Me interesa la reacci贸n de los lectores sobre el argumento que les parece m谩s apetecible.
El 23 de abril es el d铆a de San Jorge. En el pueblo d贸nde resido se celebra sacando
en procesi贸n a San Jorge, que montado sobre su caballo clava la lanza a Satan谩s
en la forma de drag贸n mientras su caballo pisotea la cabeza del demonio. As铆 se
simboliza el triunfo del bien sobre el mal y se garantiza un a帽o de prosperidad.
Se trata de una procesi贸n con mas de 400 a帽os de antig眉edad y tengo la suerte
de que pasa por la puerta de mi casa y, por tanto, todos los a帽os acudo a verla
Pero este a帽o fue diferente, muy muy diferente.
Desde mi balc贸n pude ver como la procesi贸n transcurr铆a rutinariamente,
con sus filas de penitentes ordenados y sus bandas de m煤sica sonando acompasadamente.
Todo transcurr铆a rutinariamente hasta
que de repente se escuch贸 un gran tumulto. Pude ver a gente que corr铆a
despavorida y empezaron a sonar los tambores de forma ensordecedora mientras tanto,
los truenos cruj铆an en el cielo que se hab铆a vuelto negro. La procesi贸n se
hab铆a convertido en un aut茅ntico desorden donde cada cual marchaba por donde
quer铆a, sin orden ni concierto, mientras empezaba a llover de forma torrencial.
Yo segu铆a en mi balc贸n contemplando, divertida, como corr铆an
los nazarenos, cuando vi algo que me llev贸 el coraz贸n a la boca. A la puerta de
mi casa se par贸 el caballo de San Jorge, pero, montado sobre 茅l estaba el
mism铆simo Satan谩s que sonre铆a contento: Pero lo que de verdad me hizo sentir
escalofr铆os fue que sentada a la grupa del caballo y agarrada a la cintura de Satan谩s
estaba yo misma, Carmen Sanz. Satan谩s mir贸 hacia mi balc贸n y me se帽al贸 con el
dedo, descendi贸 del caballo e hizo sonar el aldab贸n de la puerta de mi casa.
Tragando saliva baj茅 del balc贸n y abr铆 la puerta.
“Hola Carmen, ¿Me dejas entrar a tu casa?” No pude
negarme, esa presencia me daba miedo y adem谩s llevaba la lanza de San Jorge
apoyada sobre su hombro. Seguido de Carmen Sanz entr贸 y se sent贸 c贸modamente en
el sof谩 del recibidor.
“Ya sabes a que vengo, ¿Verdad?”
No lo sab铆a, pero lo intu铆a.
“He muerto ¿verdad?”
“No, es todav铆a peor que eso. Se trata del peor castigo que
pod茅is sufrir los humanos por vuestros actos depravados y malignos. Ya no ser谩s
nunca m谩s Carmen Sanz”
Me mir茅 en el espejo y lo que vi me horroriz贸. Me hab铆a
convertido en Karyna. Quise gritar y maldecir, pero la mirada del demonio me
ten铆a paralizada.
Satan谩s hizo un gesto despectivo a la Nueva Carmen Sanz y
esta se puso en pie
“Karyna, te has portado bien y te he ascendido al puesto de
loca con blog, a partir de ahora t煤 ser谩s Carmen Sanz” No parec铆a muy contenta la nueva Carmen Sanz con su
destino, pero yo estaba satisfecha. Me agarr茅 de la cintura de Satan谩s, lo bes茅
en los labios y sub铆 al caballo de san Jorge, mientras tanto, la antigua Karyna
se quedaba en mi balc贸n mirando como nos march谩bamos.
Tus historias son muy copo comunes cuando la leo siento leo una leyenda espa帽ola con toques mexicanos cosa que me llama la atenci贸n a un m谩s
ResponderBorrarNo esta mal, pero me causa mas impacto la anterior que publicaste en tu blog
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