viernes, 21 de junio de 2019

La agencia Cap 2 "Investigando"







Bueno chicos, tarde mucho en escribir este capítulo dos, pero quería tener algo muy bien estructurado y planear la historia, como dije, serán cuatro capítulos.

Me ha quedado algo largo, pero probablemente sean así todos los que suba. Lo más probable es que tarde dos o tres semanas para subir el siguiente, ya que a veces me surgen ideas y reviso en el borrador si quedaran bien. Espero lo disfruten y recuerden que sus comentarios me ayudan muchísimo.


La figura de aquel hombre le estaba esperando, a decir verdad, Francis aún no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo…

Después de que le hubiera dejado su tarjeta y salido de la cafetería había terminado de comer, pese a que había perdido un poco la compostura su cuerpo aun le seguía pidiendo que no rechazara la comida que tenía enfrente.

Aun así, a pesar de que el invierno aun no llegaba, la noche había sido especialmente fría para el cuándo había regresado al parque, como si de repente hubiera caído en cuenta que su vida estaba yendo por un rumbo miserable. Al día siguiente no había podido concentrarse mucho en lo que tenía que hacer, había tratado de preguntar a algunos conocidos si conocían a ese hombre, pero como había pensado, era imposible que alguno supiera de quien se trataba.

Al final, había conseguido algunas monedas para usar un teléfono y llamar al número que ponía en la tarjeta, le había contestado una mujer, por su voz era joven, y debía admitirlo, era una voz que derrochaba sensualidad, uno no podía dejar de pensar que era una mujer muy hermosa. Aun así, dijo su nombre y por qué llamaba.

-De acuerdo, le estarán esperando en dos días, en la Avenida #16, en la parte trasera del centro comercial…

Esas habían sido las instrucciones que había recibido, y dos días después estaba ahí. No le pareció extraño que le citaran detrás del centro comercial, era un lugar más acorde a él, había un par de basureros. A veces, antes de que estuviera completamente oscuro, algunos se aventuraban a tratar de hurgar, probando suerte de encontrar algo que pudieran vender o algo que no estuviera tan mal como para poder llenarse el estómago.

La figura de aquel hombre era un tanto intimidante, pero Francis logro armarse de valor para llegar hasta donde estaba el, al lado, un auto negro como de las películas estaba estacionado con un hombre de lentes oscuros al volante. No le sorprendería si llevaba un arma o algo así.

-Te felicito Francis, tomaste la mejor decisión – indico el hombre.

-No he decidido nada, quiero saber bien de que se trata esto… yo, aun soy un hombre honrado – enfatizo tratando de sonar lo más duro que podía.

-Decidiste venir – le recordó el hombre haciendo un gesto para que subiera a la parte trasera del auto. No lo había notado, pero se movía de manera muy elegante y refinada. Francis dudo solo un momento antes de subirse, tenía la impresión de que, si daba la vuelta, podría pasarle algo horrible, o quizá que había dejado ir su única oportunidad. Tragando saliva subió al auto y dejo que arrancara.  – Así que cuéntame tu historia Francis... quiero escucharla de ti

No era nada cómodo hablar de uno mismo a alguien que no conocías, menos si tu historia era tan patética como la sentía el pobre hombre. Hablo de como esa mujer le había engañado y quitado todo después del divorcio y como eso había arruinado su vida por completo.

-Ah… la vida no es nada justa Francis, nada justa, por suerte hacemos quienes pensamos que eso no está bien… y hacemos que sea justa nosotros mismos – dijo con una sonrisa que hizo que a Francis se le erizara el bello de la nuca.

A pesar de que trataba de mirar por la ventana para orientarse, terminaron yendo a los suburbios fuera de la ciudad, por lo que no tenía idea de donde estaban. Nunca había estado por esa zona, así que había perdido toda oportunidad de que, si algo estaba mal, huir por algún callejón que conociera, estaba totalmente a merced de aquellos hombres. Al final, se estacionaron en una zona de bodegas, parecía en realidad, el tipo de lugar común donde se hacían textiles o producciones en masa… así que de eso se trataba, un trabajo esclavizaste... bueno, podían pagar algo y podría quizá tener techo... la idea era desilusionante, pero no dejaba de ser mejor que su situación actual.


Estaciono delante de una inusualmente grande, y bajaron. Francis no espero a que le dieran la instrucción para bajar el mismo. Con lo que veía se sentía un poco más tranquilo, parecía algo más normal y real. Pasaron por una destartalada caseta de seguridad atendida por un hombre de mediana edad, capturo rápido una tarjeta que el hombre le tendió y les dio tres gafetes.

