"𝑳𝒂 𝒔𝒖𝒑𝒍𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆" 4

 

"𝑳𝒂 𝒔𝒖𝒑𝒍𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆"

"Parte 4"

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Parte 3: https://karinabodyswap.blogspot.com/2022/07/3.html

Luego de haberme reencontrado, mi padre parecía otro, de repente, sus ganas de beber se habían desaparecido, pues casi siempre llegaba a casa, dejaba sus cosas y se largaba a bebe, pero ahora, incluso, se puso algo atento, nos hizo la cena a mi hermana y a mí, puso la mesa y me comenzaba a tratar como su reina, claramente el tipo estaba ansioso, su modo a perder de nuevo a su amada esposa parecía impulsarlo a hacer todo lo posible por ser un mejor padre y esposo.

Pasaron los minutos y el no dejaba de verme, era como una reliquia ante sus ojos, dispuesto a lo que sea por conservarme, aunque realmente me inquietaba que esas miradas significaran algo más que amor, claramente este hombre había pasado años sin siquiera tener una clase de coito con alguna mujer que no fuera mi madre.

La noche había llegado y tenía algo de nervios, sus atenciones me dejaban en claro lo fuertemente obsesionado y enamorado que estaba de mí, su ahora esposa, sentía sus caricias muy cerca, sus labios besando los míos en ocasiones, incluso uno muy largo que me hizo sentir muy extraño al saber que a quien besaba ahora era a otro hombre y era mi padre, pero no podía negarme, pues tenia que actuar como la que era su esposa.

Pero llegamos a la habitación, mi hermana había sonreído al verme actuar como toda una mujer con mi padre, estaba notando los resultados, que como esperaba, debían de ayudarnos a mejorar el comportamiento de mi padre, pero, ¿A qué costo?, pensaba luego de entrar por la puerta de la mano con mi padre como si fuera una invitación al sexo, sentía la presión de sus ojos sobre mi cuerpo, es como si esto fuera una invitación directa a penetrarme como la mujer que era, entonces, eso significaba que esta seria una noche larga, mi primera vez como mujer, como su mujer, la suela de todo esto quizás.

Sentía una extraña tensión en todo mi cuerpo, mi mente parecía confundida y a la vez demasiado excitada, tenía unas fuertes ganas de desnudarme y sentir ese poder que tenía como mujer sobre mi padre, saber hasta dónde estaba dispuesto a llegar conmigo, y experimentar mi primera noche como mujer, peste cuerpo lo sentía, las emociones de mi madre lo necesitaban.

Ya no pude más y comencé a desnudarme, observando con detalle como mi padre me gozaba con la mirada, pronto, el comenzó a desnudarse también y se acercó a besarme, sus caricas eran rápidas, trataba de calmarlas, pero era entendible, siendo que había vuelto a tocar a una mujer, lentamente nos empezamos a besar, mis senos se sentían extrañas y una rara secreción humedeció mi vagina, gimiendo con la fuerza de nuestras pasiones.

Un momento fugaz esclareció mis pensamientos, ¡Pero que carajos estoy haciendo con mi padre!

Lamentablemente hay era demasiado tarde, Mona me había dejado en esta situación, porque yo siendo el hombre debía de tomar las riendas de esta situación, era una mujer madura, a punto de tener relaciones, a punto de ser penetrado por su propio padre con el cuerpo de su esposa.

Mi padre me arrojó a la cama y abrí mis piernas en el acto, miraba su enorme complexión, era su presa en este mismo momento, miraba su rostro de perversión, su rostro lleno de hambre por sexo, me sentía como su presa y esperaba a que viniera con su órgano a hacerme suya.

Entre gemidos y caricias, mi padre comenzó a penetrarme, sentía cosas extrañas por todo mi cuerpo, al principio sentí un pequeño y agudo dolor en mi entre pierna, se podrá decir, que ahora mismo era virgen al ser mi vagina completamente nueva, lo cual era sumamente horrible de imaginar que incluso ahora con una vagina madura, era una mujer virgen, siendo que ahora había tenido mi primera penetración.

