¡Dios no puede ser que se haya cerrado, no!, está mierda ya no abre, no quiero quedarme atrapado en el cuerpo de esta perra.
Fernando estaba harto de ser rechazado siempre por las mujeres, no pasaba de ser el simple fotógrafo de las modelos y siempre era menospreciado, no era un hombre feo ni tampoco el hombre más sexy del mundo, pero terminaba pagando restaurantes caros y detalles costosos para ni siquiera poder acostarse con ella, todas se aprovechaban de su fraternidad.
Hasta que Fernando termino por hartarse, Diana era la última a quien había invitado y con un simple gesto lo rechazó dejándolo humillando por completo después de haber pagado una cena en un lugar muy caro.
Fernando investigo la manera de hacer que ellas se vieran sometidas encontrándose por casualidad con un hechizo muy extraño y nada creíble, pero era la única opción más perversa de poder castigar a la perra de Diana.
Utilizó el hechizo de la dimensión espejo que encontró poniendo unas velas negras frente a un espejo largo de piso y en medio de un pentagrama de sal, encendió las velas y conjuró el hechizo notando como en el espejo se abría un portal que lo llevaba hasta la habitación de Diana dónde ella se encontraba mirándose vanidosamente en el.
Fernando la miraba bastante sorprendido como si estuviera oculto detrás del espejo, espiandola sin que ella se diera cuenta, incrédulo comenzó a adentrarse en el espejo atravesando el portal eh introduciéndose dentro de Diana.
¡Por fin, maldita perra eres mía!, tengo tus senos mira que delicioso los estrujó ummm, que rico se siente acariciarte tu rico culito, umm mira como te nalgueo, qué tenemos aquí, una vagina, tu vagina perra, mira como la toco y me estremesco umm.
Fernando aprovechó cada momento que pasaba dentro de Diana mientras que entre más tiempo pasaba las velas se consumían, Fernando no sabía que el hechizo tenía un límite y si las velas se consumían por completo el portal se cerraría dejándolo atrapado en ese cuerpo para siempre, pero Fernando la están pasando tan bien en el cuerpo de Diana que no imaginaba que el portal se cerraría y lo dejaría atrapado en su cuerpo para siempre.
¡Maldita sea, no quiero ser una mujer, Nooooo!
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