𝑴𝒊 𝒄𝒖𝒆𝒓𝒑𝒐 𝒑𝒐𝒔𝒆𝒊𝒅𝒐

 

Desde niña, Mariana había sido poseída tantas veces que ya ni siquiera sabe cuándo fue la última vez que su cuerpo fue aprovechado y perversamente utilizado, pero si algo sabia, era que muchas de esas veces en las que los entes que la poseían eran malignos, fueron dejando lentamente secuelas en su mente, alterando su manera de ser y su forma de ver toda la vida.

Aunque trataba de ser una señorita tal cual era su vida, detrás de toda esa imagen de niña buena, se encontraba su manera perversa de ser, acostumbrada por los entes perversos que hacían que su cuerpo se fuera adaptando a sus gustos y perversiones, Mariana era una linda chica tierna e inocente de día, pero de noche era una chica completamente salvaje y pervertida, le encantaba irse a dormir temprano, todo para que su cuerpo entrara en su estado astral y sirviera como portal para que otro ente nuevo o ya conocido amigo tomara su cuerpo prestado y la violara con fuerza y placer, aunque a veces había casos extraños de mujeres que les encantaba disfrutar de su cuerpo joven y hermoso, en otros habían casos de niños que tomaban su cuerpo y si bien las cosas al amanecer no eran bastante agradables gracias a esos niños, su cuerpo era un recipiente para cualquier alma que quisiera entrar en el por 7 horas durante la noche hasta el amanecer, encontrándose con su computadora o celular, llena de imágenes eh información especial de todo lo que aquellos seres astrales habrían hecho con su cuerpo durante la noche.