Cuando entraron había una habitación bastante normal, con un escritorio y un archivero, el de traje tomo un par de hojas del archivero y se las tendió a Francis.

-Tienes que firmar el contrato – dijo con una sonrisa – tranquilo, solo prometes que nunca dirás nada de lo que veras aquí, en caso de no aceptar- con mano temblorosa, Francis plasmo su firma en la hoja. La cual el hombre guardo de inmediato y le invito a seguirlo.

Después de aquella habitación Francis abrió descomunalmente los ojos al ver que el interior era casi como un hotel de lujo, los pisos estaban pulcramente limpios y parecía un vestíbulo de un catálogo de vacaciones, en algunos de los sillones había un par de jóvenes, dos hombres de unos 20 años aproximadamente que conversaban con una belleza, la cual al verles se puso de pie y camino en dirección a ellos con un aire bastante risueño.



-Señor Greg – saludo mirando al hombre, “así que se llamaba Greg” (pensó Francis) un buen dato saberlo – solo quería agradecerle por todo lo que ha hecho por mí y…

-Un momento Sarah.. ahora mismo traje a alguien nuevo – añadió señalando al indigente con un gesto de la cabeza. Aquello hizo que Sarah perdiera su sonrisa.



- ¿Es por lo que hizo Roxana? – pregunto consiguiendo un asentir por parte de Greg – ya veo… es una lástima… - añadió antes de ver a Francis y verlo de arriba a hacia abajo. Eso le incomodo, después de todo, ella emanaba juventud y belleza – bueno, espero que te quedes y que cumplas con todo, veras que te va a ir muy bien aquí – afirmo tomando la mano de Francis y estrechándola un momento.

El gesto le había sorprendido, alguien como ella, debería ser una chica con clase, y le había estrechado la mano sin más. Eso hizo que se animase un poco, además parecía que no había nada turbio, ¿era un hotel especial?, podía trabajar de eso, sabía algo de plomería y mantenimiento y si tenía que aprender a ser mesero o algo así estaba bien para él.

-Ella es Sarah, una de las modelos de Perf Image – explico Greg dejando a Francis sorprendido, había escuchado de esa empresa, pero no debía ser tan raro, esas modelos debían ganar un montón de dinero y permitirse sus gustos más excéntricos.

El hombre de traje le guio a lo que parecía el sótano, que a pesar de todo tenía una imagen bastante pulcra.

-Encontramos a Sarah hace unos seis meses, se había quedado sin casa hacía dos años y se veía muy mal.

- ¿Cómo es que una chica así era una sin techo? – pregunto escandalizado Francis – bueno, es joven y hermosa, aun tenia oportunidades.

-O no – dijo riéndose – ella era un hombre de 58 años – dijo de manera tan natural que dejo mudo a quien lo iba siguiente el cual espeto un ¡¿Qué?! Que bien hubiera podido ser un graznido por el tono con el que lo dio. – Francis, cuando te dije que podía darte una vida nueva hablaba literalmente, de darte un cuerpo nuevo, joven y hermoso, dejar atrás tu vida en las calles y tomar una nueva oportunidad.

-U-usted está loco – soltó Francis deteniéndose cuando llegaron frente a una puerta, al abrirla había una sala con un par de sillas y una larga mesa. Le recordaba a la sala de interrogación de algunas series policiacas que había visto.  Al final de la mesa había otra chica, era hermosa, debía ser otra modelo.

-Francis – dijo Greg mientras señalaba a la chica - ¿Recuerdas a Enrique? – pregunto mientras la preciosa chica se levantaba caminando de una forma pronunciada moviendo las caderas – te dije que sea más natural.

-Lo siento Greg… aun... aun no me acostumbro – dijo con una pequeña risa mirando al estupefacto Francis – hola viejo… tenía tiempo de no verte – dijo dándole un suave golpe en el hombro.


-E-esto es una broma de mal gusto – dijo agitando la cabeza

-No.… es real – le dijo la mujer tomándolo por los hombros – Francis Créeme, soy yo, Enrique, t-tú me diste un emparedado la primera vez que nos conocimos y yo le dije a la pandilla de Joe que no se metiera contigo, soy yo – enfatizo después de recordarle aquellos momentos…

- ¿Qu-que… como hicieron...?... explíqueme que es esto…

-Lo que ves – añadió con calma Greg – Hace algunos años un brillante, aunque mal encaminado hombre de ciencia creo una máquina que permite acomodar la mente de una persona en el cuerpo de otra. O si lo prefieres mas simple, permite cambiar de cuerpos – añadió al ver el rostro de Francis – por supuesto, la patente fue destruida y el gobierno prohibió la tecnología, pero uno de los nuestros obtuvo los planos casi completos… y pudimos idear nuestro propio modelo…

-Y-y ustedes toman gente de la calle para…

-Para darnos una nueva vida Francis –lo interrumpió aquella mujer que era Enrique – Francis, me siento mejor que nunca, es un sueño, ellos trabajan con una agencia de modelaje, prácticamente no trabajo, solo debo ponerme lo que dicen y que me tomen fotos.

