PARTE 3:
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PARTE 4:
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PARTE 5:
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Era
un nuevo día, Rubí estaba algo cansada, la noche había sido demasiado agitada,
aun sentía ese extraño cosquilleo recorriendo todo su cuerpo, pero simplemente
se sentía feliz, desayuno algo ligero y luego se puso a practicar una rutina de
ejercicio.
Después
de trabajar todo su cuerpo, Rubí fue a darse un baño, la mujer pasaba el jabón
como usualmente lo hacía, de repente comenzó a juguetear plácidamente con sus
senos frotando la espuma en ellos con sus manos y luego bajaba deslizando sus
manos hacia sus caderas y finalmente a su vagina dándose algo de placer, de
repente se da cuenta de que se comportaba algo extraña y termino de enjuagar su
cuerpo, Rubí comenzó a elegir su ropa, estaba demasiado feliz, pensaba en salir
el resto de la tarde a hacer compras, quería tener un guardarropa nuevo ahora
que Gilberto comenzara a frecuentarla.
- ¡Que
hermosa estoy, en verdad que estoy bien buena, me encanta mi cuerpo! –
Rubí
se maquillaba frente al espejo mientras que se sentía excitada al mirarse a sí
misma , de repente sintió un extraño
mareo el cual no le dio importancia, Rubí tomo sus cosas y salió empoderada y
sexy hacia la plaza.
Rubí caminaba sensualmente notando como los hombre
se fijaban en su sensual figura, de repente le encantaba sentir ese poder de
seducir a los hombre con sus dotes y encantos, ella siempre había sido algo
reservada en ese aspecto, le encantaba vestirse como toda una perra pero no le
agradaba que los hombres la miraran como un objeto sexual, paso la tarde
comprando mucha ropa nueva, mientras se la probaba miraba como otras chicas
entraban y salían de los vestidores,
sentía como quería tomar sus pechos y besarlas, miro como una de ellas se le quedaba
viendo cuando ella sin precaución se le quedo embobada observando un poco de más.
- ¡Maldita
perra pervertida! –susurraba la mujer que se sentía invadida por su perversa
mirada-
Luego
Rubí se sintió avergonzada y termino de hacer sus compras, mientras caminaba,
se encontró con un local nuevo que jamás había visto, era una sex-shop como
cualquier otra que haya visto, pero le llamo algo de curiosidad y se adentró a explorar, algo que jamás había hecho, le
parecía un lugar de pervertidos y simplemente una chica como ella no era de
pensar en cosas tan cochinas como esas, pero mientras más observaba, más sentía
que su cuerpo se calentaba y deseaba introducir en su vagina alguno de esos
curiosos objetos femeninos, luego encontró
un conjunto muy sexy de lencería que se ajustaba a su cuerpo, era algo más
perverso aun como si se tratara de ser atada como una esclava sexual o algo
parecido, eso le llamo bastante la atención y decidió tomar un conjunto de su
talla y llevárselo de la tienda junto con un consolador profesional y un
lubricante, también se llevó un par de condones y una correa con cuatro cadenas
extras.
Mientras
Rubí salía de la exótica tienda, un par
de personas la observaron cargando felizmente sus compras, notaba su mirada de
rareza y perversión y simplemente no le
importaba, entendía lo que pensaban con tan solo verla y sabía que pensaban
que debía de ser una verdadera puta por comprar cosas de una tienda de
perversión, pero más allá de eso había hombres entre el público que simplemente
deseaban invitarla a salir tan solo para cogérsela y probar los juguetes que había
obtenido de la tienda.
