mi茅rcoles, 9 de agosto de 2023

"饾懙饾挅饾拞饾挆饾拹饾挃 饾懞饾拞饾挀饾挆饾拪饾拕饾拪饾拹饾挃"

 

La manera de dar servicios estaba siendo cada vez m谩s avanzada, los cambios de cuerpo entre otras maneras de TG, permit铆an poder hacer cosas mucho m谩s r谩pidas y avanzadas en menor tiempo tambi茅n para aquellos trabajos que lo requer铆an.


Tal es el caso del "Taller Tres Vidas", el cu谩l hab铆a comenzado a implementar una nueva forma de dar servicios, innovando y pensando en los necesitados.


El taller pens贸 en todo con esa nueva din谩mica de ofrecer sus servicios, pues, mediante un aparato, los mec谩nicos de Tres Vidas pod铆an poseer o intercambiar cuerpos con sus clientes a la distancia, esto es, si una persona se quedaba a mitad de la calle o de la carretera con su autom贸vil.


Uno de los mec谩nicos del taller Tres Vidas pod铆a acceder directamente al cuerpo del cliente en tiempo real, autom谩ticamente para revisar con m谩s velocidad y eficiencia su autom贸vil.


El poder tomar otro cuerpo para el servicio del taller Tres Vidas ten铆a sus reglas, pues:


1-Estaba prohibido utilizar el cuerpo del cliente o clienta por m谩s de 24 horas.


2-Estaba prohibido utilizar el cuerpo del cliente o clienta para otros fines de los cuales se deber铆a de utilizar, sobre todo (No sexuales)


3-Estaba prohibido Robar o alterar informaci贸n privada de los clientes.


4-Solo se podr谩 regresar a sus cuerpos, sea posesi贸n o intercambio, cuando el mec谩nico haya terminado conforme el servicio, a menos que haya alguna complejidad del mismo.


La primera vez que el taller Tres Vidas utiliz贸 est谩 funci贸n, Jorge el mec谩nico, fue el primero en ser intercambiado con Carolina, una hermosa mujer de 27 a帽os que se encontraba varada en una avenida cercana al taller.


Jorge utiliz贸 la m谩quina y enlazandose a la l铆nea telef贸nica, intercambio cuerpos con Carolina, quien a su vez, ser铆a la primera cliente en probar dicho servicio.


Al principio, ambos se sintieron extra帽os en sus nuevos cuerpos temporales, Carolina estaba claramente inc贸moda, pues paso de tener su cuerpo bien cuidado y fino de mujer, al de un hombre de 49 a帽os algo gordo y viejo, pero mientras Jorge le daba servicio a su auto, ella pod铆a estar tranquila mientras esperaba con todas las comodidades de una sala de espera.


Jorge se sinti贸 extra帽o, apenas reaccion贸 que estaba dentro de un cuerpo diferente y miraba el incre铆ble cuerpo en el que hab铆a terminado, como era la primera vez en probar este servicio, Jorge se qued贸 algo at贸nito al verse dentro de ese cuerpo, pues jam谩s habia visto en persona como hombre a una mujer tan voluptuosa y sexy.


Al principio le di贸 algo de pena y se sent铆a rid铆culo, pues no estaba acostumbrado a ser una mujer, el era un macho, aunque entend铆a el deber de esta nueva manera de ofrecer los servicios de mec谩nico.


Jorge intent贸 comenzar a revisar el carro de la clienta, pero a penas pod铆a caminar con los enormes tacones de aguja que ten铆an sus pies, sent铆a como sus grandes senos rebotaban y la verdad era algo inc贸modo ya que sus senos estaban expuestos debido al vestido que tra铆a, lo cual le hac铆a casi imposible no distraerse con ellas.


Por otro lado, su culo tambi茅n estaba grandote y bien carnoso, mismo que aprovech贸 en tocar un par de ocasiones, d谩ndose algunas nalgadas en ese culote bien rico mientras pod铆a y nadie lo ve铆a.


Su cabello rubio y bien fino tambi茅n era un problema, pues volaba con el aire y le estorbaba la cara, pero lo que termin贸 por convertir esa experiencia de servicio en una tortura a煤n mayor, era que sus manos eran sumamente finas, muy delicadas y sobre todo, ten铆a unas u帽as decoradas con u帽as largas postizas en sus dedos, lo cual le estaba haciendo imposible poder manipular las herramientas y los objetos del motor.


Jorge estaba comenzando a sentirse cada vez m谩s torpe y decepcionado, pues el objetivo del servicio no se estaba cumpliendo debido a las circunstancias en las que se encontraba su cuerpo de mujer.


Apenas pod铆a analizar un poco lo que ten铆a el carro de la clienta, pues le sal铆a algo de vapor a la bomba del agua lo que indicaba que ten铆a alguna fuga en una tuber铆a, ya no ten铆a anticongelante y deb铆a de cambiar la tuber铆a da帽ada, pero sus manos eran tan fr谩giles que no pod铆a tomar las tuber铆as calientes y claramente no ten铆a las suficientes herramientas, inclu铆do sus guantes para trabajar.