-Por supuesto que también tienes que seguir una estricta dieta y régimen, además de citas programadas, pero de eso hablaremos si decides tomar el contrato…

******

Victoria podía oler una historia cuando se le presentaba, y algo había pasado en esa sesión de modelaje. Aun así, no alcanzaba a conectar todo aún.

De cualquier modo, no tenía prisa, después de todo, hacia solo un mes que había dado el reportaje que había desvelado las pruebas de una farmacéutica sobre animales y eso había desarrollado un montón de manifestaciones y demandas sobre la compañía. De hecho, una de las trabajadoras había aceptado hablar al respecto.


Ella no tenia mucho interés en justificar o algo así, ella cumplía con su deber de tomar la historia e informar, las consecuencias no eran su culpa. Aquella trabajadora seguramente pensaba que hablando mejoraría su imagen pública, y quizá podría encontrar otro trabajo, bueno, para ella era una nota más y como el asunto aún estaba “caliente”, habría interés para los que seguían su caso.

Su informante le había llamado hacia un par de días y se habían acordado de ver en una cafetería. Después de la entrevista iría al gimnasio, si solo corriera con Robert por las mañanas su físico se arruinaría, no quería ser solo la niña bonita del clima, pero eso no significaba que no se cuidara.

Ahora estaba con un café sin azúcar enfrente y una mujer que parecía no haber dormido bien en los últimos días. Había prendido su grabadora para tomar nota de todo lo que se dijera.

-Entonces señorita, ¿Por qué Farmac Inc estaba llevando a cabo estas pruebas en animales? – quería ir directo al grano, su estilo era no irse por las ramas.

-La orden nos llegó hace cuatro meses, parece que muchos medicamentos que se desarrollan estaban atrasándose mucho en poder lanzarse al mercado…

Conforme la entrevista avanzaba, Victoria sentía algo muy extraño, aquella mujer dijo que esa medida había sido tomada porque en los últimos dos años la empresa “Le vie” había estado sacando una gran cantidad de medicamentos en tiempo record, y su empresa no tenía forma de competir con eso.

Aunque no lo pareciera, crear una medicina era increíblemente costoso. Victoria antes de sacar el primer reportaje se había sorprendido de que crear un solo medicamento podía legar a costar entre los 80 y los 300 millones de dólares, eso no aseguraba que funcionase y que en el mercado tuviera el éxito que se esperaba después de invertir tanto.

Las razones de aquella farmacéutica eran lógicas, después de todo si la competencia los estaba aplastando, tenían que acelerar la forma en que hacían medicamentos y por ello, habían forzado pruebas en animales para poder obtener resultados mucho más rápido.



- ¿Tiene idea de cómo es que la empresa “La vie” consigue resultados tan rápido? – PREGUNTO Victoria Más interesada que al inicio.

-No tengo idea, ni siquiera si hacen pruebas en animales podrían tener resultados tan rápido… - negó la mujer – he sido parte de esta industria por décadas, lo que ellos hacen no es normal… - aseguro.

La entrevista estaba terminada, pero ahora Victoria estaba ansiosa como una depredadora con hambre, había algo extraño en todo el asunto, quizá tenía que ir a la farmacéutica de la compañía “La vie”

*****
Francis estaba sentado frente a aquella larga mesa con una taza de café en las manos, acababa de recibir una gran cantidad de información, y a pesar de que todo podría bien ser una teoría conspiratoria de aquellas que se burlaba, esto era Real, en realidad Enrique, aquel amigo que conoció como un indigente en el parque, estaba ahora viviendo una vida de ensueño en el cuerpo de aquella súper modelo…

Agacho la cabeza respirando profundo, a pesar del grueso contrato que había leído y que le habían explicado punto por punto, todo se resumía en reglas muy simples:

