-¡CABRON NO ME ESTES JODIENDO LA PUTA MADRE!-
-O vamos viejo, esto no es tan malo y además no deberías gritarle a si a tu ´´mami´´
-¡DEJA DE DESEIR PENDEJADAS, COMO VOY A CREER QUE TE ROBASTE EL CUERPO DE MI MAMÁ!
-Yo no robe nada, para tu información tu mamá fue la que quiso hacer este intercambio-
-¿¡QUE... DE QUE ESTAS HABLANDO? N...NO... NO ENTINEDO UN CARAJO-
-Tu mamá fue la que me convención de que intercambiáramos de cuerpos por un mes, pero... oye si eres un buen hijo, te dejare intercambiar con mi mamá o bien puedes... tocar mis pechos-
-DEJA DE DECIR PENDEJADAS POR FAVOR-
Max estaba tan indignado con su amigo Karl, el le había revelado que el y su mamá Carmen habían intercambiado de cuerpos, Max solamente podía sentir mucha ira ya que pensaba que su amigo era un completo pervertido y que había robado el cuerpo de su mamá para masturbarse, tocar sus grandes pechos y su gordo culo.
Pero lo que Max ignoraba era que su mamá era no solo la que había consensuado el intercambio, si no que todo esto estaba planeado por ella.
Estaba harta y aburrida de la monotonía de su vida, sumándole que necesitaba un descanso de su esposo el cual estaba muy irritable últimamente, su marido estaba en un mal plan que era imposible conversar con el, también necesitaba un descanso de su hijo, el era medio patán y apenas y le ayudaba en las labores del hogar y en el estado actual ya tenia suficiente con su marido.
Hace unos meses sus amigas le comentaros un lugar llamada swap clinic, una clínica que te permitía intercambiar de cuerpo con fines terapéuticos, podías elegir cambiar alguien aleatorio o de tu preferencia.
Carmen estaba hundida en el estrés que solo quería salir de su casa, creí que una vacaciones no le serian suficientes, así que por mera duda fue a pedir informes, estaba conforme al método que manejaban, la seguridad y la condiciones que se manejaban por cliente, pero algo que no le convencía era intercambiar con alguien aleatorio. Paso mucho tiempo pensando en quien seria el receptor de su cuerpo, durante ese tiempo la única conversación que tubo con su marido, resulto ser una pelea, impulsada por el coraje agarro a la primera persona que pudo.
Su secuas o conejillo de indias resulto ser Karl, el era el mejor amigo de su hijo, a pesar de tener comportamientos igual de negligentes que si hijo Max, Karl era mucho mas tranquilo y algo torpe, pero lo compensaba con una inocencia de niño bueno.
Carmen le conto y persuadió, para que aceptara intercambiar con el al menos por un mes, Karl nos e veía tan animado pasar de ser un puberto de 15 años a una señora de 40, el ser alguien mas le interesaba y mas por que podría tener el erotismo con el que sueñan los adolescentes, pero por otro lado no le convencía la diferencia radical de edad. Carmen intento convencerlo de muchas formas, que tendría independencia, podría ver lo que es ser un adulto, podría tocar sus pechos, su culo e incluso mas turbarse, e incluso tener sexo, ella no tendría ningún inconveniente si hiciera eso, Karl nos e veía tan convencido pero aun así acepto la propuesta.
Ambos intercambiaron bajo las condiciones de que ambos harían las tereas del otro, no le contarían a nadie, estarían en contacto e caso de que algo se le dificultara en sus nuevos seres y que en un mes regresarían para volver a la normalidad.
Karl se sentía en viejo y pesado por su nuevo cuerpo y logro cumplir con el cuerdo de no decir nada a nadie, hasta que por accidente se le conto a su amigo el cual reaccionaria de mala manera. Cunado las cosas se calmaron Karl le conto todo lo que sentía al estar en el cuerpo de una milf, el orgasmo el pecho, lo que es tener un choño y un pene dentro de el, Karl contaba todo esto de una forma tan alegre y placentera que Max solo podía sentir repudio hacia dicha descripciones.
Por otra parte Carmen se sentía mucho mas libre y ligera, el no tener que soportar a dos idiotas, no cargar con unos bultos tan pesados y el tener las mínimas responsabilidades, toda esta parte de ser un joven le encantaba, regresar a la escuela, aprender y reforzar cosas, el hacer cosas para anda femeninas, ser mas brusca en sus movimientos, no preocuparse tanto por el aspecto y el bulto que ahora poseía le parecía, tan pequeño y tierno, este descanso era sin igual.
Puede que el intercambio dure mucho mas de lo planeado.
Me encantan este tipo de historias. Ojalá tenga parte 2
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