𝑰𝒏𝒕𝒆𝒓𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒐𝒔 𝑰𝒏𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂𝒍𝒆𝒔

 

Había recibido una actualizando en mi aplicación de intercambio, la Clínica de intercambio o, mejor dicho, la Organización de la Clínica de Intercambio, había creado hasta hace poco una aplicación para poder cambiar de cuerpo con quien quisieras en el momento que fuera, aún estaba en pruebas, pero estaba funcionando, cuando la utilizaba, cambiaba con amigos, o convencía a algunas chicas de hacerlo, era algo normal para lo anormal entre las personas, pero era cada vez más común hacerlo.

Pero las nuevas actualizaciones, te permitían hacer todo tipo de cosas con ella, como poseer personas, intercambiar cuerpos de dos o mas personas sin ser uno de los afectados, incluso, transformarse en una persona, animal o cosa, pero la nueva actualización, te permitía poder realizar cambios de cuerpo remotos, con personas al azahar o eligiéndolas en cualquier parte del mundo.

Estaba intentando pensar que hacer ahora con la aplicación, incluso, ahora tenia un chat como si fuera una red social de buscar parejas, donde mirabas el perfil de la persona y todo, siendo legal el intercambio, conocí a una hermosa mujer.

SU nombre era Gabriela, quien me había agregado a sus amistades, ella parecía ser de Francia, y me enviaba frecuentemente mensajes pidiéndome que cambiáramos de cuerpo, cuando finalmente acepté, sin esperar mucho de convertirme nuevamente en mujer, termine descubriendo que Gabriela era en realidad una prostituta de las calles de Paris y no una ama de casa millonaria como ella decía.

Intente comunicarme con ella, pero era inútil, me había bloqueado todo para que no pudiera encontrarla y seguramente se había eliminado todo rastro de mi cuerpo para no encontrarla, pero además, su teléfono estaba casi inservible, parecía que lo escondía y ni siquiera era suyo, parecía más bien robado, me sentía incomodo siendo una mujer mas madura de las que había sido anteriormente, aunque no me disgustaba tanto sino fuera por el hecho de que era ahora una prostituta, pero yo tengo la culpa, comienzan a tocar la puerta con agresividad, en un idioma extraño, no sé qué hacer, será mejor que comience a actuar como la mujer en vez de meterme en problemas.