1.- Pasara lo que pasara el no diría nada de lo que vio ahí, si algún medio de comunicación obtenía información de él, entonces legalmente podrían disponer de el (Francis dudaba de que lo dejaran irse sin firmar por lo menos esa cláusula)
2.- Una vez firmado el contrario, la Empresa le daría un “Nuevo Cuerpo”, en el cual él no tenía elección, aunque como Enrique había dicho, todos eran candidatos a súper modelos, de modo que sería joven y atractivo, aunque como también había dicho, el mercado femenino era más grande, así que lo más probable es que terminara como el, dentro de una mujer, ese punto era el que más problemas le daba, no estaba seguro si deseaba ser una mujer)
3.- Perdería todo derecho a la libertad laboral, firmando un contrato por el equivalente de 15 años con la empresa, siendo de uso exclusivo la imagen del cuerpo otorgado para con la compañía.
4.- Si el rompía cualquiera de los lineamientos del contrato, la empresa dispondría de su cuerpo y lo entregaría a otro candidato.
5.- Su paga estaba establecida en el contrato, aunque Greg le dijo que solo era aproximadamente la mitad de lo que ganaban las modelos de otras agencias, era una suma ridícula.
6. –Ellos le darían un departamento en el que debería aceptar estar vigilado debido a las cláusulas del contrato.

La mayor parte del resto consistían en tratados de salud, médico y nutriología, también había una oferta en donde, tras los 15 años de contrato, él tenía la opción de terminar el contrato, o firmar por otros 15 años y la empresa dispondría un nuevo cuerpo para su “trabajador”. Era como venderle tu alma al diablo, pero su corazón latía muy fuerte, su mente decía que era una locura, pero su corazón deseaba la oportunidad… no era justo, él estaba en la calle porque le habían robado y engañado... no merecía estar ahí…

-S-solo… quiero saber ¿Qué pasara con mí... con este cuerpo? – pregunto Francis… Greg se aclaró la garganta.

-La compañía dispondrá de el – aclaro, el de lentes – tú no tienes por qué saber que pasará….

A Francis eso le produjo un escalofrió, pero solo fue por un segundo, antes de que su mano e deslizara por el contrato plasmando una firma y después su huella digital, estaba hecho... había firmado….



-Bienvenido a la Agencia Francis – sonrió Greg mientras abría la puerta – por favor – pidió para que le acompañase. El hombre con piernas temblorosas se puso de pie para Salir y ser conducido a una sala en donde había dos hombres fuertemente armados custodiando la puerta. Aquello le hizo tragar saliva. – el cuarto donde hacemos magia – sonrió abriendo una pesada puerta de metal, dentro había una habitación donde solo había una mesa con lo que parecían controles y dos enormes cámaras.

Francis volteo hacia atrás cuando escucho pasos, dos hombres llevaban a una chica preciosa, su cuerpo era simplemente el resultado de perfecto entrenamiento.

-Señor Greg… de verdad... l-le juro que no volverá a pasar… - soltó la muchacha juntando sus manos en un gesto de súplica. Era obvio que estaba aterrada – por favor…

-Roxana Roxana… o quizá debería decir, Renata, tu firmaste, fuimos buenos contigo, cumplimos nuestra parte del contrato, y tu rompiste tu parte – parece que la buena vida subió a tu cabeza y no pudiste resistirte a hablar de este lugar a pesar de que te devolvimos juventud y te sacamos de la calle, ahora Francis nos enseñara que él es mucho más responsable.  Aquellos dos hombres pasaron un pañuelo por la boca de la muchacha, impidiéndole hablar y abrieron una de las cámara para meterla adentro y atarla a una silla… - Así es el negocio Francis, hay gente que no sabe ser responsable ni cumplir sus obligaciones ¿pero tú eres diferente verdad? – pregunto en un tono que hizo que el hombre tuviera miedo de mojar los pantalones – no te preocupes, aquí vas a ser muy feliz, te lo aseguro amigo mío… - dijo abriendo la otra cámara en donde el indigente pudo ver una silla, en la cual se sentó.

Greg le ayudo a como dar lo que parecía un casco encima de su cabeza antes de cerrar la puerta.

El hombre no sabía si transcurrían minutos, o solo segundos, pero justo cuando iba se preguntaba qué es lo que iba a pasar, sonó un pequeño pitido encendiendo un foco color blanco en la parte superior de la cámara. No tuvo tiempo ni de buscarlo con la vista, un chirrido llego junto con la sensación de una fuerte descarga eléctrica. Ahogo un grito incapaz de proferir sonido alguno. Sus manos se aferraron al reposadero de metal, como si se hubiera quedado pegado. Podía sentir la electricidad correr por su cuerpo y como este se agitaba por ello simulando convulsiones, pero incapaz de moverse a voluntad, era como estar pegado a la silla sin poder hacer nada.