Rubí
se marchó luego de terminar sus compras y regreso a su casa dispuesta a probar
sus nuevas compras, estaba fascinada con su fabulosa adquisición, primero se probó
la lencería en todo su cuerpo admirando lo sexy que se veía con ella, luego se tomó
unas fotos y después abrió el paquete donde venía el consolador, lo cubrió con
un condón y lo empapo de lubricante, se acomodó en su cama y poco a poco
comenzó a introducirlo en su vagina activando el vibrador, poco a poco Rubí
sentía que su vagina se estiraba, su cuerpo se estremecía liberando nuevas y
frescas sensaciones alucinantes, comenzaba a liberar fluidos vaginales y sentía
como sus pezones de erizaban tomándolos con sus dedos para frotarlos y darse más
placer a sí misma, Rubí jadeaba y gemía fuertemente ante los estímulos orgásmicos
que experimentaba, sin darse cuenta comenzaba a gemir en nombre de Gilberto y
de Andrés sin escuchar lo que decía, simplemente se dejaba llevar por un nuevo
mar de sensaciones que jamás había experimentado, era como si algo por dentro
la controlara y no quisiera parar de fastidiarla, su vagina termino de venirse
por al menos otras 5 veces y finalmente su cuerpo estaba demasiado agotado como
para aguantar más, quito el juguete con sus manos introduciéndolo en su boca dándole
una mamada al juguete mientras saboreaba los jugos que provenían de su vagina,
sin saber nada más del mundo se quedó dormida, estaba bastante cansada luego de
dos días de diversión.
A la
mañana siguiente Rubí se despertó algo confundida, miraba la cama totalmente
deshecha, su cuerpo estaba expuesto desnudo sobre la cama totalmente revuelta, ese
su mano tenía el consolador que había usado la noche anterior, sentía que su
vagina le dolía, pero entonces recordó el fantástico placer que le había
provocado el artefacto, comenzó a acariciar su cuerpo con sus manos y
delicadamente estrujo sus tetas con sus manos mirando lo bonitas y sensibles que
eran.
- ¡Umm,
que ricas tetas tengo! –Rubí gemía mientras masajeaba de ellas-
Se levantó
extasiada estirándose mientras caminaba hacia el baño, se sentía bastante
sensual y renovada como nunca, paro en seco frente al espejo y se quedó
impávida por unos segundos experimentando una sensación extraña mientras parecía
estar hipnotizada por la sensualidad de su reflejo.
-Que
buenota estas Rubí, tengo un buen culo y mis senos son algo pequeños, pero me
encantan –Rubí pasaba sus manos por su cuerpo mientras tomaba sus senos y los levantaba,
así como dejaba caer mirando con gracia como rebotaban-
Los días
pasaron y Rubí trabajaba mejor que nunca, ahora sabia cosas sobre ingeniería
que no entendía cómo es que lo sabía sin haber estudiado, ayudaba a sus
compañeros cuando algo no andaba bien y trataba mejor a sus compañeras, sobre
todo a las más jóvenes y sexys.
- ¡Hola
Gaby!, te espero en mi oficina –Rubí le decía sensualmente a su secretaria
mientras que todas se le quedaban mirando y aun la criticaban a pesar de ser
bien tratadas por ella como nunca-
- ¡Sí
Rubí! –respondía Gaby a sus coqueteos mientras que callaba a las demás perras
envidiosas-
- ¡Que
milagro chamaca!, muy amiga de la perra esa ¿no? –le decía Fernanda intrigada-
- ¡Cállate!,
solamente le sigo la corriente, quien sabe que se traiga desde hace días que está
muy rara, me trata de tu y me habla bien-
- ¡Si
claro!, muy muy bien seguramente en su oficina –
- ¡Digan
lo que quieran, ella no es de esas! –Gabriela sentenciaba mientras las demás
solo se burlaban mientras entraba a la oficina de Rubí dándoles por su lado-
- ¡Gaby,
sabes que eres una buena niña verdad! –Rubí pasaba sus manos por su cuello
intentando darle un masaje –
- ¡Emm,
si señorita!, ¿lo soy? –le respondía Gabriela algo excitada-
Gabriela
realmente era lesbiana solo que lo disimulaba, ella siempre aguantaba todos los
desplantes de Rubí porque realmente le gustaba, siempre la miraba moviendo ese
tremendo culo que tiene en sus nalgas, pero lo guardaba en secreto.
