“𝐘𝐨 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐫𝐨𝐛𝐚𝐫 𝐬𝐮 𝐜𝐞𝐥𝐮𝐥𝐚𝐫”

La vida no era fácil y estaba cansado de pasar hambre y pobreza, este era un barrio pobre, de esos que son un agujero del que no sales vivo.

En esta vida hay que robar para mantenerse y tener la tripa llena, mi juventud había sido manchada por sangre y robos.

Mientras que pasaba hambre y sufrimiento, siendo amenazado, utilizado y abusado por la mala vida que hostentaba en el barrio.

Venía caminando pensando en que robar ahora, cuál sería el nuevo plan para llevar unos pesos a la casa, cuando miré sorprendido a una güera bien chula caminando por el barrio.

Se notaba que no era de por aquí, era una vieja bien sabrosa, guerota, alta, con un tremendo culo y unas chichotas, se notaba que no era de por aquí, parecía perdida, nerviosa, por momentos curiosa, poniendo atención a cada detalle, o simplemente se había perdido la mensa y ahora estaba asustada entre tanta pobreza y gente peligrosa.

Me acerqué sabiendo que esta vieja parecía tener dinero, quizás robaría su cartera que tendría unos 3 mil pesos o quizás más, su celular seguro un iPhone 17 pro Max de esos de 50 mil pesos, pensaba en la jugosa cantidad que me llevaría al ver a tremenda chica ingenua en este barrio peligroso.

Me acerqué antes de que otro idiota me robara la chamba.

-¿Qué pasó güerita…?, ¡Como que andas algo perdida mi amor! -le dije sonriente y cantandito mientras preparaba el cuchillo para apuntarle, causándole miedo para que me entregara sus cosas.

-¡Venía buscando a un hombre como tú! -dijo con una voz llena de emoción y alegría.

-¡Ora ps que pedo! -dije extrañado de lo que decía, al ver su actitud llena de entusiasmo.

De repente se me acercó sin mostrar nada de miedo, totalmente atrevida y confianzuda, me abrazo como tratando de atraparme con sus frágiles brazos y lentamente se acercó a mis labios para darme un beso.

Me sentía impactado al ver como esta güera se me pegaba para darme un beso, ¿A mi?, ¿A una pobre rata prieta y lacrosa sin dinero y sin bañarse?, ¡Debería de ser el hombre más afortunado del mundo!

Pensaba, mientras disfrutaba como está ¡pinche güera puta! me daba el beso más rico de toda mi ¡pinche vida!

El beso estaba tardando demasiado, sus labios se sentían carnosos y bien ricos, afortunadamente no había nadie porque sino me irían corriendo con el chisme a mi vieja.

De repente sentí un extraño dolor que me hizo temblar todo mi cuerpo, de repente sentí como una corriente eléctrica me hacía cosquillas en todo mi cuerpo, mis ojos se pusieron en blanco y caí desmayado.

Cuando me desperté estaba en el asqueroso suelo te terracería, mi cuerpo se sentía extraño y mi cabello me estorbaba la vista, no recordaba tenerlo largo, siempre me gustaba corto, tomé mis cabellos extrañado y noté como mis manos eran güeritas, mi cabello era rubio así como el extraño peso en mi pecho me hizo mirar hacia abajo.

-¡Puta madre!, ¿Desde cuándo tengo estas chichotas? -gritaba apretándolas con mis manos, sintiendo lo suaves y ricas que se sentían -¡No, no, yo no puedo tener tetas, no soy una vieja! - jadeé al sentir cosas extrañas en todo mi cuerpo.

Trate de levantarme pero estas tetas me hacían perder el equilibrio, el pinche cabello me estorbaba.

-¿Qué chingados le paso a mi cuerpo? -pensaba mientras miraba hacia todos lados sin encontrar a la chica que me había besado, entonces miré mi reflejo en un charco estancado en la calle -¡No mames!, ¡Soy la pinche güerota, esa vieja se robó mi cuerpo! -gritaba mientras miraba a todos lados asustado.

De repente el celular de esta vieja comenzó a sonar, conteste y al otro lado se escuchaba mi propia voz contestando.

-¡Hola preciosa!, veo que ya desertaste, no quería dejarte ahí tirada pero tenía que escaparme, disfruta de tu nuevo cuerpo y de tu nueva vida, estoy harta de vivir con privilegios que no quiero, ahora mi deseo es ser un ratero como tú, me gusta la adrenalina y que mejor me que siendo un hombre peligroso, deberías de apúrate a correr al carro dejé a unas calles, en su bolso tienes la llave, ¡Corre antes de que te lo robe mi amor…! 

-¡Pinche vieja loca!, ¡Devuélveme mi cuerpo! 

-¿No es emocionante ser ahora la presa de este cazador? 

-¿Cuál presa, cuál emoción?, ¡Regrésame mi cuerpo perra!

-¡Jaja, ya te dije que no!, tu cuerpo es mucho mejor y vida mucho más emocionante, siempre quise ser un ladrón, no una niña mimada y aburrida, tú ahora teienes dinero y ya no tienes más necesidades, ¡disfruta de tus nuevas tetas!

-¡Regrésame mi cuerpo…! 

La maldita me colgó, empecé a buscar por todas partes, no se adonde se había metido, segurito me estaba observando en alguna parte, no me gustaba para nada tener el cuerpo de esta puta, era incómodo ser mujer, sentía como estas tetas me rebotaban y como este culote se meneaba con cada lado que daba.

Comenzaba a hacerse tarde y no podía llegar a casa con este cuerpo, ni vieja me mataría, era un barrio peligroso y ahora yo era una presa fácil, extrañamente empecé a sentir mucho miedo, sabía que este era un barrio peligroso para una chica indefensa como yo, tenía que escapar de aquí antes de que uno de mis colegas me encontrara y me diera mi violada.

-Kary-