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¡Mama, hasta cuándo va a terminar esto! –le gritaba a mi madre luego de tener
que sentarme en la taza para tomar mi vaginita y orinar como toda una damita –
Todo
empezó cuando mi mama me había sorprendido orinándome en la esquina del jardín,
me sentía todo un hombrecito por tener pene y poder orinar en donde sea que me
diera la gana, me daba mucha hueva ir hasta el baño y tener que subirle a la
tapa para hacer del 1, entonces, mi madre me obligó a hacer algo que no quería.
Intercambio
mis partes íntimas con las suyas, ahora yo tenía la vagina de mi madre mientras
que ella me había robado mi miembro masculino, me sentía bastante avergonzado,
pues no solo tenía una vagina femenina, si no la de mi madre, lo que me causaba
bastante incomodidad y morbo, pues, no sabía si podría complacer mis ideas
pervertidas sin sentirme avergonzado de que estimularía esas ideas con el órgano
de mi madre.
Además,
estaba muy avergonzado de sentir ese incomodo hueco entre mis piernas, sabiendo
que entre ellas estaba mi órgano, mi amigo de toda la vida hasta el momento, en
lugar de sentir como mi verga se ponía dura, ahora sentía un incómodo y cálido
calor entre mis piernas, y no solo eso, sino que también me daban ganas de
orinar muchas más veces que antes como hombre, pero lo peor era que ya no podía
hacerme en cualquier parte que quisiera como todo hombrecito con su rifle, sino
que ahora tenía que ir directamente a un baño, sentarme con las piernas
abiertas y en ocasiones estimular mi vaginita para que la orina pudiera salir,
pero no conforme con eso, parecía que no solo la vagina de mi madre estaba
entre mis piernas, sino que también su órgano reproductor, ósea, la matriz, por
lo que me vino el periodo, me vinieron muchos trastornos hormonales que nunca
en la vida había sentido, como esos cambios de humor y tenía que usar toallitas
de mujeres todo el tiempo para prevenir un accidente, los órganos vitales y
fértiles de mi madre aún estaban jóvenes y podría quedar embarazado si cometía
algún error, pero lo peor, era que todos a mi alrededor amigos y demás notaban
mis aparentes y repentinos ilógicos cambios de humor y mi comportamiento había
cambiado drásticamente sin saber que era a causa del castigo perverso de mi
madre, ahora no sé hasta cuando tendré que aguantar teniendo su vaginita, como castigo
por orinarme como todo un macho donde sea que me daba la gana.
Pero como pasas de publicar algo tan bueno a publicar algo tan basura al día siguiente
ResponderBorrarAhora sí que el gusto se rompe en géneros, habrá quien les guste el cambio de partes, tampoco digo que te tenga que gustar, igual si lo que sucede es que lo escribí horrible pues entonces te pido perdón, no soy la misma Karina 🤷🏼♀️, igual gracias si te gustó la de ayer
BorrarIgual y eres mejor, pero este tipo de cap me da hasta asco, por eso no quisiera que hagas más de esto
BorrarPor favor mass de estas historias de intercambio genital
ResponderBorrarQue buena historia joder, realmente extrañaba las historias de swap parts
ResponderBorrarExcelente historia, me gusto muchísimo
ResponderBorrarParte 2 con la perspectiva de la madre o algo asi
ResponderBorrarJeje me gusto esta idea
ResponderBorrarEstaría genial que hicieras un Swap de este tipo a la Inversa. O sea, una mujer con pene. Gran Cap ^^
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