¡𝑨𝒕𝒓𝒂𝒑𝒂𝒅𝒐!

 

Ya llevo un año atrapado en este cuerpo y para mi aun es difícil tener que acostumbrarme, tener que acostumbrarme a ser una mujercita, a tener que ser tratado como chica, a tener que cuidarme de los hombres que intentan propasarse conmigo por mi aspecto, a tener que vivir esta vida de mierda de chica en la que estoy obligado a vivir, estoy harto de despertar cada mañana y en lugar de ver mi pene tener que ver estas cosas en mi pecho y sentir la ausencia de mi pene ya que esa maldita vagina se encuentra entre mis piernas, estoy harto de tener que soportar mis cambios de humor y el periodo de mujer que viene cada mes como si esto fuera un castigo por haber hecho lo que hice.

Cuando la Daga Corta Cuerpos había llegado del correo, lo primero que hice fue esperar a que mi sexy vecina llegara de la escuela, la sorprendí por la espalda y ante el terror de sentir la cuchillada en la espalda, ella comenzó a gritar, mirando como su cuerpo comenzaba a derretirse convirtiéndose en un traje de piel y desapareciendo de este mundo para siempre.

Recogí rápido su cuerpo del césped llevándomela hasta mi cuarto, donde pude saborear mis perversas ganas de probarla y poder tocar todo su cuerpo, al principio sentía todo ese poder en mis manos, me puse cada parte de su piel por todo mi cuerpo y lentamente sentí como adquiría su sexy forma, por fin lo había logrado, tenía el cuerpo de mi vecina, poda estrujar sus tetas, se sentían tan deliciosas, sentir su pezones bien duros del placer que me provocaba sus suaves tetas, sentir como su vaginita comenzaba a mojarse de lo excitada que se estaba poniendo, comencé a masturbarme sin cesar.

Todo era gozo y perversión, hasta que me había agotado de estar en ese cuerpo, intente buscar el cierre de esa cosa, pero el terror embargo en mí, cuando no sentía ninguna abertura por la espalda, donde se suponía había hecho la incisión, estaba acorralado, me sentí súbitamente atrapado sin posibilidades de hacer nada, necesitaba salir de ahí, necesitaba sentir de nuevo mi pene, sentir que era un hombre, intente estirarme todo lo que pude pero fue inútil, la abertura ya no estaba, me habían estafado, pues la magia de esta daga era permanente, tarde mucho en pensar que sería lo que haría, como explicar que yo había robado el cuerpo de la vecina, no podía picarme con la daga pues podría terminar hecho un traje de piel y terminar con mi existencia, era imposible, tenía que aguantarme y tomar la vida de esta chica, regrese a su casa, con sus padres, tener que fingir ser ella y callarme para siempre, no medí las consecuencias de lo que había hecho y ahora pagaba día a día por mis errores.