Pedro
llevaba ya mas de un mes viviendo dentro del cuerpo de Ana, estaba atrapado sin
saber que hacer luego de que el hechizo se volviera permanente al tener
relaciones con un hombre sin cond贸n, al principio estaba muy emocionado con la
idea te despertarse cada ma帽ana y ver sus gord铆simas tetas caer desde su pecho,
el placer de sentir esas dos masas carnosas ser oprimidas por sus manos hasta
hundirlas en ellas era algo que siempre hab铆a deseado poder manipular.
Pero
ya pasado tantos d铆as con ese cuerpo tan voluptuoso, Pedro estaba realmente
cansado de tener esas dos cosas pesadas todo el tiempo, su propio cuerpo no le
hacia justicia, ya que sus caderas ahora eran predominantemente grandes al igual
que sus senos, su espalda le dol铆a como nunca, tanto que incluso en ocasiones
lloraba recarg谩ndose en alg煤n lugar c贸modo, pues ni en la cama pod铆a acomodarse
de tal forma que el peso se alivianara un poco, ya que su pecho se aplastaba
contra el colch贸n y eso le dol铆a, siendo incomodo hasta dormir, pues sus tetas
se ca铆an de un lado o del otro siendo muy incomodo dormir con esas cosas
estorbando cada noche y d铆a.
Aunque tenia mucho que afrontar, Pedro trataba de vivir y disfrutar con las ventajas corporales con las que ahora contaba, pues su cuerpo voluptuoso le daba atenciones que como hombre jam谩s hab铆a tenido, aunque a veces le incomodaba que todos los hombres se fijaran m谩s en sus gordas tetas o en su predominante culo que en su valor como persona, pues incluso su cerebro era ahora menos desarrollado y un poco mas bimbo, siendo mas torpe que nunca a la hora de responder o de aprender algo, limit谩ndose a tomarse fotos por vanidad y disfrutar de la perversi贸n que representaba su cuerpo para los hombres mas calientes y lujuriosos, aunque trata de limitarse solo al que cumpliera sus mas caros caprichos, pues si vivir铆a con ese tedioso placer de tener un cuerpo voluptuoso, tendr铆a que gozarlo de la mejor manera.
Que delicia un cuerpo as铆
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