Los gemidos no paraban mientras que mi padre como todo un animal me deshacía sobre la cama, mi cuerpo se volvía loco mientras experimentaba cada orgasmo y caricia, de sus fuertes manos, no podía con la sensibilidad de mis senos, me chupaba con gran placer y lujuria, con amor y pasión, no tardo mucho en venirse, dejándome un poco en picada porque me estaba calentando mucho y mi cuerpo pedía más, pero no tardó mucho en volver a animarse, pasando casi como cuatro ocasiones de sexo haciéndome venir en múltiples ocasiones durante varias veces.

La noche había sido larga, pero mi padre no quería perder el tiempo, acabamos rendidos sobre la cama terminando abrazado con mi padre por la espalda, en mi mente, no podía dejar de pensar en lo que había hecho todo por hacerlo un hombre feliz nuevamente, ahora solo me quedaba pensar, si él se acordaría que tenía un hijo nuevamente.

Al día siguiente, desperté recordando lo condenado que estaba siendo la sustituta de mi madre, observé por todas partes notando que mi padre ya se había levantado, hace unos minutos había sentido la caricia de sus labios sobre mi espalda, haciéndome sentir unas cosquillitas extrañas.

Me levanté dirigiéndome a la cama, sentía unas fuertes ganas de orinar, nuevamente tuve que rebajarme a ser humillado como una mujercita, me miré al espejo recordando el examen físico que hacia como rutina al cuerpo de mi madre, no sabía si sentirme más buenota o más condenado cada día, pero me gustaba la imagen que tenía ahora, sentía una especie de poder y dominancia.

Bajé a desayunar notando que mi padre ya había preparado todo, estaba en la computadora tecleando y anotando cosas, mi hermana bajo igual mientras que ambas nos preguntábamos que tanto hacia el que se le notaba muy feliz, de repente hizo unas llamadas y fue ahí cuando nos enteramos de las grandes noticias que tenía.

Mi padre, ahora esposo, había llamado a su jefe, exigiéndole unas vacaciones muy largas y bien remuneradas, le había dicho que había pasado muchos años trabajando duro y sin descanso ni vacaciones, el hombre algo seri accedió reconociendo su trabajo y esfuerzo a pesar de la pedida de su esposa, claro que aún no sabía que ya había vuelto a sus brazos a la misma vida como si hubiera resucitado de la nada.

Mi hermana y yo nos miramos algo confundidas, cuando en eso solamente guro a vernos y feliz con una larga sonrisa nos dijo.

“¡Nos vamos de vacaciones”

Ambas sonreímos y nos reímos como femeninas, entonces, nos mostró las reservaciones de un hotel y todo, al parecer, nos iríamos a Cancún un mes entero, había rentado un condominio donde esperaba pasar un mes entero feliz con su querida esposa, entonces, trague algo de saliva, pensando que tenía que pasar un mes entero atrapado con el cuerpo de mi madre, ahora no sabia que hacer, lo curioso es que el hombre aun no parecía importarle que su único hijo hombre ya no existía.

Cada rato sentía las miradas perversas de mi padre sobre mi cuerpo, me tocaba las nalgas y me besaba en todo momento, me sentía algo fastidiada de todo esto, pero debía de continuar cumpliendo fingiendo en el acto, ahora solamente me quedaba pensar en el largo mes que me esperaba.

Pasábamos los días disfrutando de unas lindas vacaciones, me sentía muy sensual presumiendo mi cuerpo femenino, era una hermosa mujer bien dotada y poderosa, al menos eso también hacía sentir.

Disfrutaba de mostrar mi cuerpo con mis bikinis, notaba como cambiaba mi mentalidad cada segundo, pues ahora disfrutaba mucho de mi cuerpo, también, mi hermana gozaba de ver a su madre completamente empoderada, disfrutando de ser mujer y de darle felicidad a su padre, yo creo que mi hermana mas que una nueva madre, quería a una mujer que se hiciera cargo de esta familia, no entiendo como ni cuando fue que llegamos a esto, ambas nos llevábamos demasiado bien como si fuéramos en verdad madre eh hijas.