Jorge sent铆a como sus grandes senos se balanceaban adelante, su culo se meneaba cada que caminaba y estaba fastidiado de caminar con un cuerpo as铆, pero deb铆a de terminarlo, pues no era un servicio de gravedad, la cliente llevaba la unas dos horas esperando a recuperar su cuerpo y su autom贸vil, pero Jorge a煤n no pod铆a terminarlo.


Jorge hab铆a caminado algunas calles para encontrar una ferreter铆a, d贸nde al due帽o se le hizo extra帽o ver c贸mo una mujercita como ella tan hermosa y tan fina llegar谩 a su tienda a pedir con tal conocimiento herramientas para arreglar su carro.


Jorge regres贸 al auto de la clienta, cansado y sumamente inc贸modo de ver como los hombres observaban su cuerpo, de repente, sinti贸 unas enormes ganas de ir al ba帽o, Jorge estaba cada vez m谩s agobiado al estar en ese cuerpo, pues definitivamente no aguantaba las ganas de hacer pis, por lo que tuvo nuevamente que cerrar el carro e ir en busca de un ba帽o, mismo que tuvo que encontrar luego de caminar hasta una plaza cercana, sus piernas estaban sumamente molidas y nuevamente tuvo que soportar como algunos hombres miraban hac铆a su pecho y otros tantos hac铆a su culo.


Jorge no pod铆a negar lo rica que estaba la clienta, pero definitivamente el no podr铆a tener un cuerpo as铆 para vivir, Jorge tuvo que adentrarse en el ba帽o de mujeres, luego de que se hab铆a equivocado al entrar al de hombres d贸nde muchos de ellos lo acosaron hasta el cansancio.


Jorge miraba su cuerpo perfecto en el espejo, estaba impresionado de ser aquella hermosa mujer que sus ojos miraban, teniendo muchas ganas de tocar sus ricas gemelas, qued谩ndose unos segundos perdido en el reflejo del espejo al apreciar como manoseaba las deliciosas tetas de la clienta, sintiendo un cosquilleo extra帽o en su entrepierna.


Entonces, Jorge dej贸 lo que estaba haciendo, justo cuando entraron otras dos chicas, se acomodo dentro del cub铆culo e intent贸 deslizar su tanga debajo del vestido, as铆 mismo se recorri贸 este hacia arriba dejando ver su alta 贸rgano expuesto, siendo la primera vez que miraba una vagina tan de cerca y que fuera suya.


Jorge estaba tratando de hacer que la orina saliera, estaba algo h煤medo su 贸rgano debido al contacto de sus manos con sus pezones, y poco a poco logro estimularse para dejar venir el chorro, pues para colmo, Jorge tuvo que experimentar el hacer sus necesidades como una mujercita.


En esos momentos, Jorge aprovech贸 para darle unas caricias a sus ricas piernas, nunca hab铆a visto semejante cuerpo, adem谩s de que sus piernas eran tan finas y hermosas que logro distraerse con ellas, luego de que las chicas se fueron.


Jorge sac贸 sus tetas de su escote y las jugueteo bien rico, pellizcado sus pezones mientras apretaba sus chichotas, todo eso ocasion贸 que Jorge comenzar谩 a gemir fuertemente hasta que logr贸 detenerse cuando escuch贸 que otra mujer entraba a ba帽o, pero su vagina estaba tan h煤meda y expulsando diversos fluidos vaginales que Jorge estaba confundido y asqueado, el cuerpo de una mujer era un objeto sexual demasiado intenso para su experiencia.


Despu茅s de terminar con sus necesidades, Jorge sali贸 del ba帽o, sent铆a su cuerpo muy extra帽o y todo parec铆a que lo sent铆a m谩s inc贸modo de lo que comenz贸 horas atr谩s, su cuerpo estaba caliente y parec铆a pedirle algo m谩s intenso ahora que se hab铆an activado sus hormonas, pero Jorge trato de seguir su camino a pesar de que muchos chicos lo miraban y pensaba en poder intentar experimentar con alguno de ellos.


Todas esas ideas llevaron a Jorge a colapsar, pues si mente de mujer lo estaba traicionado, deseando cosas impuras y que eran m谩s de una mujer que de un hombre como el, por lo que se apresur贸 a regresar al carro de Carolina, pero al llegar, el carro ya no estaba, pues la gr煤a se lo hab铆a llevado, gracias a qu茅 hab铆a pasado demasiado tiempo colgado en un lugar indebido.


Jorge llam贸 a su jefe, ya que no le quedaba de otra, coment谩ndole la situaci贸n y el porque se hab铆a demorado tanto, (sin incluir detalles...), As铆 que, el jefe le orden贸 ir en busca del carro de la clienta, aunque Jorge esperaba que los regresar谩 a sus cuerpos, pues ya no aguantaba sus hormonas de mujer.