-No creas
que no me eh dado cuenta en todo este tiempo como me miras-
- ¿La
miro?, ¡No señorita usted se confunde yo no soy de esas! Gabriela respondía
tartamudeando-
-No
te hagas preciosa, sé que te gusto, se cómo miras mis gemelas y sé que te
excito cuando muevo este culito- Rubí le insistía mientras acariciaba sus
glúteos, le susurraba en el cuello sensualmente y casi llegaba a su vagina
cuando esta la detuvo-
- ¡Tranquila
Rubí, no es el momento yo…! –Gabriela paro en seco-
Rubí
se acerca y tomándola de los brazos le roba un beso, Gabriela no se resiste y
ambas terminan en un beso apasionado mientras ambas acariciaban algunas partes
de sus cuerpos.
- ¡Estas
bien buena mamacita! –Rubí le susurraba con fuerza en el oído-
- ¡Que
golosa me saliste!, tú también me excitas, aunque has estado actuando algo
extraño- Gabriela se separaba algo incomoda por su atrevimiento-
-Pues
últimamente degustas mucho, eres joven e inteligente, además de bonita y muy
sexy-
Rubí
simplemente abría sus repentinos sentimientos, ella por dentro se sentía igual
de extrañada de ese extraño comportamiento, pero de alguna forma la deseaba,
luego ambas se dieron un par de besos tranquilos mientras Gabriela se
aprovechaba y sometía a Rubí complaciéndola, las mujeres geminan bastante mientras
que sus compañeras de afuera escuchaban todo.
- ¡Perras!
–Fernanda, Mónica y Karla gritaban entre risas-
Luego
notaron como Gabriela salía agitada y alborotada.
- ¡Váyanse
a la mierda! –les gritaba mientras se refugiaba en el baño a arreglarse-
Gabriela
suspiraba luego de haber experimentado la liberación de todos sus deseos con la
odiosa y buenota de su jefa, aunque quizá ahora sería algo más que eso, “Pero ¿cómo
es que lo sabe?”, Gabriela se preguntaba siendo que jamás le había contado a
nadie su secreto, solamente recordaba que Andrés la había sorprendido mirando
un par de fotos de Rubí alguna vez en su teléfono.
-
¡Maldito bastardo!, seguramente él le conto y por eso ya no regreso –Gabriela
gritaba de manera despectiva, pero liberada-
Rubí
e sentía complacida, le encantaba someter a las personas y más aún cuando sabía
que estas la deseaban por algo más allá de una mirada, pero se sentía
acomplejada, si alguna vez le habían gustado las mujeres debía de haber sido en
un momento muy drogada en alguna fiesta de su adolescencia, pero jamás como
para sentirse impulsada a llegar hasta tercera base con una chica como
Gabriela.
Luego
de bajársele el calor, Rubí siguió atendiendo los reportes de la empresa,
estaba algo aburrida, ya le estaba cansando atender tanto trabajo, sentía que
quería estar fuera y muy lejos de la oficina.
Después
del día tan agotador en el trabajo, Rubí salió directo al gimnasio, últimamente
tenía mucha prisa por llegar y sentirse admirada por los chicos y las chicas
del lugar, incluso fingía no estar atenta con los entrenadores solamente para
decir tontadas que este la creyera tierna y como una chica traviesa, sin dar a
un lado a las chicas quienes se sentían acosadas por su mirada en las regaderas.
- ¡Hola
galán! –respondía Rubí al teléfono ya recostada en su cama lista para otra
sesión de masaje especial-
- ¡Hola
Rubí como estas!, este quería invitarte a cenar mañana en la noche, ¿Qué dices?
