𝑷𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒐𝒍𝒂

-¡Hola nena!, ¿Cómo estás?, ¿Te gustaría salir a pistear?-

-¡No, alejate!-

-¡No seas así princesa!, Tengo baro yo invito-

-¡Qué no déjame!-

-¿Qué pasa, te pega el novio?-

-¡Claro que no pendejo!-

-¡Ay con esa boquita tan bonita y esas palabrotas!-

-¡Mira estúpido si no me dejas en paz llamaré a la policía!-

-¡Ta bueno ta bueno y me voy!-

5 minutos después...

-¡Hola, disculpa, perdón el atrevimiento pero estás muy bonita y te veo aquí tan solita!-

-¡Lárgate idiota!-

-¡Ay vieja amargada!-

-¡Maldita sea ya no soporto estar así!, A qué maldita hora acepte ese maldito dinero a cambio de mi cuerpo solo para comprar esa estúpida consola-

Julio era un joven chico de 19 años que había estado buscando dinero desesperadamente para comprarse una nueva consola de videojuegos, llevaba meses ahorrando y no lograba juntar nada.

Fue entonces que encontró un anuncio en internet que le ofrecía dinero a cambio de su cuerpo, aceptando muchos términos y condiciones para hacer legal y formal el trato.

Julio no sabía de qué trataba en realidad, cuando llegó a la supuesta Clínica de Intercambio dónde rápidamente se registró y sin demora su solicitud fue aprobada y comprada por una joven mujer soltera que buscaba un cambio total en su vida.

Laura de 25 años quien ya no aguantaba ser mujer luego de los constantes acosos de los hombres quienes la perseguían por su hermoso atractivo, Laura tenía bastante dinero que había conseguido gracias a su temprano trabajo y esfuerzo en una empresa farmacéutica dónde ahora era la gerente, sin más, decidió vengarse de los hombres convirtiendo a uno en ella y convirtiéndose a ella en un chico joven y con buen futuro, pues luego de leer los datos de Julio, el chico venía de buena familia, quizás no con dinero pero si con una buena carrera la cuál estaba a la mitad.

Luego del cambio, Julio había recibido su dinero.

-¡Ey, esto no es lo que esperaba, qué ah pasado con mi cuerpo-

-¡Tranquila señorita Laura todo estaba en el contrato que usted firmó!-

-¡Pero yo no quería vender mi cuerpo, yo no quiero ser mujer, devuélveme mi cuerpo!-

-¡Lo sentimos pero el chico se ha ido muy feliz con su cambio el cual le pago por $XXXXXX!-

-¿Tanto dinero?, Bueno no está tan mal ese dinero, creo que no estoy tan mal de cuerpo, al menos soy joven y bastante bonita-

Julio salió experimentado todos los nuevos cambios en su cuerpo, había recibido los datos y la identidad de Laura, así como su nuevo hogar, tenía un carro del año y un grandioso departamento en dónde vivir, además tenía los conocimientos de Laura para seguir rindiendo en su trabajo, toda su vida arreglada sin problemas.

-Bueno ser mujer no es tan malo, tengo unas ricas tetas y un tremendo culazo, además una carita bien bonita y mucho dinero, sin duda de haberla conocido antes la hubiera invitado a salir-

Poco después, Julio había aprendido a adaptarse a su nueva vida como Laura, pero le incomodaban mucho los constantes acosos de los hombres, sobre todo por los que buscaban llevarla a la cama.

-Kary-