¡𝑬𝒔𝒄𝒖𝒆𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆ñ𝒐𝒓𝒊𝒕𝒂𝒔!

 

- ¡Bueno señorita, entonces supongo que quiere resistirse al castigo! –

- ¡No, yo no quiero resistirme y tampoco quiero ningún castigo!, yo no soy una señorita, yo soy… ¡Ah, me duele! –

- ¡Eso pasa por desobedecer señorita, ahora, quiere continuar con el castigo, o vuelve a su habitación a comportarse como toda una dama –

- ¡Por supuesto que no hare eso imbécil, ya le dije que yo!, ¡Ahhh, deje de hacer eso!, ¡Yo no soy una estúpida niña, yo soy un hombre! –

- ¡Silencio, ya te dijimos mil veces que te olvides de que eras un hombre, ahora eres una linda colegiala y debes de aprender a obedecer como toda una señorita! –

- ¡Ya basta, ya basta, dejé de pegarme, está bien, obedeceré, obedeceré, seré una linda colegiala!, me comportare como toda una damita, usare falditas, tacones, maquillaje, me bañare y seré una bonita señorita, ¡Pero basta ya! –

- ¡Muy bien preciosa!, ahora regresa a tu habitación, tienes que prepararte para la clase de etiqueta, no olvides llevar el lindo vestido que tu madre envió para ti eh –

- ¡Si claro profesor…! –

Estaba tan harto de mi maldita vida, yo antes era un chico común y corriente, era rebelde a toda costa, era rudo y temible en cualquier tonta escuela a la que me metieran, no soportaba a mis maestros ni a mis estúpidos compañeros, pero todo cambio cuando mi estúpida madre me envió a este estúpido lugar, no puedo creer que de verdad me haya enviado a un colegio para señoritas sumisas, ¡No puedo creer que me haya hecho convertirme en una puta niña!, ¡Odio tener senos, odio ser más débil!, ¡Odio tener una vagina entre las piernas y que me peguen todo el tiempo por no obedecer sus malditas reglas!, ¡Odio ser una niña lo odio, ya no aguanto más!, yo no quiero esto, yo soy un hombre, no una tonta  niña que usa faldas, vestidos y tacones todo el tiempo.