–Gilberto preguntaba nervioso-
- ¡Claro
que sí!, me encantaría estar contigo y pasarla rico mañana…-Rubí lo retaba-
- ¡Bien!,
entonces no se diga más, paso por ti a tu casa luego del trabajo, ¿te parece
que nos veamos a las 8? –
- ¡Por
supuesto! a esa hora estaré lista para ti –ambos colgaron el teléfono y Rubí
comenzó a buscar emocionada que ponerse para su encuentro con Gilberto-
La
mañana comenzó tranquila como siempre, Rubí trabajo duro todo el día y no dejaba
de contar las horas para poder verse por fin con Gilberto.
-
¡Gabriela!, te dejo el paquete de pendientes paraqué los revises con las demás,
ya terminé los reportes solo deben de entrégalos a las otras áreas y ya se
puede ir-
- ¡Si
señorita!, ¿pero adonde se va tan apresurada? –
- ¡No
es asunto tuyo Gaby!, luego hablamos en privado, las veo el lunes-
Rubí
salía rápidamente, arranco su BMW y corrió emocionada a su casa a arreglarse,
se dio un cálido baño de espuma imaginando todo lo que la noche le depararía,
luego termino su maquillaje y reviso que todo estuviera listo y en su lugar,
especialmente el pervertido conjunto de lencería con lo que sorprendería a
Gilberto si llegaba más allá de una simple cena esta noche.
-
¡Lencería lista, maquillaje listo, vestido perfecto, culito y chichis paraditas!
–Rubí se examinaba dándose un taco de ojo de sí misma en el espejo admirando
que todo estuviera en su lugar-
El
timbre de su casa vibro y Rubí tomo sus cosas saliendo directo a la puerta para
recibir a Gilberto emocionada.
- ¡Gil,
que sorpresa, que lindo verte por acá en esta humilde casa! –Rubí lo saludaba-
- ¡Pues
vine a robarme a una linda señorita a cenar! –Gilberto la intimidaba mientras
la toma de la mano y se dan un beso en la mejilla-
Ambos
platicaron en una cena bastante agradable, mientras que no dejaban de mirarse sonriéndose
bobamente uno al otro sin poder aceptar que se deseaban uno al otro, cuando
termino la cena, Gilberto pago la gigantesca cuenta, Rubí había devorado un montón,
de hecho, al menos un corte de la carne más gruesa y un par de cervezas de las
más finas levaduras.
Gilberto
la llevo de regreso a su casa, estaban ya
algo cansados pero sentían el
calor del momento entre ambos, Rubí toma la
iniciativa y se deja caer en los
brazos de Gilberto quien le da automáticamente un cálido beso, una cosa llevo a
la otra y Gilberto cerró la puerta sin pensarlo, comenzaron a besarse pasionalmente
hasta la cama, Rubí se sentía bastante excitada, necesitaba liberar sus fantasías
de todos estos días con el macho bien puesto de Gilberto, lo deseaba tanto el
tan solo hecho de imaginar su carne introducida en su sexo, Gilberto le daba intriga
al asunto, tan solo unos besos y pronto comenzaron las caricias, leves y
sutiles pero agiles y dándole en el
punto, estrujaba sus melones con tanto deseo y fascinación que Rubí
simplemente estallaba en éxtasis jadeando sin parar, Gilberto dejó preparado el
terreno, tomo el condón de la cómoda de Rubí que curiosamente había dejado ahí
esta tarde antes de irse y sin pensarlo notando su vagina expuesta y lo
suficientemente lista, comenzó a penetrarla, Rubí se retorció bastante del
placer, era mucho mejor sentir la gruesa carne de Gilberto palpitando entre sus
piernas que ese pedazo de plástico que sí que la había hecho gozar y liberar la
tensión en todos estos días, Gilberto la montaba como una verdadera diosa,
menos mal que si tenía lo que esperaba entre las piernas, Rubí estaba
endiosada, parecía una verdadera perra sumisa en la cama y el conjunto que se había
puesto había hecho que Gilberto se prendiera a un más.