Era escalofriante, tenía miedo, sentía que eso había estado mal, que moriría en esa máquina encerrado. Aquello había durado demasiado, ¿o solo habían sido pocos segundos? Estaba muriendo, quizá, empezaba a ver luces frente a sus ojos, líneas azules, luego se sumaban verdes, y puntos blancos. Sentía como si le estuvieran succionando la cabeza y lo estuvieran sacando a empujones de algún lado, se preguntaba si aquella chica estaba sintiendo lo mismo y trataba de resistirse de algún modo ante esta sensación. Francis sintió que su conciencia se perdía, era irreal y una experiencia siniestra y horrible. De pronto se produjo un momento de oscuridad no era consiente de nada, estaba flotando en la oscuridad sin poder sentir, pensar o percibir nada.


Miles de imágenes corrieron por su mente, no era como verlas, era un golpe de recuerdos que no eran suyos, desordenados y entremezclados, y que no reconocía, había miles de sonidos, risas, palabras, llanto, discusiones, momentos alegres. Y tan rápido como habían pasado, se habían ido. Poco apoco, todo se volvía de color blanco suavemente, aquellas líneas de color azul y verde volvían a verse frente a él. Y poco a poco sentía nuevamente la descarga eléctrica, como el proceso se estuviera invirtiendo. Sentía las descargas recorrerle de manera más pausada, pero de una manera diferente. Sentía algo suave cayendo en su rostro, la tenue luz de la cámara era notoria y poco apoco la electricidad dejo de sacudirlo.

Respiraba con agitación, el terror aún estaba ahí, la experiencia había sido sobre natural, y sus brazos seguían inmóviles en la silla. Temblaba, había sido algo demasiado espantoso de experimentar, se sentía como si fuera una gelatina con forma humana, estaba apartado un momento de la realidad cuando las luces se apagaron y se filtró la luz proveniente de la puerta cuando esta fue reabierta. Ahí estaba Greg, con una franca sonrisa.

-Bienvenida a la compañía... Roxana – saludo, Francis no entendió una palabra de lo que aquel hombre dijo, respiraba aun con dificultad – calma, el primer paso es difícil – siguió justo cuando los hombres se acercaban a él, sintió como manipulaban algo cerca de sus brazos y de sus pies liberándole, se sentía muy extraño, sin embargo al bajar la mirada entendió que no le habían mentido, no estaba ahí su desgastada camisa o sus pantalones sucios, lo primero que veía eran unos enromes y firmes senos que le impedían ver su abdomen.

A pesar de que se puso de pie se tambaleo un poco, los zapatos que usaba tenían tacón, no estaba acostumbrado a usarlos los hombres le permitieron apoyarse en ellos.

-Esto… es… es una locura – hablo dándose cuenta que en lugar de su grave y madura voz salía la dulce y jovial voz de aquella joven.



-Es extraño al principio Francis, pero créeme que con el tiempo te acostumbraras, y muy pronto, empezara a gustarte.  Como indica nuestro contrato, te daremos cinco días antes de empezar a trabajar, tres te quedaras en este complejo, tendrás que ir a una revisión diaria a la clínica para ver cómo es que tu mente se adapta a ese cuerpo, no queremos que tengas problemas motrices, tendrás talleres de una hora para aprender algunas cosas menores, y los otros dos días, estarás libre para instalarte en tu nuevo departamento – explico Greg.

Francis no estaba escuchando mucho, miraba sus manos, hermosamente cuidadas y delicadas, tocaba su rostro, su piel era suave y tersa…. Aun no asimilaba lo que había pasado del todo. Cuando reacciono solo tenía una pregunta.

- ¿Dónde está mi cuerpo? – pregunto, pues su antiguo yo, no estaba por ningún lado…

-Este es tu cuerpo Francis – dijo Greg tomándole de los hombros – o, mejor dicho, Roxana… anda, te llevaran a recepción para darte una habitación….

*********
Si había algo que Robert odiaba eran las ocurrencias de Victoria cuando se trataba de “Cazar una historia” Su joven compañera tenía la maña costumbre de tener corazonadas e invadir propiedad privada, eso le había valido dos enormes hits en el canal, pero había habido un par de problemas también y habían esquivado la cárcel por los pelos.

-Victoria, de verdad, esto puede ser lo peor que se te ha ocurrido – se quejó Robert, aunque sabía la respuesta que vendría.

-Si quieres irte no vengas, lo haré yo misma, pero no me pidas trabajar conmigo cuando sea la reportera principal del canal… - indico con un dejo de desdén que hizo que Robert pusiera los ojos en blanco.