As铆 que Jorge no tuvo opci贸n m谩s que continuar con el cuerpo de la clienta hasta terminar con el trabajo, pidi贸 un taxi hasta el corral贸n y se fue todo el camino inc贸modo por las miradas que le hac铆a el ch贸fer a sus tetas, cerraba las piernas tal cual se帽orita era por lo inc贸modo que se sent铆a al tenerlas expuestas, notando como el ch贸fer del taxi aprovechaba cada momento para deslizar su mano desde la palanca hasta intentar acariciar un poco sus piernas.


Cuando finalmente Jorge lleg贸 al corral贸n, los encargados miraban como la hermosa chic entraba pidiendo por su carro, Jorge estaba molesto y les exigi贸 que se lo devolvieran, termin贸 algunos tr谩mites para liberarlo y al ver cu谩nto le cobraban le parec铆a demasiado la cantidad por hacerlo.


Jorge no ten铆a dinero para pagarlo, no pod铆a utilizar el dinero de la clienta para al贸 imprevisto, los hombres solo se burlaban, pues adem谩s no sab铆an que dentro del cuerpo de la chica se encontraba un hombre, pero los tipos se estaban aprovechando de la situaci贸n, al ver que era una ni帽a rica y quer铆an sacarle dinero.


Jorge no pod铆a pagarlo y estaba desesperado, su cuerpo adem谩s estaba exigiendo cosas fuertes con hist茅rica, por lo que no tuvo m谩s opci贸n.


-¿De a c贸mo nos arreglamos...? 


Jorge pregunt贸 sintiendose asqueado por la pregunta, pero son preguntarse m谩s bien, porque ser铆a peor hacer lo que estaba ofreciendo que intentar usar el dinero de la clienta.


Los tipos de rieron entre si y tomaron la mejor oferta, Jorge entro con ambos tipos a la oficina, cerraron con llave y sin saber c贸mo, Jorge estaba siendo manoseada por ambos, sent铆a como apretaban sus tetas y como lo besaban, mientras que su cuerpo temblaba, siendo combinaciones de placer y a la vez asco por ser tocado por esos tips tan asquerosos.


Uno de ellos le baj贸 el vestido, dejando toda su feminidad desnuda, Jorge sinti贸 algo de miedo, pues estos tipos lo iban a penetrar, aunque no sab铆a si era justo lo que quer铆a ese cuerpo, uno de ellos abri贸 sus piernas y comenz贸 a penetrarlo, Jorge sinti贸 el gran trozo de carne entrando dentro de si mismo, y con un fuerte gemido sent铆a como su mundo cambiaba completamente, sus tetas estaban rebotando mientras que el tipo lo penetraba con fuerza y gozo, gimiendo tan fuerte y desenfrenado como pod铆a, Jorge sent铆a como su cabeza estaba envuelta en el placer.


Pero justo cuando el tipo estaba por venirse, lleg贸 su jefe y sac贸 r谩pido su pene, dejando a Jorge un poco picado aunque sent铆a como su vagina se ven铆a a chorros.


-¡Ap煤rate ni帽a, lleg贸 el jefe! 


Uno de ellos le dec铆a a Jorge qui茅n a煤n no pod铆a concentrarse, estaba tan excitado eh ido en sus emociones, pero tomo el vestido y se lo subi贸 tan r谩pido como pudo.


El jefe not贸 la escena y enojado les grit贸 que si hab铆an pedido una prostituta, a lo que ellos respondieron que no, que la chica hab铆a venido por su carro, y ya hab铆a pagado, entonces, Jorge algo sensible, le pidi贸 al hombre que lo dejara terminar su trabajo antes de salir con su carro.


Jorge se sent铆a mal por haber usado de esa manera el cuerpo de la mujer, qui茅n no ten铆a la culpa de todo lo que hab铆a pasado, sent铆a su vagina extra帽a y su cuerpo demasiado vibrante, pero comenz贸 a trabajar en el carro y finalmente qued贸 listos dejando a los hombres impresionados de que una chica tan sexy pudiera arreglar su propio carro.


Jorge sali贸 del corral贸n con el auto arreglado y ya fuera de este, llam贸 al taller y confirm贸 que el auto estaba terminado, entonces, el intercambio se revirti贸 y tanto como Carolina como Jorge hab铆an vuelto a sus cuerpos.


Jorge estaba nervioso, pues ten铆a miedo de que la clienta se diera cuenta de lo que hab铆a estado haciendo con su cuerpo, sin embargo, el jefe confirm贸 que este nuevo servicio hab铆a sido un excit贸, la clienta hab铆a pagado con satisfacci贸n, pues se sent铆a demasiado feliz y conforme con el servicio, de alguna manera, Carolina no se hab铆a percatado de que hab铆an utilizado su cuerpo y simplemente se sinti贸 satisfecha con el trabajo que le hicieron a su carro, prometiendo recomendar al taller a sus amigas para futuros problemas con sus carros.


Jorge estaba aliviado de no perder su trabajo, pero se hab铆a quedado en shock luego de la experiencia que vivi贸 con aquel cuerpo.


-Kary-

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