- ¿Te
gusta ser una perrita sumisa…? –le susurraba Gilberto en el odio-
Rubí
simplemente extendió sus manos y sus piernas dejando que Gilberto la atara con
las cadenas que tenía también curiosamente en el escritorio de su cuarto, sin pensarlo
y sin demora, Gilberto la ato de pies y manos en la cama, Rubí estaba
totalmente atada de placer, ante cada impacto e impulso de Gilberto con el
deseo de montarla y hacerla su mujer,
luego de tantos años de desearla en la prepa, pero por respeto a Yolanda jamás
se había atrevido ninguno de los dos a insultar la honra de su amiga y novia.
Después
de unos minutos, (40 para ser exactos), Gilberto dejaba escapar su último
impulso, estaba sumamente agotado, Rubí era una verdadera Diosa en la cama, le había
costado tanto, incluso lo tomaban como uno de los mejores malditos sexos de sus
vidas, Rubí no paraba de sentir el calor recorriendo su cuerpo, jadeaba con
cada impulso y se estremecía sobre la cama sin poder mover más que sus caderas
ante la presión y resistencia de las
cadenas que la mantenían atada como
esclava y sumisa de Gilberto.
-Eres
tan sexy- Gilberto le susurraba mientras besaba y acariciaba lentamente sus
preciosos senos.
Luego
la desato de las cadenas y ambos se limpiaron los excesos, Rubí lo invito a
quedarse a dormir para pasar la noche juntos, ambos se miraban a los ojos con
un brillo peculiar de amor verdadero que solamente ellos podrían sentir en ese
momento.
Rubí
estaba realmente enamorada, sentía que por fin alguien había llegado a su
vida para hacerla completamente feliz,
recordaba con tristeza y amargura las veces que los hombres la habían hecho deprimirse
hasta hundirla, pero siempre salía adelante, ahora solo pensaba en Gilberto y
en dejar sus perversiones a un lado, perversiones que no sabía que tenía hasta
hace poco cuando de repente las mujeres comenzaron a gustarle y la atención
perversa de los hombres hacia ella a atraerle
por lujuria y deseo.
A la
mañana siguiente, Rubí se despertó emocionada, sentía la brisa del viento
correr por su cuerpo desnudo, mira a todos lados y no ve a Gilberto por ningún
lado, se levanta de la cama algo temerosa, pero lo encuentra haciendo
felizmente el desayuno para ambos.
- ¡Hola
amor, buenos días!, prepare el desayuno, creí que te gustaría –Gilberto las ayudaba
sonriendo-
- ¡Buenos
días señor Gray! –decía Rubí en todo de broma-
Ambos
se dieron un beso mientras Gilberto la cubría con su camisa, comieron bastante
delicioso y luego se dieron un baño muy peculiar juntos, minutos de más sexo
con precaución después…, Gilberto y Rubí salieron juntos a pasarla bien
toda la tarde, caminaron juntos por la
plaza, comieron en un lindo restaurante y miraron una película juntos, luego recorrieron las tiendas y
Gilberto le compro bastantes cosas lindas a Rubí deseoso de admirar como lucían
todas esas cosas en su fantástico cuerpo, Rubí estaba bastante emocionada,
estaba con el hombre de sus sueños, además la consentía como a una Diosa, le
excitaba la manera en que la miraba, sobre todo cuando salía con un vestido que
marcaba bien sus atributos, luego de recorrer todas las tiendas, Rubí observo en
un local de videojuegos, de repente sentía las ganas de tomar un juego y pasar
horas enteras hasta terminarlo, se
sentía algo extraña pues esas cosas le parecían para niños, pero quería
intentarlo, eso llamo la atención de Gilberto quien sin pensarlo le compro una
buena consola con bastantes videojuegos.