Ambos saltaron una barda esperando que nadie los hubiera visto, el edificio estaba apartado de la ciudad, en los suburbios. Según Victoria, había estado investigando sobre la empresa “la vie”, era una multi nacional que no solo se especializaba en Farmacología, también tenía bufets de abogados, hospitales, escuelas y hasta era la dueña de Perfect Image. Si se metían en un lio, podían despedirse de sus carreras.

El edificio era de una sola planta, pero era enorme, había varios letreros que indicaban que era propiedad privada, y según Victoria, legalmente estaba registrado como el departamento de desarrollo base de medicamentos de la parte farmacológica de la empresa.

No había guardias a la vista, de modo que forzaron una puerta para adentrarse en el edificio, Robert consulto su reloj, eran ya pasadas las nueve de la noche, seguramente no habría ni un solo trabajador a esa hora, así que si un guardia los veía era su fin. Los pasillos estaban en penumbra, suavemente iluminados por una luz intermitente roja que le dio escalofríos al camarógrafo nada más ver el pasillo. Le davala sensación de estar en una película de terror.

-Muévete – le susurro Victoria mientras ya avanzaba por el pasillo. Lo había decidido, esta sería su última infiltración, estas cosas no valían la pena solo por seguir viéndole el culo y las tetas rebotar  a Victoria cuando corrían por las mañanas. Se había hecho una falsa ilusión de que podía haber algo entre los dos, pero había entendido rápido que eso era imposible, asique se había quedado con ella por su ambición periodística y para saciar la perversión que le tenía, un par de noches su rubia colega había sido la dueña de sus fantasías y de sus sueños húmedos, pero eso se terminaría, simplemente no iba arriesgar el pellejo por tonterías.

Tuvo que despertar de su meditación cuando Vio a la chica hacerle señas para que se aproximara rápido, Robert miro para asegurarse de que no había moros en la costa antes de ir hacia donde estaba ella. Estaba frente a una enorme ventana, parecida a la que había en los hospitales cuando uno quería ver a los bebes en las cunas. Sin embargo, a través de ella se podía ver extrañas figuras, parecía haber un montón de camas, aunque podían ser mesas de trabajo.

Victoria le hizo un ademan con la cabeza, Robert quiso protestar, pero solo saco una navaja de bolsillo y suavemente la introdujo a la cerradura para forzar la puerta y poder entrar. La sala como se lo esperaba era amplia, y había por lo menos veinte camas perfectamente hechas, eran individuales y daban el aire de ser parecidas a camas de hospital, había material quirúrgico y también jeringas y sueros.

- ¿Qué crees que sea este cuarto? – pregunto victoria en voz baja mientras tomaba fotos con su celular.

-Yo que sé, pero aquí hacen medicamentos, no es tan extraño, Victoria, por favor, vámonos. – Rogo Robert al cual el miedo le había podido con la ambición.

-Aun no, vine por una historia y voy a encontrarla – soltó testarudamente victoria.


Deseando abofetearle y llevarla ahí a rastras, pero sin atreverse, Robert la siguió hasta una puerta contigua que abrió, daba a un enorme pasillo al cual entraron con sumo cuidado. Tan solo unos segundos después Victoria sintió que se le erizaba el bello de la nuca, a ambos laterales del pasillo había puertas de cristal, parecían celdas, como en un manicomio, y dentro de cada una había una persona. Victoria se asomó a una de ellas, la persona estaba hecha un ovillo en una esquina, ignorando el catre de su celda, temblando por alguna razón.


-O por dios… - soltó Robert al ver una de las celdas más adelante – la señora Martha – dijo mirando a una mujer sumamente delgada, y que daba vueltas por su espacio, con la mirada perdida como si no supiera donde estaba, ni dando señales de haber visto a Robert a través del cristal.

- ¿La que desapareció del parque? – pregunto victoria haciendo que su colega asintiera. La chica se apresuró a tomar un gran número de fotos antes de sentir el tirón de su compañero.

-Por dios victoria vámonos de aquí – pidió aterrado el hombre, la fuerza con la que apretaba el brazo de victoria debió sorprenderla, porque esta tomo un par más de fotos antes de guardar el celular y seguir a su compañero.

Contuvieron el deseo de correr, cerrando cuidadosamente las puertas detrás de sí y asegurándose de que no hubiera guardias. Cuando brincaron la barda y estuvieron a salvo Robert se apartó para poder vomitar.

- ¿Qué fue eso? ¡¿Qué demonios es este lugar?! – pregunto casi en un grito mientras verificaba que no se hubiera meado encima.

