martes, 23 de julio de 2024

Obteniendo una mejor vida


Quién iba a decir que hoy estaría sintiéndome tan bien con el cuerpo de esta chica, luego de aquél día de suerte, en el que no me imaginaba que ese grupo de criminales nos intercambiaría de cuerpos.


Yo antes era un hombre, trabajaba duro para mantener a mi odiosa familia, están harto de tener que mantenerlos y todo por culpa de la estúpida de mi ahora ex mujer, mi vida era un calvario, sentía que había desperdiciado todo, me iba de borrachera cada día y lo peor es que ese vicio comenzaba a consumirme.


Si bien, los que me conocen podrán decir que era un borracho, un machista y un impulsivo, luego de arduas horas en la construcción donde trabajaba, siendo este el único modo de ganarme el dinero que encontré.


Están fastidiado de pensar en en llegar a casa y lo único que escuchara fueran reclamos y más quejas de lo mujer y mis tres fastidiosos hijos.


Regresaba de una buena y fuerte borrachera, caminaba de regreso a mi casa cuando note que una hermosa nena estaba caminando entrando hacia su casa, seguí con mi camino cuando escuché las voces de unos hombres y de repente sus risas macabras me estremecieron hasta quedar inconsciente.


Cuando desperté, me encontraba en un cama, en un cuarto diferente, este parecía el cuarto de una chica, mi cabeza aún me dolía un poco y trate de levantarme experimentado una diferencia muy clara en todo mi cuerpo.


Ver en lo que me había convertido había sido un golpe muy duro para mí, tenía el cuerpo de una mujercita, sentía mis pesados senos balancearse, mi gordo culo se sacudía al caminar y el cabello me picaba por la nuca, me sorprendí mucho al ver que tenía el cuerpo de una mujer bastante sexy, tenía una bonita y sexy pijama puesta, pero aún no entendía como era que había llegado aquí.


Explore todo mi cuerpo, sintiendo lo rico que era tener una vagina y unas tetas, pero mi conciencia me decía que no debía de estar en éste cuerpo, yo no era una mujercita, yo era aún hombre, me sentí confundido y muy nervioso al saber que ahora tenía el cuerpo de una mujer.


¿Qué había pasado anoche, me preguntaba la ver con algo de coraje mi nuevo cuerpo? -


De repente, una llamada pareció interrumpir mis pensamientos, tome el celular de la chica, notando que en el nombre de dicha llamada se encontraba el nombre de los Swappers, aquella banda criminal famosa por robar y secuestrar cuerpos.


-¿Bueno? -contestaba, escuchando mi nueva voz de chica -


-¡Vemos que ya despertaste!, ahora te encuentras en el cuerpo de esa chica, tienes 19 años, no trabajas pero tienes dinero gracias a qué esa puta vende sus fotos desnuda en esa página de porno, pero prácticamente lo tienes todo ahora que tienes ese lindo cuerpo -


-¿Y yo porque querría ser una chica? -


-¿Acaso quieres volver a tu odiosa vida de hombre?, dónde tenías que mantener a tu familia, a la odiosa de tu mujer y de tus hijos, no quieres descansar de todo eso y librarte de una vez por todas de toda esos problemas para empezar de cero -


-¿Y que tendría que hacer por eso? -


-¡Tienes que pagarnos si es que quieres ese cuerpo! -


-¡Ja!, ¿Con que dinero crees que podré pagarles, no dices tú mismo que soy un pobre hombre sin nada? -


-¡Querida nena!, si quisiéramos dinero ya lo habríamos tomado, Podemos usar el cuerpo que queramos para conseguirlo, nosotros solo queremos divertirnos y ver a un tonto hombre sin ganas de vivir como tú convertirse en una linda perra como la que ahora eres es suficiente paga para nosotros -


-¡Aún no entiendo que tengo que hacer! -


-¡Queremos que vayas a esta noche a cualquier lado, que te vistas lo más sexy posible y te acuestes con el hombre que tú quieras! -


-¿Acostarme con un hombre?, ¡Eso nunca, yo no soy una mujer, no soy un maricón! -


-¡Jajajaja!, pues tienes hasta la noche para pensar si quieres una nueva vida o te regresaremos a tu patética vida de siempre -


El sujeto me colgó dejándome en una gran incertidumbre, tenía tiempo para pensar, realmente no quería ser una mujer por el resto de mi vida, el solo pensar en que ya no tenía mi pene me hacía estremecerme por completo, miraba aquella zona donde ahora tenía una vagina en su lugar, definitivamente podría quedar embarazada.


Caminé por toda la casa, notando que era mía, en verdad podría ganar tanto dinero por mostrar su cuerpo desnudo, en verdad una maldita mujer tenía este poder sin hacer nada ni esforzarse lo más mínimo por obtenerlo.


Toda esta idea de ser mujer me hacían sentir muy confundido, trataba de pensar en una solución, ¿En verdad dejaría a mi mujer y a mis hijos tan solo para ser una prostituta y dejar de vivir con las preocupaciones que me quemaban el alma día con día? 


No podía quitar mi vista el espejo, miraba este cuerpo que ahora tenía, en verdad me sentía libre y muy tranquilo, aunque aún me incomodaba sentir que ya no tenía mi pene y que estás dos grandes cosas se sacudieran con cada movimiento que daba.


