𝑱𝒖𝒈𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝒔𝒆𝒓 𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒕𝒓𝒐𝒏

 

El patrón de Silvia era bastante pervertido, cuando ella llego a su gran mansión en busca de trabajo tan solo llego como una chica inocente, pero en los últimos años, su patrón, había descubierto el potencial físico que esta tenía, pasaron los meses en los que este la presionaba para tener sexo con ella con un acoso sin fin, mismo que ella detestaba, pero aguantaba dado que le pagaba bien, pues al menos, no había llegado tan lejos, pero fue una noche, cuando este llego de un viaje de varios días, que llego con un control supuestamente innovador en sus manos.

Silvia se puso rápidamente a su disposición, pues con el control, sintió como todo su cuerpo obedecía las órdenes del patrón, sin chistar, Silvia comenzó a comportarse de una manera muy vulgar, ella estaba sintiéndose enojada demasiado, porque este estaba obligándola a hacer cosas obscenas con su cuerpo, de un momento a otro, ella ponía posese sexy para excitarlo el ya estando desnudo, o entonces, este la obligo a darle una muy placentera mamada, llorando por dentro y sin chistar por fuera, Silvia le dio la mamada más rica de toda su vida y la más asquerosa experiencia para ella, pero entonces, el hombre pensó que podría pasarse de listo y presiono la opción de intercambiar mentes entre su sirvienta y el.

Silvia estaba consternada, mirando como su propio cuerpo tenía su ahora pene en la boca, mientras que con la mano derecha sostenía el control apuntándole, el hombre, quien ahora estaba en su cuerpo, no se percató de que el control aún tenía el mando de hacerle una mamada a su propio cuerpo, sentía como el cuerpo de su sirvienta ardía pero también sostenía placenteramente su pene con su nueva boca, sin parar, su propio pene se vino a chorros dentro de su boca, Silvia se sintió muy asqueada, tampoco quería ser el tipo más pervertido que había conocido en su vida, pero al menos eso le serviría para salir un poco de su horrenda vida.

Fue entonces, que Silvia logro usar el control de su propio patrón, para robarle sus recuerdos, haciendo que su antiguo cuerpo se quedara con la mente en blanco, tan solo con conocimientos básicos para que su ex cuerpo pudiera manejarse y que el hombre dentro supiera que era lo que sucedía a ahora que los roles se habían intercambiado por su tonta perversión, desde entonces, Silvia era el patrón y al llegar de su largo y cansado día de trabajo, esperaba que su nueva puta y sirvienta personal le sirviera como el nuevo patrón deseaba que le complaciera, por lo que la ahora sirvienta, sin poder hacer mucho para negarse, solamente complacía en todo lo que su nuevo amo le pidiera.