- ¿Recuerdas lo que te dije? -la farmacéutica dijo que no sabían cómo estaban haciendo medicamentos más rápido, e-ellos dijeron que era imposible ser tan rápidos – ambos se miraron un momento.

-Insinúas que… - aventuro Robert tragando saliva mientras Victoria asentía haciendo que sintiera un enorme terror y su corazón latiera con fuerza.

-Están haciendo pruebas directamente en personas…  Están usando indigentes para probar medicamentos…

-Jesucristo bendito – dijo Robert antes de inclinarse y tratar de respirar con fuerza, era demasiado, la idea era escalofriante – n-no puedes publicar esto, esta gente debe estar mal de la cabeza… Victoria podrían hacerte algo..

-Nos, entraste conmigo – replico la rubia.

- ¡Pero yo no quiero publicar nada de esto! – soltó Robert con lágrimas en los ojos – por favor, no seas imprudente Victoria, debe haber gente muy poderosa detrás de esto, te lo ruego.

-Es la historia del siglo y te acobardas… - dijo moviendo la cabeza con desaprobación, mejor volvamos, y piénsate bien si quieres dejar pasar la oportunidad de tu vida…

*******

Cuando la puerta se cerró detrás de él, Francis miro la habitación, parecía la de un hotel de lujo, una enorme cama en medio de la habitación, televisión, un baño privado y aire acondicionado, definitivamente era increíble, ni siquiera echaba de menos tener una ventana con vista, simplemente era increíble.

Se sentó en la cama cerrando los ojos y cubriendo su rostro. La realidad era… era demasiado inverosímil, aun no podía creerlo, hacia tan solo unas horas era un indigente que pensaba en cómo llevarse algo a la boca... y ahora.

-Esto es un sueño, no puede ser que algo así me esté pasando – hablo, aunque la sensual voz que salió de sus labios le hacía pensar que era muy real.

Levanto la vista para encontrarse con un espejo de cuerpo completo, la vista que le devolvía era la personificación de lo que como hombre hubiera deseado por completo. Se quitó los zapatos, aun no podía con esos absurdos tacones, su mirada estaba al frente, camino hacia el espejo, sus dedos tocaron suavemente la fría superficie de su reflejo.

-Esta niña esta increíble – susurro mientras aparecía un pequeño tic en su labio – q-que estoy diciendo… a-ahora, soy yo… de verdad soy yo… - dijo moviéndose para mirarse de perfil – dios... ni la ramera de mi ex posa estaba tan buena en su mejor momento…

Francis se embeleso, no había tenido nunca una mujer así frente a él, y aunque prácticamente él era ahora quien poseía tal cuerpo no sabía cómo reaccionar o moverse, seguramente los talleres se encargarían de eso. Busco como quitarse el vestido, nunca había usado ropa así, de modo que jalo de distintas partes sin descubrir como quitárselo.

-Con una mierda – se quejó mientras empezaba a levantarlo por la parte de la falda alzándolo para sacarlo por su cabeza como una sola pieza. La tira del cuello le molesto y sintió como fue algo forzado sacarlo. Pero cuando se desprendió de la prenda la arrojó al suelo antes de volver a mirarse en el espejo – por dios – lo que hubiera dado por tener una niña así en mis brazos cuando era joven…- añadió, usaba una sensual lencería de color negro que contrastaba de maravillosa forma con su piel y daba un aire de sensualidad.

Nuevamente.. . ¿que decía?... él era joven de nuevo, según Greg esta muchacha, o en este caso ella, ahora tenía 21 años, estaba rebosante de vida y juventud. Paso su mano suavemente por su abdomen, estaba increíblemente definido y duro, era toda una fitness, la fantasía de cualquiera. Por un momento recordó la expresión de la misma chica cuando había llegado, era de miedo, y ella ahora era quien estaba en su viejo cuerpo, sin oportunidades… quería sentir culpa, pero de su boca salió algo que fue más directo.

-Es tu culpa estúpida, no cumpliste, yo no voy a desperdiciar esto, esto… esto es mío, es mi nueva juventud, mi nueva vida… mi nuevo cuerpo – decía aquello con una voz agitada, como si quisiera convencerse a sí mismo – sí... si... es mío, mírame mi  amor… voy a hacer tanto con esto – dijo muy cerca del espejo – hubiera querido hacerte mía antes de cambiar -   hablo al espejo dando un suave beso sobre los labios de su reflejo – te habría hecho mía – siguió mientras entre cerraba los ojos y repetía el beso sobre la tibia superficie donde se reflejaban sus labios. Detuvo el beso para ver el reflejo de sus ojos, se veían radiantes y hermosos, además de que su rosto tenía una sonrisa – se ve que te encanta – dijo satisfecho.