Miraba como los hombres y algunos jóvenes me miraban con morbo, era el poder del glorioso cuerpo de mi madre, pero yo sabía que solamente tenía un dueño y ese era mi querido esposo, cada noche, luego de un rico día en la playa, mi esposo y yo nos acurrucábamos entre las sábanas de nuestra habitación, teniendo ricos orgasmos y una verdadera noche de pasión.

Luego de aquellas largas y ricas vacaciones, las cuales habían sido las mejores de mi vida, tenía que pensar cómo hacer para volver a la normalidad, cosa que a mi hermana no le pareció mucho.

A escondidas, Mona hablo con Carmen, quien al parecer pasaba días algo triste por el maltrato de su esposo, es aquí, donde Mona me había tendido una trampa para obligarme a ser su madre el resto de mi vida.

Pues había convencido a Carmen de tomar mi lugar como el hijo abandonado y desaparecido que mi padre aun parecía no recordar, Carmen pensaba que estas cosas eran del diablo, pero luego de estar mucho tiempo pensando, sin que yo supiera.

Un día mi viejo cuerpo apareció de la nada llamándome madre, lo cual me dejo intrigado y con mucho miedo, mi padre había regresado del trabajo notando a su olvidado hijo, lo primero que pensé, era que el actuaría enojado y completamente desinteresado por verme, o más bien, de ver a mi copia farsante, pero en lugar de eso, parecía como si mi padre hubiera olvidado estúpidamente todo el maltrato y odio que me había dado durante tantos años, el padre con el que crecí era completamente diferente, muy amoroso y feliz de tener a su hijo hombre de vuelta, yo estaba enojado y frustrado, como era posible que mi padre me hiciera esto, mientras que pase tantos años deseando que me volviera a dar parte del cariño que me tenia antes de la tragedia.

Le exigí a Mónica que Carmen me regresara mi cuerpo, ella podría ser mejor mujer que yo, yo ya estaba cansado de ser una mujer, pero al parecer  ninguna de las dos deseaba lo mismo, Mona quería que siguiera siendo su madre y Carmen al parecer gozaba mas de ser un hombre joven y con mejores oportunidades, estaba perdido, ¿Quién me creería ahora?, que era la madre de un chico que negaría a toda costa ser una sirvienta ocupando el lugar como la sustituta de un chico que ya no existía, las cosas estaban fuera de lugar.

Me sentía frustrado eh incluso ahora tenía que hacer los deberes de la casa pues ya no teníamos sirvienta, lo cual me hacía sentir algo relegado y con obligaciones que no eran las mías, pero que sin embargo las hacía por culpa de los sentimientos de responsabilidad y obligación que este cuerpo estremecía mis neuronas.

Ahora estaba obligado a vivir como la madre de esta familia, incluso la maldita de Carmen que se había robado mi identidad me trataba como su madre, mientras que Mona me miraba esperando continuar con esta farsa, realmente ya no quería saber nada de ella, pues me había traicionado, no habíamos quedado en esto y ahora me estaba volviendo infeliz.

Aunque no pensaba quedarme así, traté de intentar recuperar mi cuerpo, fui a la clínica de intercambio para volver a mi antigua identidad, no me importaba nada, si era necesario huiría de mi casa, llevaría mucho dinero para escaparme o sino demandaría  Carmen por robar mi identidad, aunque, me había estado sintiendo algo rara durante los últimos días, había estado vomitando y me había sentido algo mareada, pensaba que era por todos estos cambios femeninos que había tenido con el cuerpo de mi madre, pensaba que era a causa de que había pasado demasiado tiempo con su cuerpo que ni siquiera me había dado cuenta de lo mucho que me estaba afectando tener tanto sexo con mi padre siendo una mujer, aunque yo realmente era un hombre.

