Castigo de bebe

 -¡Ya devuélveme mi cuerpo hermana! - 

-¡Agugu, ah gugu! -

-¡Por favor, sabes bien que puedes entenderme!, Ya deja de hacer esto, mi mamá necesita de su cuerpo para poder tener a nuestro hermanito -

-¡Agugu, agagagagugu! -

-¡Que ya, ya basta, regresanos a nuestros cuerpos o si no te voy a castigar! -

-¡Agugu agagagagugu! -

Victor estaba desesperado, el y su madre habían cambiado de cuerpos en el peor momento a causa de su hermanita pequeña, todo fue por aquel día, en el que Victor y su madre peleaban, el como hermano mayor, estaba harto de tener que ser olvidado la mayor parte de tiempo por sus padres, quienes ponian totalmente la atención en su hermanita de 3 años y el bebé que esperaba su madre en su vientre.

-¡Ya no lo soporto más!, Estoy harto de que ustedes no me tomen en cuenta como hijo -

-¡Pero hijo, no es que no te queramos, es solo que tú ya eres un poco mayorcito y necesitamos cuidar a tus hermanitos pequeños -

-¡Pero yo también necesito de mis padres, solo tengo 15 años! -

-¡Agugu! -

-¡Ya viste, ya hiciste llorar a tu hermana! -

-¡Vez, ese es el problema, tu siempre buscas excusas para evadirme! -

Pero cuando la pequeña hermana de Víctor comenzó a hacer un gemido de berrinche, su madre se acercó para cargarla, Victor la siguió muy enojado y al momento de querer abrazar a su madre, ella tomo a su hermanita con las manos sintiendo una chispa extraña recorriendo sus cuerpos, terminado inconsciente por el suelo.

Al despertar, Victor se sentía extrañamente pesado, no podía moverse, sentía como dos bolas de masa se movían como gelatinas en su pecho mientras que sentía una enorme pesadez en su abdomen.

-¡Mamá, no puedo moverme! -Victor escuchaba su nueva voz totalmente aturdido ante su sorpresa -

Pero su madre reaccionó segundos después, mirando la increíble escena, su cuerpo ahora era más ligero y sin duda entendía que ya no estaba en su cuerpo, tocando el cuerpo de su hijo totalmente asustada.

-¡Victor, no sé, no se que pasó, cambiamos de cuerpo! -

-¡Pero que dices mamá!, ¿Porque tienes mi cuerpo y yo en tuyo?, ¡Esto no puede estar pasando! -

Víctor quería levantarse, pero no podía, no lograba moverse en ninguna dirección, pues su cuerpo estaba muy abultado por los pesados senos lechosos y el vientre embarazado de su madre.

Ella trato de levantarlo, sintiendo la nueva fuerza que tenía en sus brazos, pues a pesar de ser aún menor, su hijo ya tenía buen músculo.

Víctor estaba consternado, sintiendo como todo en su cuerpo se movía, las hormonas de su madre comenzaron a afectarlo, el estaba en el cuerpo de una mujer embarazada, mirando desde su nueva perspectiva, Victor no pudo contener las ganas de tomar los senos de su madre, estrujandolas, mirando como estos sacaban leche de sus senos, su madre lo paro de inmediato, reaccionando extrañamente a esos estímulos.

-¡Hahaha agugu agagagagugu! -

Victor y su madre escucharon como su hermana pequeña se reía y jugueteaba al mirarlos, por lo que dedujeron que todo lo que había pasado era a causa de su hermana, quien al parecer tenía un extraño poder.

Aunque ambos intentaron de todo porque la beba los regresara a la normalidad, lo cierto es que la beba no quiso o no entendió que clase de poder emergió de ella para hacerlo, por lo que Victor y su madre estarían atrapados en el cuerpo del otro para siempre.

Su madre le pidió discreción, nadie podía saber de su intercambio, ni siquiera su padre, pues los creerían locos, lo mejor sería que, ambos tomarán sus nuevos cuerpos como un reto, mientras encontraban la manera de volver, Victor tendría que soportar todos los cólicos y sensaciones de embarazo de su madre, cargar con su pesado vientre por al menos uno o dos meses más y para variar, si eso no se resolvía, entonces Victor debería de ser el que tenga a su nuevo hermanito entre las piernas, aprender a ser madre y atender a su padre como su esposa que ahora era.

-Kary-