𝑳𝒂𝒔 𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒕𝒊𝒂

 

Fue entonces, que, al llegar, Vanesa se encontró con la desagradable escena de ver a su sobrino, maquillado como una señorita, usando sus pantimedias y uno de sus vestidos favoritos, con relleno en el pecho, una peluca y en los pies un par de zapatillas viejas y bastante altas.

El chico estaba bastante asustado, no sabía cómo explicarle a su tía lo que había hecho tantas veces en la privacidad ajena de su casa, pero Vanesa guardo la calma, analizo de pies a cabeza a su sobrino y exhalando exclamo una leve y tierna sonrisa, se acercó a el chico lentamente y, tomando algo de su bolso, se lo entrego a su pequeño y tonto sobrino en sus manos.

Se trataba de una medalla mágica, la cual, le permitiría transformase en ella cuando usara sus prendas, con el fin, de que su cuerpo se transformara en la bella y sensual mujer que era, logrando satisfacer la perversión e inocencia de su sobrino por el deseo de ser una bella mujer como ella, el chico comenzó a llorar sintiéndose bastante feliz, entonces, tomo el medallón sintiendo como la magia de este provocaba que su cuerpo se transformara lentamente en el de su tía, luego de unos segundos, aprovechando que ya tenía sus prendas puestas, el chico sintió como su cuerpo se adaptaba a la forma de las prendas de su tía, notando como ahora tenía todo apretadito gracias a el crecimiento del culo y las tetas de su tía, que además, ahora le quedaban a la perfección, comenzando a tener una nueva relación tía sobrino como un par de gemelas y mejores amigas, listas para disfrutar y salir a conocer chicos que quisieran estar con dos gemelitas sexys dispuestas a todo por una noche de pasión y diversión.