Al llegar a la clínica, realice todos los estudios y procesos para volver a la normalidad, no sabía que te hacían un análisis profundo cuando tenías demasiado tiempo con un cuerpo, pero era por seguridad de los pacientes conocer las características y los cambios mentales y fisiológicos que habían tenido durante todo ese tiempo, incluso, mas, porque sin saberlo, le había contado al doctor todo lo que me había pasado, cosa que interrumpió un largo rato hasta que finalmente llegó con una noticia que me estremecería bastante.

- ¡Lo siento mucho…, joven!, pero usted ya no puede volver a su antiguo cuerpo, pues ahora tengo que informarle, que usted está embarazada –

El doctor me decía mientras que eso había sido un duro golpe para mí, sentía un extraño hueco en el estómago, de repente, las lágrimas habían salido de mis ojos, sentía una especie de confusión entre alegría y tristeza, entre miedo y felicidad, ¡Estaba embarazada, sería madre de un bebe!

Gritaba estremecido por la noticia, no comprendía lo que me estaba sucediendo, el doctor me explicó todo, había tenido demasiado sexo con mi padre sin protección, era una mujer biológica y completamente fértil que sin darme cuenta y olvidarlo por completo mi padre me había dejado embarazada, entonces, por consecuencia y como una de las reglas primordiales de la institución, ya no podrían regresarme a mi forma masculina, o, mejor dicho, ya no podría generar un proceso de reestructuración física ni de género hasta que al menos el bebe naciera, pues eso estaba penado y sería un crimen asesinar al bebe que había en mi vientre, además de que eso podría traerme consecuencias físicas y mentales.

Ahora no sabía que hacer, salí de la clínica con un enorme golpe de la vida, regresé a casa consternada, lloré un largo rato hasta que Mona llegó de la escuela y escuchó mis llantos, al verme, supo que algo andaba mal conmigo, se sentía algo triste, pues sabía que me había hecho infeliz, sabía que me había traicionado y que lo felices que habíamos sido como madre eh hija durante un buen tiempo se había perdido gracias a su traición y sus malas intenciones todo a costa de su beneficio.

Le conté la verdad de lo que me estaba pasando, le conté que mi plan era revertir este cambio y que ya no podía volver a ser jun chico gracias a que me había embarazado la noticia le pegó tan duro como a mí, aunque parecía estar feliz por tener un nuevo hermanito o hermanita, pero yo no sabía si eso me hacía feliz, o si solo me dejaría mas triste de lo que ya estaba.

Ya pasado el rato, comencé a pensar en todo, realmente no sería tan malo, pensaba en que si había sido feliz luego de que había vivo todos estos cambios, era feliz en la cama con mi padre, me sentía muy bien al ser mujer, al tener este poder que antes no sentía como un chico olvidado y sin ser querido por nadie, acaricié mi vientre, imaginando lo bonito que seria ser madre, pensaba en lo increíble que era saber que tenía una vida creándose ahí dentro, la noche había llegado junto con mi padre regresando del trabajo.

No esperé mucho para darle la noticia, curiosamente, esa noche, mi padre había llegado con unas grandes flores, lo recibí con un beso y una gran sonrisa, las flores me habían vuelto a poner feliz por alguna razón, el sentimentalismo y las locuras que había tenido durante el día me estaban revolviendo mis sentimientos, entonces, decidí darle la noticia esperando con emoción ver su felicidad en su rostro.

El saltó y pegó un grito de alegría, miró mi vientre y comenzó a besarlo, al ver su rostro de felicidad y las de mis dos hijos mayores, supe que estaba en el lugar correcto, estaba feliz por ser madre y tener ahora una hermosa familia que estaba apunto de crecer, ya no me importaba el pasado, ahora solamente estaba feliz por haber decidido ser la sustituta de mi madre, tomar su lugar en la familia había sido lo mejor que me había pasado en la vida.

FIN