"𝑴𝒂𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂"

- ¡Ya no me quedo de otra más que lidiar con estar embarazada! -

Todo empezó aquel día en el que había ido a la clínica Tg y pedí ser transformado en una chica.

Mis padres me habían regañado por esa tonta decisión, querían sacarme de la casa, no comprendían cómo es que el hombrecito de la casa eh hijo único, deseaba perder su hombría para ser toda una señorita.

Regrese a casa con mi nuevo cuerpo, notando las miradas de indignación y tristeza de mis padres, había decidido convertirme en una pt, mis padres miraban mi cuerpo con vergüenza, ahora era una chica fácil, tenía unos senos medianos, unas ricas y largas piernas, un bonito rostro y me veía bien facilota, vestía como una cualquiera y parecía que entre más me hacían notar su enojo más me excitaba.

Mi madre trato de comprenderme y ayudarme a escoger mejor mi ropita de chica, pero por más que quería que me viera como una señorita decente, lo único que quería eran prendas sexys y calientes que me dejarán ver bien sexy y bien perra.

Pero la gota que derramó el vaso, fue cuando decidí salir con hombres por dinero, me estaba fascinado está nueva vida, era toda una mujercita bien deseada y planeaba sacarle provechito a mi cuerpecito.

Hasta que todos mis planes se vinieron a bajo, justo el día en el que salí en busca del buen hombre con el que me casaría y tendría dinero, poniéndome bien sexy y perra para la fiesta, justo cuando un tipo salió de la nada aprovechándose de mi inocencia.

Tenía miedo y confusión, regrese a casa aturdido y muy avergonzado, mis padres ni dijeron nada, sin saber que más hacer, me refugie en casa unos días, hasta que decidí olvidar y regresar a las andadas.

Fue cuando conocí a un chico lindo, el me trató como una reina, pero entonces descubrí que solo me quería llevar a la cama, en ese momento comprendí que me había convertido en una señorita tímida y penosa, había perdido toda esa energía y perversión que antes sentía aquel día que me violaron, me sentía muy triste por haber sido utilizada.

Pero lo peor vino días después, cuando comencé a sentirme mal y descubrí que estaba embarazada, mis padres no dudaron ni un segundo en correrme de la casa, había arruinado toda mi vida por un estúpido fetiche, por querer tener una vida fácil.

No sabía que hacer, estaba perdida, sola, en las calles, sin dinero y sin nada, no me quedo de otra más que ponerme a trabajar, lidiando con los hombres y con sus tratos tan machistas.

Aún así, había logrado salir adelante, tenía miedo y sentía mucha responsabilidad por este hijo que tenía que traer al mundo, ahora solo me quedaba lidiar con esta responsabilidad, quizás con el tiempo aprenda a amar ese deseo de ser madre, pero ahora solamente tengo que comprar los pañales para cuidar de este hijo al que espero, no quiero estar desprevenida.

-Kary-