Clínica de Trasplante de Cuerpos

-Petición-

Estaba a punto de entrar a mi casa luego de un costoso día de trabajo, apenas tenía 23 años y las cuentas no se podían pagar solas, mi padre me obligó a trabajar pues no quería a un hombre holgazán, más sin embargo él tenía mucho dinero, entonces una camioneta llego por detrás, sabía que mi momento había llegado pues solo podía significar que alguien me estaba secuestrando, finalmente llegue a un lugar que parecía más bien ser un psiquiátrico, estaba amarrado pero si bien no estaba como en una cárcel, ni parecía un secuestro, varios hombres entraban  salían como si fueran doctores tan solo para monitorearme, cada día que pasaba sentía una reacción distinta en mi cuerpo, pensaba que algo tenía la comida que me daban e inclusive pensaba en ya no comerla, luego me preguntaba porque mi familia no reclamaba por mí, porque ellos no pedían un rescate o algo parecido, pasaron los días y me sentía desolado, mis huesos me dolían, mi piel se ponía irritable en ocasiones, pensé que me habían enfermado con un virus una empresa maligna de farmacéuticos con tal de crear una medicina para curarla, pero poco a poco me daba cuenta de que no era así, median mis capacidades las cuales bajaban de rendimiento, median mis emociones las cuales pasaban de pensamientos morbosos y machistas (no es que los tuviera) a pasar a pensamientos femeninos como los colores o las situaciones que me ponían triste, nadie quería hablarme al respecto de lo que pasaba e inclusive me trataban como una niña, seguían inyectándome un líquido extraño que me ponía a dormir casi todo el día, mi cuerpo se sentía desgastado sin olvidar que mis huesos seguían cambiando, el pecho comenzaba a dolerme, pocos meses después me sentía más ligero y pequeño, parecía que mi cuerpo hubiera tomado una forma más femenina pues las caderas se pronunciaban más en mi cuerpo con unas curvas bien definidas, mantenían mi dieta para que no comiera más de lo debido, mi cabello ya estaba crecido, se veía tan lindo y estaba suave, luego me dieron un espejo, me veía muy linda a mí misma pues mi cuerpo e imagen ahora era el de una linda niña, aunque parecía que era una niña de 14 años en lugar de una chica de mi edad, no pensaba en molestarme pues mi mente ya no estaba en capacidades de sentir una emoción masculina tan fuerte  como enojo u odio, miraba mi cuerpo también al desnudo, sentía como si ese cuerpo no fuera mío, que violaba la privacidad de una niña ajena a mi persona, pero sin embargo utilizaba el poco morbo que tenía para darme unos pequeños placeres, mi miembro ya desaparecido dejando una vagina en su lugar, era virgen, también tenía un par de pechos muy lindos aunque no tan crecidos, paso otro tiempo hasta que por fin comenzaron a tener mayores tratos hacia mí, parecía que la transición había terminado, el doctor que supongo era el general entro con una familia, los padres llevaban consigo a una niña en silla de ruedas, parecía que esta niña era muy parecida a pero su imagen lucia muy demacrada, no tenía cabello, estaba muy pálida y sobre todo delgada hasta los huesos, los señores comenzaron a llorar mientras que la niña sonreía de una forma algo macabra, después de eso, me llevaron a una sala de operaciones, sentí con el correr de la anestesia un cambio, cuando desperté me encontraba de nuevo en mi habitación, esta vez me sentía cansado, estaba con muchos malestares en todo el cuerpo y notaba que el hermoso cuerpo que tenia se había envejecido como si estuviera enfermo por años, luego la familia que había visto antes entro, esta lucia más feliz que antes, la niña se veía nuevamente sana, yo no entienda nada de lo que pasaba pues esa niña se parecía mucho más a mí, paso otro tiempo y mi cuerpo cada vez se sentía más cansado, ya no me atendían como antes y mi corazón bajaba de presión, sentía mi muerte en camino, poco después, cerré los ojos y ya no volví a ver ni a saber nunca más nada de mi existencia.