Las horas se consumían y debía de tomar una decisión, seguro que esos tipos me estaban observando, bien podrían estar adentro de la casa, paseándose como almas de fantasmas vigilando cada uno de mis movimientos, incluso, podrían estar dentro de mi mente ahora, manipulando mis decisiones a su conveniencia.


Ya era de noche y debía de tomar la decisión que cambiaría el resto de mi vida por completo, miraba este cuerpo aún confrontado por la realidad, ¿En verdad quería ser una mujer el resto de mi vida?, Pensaba mientras el tiempo se acababa.


Me levanté de la cama, buscando que ropa ponerme, si iba a perder mi hombría para convertirme en una mujercita, al menos debía de verme bastante bien para ganarme este hermoso cuerpo.


Con dificultades me di un baño, apenas pude maquillarme, me peine un poco y con morbo me coloqué un hermoso vestido rojo que me había gustado al verlo, eso quería decir que mi mente de chica comenzaba afectarme y a proponerme algunos gustos femeninos en mi cuerpo.


Me tente a probar unas zapatillas, lo cual se me hizo complicado al principio, caía algunas veces hasta que finalmente lo lograba, me mire en el espejo mirando lo increíblemente perra que me veía con este cuerpo, suspiré deseando lo haber tenido que pasar por todo esto, apenas y me puse una tanga debajo de este lindo vestido, sentía que todo se me veía y un gran escalofrío entraba por debajo del vestido, sin más, tome mi carrera femenina, notando que en ella habían algunas tarjetas y por supuesto que mucho dinero en efectivo, más de lo que había visto en mi vida como hombre, ¿Será que estaba haciendo lo correcto y robarle la vida a esta chica?, ¿Ahora yo podría tener todo esto con solo acostarme con un hombre?


Sali de aquella casa, tomando el Uber que había pedido por una de esas aplicaciones de internet, me sentía estremecido al salir por primera vez con este cuerpo, afortunadamente era una chica Uber y no sentí muchos nervios, solo que notaba como me miraba, quizás sentía algo de envidia de mi parte o posiblemente me estaría llamando puta o algo parecido, ya que las mujeres se criticaban mucho.


Por fin había llegado hasta un antro como ahora le llamaban, traté de buscar un buen lugar, veía que había mucha fila y me sentí algo flojo para estar esperando, sin embargo, apenas me vieron, el guardia y algunos hombres me silbaron para pasar si tener que hacer fila, cosa que como hombre jamás habría pasado, quizás si tenis sus ventajas ser una mujercita tan sexy como ahora lo era.


Pasaba el tiempo, tomado de trago en trago, no estaba acostumbrado a tomar alcohol con el cuerpo de una mujer y eso se me había salido de las manos, aún no cumplía con las condiciones de los Swappers, ya que hasta ahora no me había acostado con ningún hombre.


Las hormonas, el alcohol y la noche se había vuelto todo un dilema, claramente había muchos pretendientes, esperando a llevarme a la cama, trataba de no verme muy obvio, ya que realmente tenía miedo aún de ser penetrado por otro hombre, me sentía algo nervioso, no sabía que esperar de aquella noche tan incierta.


De repente, un chico amable apareció para hablarme, obviamente era como todos, esperando en una larga fila para poder llevarme hasta la cama, quizás el momento había llegado, no lo pensé mucho más, debía de luchar por quedarme con este cuerpo, me valía más pasar el resto de mis días como mujer que seguir con esa fastidiosa vida como hombre.


Trate con todas mis fuerzas de aferrarme a aquellas caricias con gustó, poco a poco el asco que sentía porque otro hombre me tocará como mujer se estaba terminando, empezaba a gozar más cada caricia que me daba en mi cuerpo, podía sentir como mis sentidos me volvían completamente loca y comencé a jadear gimiendo como una mujer completamente, él abrió mis piernas gentilmente, tomándome con fuerza hasta que introdujo lentamente su miembro dentro de mi ser, solté un gran gemido vacilando entre el desconcierto de ese pensamiento, ahora un hombre me había penetrado y con eso de suponía que me había ganado este delicioso cuerpo.


Abalanzó sus manos hacia mis senos desnudos, dándome pequeños pellizcos en mis pezones lo que me hacía sentir tan genial, mordí mis labios deseando tener más, hasta que finalmente me corrí al menos tres veces si es que soltar tres grandes orgasmos se le llamaba a correrse, por su parte, me dejó lleno de leche todo mi ser haciéndolo sentir victorioso de tan placentera noche que me había dado a probar.


Desperté al día siguiente confundido de todo lo que había pasado, me di cuenta de que aún tenía el cuerpo de la chica con el que había empezado todo el otro día, sonreí al ver que frente a mi tenía mi gran trofeo, ahora que se suponía que debía de hacer siendo una chica, ya no me importaba más ni mis hijos ni mi mujer, desde ahora solo me importaba gozar de esta gran vida que me merecía luego de tanto sacrificio.


-Kary-




3 comentarios:

¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imágenes o vídeos en comentarios, con los siguientes códigos:

[img]URL de la imagen[/img]

[video]URL del video[/video]