𝑳𝒂 𝒂𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂

        -Odio esto-

-Que ya quieres renunciar-

-Para nada, esto no es nada para mi-

-En cualquier momento vas desistir y abre ganado-

Hace unos días  mi hijo de 14 años y yo intercambiamos cuerpos debido a una apuesta en la que si yo ganada no pondría pero en mandarlo a una escuela privada  y si el ganaba yo dejaría de meterme en su vida .

La apuesta con insiste en ver cuanto tiempo uno aguanta siendo el otro.

Esto nació gracias a una discusión que tuvimos debido a sus calificaciones, el es muy holgazán y no se preocupa por su futuro y tampoco ayuda en las tareas de la casa y todavía tubo el pretexto de decir me que ser el no están fácil, que tiene demasiada presión para concentrarse en hacer las cosas. A lo cual yo me arte y le dije que mejorara sus calificaciones o tendría que mandarlo a una escuela privada para que lo eduquen con mano firme.

El no me creyó cuando se lo dije, y me contesto de una manera tan burlona que me hizo enfadar.

Dos días después una de mis amigas me contó sobre una aplicación que permitía cambiar de cuerpos con alguna otra persona, no se como es que sabe sobre eso, pero no le cuestione nada, ya que necesitaba darle una lección a mi hijo.

Ese mismo día cuando llego de la escuela, lo llama al comedor y le dije lo mismo de que tenia que mejorar sus notas, a lo cual el me contesto con lo mismo y yo arte le grite diciéndole que el que va a saber sobre el estrés y el estar agobiado, tener que trabajar duro y mantener a un mal criado, el me contesto diciéndome que mi trabajo es fácil y que enésima si el fuera yo seria mucho mejor, así niño baboso te demostrare lo contrario.

Con la cámara de mi celular escane todo su cuerpo y en la pantalla me salio que si quería intercambiar con el a lo cual sin dudarlo le di que si pero no paso nada y el se fue furioso diciéndome que me dejara de estupideces, no hablamos por el resto de la tarde ni de la noche.

A la mañana siguiente un grito me despertó y era yo mismo gritando, me veía a mi misma parada en frente de mi, no entendía lo que estaba pasando, hasta que me vi en el espejo y ere mi propio hijo, la aplicación había funcionado, sonreí maliciosamente mientras decía eso.

Mi hijo estaba confundido y no entendía nada y le explique

-Dijiste que serias una mejor yo que yo, así que ahora seras yo y solo yo puedo cambiarnos ahora-

Un poco mas tarde bajamos a desayunar, y mientras comíamos el no paraba de observare y repentina mente dijo

-Te crees muy lista pero no lo eres, ser tu es muy fácil podría estar así siempre-

-¿Así?, ¿que te párese esto? hagamos una apuesta de quien puede estar mas tiempo en el cuerpo del otro, si yo gano te mandare a una escuela privada-

- De acuerdo , pero si yo gano dejaras de molestarme-

-OK, trato echo-

Pobre tonto desde el momento en que acepto yo ya había ganado, una madre conoce a su hijo y el mio es muy testarudo y hará lo imposible por no perder.

Ya han pasado varios días desde que comenzó la apuesta y e logrado comprobar que mi hijo es un vago, en la escuela no hace nada, sus maestros se sorprendieron cuando empozo a entregar las tareas diarias, todo esta mal con este chico, ser el es demasiado fácil no tiene mas responsabilidad que la escuela yes mi deber como madre salvaguardar el futuro de mi hijo.

Mientras tanto el seguía continuando diciendo que es mejor yo que yo, pero se le nota que se quiere rendir, pero por orgullo no lo hará, mucho mejor para mi, si esto se extiendo a algunos años podre hacer que ingrese a una buena universidad y no se si soy yo o mis sentidos masculinos pero debo admitir que tengo un cuerpo bastante sexy y mas como lo viste mi hijo.

-No puedo perder ante mi madre, demostrare que soy mucho mejor que ella, pero no aguanto estar en su cuerpo sus pechos y su trasero pesan demasiado, pero debo aguantar  a como de lugar-