Cuando la banda de Swappers andaba merodeando
la ciudad, Mónica se encontraba cuidando a Kevin, su pequeño sobrino de 7 años,
luego de que su hermano saliera con su esposa de viaje, ella se había propuesto
a cuidar al infante para que ellos pudieran pasarla bien, a Mónica siempre le
gustaron los niños, aunque por ahora no planeaba tener uno, por lo que cuidar
de su sobrinito era todo un emocionante reto para ella.
Pero por desgracia, la escena fraternal
de la tía y su sobrino también atraía mucho a la banda criminal de Body Hoppers
quienes no se tendían el corazón ante nadie, mucho menos, por una grandiosa
oportunidad como la que tenían la casa de Mónica, la cual era bastante grande y
llamativa, obviamente, dentro habría alguien con mucho dinero para tener la
casa en ese estado, pues Mónica era actriz porno, algo de lo que no se sentía
muy orgullosa, pero le daba lo suficiente y más para vivir.
Fue tocones que los Swappers entraron y
encontraron a la mujer madura con el pequeño, luego de una horrible discusión
con los extraños, Mónica y Kevin terminaron intercambiados, mientras ambos
trataban de entender lo que sucedía, la banda de criminales robaba todo lo que
podía de la casa, -¡Por favor Kevin!; trata de tranquilizarte, ahora tienes mi
cuerpo, -¡Lo siento tía Moni!, es que tu cuerpo es bien gracioso, mira como
todo se me mueve estas cosas en tu pecho, ¡Son bastante divertidas!, se sienten
tan suavecitas y deliciosas, me provocan cosquillas aquí en medio de mis
piernas, por cierto, como le haces para orinar, siento todo raro ahí abajo.
Aunque Mónica intento todo porque el
grupo criminal le devolviera a la normalidad, al final tuvo que ceder parte de
sus ahorros siendo engañada, luego de que estos se fueran dejándolos atrapados
en el cuerpo del otro sin manera de poder volver a la normalidad.
Me gusto el concepto
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