el que estaba.

- ¡Oye imbécil, deja de hacer es con mi cuerpo!, - ¡Jajaja!, pero es mi cuerpo ahora, por eso lo rente, puedo hacer con él lo que me plazca, -No sé porque tuviste que regresar a mi casa con mi cuerpo, no quiero que mi madre sospeche, - ¡Niña!, no pague la renta de tu cuerpo para regresar a mi tonta casa con mi tonta esposa en un cuerpo de niña, no solo pague por tu cuerpo, también pague por tu vida, así que en lo que a mí respecta, los siguientes 3 meses tu cuerpo y tu vida me pertenecen –

Karen estaba desesperada, necesitaba dinero para poder ir a un concierto de su banda de adolescentes favorita, daría todo lo que fuera incluso asesinar por ir a ella, fue entonces que, luego de escuchar el rumor de la renta y venta de cuerpos, Karen entro a un nuevo mundo en el que no pensó que realmente vendería su cuerpo, tan solo por un simple concierto a un hombre pervertido con ideas asquerosas para hacerle a su cuerpo.