Sus manos se apoyaron suavemente sobre el espejo continuando aquel beso a su reflejo, sus labios disfrutaban el tacto de la superficie, hasta que empezó a usar su lengua, suaves sonidos de succión se escuchaban en su habitación mientras se perdía en la imagen de besar a tan hermosa mujer.  Cuando se separo jadeaba tenuemente.

- ¿Qué dices Roxana?... ¿quieres que disfrute estas tetas?, si, si de inmediato mi amor –dijo dejándose llevar por su juego.

Llevo sus manos a su firme busto, era grande, y era claro que lo había trabajado porque estaba firme a pesar de lo suave que era estrujarlo. Hacía mucho que no tocaba un par de pechos, y estos eran deliciosos.

-Eso, así papi, mas – dijo usando su nueva voz mientras sentía una deliciosa sensación desde donde apretaba y bajaba por su espalda y recorría sus piernas – Que tetas tan fantásticas Roxana… me encantan – siguió hablando consiguió mismo en aquel juego - ¿Qué’, claro que voy a recorrer todo tu cuerpo…

Uso aquellas hermosas uñas para hacer una caricia sobre sus muslos, se deleitó pasando su lengua por sus labios, tomo un mechón de cabello acercándolo a su nariz. Olía delicioso, su perfume era floral y femenino. Se tomó un momento para tomar una almohada y abrazarla respirando hondo. El aroma de las sabanas le gusto, sentí a una sensación de ansiedad entre sus piernas.


Sin embargo, se incorporó para seguir mirándose en el espejo, se dio el tiempo para ponerse de pie y buscar la forma de desabrochar el brasier. Cuando lo logro lo dejo caer, jadeo un poco al ver en el espejo un par de senos perfectos, sus pezones eran de un color café claro, y tenían una suave caída perfecta. Llevo el índice a su boca para ensalivarlo antes de formar suaves círculos alrededor de su pezón.

Pudo ver su propio placer en el reflejo, era sensible, delicado y fantástico. Quería más, aun así, se detuvo para posar un momento de manera sensual.

- ¿Te gustan papi? – se preguntó al espejo – claro que si mi amor, son perfectas – añadió riéndose mientras sujetaba ambas y las apretaba con menos delicadeza y de manera más burda, la sensación era menos delicadas, pero le gustaba. Rápidamente delineo el resorte de sus bragas antes de deslizarlas por sus piernas, pudo ver finalmente su vagina. No tenía vello púbico, seguramente esta niña se rasuraba, bueno, era normal entre las modelos.

Se permitió observarse nuevamente un par de segundos, se dio la vuelta para ver unos formados y carnosos glúteos, los cuales levanto poniendo sus manos bajo los mismo haciéndolos rebotar suavemente un par de veces, era un cuerpo de ensueño.  Se recostó sobre la cama, si era un sueño no quería despertar, prefería morir a perder algo como lo que estaba experimentando en ese preciso momento.

- ¿Qué dices Roxana?… ¿Qué quieres que yo me quede con tu cuerpo’… claro que si mi amor, veras que yo disfrutare mucho esto, tu juventud y tu belleza no se van a desaprove… ejem… mi nueva juventud y belleza no se van a desaprovechar – rectifico mientras fantaseaba con lo que había pasado hacia un momento en la cámara de intercambio, pero con la diferencia que Roxana estaba feliz de darle su cuerpo – Si, usare muy bien mi nuevo cuerpo… - dijo llevando sus dos dedos hacia su vagina mientras masajeaba sin reparos uno de sus senos. Su primer gemido salió de sus labios. Se acomodó de lado mientras mordía suavemente la almohada y empezaba a experimentar y tantear la forma de usar sus dedos en su nueva intimidad – si… voy a usarlo mejor que tu grandísima estúpida ¡uuuuhm! – termino cuando encontró el clítoris. Esa noche Francis se desprendería de su nombre, era la nueva Roxana y Perfect IMage tendría a una modelo ejemplar….




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4 comentarios:

  1. No importa la espera lo escribes tan magnífico que ni siquiera puedo esperar al siguiente capítulo.

    Tomate tu tiempo y escribe lo mejor que nos tengas para esta historia

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  2. En hora buena muy buena historia, ya espero ma siguiente parte

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  3. Que forma de abordar esta trama, con un trasfondo algo oscuro, ojala continúes lo haces muy bien

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  4. Si gusta mucho esta trama, que continúe

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