Diana estaba realmente preocupada,
estaba a punto de ser ingresada a la Clase de Intercambio y no podía permitirse
perder su valioso trabajo temporal como niñera, pues le daban una buena paga
por ello, sobre todo la familia de Pedrito, quien sus padres eran unos
importantes empresarios, pero si llegaran a saber acerca de su intercambio con
alguien más, no querrían volverla a contratar.
Desafortunadamente para Diana, la
clase había comenzado y había tenido que intercambiar con Julio, otro de
sus compañeros, lo primero que hizo Diana, fue asegurarse de que Julio
respetara su cuerpo y su vida, por lo que no tuvo de otra más que contarle
acerca de su trabajo como niñera y lo que ganaba, adaptándose a la situación y
a que Julio adquiriera una parte de las ganancias por hacerse pasar por la niñera
de Pedrito, para Julio no había mayor problema, aunque no le gustaba tratar con
niños, al menos podría divertirse siendo una chica para un niño como Pedrito,
pero realmente, Julio tena otros planes para pasar el rato con el cuerpo de
Diana.
Luego de unos días, Julio ya se había
adaptado al cuerpo de Diana, le encantaba vestirse como una chica y disfrutar
tocando su cuerpo mientras nadie lo veía, incluso, en la propia casa de su
nuevos jefes, lo peor, es que lo hacía frente a Pedrito, quien se quedaba
impresionado al ver a su niñera sin saber que realmente dentro de ella se
encontraba un chico, pero Julio quería más, comenzaba a sentir cosas por su
nuevo jefe, mismas cosas que Diana sentía pero eran prohibidas, algo que Julio
no sabía, pues Diana realmente se sentía
atraída por su jefe, así que Julio deseaba sentirse como una verdadera mujer y
antes de volver a intercambiar a su
verdadero cuerpo, Julio disfruto su ultimo día como la niñera de Pedrito,
afortunadamente, la esposa del señor Robles había salido con sus amigas ese
día y Diana había sido contratada para
cuidar a Pedrito, pero por cosas del
destino, el señor Robles regreso temprano del trabajo, Julio comenzó a
seducirlo, él sabía que el señor Robles se sentía atraído por su sensual
cuerpo, así que no sería mucho problema, siendo presa fácil, pues de inmediato,
comenzaron a besarse y de la nada, ya estaban en su habitación teniendo
relaciones, Julio disfruto tanto su ultimo día como niñera, en el que había
descubierto el verdadero sexo, algo que no sabía, era que Diana era virgen, por
lo que había tenido su primera vez con su jefe sin saberlo, luego de regresar,
Diana estaba realmente preocupada, si jefe de siempre ahora le pagaba más, eh
incluso se le insinuaba en ocasiones, pero Diana no podría decir nada, ya que
ella nunca les mencionó nada acerca del intercambio a sus jefes, y si lo hiciera,
estaría en graves problemas.
Un doble ganar
ResponderBorrarNo pues que buens estrategia XD
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