-No sabía
que te gustaran los videojuegos- le decía Gilberto algo curioso-
-Ni
yo, no sé porque de repente me dieron ganas de tener un control de esos en mis
manos y apuntar a varios enemigos- Rubí le respondía tratando de sonar lo más
sarcástica posible, no sabía cómo entendía algunos de los juegos-
-Recuerdo
que antes eras una chica bastante presumida, no tenías dinero como muchos de
nosotros pero bien que te aprovechabas cuando seducías a otros de mis amigos
para que te compraran lo que quisieras, siempre nos llamabas infantiles cuando
hablábamos de videojuegos o cosas del momento y mira, ahora eres toda una mujer, con poder, con dinero, una buena casa,
un súper auto y por si fuera poco, con nuevos gustos peculiares –Gilberto
recordaba a la anterior Rubí mientras que admiraba la increíble mujer en
la que se había convertido-
-
¡Vaya!, que era tan mala como me lo recuerdas, entonces creo que tendré que
seducirte para que me compres todo lo que quiera –Rubí le respondía
sarcásticamente-
-Por
eso me encantas, cada vez me sorprendes más, eres la mujer perfecta, ¡vamos!,
te comprare todo lo que quieras y te enseñare a jugar todos los juegos, no
dudes que nos divertiremos-
Luego
de regresar a casa de Rubí, Gilberto le ayudo a conectar la consola, poco a
poco comenzó a enseñarle a Rubí a manejar los controles y como se realizaban
algunos juegos, al poco rato, ambos
estaban jugando sin parar, Gilberto estaba ganando con mucha ventaja, pero
comenzó a notar que Rubí no tenía dificultad alguna de manejar los juegos,
incluso lo estaba disfrutando como si fuera una experta en ello, noto su cara
de decepción cuando sentía que esta por perder ante él y entonces en modo de
cortejo dejo que le ganara en los últimos instantes.
- ¡Te
gané! –gritaba, la chica emocionada-
- ¡Sí
amor, eres la mejor! –le respondía Gilberto encantado de la felicidad de Rubí-
Rubí
saltaba balando sensualmente en todo de victoria frente a Gilberto, luego se
arroja entre sus brazos y le planta un caliente beso, pronto comenzaron de nuevo
las caricias, Gilberto la tomo con sus fuertes brazos y la llevo hasta la cama,
la desnudo levemente mientras que Rubí
suspiraba deseosa de ser penetrada por su hombre, Gilberto la besaba
acariciando con sus labios por su cuello, deslizaba sus fuertes manos frotando
suavemente sus piernas mientras ella las abría dejando que admirara el
panorama, tomo su miembro y comenzó a introducirlo dentro de su vagina
haciéndola explotar levemente mientras Rubí se retorcía extasiada mirando como
Gilberto la montaba nuevamente como un sueño sin fin en el que la domaba como
la Diosa que era, el hombre sujetaba firmemente sus atributos haciendo que Rubí disfrutara la sensualidad
de sus caricias, minutos después, Gilberto descargo su pasión dentro de ella,
ambos se besaron con amor mientras disfrutaban la fantástica pasión entre sus
cuerpos.
Ya
era de domingo y ambos despertaron juntos entre la suavidad e intimidad de las
sabanas.
-
¡Buenos días mi diosa! –Gilberto sonreía suspirando mientras la miraba-
-
¡Buenos días mi príncipe! –Rubí respondía ante su cálido comportamiento-
- ¿Qué
desea hacer el día de hoy mi diosa? –
- ¡No
lo sé, sorpréndeme! –Rubí le respondía coquetamente-
Luego
de desayunar otra de las especialidades de Gilberto en la cocina, preparo
algunas botanas y preparo de nuevo la consola para seguir enseñándole a Rubí
sus nuevos juegos en el tiempo que quedaba para disfrutar del fin de semana,
pasaron el día entero jugando y divirtiéndose, Rubí parecía ser una verdadera
chica gamer, antes de despedirse, Gilberto le robó un beso, pronto comenzaron
nuevamente las caricias pero Gilberto paro en seco dejando a Rubí prendida ante
su sensualidad, cerrando con broche de oro los tres maravillosos días que
pasaron juntos.
-Lamento
retirarme, pero mañana regreso al trabajo, prometo ponernos al día al terminar
la semana y pasar otro tiempo agradable juntos- Gilberto se despedía
sollozando-
-No
hay problema mi príncipe, hasta una diosa como yo sabe esperar- le respondía
Rubí sonriendo coquetamente mientras miraba como el amor de su vida se alejaba-
Rubí
termino de limpiar la toda la casa, había dejado olvidada sus responsabilidades
en toda la semana, aun mas de tener el desastre pasional que habían tenido
ambos en el fin de semana, Rubí estaba emocionada, se sentía bastante
enamorada, jamás haba sentido esta emoción en su vida, se había prometido no
dejarse enamorar y mucho menos pensar en nada que no fuera lo profesional, pero
últimamente sentía que quería liberarse y divertirse, disfrutar de sí misma y
de su cuerpo, además de un hombre que la hiciera desear el sexo como nadie, había
olvidado lo dura y frívola que era algunos días atrás, ahora solo pensaba en
estos días que habían sido los más emocionantes
de su vida, luego de terminar, decidió pedir
una pizza y divertirse jugando sus nuevos videojuegos hasta que el
cuerpo ya no la dejara, sintiéndose feliz por completarlos, horas más tarde,
Rubí se dio cuenta de que ya era muy
noche, se le habían pasado las horas jugando que no se había dado cuenta de la
hora, apago todo y se dio un fresco baño, termino de arreglar su ropa para
dentro de unas horas y se tendió en la cama quedándose rápidamente dormida.
Rubí
estaba en la oficina, miraba de nuevos a sus compañeros, de repente Andrés se
acerca sonriéndole, ella de alguna manera se sentía alegre de mirar que Andrés
estaba de vuelta en la oficina, se preguntaba porque había faltado tantos días,
de repente, Andrés comienza a alejarse como un espejismo y desaparece en el
espacio del lugar como una forma física desvaneciéndose a simple vista.
- ¡Buenos
días a todos!, estamos investigando la muerte de uno de sus compañeros- la
policía llegaba interrumpiendo-
- ¿Muerte?
–Rubí comienza a llorar mientras su corazón se acelera y piensa con su mente
girando vueltas por qué había sucedido algo como eso sin poder dejar de pensar
en Andrés-
-Eh
dejado mi vida por la tuya y es mejor de lo que esperaba- decía Rubí con sus
propias palabras-
De repente encontrándose hablándose a sí misma
frente de un gran espejo, su reflejo sonreía monótonamente mientras actuaba de
manera extraña, su semblante no era el mismo, notando que se movía sin
pensarlo, pasando sus manos sujetando sus tetas.
- ¡Este
cuerpo ahora es mío! –decía notando que las palabras provenían de su boca sin
desearlo experimentando una fuerte sensación que recorría todo su cuerpo-
Luego
despertó en medio de la noche parada frente al espejo con el cuerpo desnudo
mirándose alterada y sonriente con su cuerpo al desnudo mientras sujetaba
lascivamente sus senos con sus manos.
- ¿Qué
me está pasando? –se preguntaba preocupada.
Luego
regreso a la cama, noto su pijama tendida en el suelo y volvió a incorporarla
en su cuerpo, se acomodó de nuevo en la cama algo asustada, miro el reloj de un
lado de su cama, eran las 3:37am, luego entre cerro los ojos y se quedó nuevamente
dormida del cansancio.
Un trabajo magnifico como siempre, poniendo atencion a los datalles :D te doy un treh :p (es solo la referencia :p obvio es un 10 :D)
ResponderBorrarMagnífica historia Karina ❤
ResponderBorrargran historia <3<3<3
ResponderBorrarMuy buena continuación
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